Por Daniel Castro (Guionista en Chamberí)
Escribo esto desde el suelo de mi casa. El ordenador también está en el suelo. Igual que casi todos mis libros, rodeados de pelusas que han aparecido al mover algunos muebles. Otros muebles todavía siguen en su sitio. Pocos. Las estanterías pronto irán a la terraza, cubiertas de plástico. Los chicos de Arte consideran que son horribles, grandes y pesadas. A partir de ahora las miraré de otra manera. A los de Arte también.
A los de Arte les gustan mis vinilos. Quieren unas cuantas portadas bien a la vista. El LP de Marvin Gaye, el de Kraftwerk, el de Magical Mistery Tour… Las lámparas de IKEA no molan. Pues tengo dos iguales…
Fuera: te destrozan el decorado.
Joder.
Una alfombra, unos cojines, aquí el tocadiscos…
Así los tendría este personaje.
Joder, yo lo he escrito. Lo voy a interpretar. Y dirigir. Pero no sé cómo coño tendría los libros. Ni los discos.
Hace unos meses escribí un post sobre un aspecto interesante de la relación entre el texto literario y el cine. Venía a decir que la imagen da mucha más información que la palabra… pero a la vez da mucha menos. Es decir, una descripción puede indicar “Fuera caía una terrible tormenta. Truenos y relámpagos. De pronto, alguien llamó a la puerta. Ella se asustó al escuchar aquellos golpes, que sonaban como aldabonazos sobre un ataúd de madera.”
En este ejemplo que me acabo de inventar (no busquéis la novela de la que viene), una imagen dará más información visual y sonora sobre la tormenta. Escucharemos cada gota de agua. También veremos el perfil de la casa que se ilumina con cada relámpago y podremos decir si tiene un tejado a dos aguas o no. Veremos que hay una teja rota y que el canalón que baja por la pared está visiblemente oxidado. Veremos la mano que llama a la puerta ¿Parece de mujer? ¿Lleva un guante? O veremos el salón en el que retumban los aldabonazos y la delicada puntilla que adorna la cómoda del recibidor. Veremos a la chica que se estremece en el sillón de cuero. Veremos su peinado, su vestido, los restos de una lamentable operación de cirugía estética que ha sufrido la actriz.
En cambio, por bueno que sea el sonidista, por buena que sea la mezcla, casi ningún espectador llegará a imaginar que los golpes en la puerta suenan como aldabonazos sobre un ataúd de madera. Muchos verán incluso a la chica mirar hacia la puerta pero… ni siquiera sacarán en claro que está asustada. A veces, parece que el lenguaje tiene la capacidad de generar imágenes… pero que la imagen es capaz de crear sensaciones y ambientes, pero no palabras o conceptos indudables.
Ahora, con los de Arte, trato de imaginar todo lo que no está escrito. Todo lo que quedó en off cuando escribí el guión. Si repasara la última versión creo que no encontraría más de un párrafo dedicado a describir la casa del protagonista. De esas escasas frases y, sobre todo, de las características de la persona que vive en esta localización, los de Arte deducen un monton de información que nosotros los guionistas no podemos (ni debemos) incluir en nuestro trabajo.
Muchas veces los guionistas pensamos que todo está en el guión. Y es así. Pero… ¡qué difícil es leerlo bien!
Desde el suelo de mi salón, preguntándome qué pensarán los chicos de Arte sobre ese póster del fondo, el de la mujer del pelo recogido, ya a punto de empezar una semana de este rodaje intermitente, os pido perdón por estos posts tan egocéntricos, pero me temo que durante una o dos semanas será lo único que pueda contaros. Espero que os interese y pueda resultaros útil.
¿Guionista, director y actor? ¿El Allen español se llama Castro? Suerte con el proyecto.
Gracias, Kohonera. Ójala. ¡Cómo me gusta Woody!
“El sufrimiento es transitorio, la película permanece” Pues yo ya echaba de menos algún post sobre cómo iba la peli. Muchísimo ánimo! Yo creo que hay algo placentero, incluso morboso, en eso de que otra gente meta las manos en tu guión y descubra cosas que tú ni sabías que estaban ahí.
