EL DIARIO DE UN GUIONISTA: UNA SEMANA

Por David Muñoz

Lunes.

Termino el documento de venta de una serie de televisión. Es una serie de género, una mezcla de drama y thriller pensada sobre todo para un público joven. Sé que es prácticamente imposible que alguien la compre ahora, pero de todas maneras voy a intentar moverla a ver qué pasa. Es un “billete de lotería”, como escribí en Bloguionistas hace tiempo. Hace una semana le envié el documento a un director con el que colaboré el año pasado en una serie que al final no salió, y éste a su vez le habló de él al productor con el que trabajamos en ese mismo proyecto para ver si estaría interesado en moverlo por las cadenas. Y parece que sí, que le interesa. En teoría nos veremos esta misma semana.

-Me llama el productor de la película que estoy escribiendo. Tiene una noticia buena y otra mala.

La mala: La película que estoy escribiendo para él se ha “caído”. Putada gorda. Pero muy gorda. Hace quince días entregué la primera versión del guión. Y ni siquiera he cobrado aún el primer pago (el que en teoría se hace a la firma del contrato). Ya veremos a ver que pasa. Este productor siempre ha cumplido sus compromisos. Pero eso fue en una época en la que las cosas le iban mejor. Ahora le debe dinero demasiada gente. Y si a él no le pagan, él no me puede pagar a mí. Encima yo contaba con el dinero de la película para ir tirando durante los próximos meses.

La buena: Al productor le ha gustado mucho el otro guión que le pasé hace un par de semanas. Se trata de una adaptación de una novela, un thriller, cuyos derechos compré con un amigo director. Quiere que nos reunamos los tres para hablar del proyecto. Ojalá consigamos hacer esta película. La historia es cojonuda, el guión creo que me ha quedado bastante bien, y el director tiene mucho talento. Debería salir algo bueno.

Martes.

-Estoy esperando que me llamen para escribir en una serie. Se trata de la segunda temporada de una comedia que me gusta mucho. Cosa que no he podido decir de todas las series que he escrito. Pero pasan los días y no sé nada. Así que hoy he telefoneado al productor. No podía seguir esperando. Estaba demasiado nervioso. Sobre todo después de haberme quedado sin la película. Hablar con el productor me ha tranquilizado bastante. Parece que todo va bien y que empezaremos a trabajar muy pronto. Si es cierto, me he salvado por los pelos. Otra vez. A veces me planteo seriamente sacarme una oposición. Este estrés va a acabar conmigo.

-Sigo dándole vueltas a un proyecto de cómic que me gustaría arrancar después del verano. Se trata de una serie que quiero publicar directamente en Estados Unidos. Lo único malo es que para poder hacer las cosas como quiero voy a tener que publicarla en una editorial que no paga adelantos. La única remuneración te llega una vez sabes lo que has vendido. De modo que es una inversión. Otro “billete de lotería”.

Miércoles.

-Paseando al perro me encuentro a un amigo guionista al que no veía hace tiempo. Trabaja en una productora. Me cuenta que después de rebajarles un 40% el sueldo, en su empresa han echado a gente, y que como no coloquen un proyecto pronto puede que acaben cerrando. Y ahora mismo nadie compra nada.

Me reúno con el productor y el director del thriller. Salvo por un par de detalles que  nosotros también creemos que hay que mejorar, al productor le ha gustado mucho el guión y está dispuesto a producir la película. Ahora hay que ver cómo. Lo primero es intentar que entre televisión española (“sin el dinero de TVE es imposible hacer esta película”) y quizá alguna cadena autonómica. Pero no va a estar fácil. Ahora mismo, a la espera de saber qué pasa con las desgravaciones fiscales que supuestamente deben atraer inversores privados al cine, los productores se lo piensan todo muchísimo. Y no me extraña. No es momento para asumir riesgos que pueden acabar obligándote a cerrar la empresa.

Si Televisión Española dice que no, trataremos de mover el proyecto fuera de España. Ayer le comentaron al director que hay una productora inglesa que está buscando proyectos baratos para rodar aquí. Pero tampoco tenemos todo el tiempo del mundo. Hemos comprado una opción para adaptar la novela de solo dos años (no nos podemos permitir más) y ya han pasado 16 meses desde que la firmamos. Ya estamos en la cuenta atrás. De momento este proyecto solo nos ha costado dinero. Hemos pagado una opción y el guión lo he escrito gratis. A ver si hay suerte y al final el esfuerzo se ve recompensado.

