Saltar al contenido

Guión de cómic

A VECES OLVIDO…

Como guionista estás acostumbrado al ninguneo sistemático y a que ante todo se te exija una capacidad casi camaleónica para adaptarte a lo que te piden tus jefes. La docilidad se valora más que el talento. Y de pronto… ¡eres un autor! Te sientes casi como… gulp… ¡un escritor! ¡Se te respeta! ¡Se te pide que tengas un punto de vista, un tono, que seas TÚ!