EL MINISTERIO DEL TIEMPO: ASÍ SE ESCRIBIÓ LA ESCENA DE LORCA VIENDO CANTAR A CAMARÓN

Recién incorporada al equipo de guión de El Ministerio del Tiempo, Isa Sánchez (Malaka, 321 días en Michigan) recibió el encargo de escribir uno de los capítulos que más repercusión han tenido: Bloody Mary Hour.

Atención spoilers


INT. LOCAL FLAMENCO – DÍA

Rótulo: Granada, 1979.

FEDERICO

¿Hemos viajado por el tiempo?

JULIÁN

Digamos que ha sido un sueño.

CAMARÓN DE LA ISLA (29 años) empieza a cantar.

CAMARÓN

El sueño va sobre el tiempo flotando como un velero/ flotando como un velero. Nadie puede abrir semillas en el corazón del sueño/ en el corazón del sueño...

Julián y un Lorca emocionado están en el pequeño local.

FEDERICO

Es mi poema. ¿Tantos años después se acuerda España de mí?

JULIÁN

Sí.

FEDERICO

Entonces yo he ganado. Ellos no. Dejemos las cosas como están.

Julián lo mira emocionado, mientras Camarón sigue cantando.

La guionista malagueña Isa Sánchez.

Esta es la última versión de guion de la secuencia que cierra el capítulo de El Ministerio del tiempo ‘Bloody Mary Hour’, emitido el pasado martes 19 de mayo de 2020. Y pongo el año porque puede que esta escena quede para la historia de la televisión.

Desde el mismo momento en el que se emitió, los mensajes, referencias, GIFs, fotos, capturas y retweets se dispararon hasta hacerla viral. A partir de ahí, la escena ha sido comentada por críticos, periodistas de renombre, seguidores de la serie, compañeros de profesión y miles de espectadores anónimos de distintos de países, la mayoría, emocionados y admirados por su potencia poética.

Esta es la fuerza de El ministerio del tiempo: imaginar momentos históricos que nunca sucedieron pero que desde que son creados, recuerdan, repiensan e interpretan La Historia para siempre. Todos los que seguimos la serie desde su primer capítulo, lo sabemos.

Yo soy ministérica. Desde chica. Así que, cuando Javier Olivares me propuso entrar en su equipo de guion para la cuarta temporada, junto a Carolina González y Jordi Calafí (después se sumarían Daniel Corpas y Pablo Lara), me alegré por partida doble: como fan y como profesional.

Cuando me incorporé, ya estaban escritos los dos primeros capítulos y me pasaron el dossier de la temporada completa con las tramas y algunas escenas clave; de entre las cuales, las que más me emocionó sin duda, fue el encuentro imposible entre Federico García Lorca y Camarón de La Isla. Había escenas buenísimas (¿habéis visto cómo arranca el cuarto capítulo?), pero esa… Uf. Por eso, cuando me tocó escribir la escaleta y primera versión del capítulo que la contenía, me fui a casa más contenta que unas castañuelas.

Estuve leyendo sobre la repercusión de la publicación en 1979 del álbum La leyenda del tiempo, sobre los poemas de Lorca, sobre su muerte y el soterramiento de su figura las décadas posteriores.

Después, intenté imaginar cómo hubiera reaccionado Federico si hubiera podido escuchar sus versos cantados décadas después por ese portento musical tan revolucionario como él. Eso me lo llevo. Me llevo la emoción del proceso, de inventar imágenes, acciones y palabras posibles en este cruce ‘cuántico-poético’ (esto es del profesor Emilio González Ferrín) cuando todavía no existía en la cabeza de nadie.

Eso nos lo llevamos siempre los guionistas. Me emocioné imaginándolo, escribiéndolo, leyendo las posteriores versiones y viendo el resultado en TV (Ángel Ruiz es un grande que no deberíamos dejar ver en nuestras pantallas de aquí en adelante).

En la sala de guión, barajamos otras ideas, como que Julián intentara advertir a Federico de su muerte, pero este le tapara la boca para no escucharlo. Planteamos también que Julián confesara al poeta que aún no habían (no hemos) encontrado su cuerpo y este cerrara diciendo:

FEDERICO

(...) Mejor dejar las cosas como están. Además, si nunca encontraron mi cuerpo... quién sabe.