-Intercambio de mails con un dibujante de cómics amigo mío. Las cosas van muy mal en la empresa para la que trabaja cuando no está dibujando cómics. Lleva meses sin cobrar. Tiene una familia a la que mantener y el cómic no está lo suficientemente bien pagado como para vivir solo de él. Bueno, a lo mejor si vives en un piso compartido, o no tienes hijos, puedes plantearte llegar a fin de mes. Pero a poco que tengas una vida un poquito convencional es imposible. La única opción es el pluriempleo. Como nos pasa a los guionistas cuando no estamos en una serie. Pero para eso tiene que haber dónde pluriemplearse. Y tampoco es fácil que un dibujante trabaje en varias cosas a la vez. No les da tiempo. Hace una página de cómic al día puede llevarte ocho o diez horas.

-Leo los comentarios de una entrada de Bloguionistas. Que fácil es ver los toros desde la barrera. Si fuera fácil (o posible) producir cine sin el apoyo de los productores, las televisiones, o el estado, todos lo estaríamos haciendo. “¡Solo necesitas una cámara y unos actores!”. Claro que sí. Pero no todos queremos hacer películas de gente encerrada en una habitación.

Jueves.

Reunión con el posible productor de la serie de televisión juvenil que he desarrollado por mi cuenta. Estamos el productor, el director, y yo. Parece que al productor le interesa la idea. Además, como él dice, de broma, la ve “hacible”. Nos pide que le enviemos por mail el documento que he escrito. Eso sí, nos deja claro lo difícil que está ahora mismo colocar una serie de televisión, por muy “hacible” que ésta sea. Televisión española está parada, de las autonómicas mejor no hablar (si fuéramos catalanes a lo mejor sí que podríamos hablar, pero los madrileños… en fin), Antena 3 tiene una “cola” de proyectos enorme esperando a ser valorados (si la mayor parte de tus series son éxitos, no dejan huecos para otras) y en Tele 5 no se sabe si estarán dispuestos a meterse en otro proyecto de género después del fracaso de “La fuga”. Y claro, ahora mismo Antena 3 es La Sexta, y Tele 5 es Cuatro. Hay muchas productoras y muy pocos clientes con posibles “huecos” en sus parrillas.

-Recibo un e-mail de un amigo realizador. Está desesperado. A pesar de que tiene un buen currículum, lleva meses sin trabajar. Ahora mismo está dispuesto a trabajar de lo que sea. Ya le da igual que su trabajo tenga que ver con el cine o la televisión. Pero no encuentra nada. Él no es de Madrid y se está planteando volver a su ciudad. Al menos allí tiene familia que le puede ayudar. A mí no se me ocurre ninguna manera de echarle una mano. Si pudiera enchufarle, lo haría. Sé que es serio y que trabaja bien.

-Me llaman de la serie. Empezamos mañana.

Uffff… menos mal.

Viernes.

-Primera reunión de la serie. Todo pinta bien. No me puedo quejar. Ahora, que dure…

-Mientras tanto, cientos de compañero siguen trabajando, generando proyectos, tratando de buscarse la vida, a la espera de un golpe de suerte que puede que nunca llegue. Esta es la vida que hemos elegido, y nos gusta, pero no resulta ni mucho menos tan fácil como se cree a veces desde fuera. Con la crisis las cosas han ido a peor, pero en realidad nunca ha sido fácil. Se me ocurre escribir esta entrada. Unas de las cosas que quiero hacer con mis textos en Bloguionistas es contribuir a que se entienda mejor cómo es de verdad la vida de un guionista. Esta semana me ha pasado de todo. Puede ser interesante contarlo.

Sábado.

-Primero lo leo en Bloguionistas, luego, aquí. Entre otras, el gobierno ha decidido suspender las ayudas a la escritura de guiones y a la producción de cortometrajes.

Precisamente esas dos ayudas son las que creo que más han contribuido a estimular al nuevo talento. Muchos alumnos míos han logrado terminar su primer tratamiento de largometraje porque tenían en mente la fecha de entrega de las subvenciones a los guiones. Da igual que luego no les concedieran la subvención. Tener un objetivo ayuda a escribir.

