por Sergio Barrejón.
La semana pasada, Juan Medina publicó aquí un interesante artículo titulado La mujer como McGuffin, que parece que ha molestado a unos cuantos machistas, antifeministas, cavernícolas o como queramos llamarlos.
Hace un par de días, John Tones informaba en Fotogramas de la carta abierta de 600 desarrolladores de videojuegos pidiendo que cese el acoso a Anita Sarkeesian y Zoe Quinn, motivado exclusivamente por su enfoque feminista de los videojuegos.
Está claro, los artículos con enfoque feminista son probablemente los detectores de gilipollas más eficaces del mercado. Aquí va un detector de gilipollas específico para guionistas: el pasado mes de junio, Tasha Robinson publicó en The Dissolve un artículo titulado “We’re losing all our Strong Female Characters to Trinity Syndrome”. En dicho artículo, Robinson incluía un utilísimo test para comprobar rápidamente si nuestros personajes femeninos potentes son en realidad tan potentes como creíamos.
La traducción es mía, así que siéntanse libre de criticarla o mejorarla.
TASHA ROBINSON – EL SÍNDROME TRINITY ESTÁ ACABANDO CON NUESTROS PERSONAJES FEMENINOS POTENTES
(Extracto)
Ahí va un cuestionario rápido para cineastas que han creado un personaje femenino que no es un pelele, ni una arpía, ni un McGuffin que va de acá para allá, ni un juguete sexual. Enhorabuena, ya tienes un Potente Personaje Femenino. Es un buen comienzo. Y ahora ¿qué? Guionistas, productores, directores, pensad en esto:
- Una vez presentado, ¿carece tu Potente Personaje Femenino de acciones significativas o fundamentales para el desarrollo de la trama?
- Si consigue algo significativo para la trama, ¿es algo que implica ser violada, apaleada o asesinada por motivar una reacción del chico? ¿Consiste quizá en acostarse con/no acostarse con/aceptar una cita con/romper con el chico? ¿O consiste en insistir a un personaje masculino para que madure de una vez, o para que deje de dárselas de héroe? En definitiva, ¿seguro que ella no existe sólo para servir a las necesidades, al desarrollo o a la motivación del chico?
- ¿Podrías reemplazar tranquilamente a tu Potente Personaje Femenino por una lámpara de pie con un letrero que sirva para proporcionar información de utilidad para el chico?
- ¿Es un punto clave de tu trama que tu Potente Personaje Femenino sea el personaje más fuerte, más listo, más duro o más experimentado… hasta que llega el protagonista?
- … O peor, ¿entra el protagonista en la historia como un gilipollas aturullado, pero luego se pasa la película entera madurando hasta superar a la chica, mientras ella se queda completamente estática, e incluso lo anima? ¿Seguro que la razón de ser primordial de tu Potente Personaje Femenino no es simplemente estar ahí para que el protagonista pueda impresionarla.
- Está muy bien si la chica es súper molona. Pero ¿no será que empieza siendo así para que el chico pueda molar más todavía cuando la rescate o la supere en algo?
- ¿Es una mujer fuerte y capaz que nunca hasta ahora ha necesitado que la salven, pero que una vez que la trama coge velocidad, de repente es capturada o amenazada por el villano, y necesita la intervención del héroe? ¿Es parte fundamental de la historia cargarse su orgullo
- ¿Desaparece por completo durante la segunda mitad/el tercer acto de la película, por alguna otra razón que no sea que esté haciendo algo relevante para la trama (aparte de ser rehén, o morir)?
Si puedes contestar honestamente “no” a todas estas preguntas, quizá sí tengas un Potente Personaje Femenino que merezca ese nombre.
¡Enhorabuena!
Cambiemos “Femenino” por “Secundario”:
-Una vez presentado, ¿carece tu Potente Personaje Secundario de acciones significativas o fundamentales para el desarrollo de la trama?
-Si consigue algo significativo para la trama, ¿es algo que implica ser asaltado⁄a o asesinado⁄a por motivar una reacción del protagonista? ¿O consiste en insistir al⁄a la Protagonista para que madure de una vez, o para que deje de dárselas de héroe? En definitiva, ¿seguro que el Potente Personaje Secundario no existe sólo para servir a las necesidades, al desarrollo o a la motivación del Protagonista?
-¿Podrías reemplazar tranquilamente a tu Potente Personaje Secundario por una lámpara de pie con un letrero que sirva para proporcionar información de utilidad para el⁄la Protagonista?
-¿Es un punto clave de tu trama que tu Potente Personaje Secundario sea el personaje más fuerte, más listo, más duro o más experimentado… hasta que llega el⁄la Protagonista?
– … O peor, ¿entra el⁄la Protagonista en la historia como un gilipollas aturullado, pero luego se pasa la película entera madurando hasta superar al Potente Personaje Secundario, mientras el⁄ella se queda completamente estático⁄a, e incluso lo⁄la anima? ¿Seguro que la razón de ser primordial de tu Potente Personaje Secundario no es simplemente estar ahí para servir como elemento de comparación para el Protagonista.
-Está muy bien si el⁄la Potente Personaje Secundario es super molón. Pero ¿no será que empieza siendo así para que el⁄la Protagonista pueda molar más todavía cuando le⁄la supere en algo?
-¿Es un Potente Personaje Secundario fuerte y capaz que nunca hasta ahora ha necesitado que le⁄la salven, pero que una vez que la trama coge velocidad, de repente es capturado⁄a o amenazado⁄a por el⁄la Villano⁄a, y necesita la intervención del⁄de la Protagonista? ¿Es parte fundamental de la historia cargarse su orgullo?
-¿Desaparece por completo durante la segunda mitad/el tercer acto de la película, por alguna otra razón que no sea que esté haciendo algo relevante para la trama (aparte de ser rehén, o morir)?
Si has contestado afirmativamente a la mayor parte de estas preguntas, enhorabuena, tu Potente Personaje Secundario es un personaje secundario normal y corriente, como la mayoría de ellos. Pero ten cuidado si tu personaje secundario es femenino y tiene una trama amorosa. Puedes ser acusado de machismo.
Lo peor es cuando la gente está tan acostumbrada al Síndrome Trinity que cuando leen tu guión te dicen que tu protagonista femenina es un hombre con tetas, que eso no es una mujer de verdad. Y te hablan de una escena en la que “sí, que le sube la falda para curarle la herida”, cuando en esa escena lo que lleva son vaqueros que hay que cortar (y la protagonista no lleva falda en todo el guión).
Gracias por hablar de estos temas desde aquí, por cierto. Esos errores los cometemos todos y no pasa nada, lo importante es informarse e intentar no repetirlos, pero hay mucha gente que en cuanto sacas estos temas te tachan de feminazi…
http://blogs.indiewire.com/criticwire/clouds-of-sils-maria-and-cure-the-life-another-reveal-where-the-bechdel-comes-up-short-20140819
Los comentarios están cerrados.