Yo quería introducir la posibilidad de que un poeta tan libre e innovador como Lorca probablemente hubiera sido de los pocos que disfrutara y valorara al instante ese nuevo flamenco que creó Camarón para la historia.

FEDERICO

(fascinado)

Nunca pensé que el flamenco pudiera sonar así.

JULIÁN

Ni nadie. Camarón fue un revolucionario. Y un grande, como tú.

Cuántas cosas nos hubiera gustado poner en boca de Federico… y qué difícil elegir una sola que condense la esencia de un encuentro como este. En eso consiste nuestro trabajo, ¿no? Desde luego, la elegida es perfecta. No lo digo yo.

Llevo toda la semana recibiendo felicitaciones por esta escena y yo no dejo de responder que ni la idea ni la reescritura final son mías, sino mérito absoluto de Javier Olivares.

Sabemos que el guion de una serie de TV es un trabajo de equipo en el que cada guionista aporta ideas, escribe, reescribe y se deja reescribir, y el proceso de trabajo en El Ministerio no es diferente:

  • Primera reunión de equipo para esbozar escaletas de tramas capitulares y trasversales;
  • Reparto de capítulos entre los guionistas, bien de forma individual (como en este capítulo 3 que me tocó a mí), por parejas (capítulos 1, 2, 6 y 8) o incluso tríos (5 y 7);
  • Desarrollo en casa de las escaletas;
  • Nueva reunión para corregir y afinar escaletas;
  • Redacción en casa de la primera versión dialogada; notas del showrunner a esta primera versión;
  • Reescritura (segunda versión) del guion en casa y entrega al showrunner para que reescriba personalmente la “última” versión.

Tras esto, vienen las reuniones con los directores y lecturas técnicas que prosiguen la cadena de versiones y separatas. Así que sí: es un trabajo de equipo.

La particularidad de El Ministerio es, como ya se ha dicho tantas veces, que se trata de una serie de tono, enfoque y argumento muy personal creada por dos hermanos, de los cuales, desgraciadamente, solo tenemos a uno para salvaguardar la idea primigenia.

Por eso el trabajo carga más sobre los hombros de su creador y por eso lo de la incomodidad, porque hay que reivindicar el mérito cuando se nos quita (que no son pocas veces), pero no gusta quedarse con flores que no nos corresponden (que también pasa) como cuando un actor o un director de fotografía cuenta aquello a lo que la letra no puede llegar o no hemos conseguido que lo haga. Esto es algo a lo que le doy muchas vueltas en mi trabajo y en mis clases, pero dejémoslo si acaso para otro post.

Bloody Mary Hour tiene otros momentos memorables como las charlas entre Irene y María I de Inglaterra, el predictor en la corte inglesa del s. XVI, la propuesta de reclutamiento del Duque de Alba a Alonso de Entrerríos o su irrupción en el Palacio de Woodstock junto a Pacino al grito de “Stop. In the name of love”.

Y no me olvido, cómo no… de los no-besos de Amelia y Julián (evidentemente, soy fan total de nuestros Amelian). Muchos de estos pasajes requerían bastante documentación, gracias a la cual hemos recordado y aclarado algunos aspectos confusos sobre este periodo histórico, como el lugar de encierro de Isabel (que en algunos documentos aparece equivocado), el supuesto carácter sanguinario de María Tudor o sus supuestos embarazos que no llegaron a término.

Todas esas lecturas y conocimiento me los llevo también. ¿Y cuánto vale eso? Está claro que lo que he ganado yo no se puede medir en parámetros cuantificables, como sucede con el impacto de una serie tan importante como esta, como sucede con todo lo que importa de verdad.

Isa Sánchez

3 comentarios en «EL MINISTERIO DEL TIEMPO: ASÍ SE ESCRIBIÓ LA ESCENA DE LORCA VIENDO CANTAR A CAMARÓN»

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  2. Elaine Hopgood Davila

    Así tenía que terminar! La escena con Julián y Federico me emociona cada vez que la repaso. Siempre hay algo que noto, esta vez fue la expresión de García Lorca cuando escucha las primeras líneas de su poema y cuando Julián comienza a mover la cabeza llevando el ritmo de la canción. Que maravilla y que emoción debe haber sido pasar por los diferentes diálogos para ese final. Mis felicitaciones para Isa Sánchez y todo el grupo de guionistas del Ministerio.

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