Y aunque en su entrada de hoy, Sergio Barrejón diga que para rodar cortos “recurriremos al crowdfunding, a los ahorros, a préstamos familiares y a la inventiva”, yo no lo veo tan claro. No todo el mundo tiene ahorros ni puede pedirle dinero a la familia. Una de las funciones de las subvenciones es permitir que cualquiera pueda soñar con ganarse la vida (aunque sea momentáneamente) escribiendo un guión de largometraje, o rodar un corto bien producido. A mí me parecía una buena manera de gastar el dinero de mis impuestos. Desde mi punto de vista esa debe ser una de las funciones del estado, equilibrar la balanza, contribuir a que todos tengamos las mismas posibilidades (o al menos parecidas) de hacer lo que deseamos hacer, independientemente de que contemos con unos padres con dinero o con amigos empresarios con ganas de patrocinarnos. Si no… el futuro no será de aquellos que tengan talento. Será de aquellos que tengan talento y sean de familia de posibles. O de quienes se resignen a vivir con una mano delante y otra detrás, eternamente endeudados, atrapados en una adolescencia perpetua. Que triste. Las cosas no deberían ser así.

Encima, leo esto aquí:

“De hecho, los Presupuestos del Ministerio de Cultura y Deporte incluyen una nueva partida (prácticamente de la misma cantidad recortada al cine) dirigida al fútbol profesional”.

Apaga  y vámonos…

24 comentarios en «EL DIARIO DE UN GUIONISTA: UNA SEMANA»

  1. ¡¡OLE!!

    Y con respecto a lo de las subvenciones, es una putada, pero ojalá este cataclismo sirva para derribar un sistema obsoleto que – en mi opinión – paralizaba a más gente de la que movía. Espero que – ahora que no estamos aletargados – consigamos a largo plazo un sistema que funcione mejor que el anterior.

    Van a ser tiempos muy difíciles. Y mientras duren, espero que todos los que puedan permitirse hacer cosas tirando de familiares o crowdfundings lo hagan… e intenten sacarnos a todos los demás del agujero.

    Yo de momento sólo puedo permitirme cosas de gente en una habitación, pero ¡mejor eso que nada!

  2. Hombre, la autoproducción solamente sirve para determinados proyectos y no creo que tenga la fuerza suficiente para tirar de la industria y mantener a todos los que se están quedando en la calle.

    Frente a la limitación en el tipo de proyectos que pueden hacerse, está la libertad creativa y la rápidez en la puesta en pie de los proyectos. Eso sí, al final nos topamos con el Muro: la distribución y exhibición. No hagáis peli sin tener esos dos aspectos amarrados previamente. Corréis el riesgo cierto de comeros la peli… a menos que tengáis algún premio en un festival, cosa nada fácil.

  3. lo más duro es comprobar que ese ahorro de 27 millones de euros representa el valor medio de un futbolista de élite… y que, en buena parte, es el mercadeo pervertido de futbolistas (y por antonomasia, Messi-Cristiano o Barça-Madrid) la causa por la cual las cadenas apuestan todo su capital en el futbol, cargándose el poco compromiso cultural que pudieran contener sus parrillas (que, en mi opinión, es la razón por la cual deben su existencia). Un zurullo gordo.

    1. Descuida, que las vacas flacas van a llegar al futbol español dentro de muy poco. A los alemanes les hace muy poca gracia que los endeudados equipos españoles copen las finales europeas mientras ellos no admiten ningún club con deudas en su liga.

  4. “El futuro no será de aquellos que tengan talento. Será de aquellos que tengan talento y sean de familia de posibles.”
    Eso ya está pasando, David. Ya se ha convertido en la forma habitual de acceso al trabajo en casi todas las productoras una estancia como becarios que viene a ser la fase de prácticas de un máster en una universidad privada para pijos que no les da la nota para la pública. Es decir, que el futuro inmediato es de aquellos que tengan más talento y más dinero y tiempo que perder entre los que no tienen mucho talento. Eso explica también el nivel y el estilo de mucha de nuestra ficción, que se nutre de tópicos y no de problemas reales y actuales, porque está escrita por gente que ve esos problemas de lejos y dirigida o supervisada por gente que jamás los ha visto siquiera, ni de lejos. Y es por todo esto que la ficción en España es, bajo una fina capa de falso progresismo, tan radicalmente de derechas.
    Tú creo que das clases, algo sabes de esto, ¿no?