Por supuesto: hay algo muy placentero. Pero me parece sano admitir que, como director y/o guionista no tienes todas las respuestas.
No has pensado en todo. No puedes pensar en todo. Simplemente tienes que escuchar lo que te propone la gente que ha pensado en su parcela y, una vez escuchada la propuesta, decidir.
Abrazo y gracias por esos ánimos.
No saques en el corto posters ni portadas de disco de las que no tengas derechos. Acabo de pagar un multa ENORME. En serio , Dani. NO LO HAGAS.
Vaya, laserie, me has asustado un poco. ¿Podrías enviarme un mensaje privado contándome detalles sobre esto? guionistaenchamberi@gmail.com
Te lo agradecería mucho porque aún estoy a tiempo de hacer algunos cambios.
Yo te agradecería también que lo explicaras algo más por aquí… Es la típica cosa en la que nunca sabe uno a qué atenerse. Gracias, y siento lo de la multa!
Tomeu, no puedo explicar mucho “en abierto”. La cosa todavía está coleando y no se trata de liarla más, pero resumiendo te diré que el uso en una obra de ficción de otra protegida no está permitido si no has pagado los correspondientes derechos. Por obra protegida se entiende cualquier imagen: Cuadros, posters, logos, portadas de libros, discos, revistas, postales… todo lo que puedas imaginar. En algunos lugares también se aplican sobre los diseños industriales: Mesas, sillas, lámparas, incluso por los edificios. No importa que el tratamiento que hagas de la imagen sea positivo o negativo, simplemente no puedes enseñar, ni que sea en un rincón y en tamaño ridículo una imagen que no sea tuya o de la que no poseas los derechos. Te puedes imaginar los problemas que esto causa cuando los tiempos de preparación de las pelis, series, anuncios cada vez son más cortos y es prácticamente imposible localizar autores y pagarles lo que piden. En consecuencia además, los equipos de arte son cada vez más gestores que artistas. La cosa roza el ridículo cuando planteas decorados del tipo biblioteca, librería o cuando necesitas explicar algo de un personaje a través de la iconografía que tiene, que sé yo, en su habitación. Un caos.
La solución es tirarse a los bancos de imágenes y pagar las tarifas que permiten la reproducción broadcast, pero claro, no siempre es satisfactorio lo que encuentras..
Espero que te sirva.
Un saludo.
Gracias por la explicación!
Me acabas de abrir los ojos a un mundo de terror y de cogérsela con papel de fumar… ¿Cómo se puede filmar algo si, por ejemplo, hay que pagar a Ikea por usar sus sillas en pantalla? Alucinado me quedo (Además de parecerme contraproducente para los autores que van a cobrar: al fin y al cabo, que alguien use tu foto o tu disco en una película no sólo es publicidad, sino que también es señal de que te has convertido, de algún modo, en un icono. Eso debiera halagar más que molestar). En fin, mucha suerte con lo que hos haya caído encima…
Despues de anunciarlo a primeros de año, me extrañaba que no nos hubiera comentado nada sobre el tema, Daniel. Me alegra que el tema vaya viento en popa.
“Muchas veces los guionistas pensamos que todo está en el guion. Y es así. Pero…¿Qué difícil es leerlo bien?”. Bueno, al menos está garantizado que el actor y director van a leerlo bien.
Por si no lo ha leído, hay un post muy divertido sobre una experiencia similar, de Norberto Ramos de Val, en el blog de “Guionistas Valencianos”. El título es “Intrusismo, internet, crowfounding y los cojones del grillo”.
Disculpe, Daniel, se me han colado los signos de interrogación, en lugar de exclamación: “¡Qué difícil es leerlo bien!”
Muchas gracias, Regla, en cuanto tenga un rato (es decir, en 2013, calculo ;-), me leeré ese post).
¡Pufff, no te creas, tampoco yo voy a leerlo bien! Muchas veces, asuntos técnicos impiden que lo leas bien, que destaques las cosas que querías destacar. Y que olvides cuál era el propósito esencial de cada escena.
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