    1. Buen análisis, Jelen.

      La “Shameless” británica destila autenticidad gracias a la biografía de su creador, Paul Abbott.

    2. Hola Jelen,

      Los temas que planteas me parecen muy interesantes. A lo mejor porque he pensado mucho en ellos. No sólo porque soy profesor de un master de guión en una universidad privada, sino porque soy de Usera, hijo de carpintera y ama de casa, de colegio, instituto e universidad pública. Simplificando mucho, soy un guionista de barrio de izquierdas.
      Pero aunque algo de razón tienes, es un tema bastante complicado que no puede resumirse en “la ficción española es facha porque sus guionistas son pijos”. Si bien es cierto que buena parte de la fición en España, es bastante de derechas (aunque yo más bien diría que defiende valores reaccionarios) no creo que se deba al origen social de sus guionistas. Porque ser de familia obrera no implica que tengas necesariamente una visión del mundo de izquierdas. Y tampoco por tener problemas propios tienes porque estar sensibilizado con los de los demás. La extrema derecha (mira Francia ahora) no gana poder en Europa gracias precisamente al voto de las clases medias/altas. Y por otro lado, hay mucha gente de clase media/alta, sobre todo entre la que se dedica a profesiones como la nuestra, de izquierdas. Para mí esto tiene que ver con el miedo que atenaza a los responsables de la ficción de las televisiones, que en su miedo a no ofender, acaban tomando siempre decisiones que “blanquean” las historias y contribuyen a ese tufillo derechosillo (o conservador).
      De todos modos la realidad es que entre los guionistas, directores, hay de todo desde el punto de vista ideológico. Aunque en La razón no se lo crean y piensen que somos todos votantes de IU.
      Y esto que dices de “el futuro inmediato es de aquellos que tengan más talento y más dinero y tiempo que perder entre los que no tienen mucho talento”, es algo que me preocupa bastante. Las cosas no deben de ser así. Pero este sí que es un tema del que acabaré hablando en una entrada posterior. No hace falta ir a una universidad privada para acabar escribiendo una serie. Yo soy un buen ejemplo.

    3. Estoy completamente de acuerdo con esto que has dicho.
      Lo vengo pensando desde hace ya algún tiempo.

    1. Pero siempre caéis en lo mismo ¿no? ¿Porqué os dejáis provocar de esa manera? ¿Un hijo de carpintero tiene más talento que el hijo de un joyero? ¿porqué tienes que dar razón de donde vienes? ¿eso justifica tu talento? ¿Se trata simplemente de ver quien aguanta más sin pasta en un proyecto? De verdad empiezo a pensar que lo tenéis más difícil que los demás, porque hoy si quieres ser investigador biomolecular, valdrá el dinero que tengas para vivir mejor o peor, pero no te conseguirá la plaza …. aun a pesar de la endogamia y otros delicatessen que se mueven por el mundo académico, pero al menos no te piden que financies con tu dinero personal los proyectos de investigación.

      La idea, que parece que todo el mundo olvida es: igualdad de oportunidades. Entiendo que sea difícil de gestionar, pero no de entender. Y el único criterio que debería utilizarse es el mérito, no de donde vienes ni lo que tienes ni a quien conoces. Y por supuesto, si a las subvenciones, gestionadas con cabeza, a poder ser con un criterio parecido al de las becas, que no es perfecto, pero tiene mucha menos tontería.

    2. Cris, creo que nadie ha dicho aquí eso de que “un hijo de carpintero tiene más talento que el hijo de un joyero”. Lo que se está diciendo es que uno y otro deberían tener las mismas oportunidades de dedicarse a lo que les gusta en caso de haber demostrado talento para hacerlo. Es difícil, casi imposible de conseguir, pero vaya, que para eso está el estado.

    3. Al hilo del tema de las oportunidades.. Me parece genial que independientemente del nivel económico todo el mundo tenga las misma oportunidades para trabajar en lo que sea. No se me ocurre ni me parece justo que pueda ser de otra manera. Pero también creo y exijo que todo el mundo tenga las mismas oportunidades para trabajar independientemente del mamoneo y el amiguismo tan común en nuestro sector. Y que se valore el talento de alguien para contratarle por encima de su don de gentes para las copas/cañas. Hala. Ya lo he dicho.

    4. La casa Lannister: te aseguro que muchos guionistas hemos conseguido trabajar en esto sin irnos de cañas con nadie. De hecho, muchos cuando empezábamos éramos casi fóbicos sociales. Vamos, que yo lo era, quiero decir. Y en cierta manera sigo siéndolo. Las fiestas todavía me dan alergia. Lo que no me ha impedido tener trabajo. Respecto al “mamoneo y el amiguismo”, se da en todos los sectores. Es algo inevitable. Aunque, de nuevo, ahí deben estar las leyes (y por tanto el estado) para corregir esa tendencia que tenemos todos para hacer piña con los que consideramos “los nuestros”.

  5. Os puedo asegurar por experiencia propia que la inmensa mayoría de cursillos preparatorios, seminarios, talleres y másters de este país sólo existen para:

    1. Nutrir de mano de obra barata a las empresas mediante las famosas “prácticas” de los esforzados becarios.

    2. Proporcionar un sueldo a un montón de profesionales en paro, (no sólo guionistas), que se reciclan como profesores.

    3. Arañar ayudas del Ministerio de Educación.

    O sea que gastarte la pasta tampoco es garantía de nada, y menos en este país. Y de que te enseñen algo útil, olvídate. Muchas veces las “clases” se reducen a teoría, teoría y más teoría, salpicada con jugosas anécdotas personales y/o profesionales del presunto “tutor”, (aunque eso lo descubres después de haber soltado la guita, claro). Tal y como esta la cosa, la única solución que veo es emigrar…

    1. “En zona roja”: Estás generalizando. No dudo que haya cursos y másters así, pero yo en aquellos donde he dado y doy clase siempre he intentado enfocarlos desde el punto de vista más práctico posible. En mis clases se aprende ser guionista. Y no solo en las mías, sino en las de muchos otros compañeros (por Ej. en el taller de Alicia Luna, en el que nunca he dado clase, pero sé cómo es porque tengo amigos que han sido alumnos suyos). Tampoco es totalmente cierto el tópico de que proporcionan trabajo a “un montón de profesionales en paro”. Por seguir hablando de mí mismo, que es a quién mejor conozco, he tenido la suerte de no estar en paro nunca desde que empecé a trabajar profesionalmente por el año 1999 o por ahí. Aún así, doy clases. Llevo el taller de escritura de largometraje de un máster de la Universidad Pontificia de Salamanca, uno de escritura de guiones de cortometraje en el NIC, y soy tutor en el curso de Casa de América. ¿Por qué? Porque me gusta enseñar y lo disfruto mucho. Económicamente, enseñar no puede compararse ni de lejos con escribir guiones para televisión. El dinero me viene estupendamente, desde luego, pero no es mi motivación principal. ¿El otro profesor del NIC? Carlos Molinero, guionista ahora mismo de Cuéntame. Ninguno de los dos somos sospechosos de estar ahí porque no tenemos otra cosa que hacer.
      Al mismo tiempo, creo que es cierto que “gastarse la pasta no es garantía de nada”. Hacer un curso puede ayudarte, y puede ayudarte mucho, pero no es ni de lejos el factor determinante. Yo nunca hice un curso de guión. Más que nada porque cuando yo empecé, si los había, que no lo sé (aunque así fuera seguro que había muchos menos que ahora), yo no era consciente de su existencia. En fin, que éste es un tema complicado que no se puede despachar diciendo que si te pagas un máster vas a acabar siendo guionista en una serie, pero tampoco negando que esa es una vía de acceso para buena parte de la gente que empieza.

    2. Déjame cuestionar que tu experiencia propia sirva para sentar cátedra sobre la validez o no de los másters en este país. Y lo haré de la única manera que puedo: desde mi experiencia propia (que por muy escueta que sea me basta para tumbar este tipo de axiomas que nacen del ombligo). Soy alumno del máster de la UPSA y no tengo la sensación, ni de lejos, de haber tirado el dinero. Desde luego, mis conocimientos sobre guión no son los mismos que hace un año (dejadme puntualizar que no lo son… ¡porque no los tenía!), y al complementarlos con libros, visionados, desgloses, etc. puedo confirmar que son buenos fundamentos. Claro que no me garantiza un trabajo haber hecho un máster… sería ingenuo por mi parte pensar que esto se trata de apoquinar, cruzar los brazos y disfrutar de la travesía hasta el puesto de trabajo. Permitirme el coste de un máster (gracias BBVA…) no significa que me llegue la comida masticada, ni me da derecho exclusivo a un sillón en una mesa de guionistas profesionales.

      Por otro lado, esas ‘anécdotas’ (no las llamaría así, con sorna… suena como si no no sirvieran para nada) pueden ser útiles para saber a qué nos atenemos y cómo podemos sortear las tretas varias a las que se expone un guionista que está empezando en esto (obviamente, no va sólo de anécdotas la cosa, ni mucho menos). Lo agradezco de verdad. Del mismo modo que agradezco las clases teóricas, los talleres dónde analizamos y escribimos escenas o escribimos un proyecto de largo tutorizado, las ponencias de profesionales del sector, etc…

      Otra cosa: donde tú ves oportunismo yo veo algo provechoso para mi formación. Por favor, estaré loco, pero quiero que sean guionistas (¿en paro? más sorna retórica… te felicito por tu contrato indefinido) los que me enseñen a serlo.

      Entiendo que no hayas tenido una buena experiencia formativa, pero si preguntaras a los 23 compañeros restantes de mi clase si ‘han aprendido algo útil’, tendrías que dar media vuelta e irte con el rabo entre las piernas.

  6. Manda narices que últimamente por h o por b tenga que salir el temita de las derechas y las izquierdas. Está claro que tenemos lo que nos merecemos….

    1. yabadabadooh: me alegro de que defiendas el máster de la UPSA. Respecto a él, pienso como tú, merece la pena. Pero siendo profesor allí, o sea, parte interesada, si explicara yo porqué mis palabras tendrían menos credibilidad.
      Al final, los másters son como casi todo, depende mucho de quién los lleve. Y si el de la UPSA está tan bien es porque sus responsables se esfuerzan mucho para que así sea. No se conforman con tener un máster con el que cubrir el expediente, sino que quieren que sea un buen máster (y por bueno, entiendo útil). Luego depende ya de cada uno aprovecharlo más o menos. Y sí que hay algún máster por ahí que es un puro sacacuartos, pero no se puede generalizar.

  7. Buen dia David, espero estes muy bien, como siempre, los post de este blog, salvan mi vida y me estimulan a seguir, a pesar de vivir en venezuela, un pais donde siempre, pero siempre el cine ha sido “de aquellos que tengan talento y sean de familia de posibles.”

    Una vez más: mil, mil gracias !

  8. Normalmente borro automáticamente los mensajes insultantes. Pero en este caso lo voy a dejar.
    Como profesor, me gusta pensar que “Yeah” puede aprender algo gracias a su mensaje. Lo primero, que según la RAE, “esnobismo” se escribe así, con “e”; y luego, aunque lo veo más difícil, el significado de la palabra.
    Veamos: “Exagerada admiración por todo lo que está de moda o se considera distinguido y elegante”.
    Y así, viendo que no tiene nada que ver con el contenido de mi texto, quizá aprenderá a usarla con propiedad la próxima vez. O me llamará otra cosa, que también puede ser.

  9. No sé si ya es un poco tarde y deberíamos continuar esta charla cuando nos des tu prometida entrada sobre el tema, David, pero quiero apuntar un par de cosas:
    Lo primero, disculpas por introducir en el planteamiento del problema algo tan simplista com las derechas e izquierdas. Más bien debería haber dicho que hay poco compromiso con la realidad y demasiada recreación de modelos ya vistos.
    Por otro lado, mi alerta va sobre todo al momento actual, es cierto que hay muchos guionistas en activo de orígenes muy humildes, y en mi modestia soy una más, pero no me quería referir a quienes empezamos hace unos años, sino a los que están entrando justo ahora en el medio, y me centro en lo que son las series de televisión. Francamente creo que hoy la posibilidad de entrar en una serie siquiera como becario es muchísimo menor para alguien que no venga con un master que para los que tienen la beca como parte de su master pagado a precio de oro.
    Y no se trata de denunciar la situación, sino de ver cómo podemos neutralziar esa injusticia. Por ejemplo, ALMA podría dar cursos gratuitos, o casi, ¿no? Estoy seguro de que no faltarían profesores que se prestaran.

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