El pasado viernes 28 de agosto, Netflix estrenó en exclusiva Orígenes secretos, primer largometraje que dirige en solitario David Galán Galindo, después de haber firmado segmentos en las películas colaborativas Pixel Theory y Al final todos mueren, y de haber rodado numerosos cortos de éxito.
Orígenes secretos es la adaptación al cine de una novela homónima del director y está protagonizada por Javier Rey, Verónica Echegui, Brays Efe Antonio Resines. David Galán Galindo firma el guión junto a Fernando Navarro. En Bloguionistas hemos tenido la oportunidad de hablar con ellos sobre el proceso de creación del guión.
David, ¿cómo surge el proyecto de adaptar tu novela al cine? ¿Moviste tú la idea, te llegó una oferta…?
David: Fui yo. Desde el principio tenía la intención de que la novela tuviera una adaptación cinematográfica así que, prácticamente a la vez que desarrollaba la novela, iba ideando el guión, fue bastante paralelo.
Sir Arthur Quiller-Couch recomendaba a los autores aquello de murder your darlings. Adaptarse uno mismo supone hacerlo dos veces: primero para perfeccionar la novela y luego para traducirla a lenguaje cinematográfico (por no hablar de los cambios para acomodar el guión a las realidades de producción). ¿Cuántas darlings han caído por el camino? ¿Te ha costado mucho matarlas?
David: Yo hubiera ido a rodar con una versión de guión prácticamente idéntica a la novela. Punto por punto. Lo único a lo que tuve que renunciar sí o sí en mi primera versión es a las descripciones de Madrid, que es lo que más celebran muchos lectores del libro, pero era algo que no podía trasladar a no ser que usara algunos mecanismos que ralentizarían la historia y nos romperían el ritmo. Preferí convertir ese Madrid-Gotham en un sentimiento dentro del guión, una atmósfera hostil.

David Galán Galindo. Foto: Andrés Paduano.
Llama la atención la presencia de un segundo guionista cuando el director está adaptando su propia novela. Fernando, ¿en qué momento te incorporas al equipo y cuál es tu aportación?
Fernando: Cuando el productor Kiko Martínez me llamó para contarme lo que necesitaban, lo primero que hice fue leerme la novela de David. Me encontré con una historia original, loca, atrevida. Nunca se había hecho algo así en España y no dudé ni un momento en subirme al barco.
David: Yo llevaba ya tres o cuatro años con mi guión en solitario hecho y registrado. Para mí mi libreto era perfecto, pero para los productores tenía varios problemas: 125 páginas, demasiadas localizaciones, demasiados personajes, lo veían inasumible, había que hacerlo más realizable, supongo.
Fernando: David había escrito el libro, lo había adaptado e iba a dirigir la película. Creo que le costaba separarse de algunos elementos del guión que no estaban funcionando. Ese fue parte de mi trabajo. Además, yo ya había escrito Anacleto: Agente Secreto y el tono de esta película era similar. Tenía que ser un tebeo, sí, también una comedia pero sin alejarnos de cierto elemento más serio, si quieres, más dramático, basado en el thriller y en los conflictos.
David: Una persona con el currículum de Fernando Navarro (Verónica, Anacleto…) parecía una gran opción que sumar al proyecto para solucionar todo eso. Y además, Orígenes Secretos era una apuesta muy arriesgada, tener un nombre con más experiencia ayudaba a la que la película ganara credibilidad.
Su aportación, creo yo, es tener la distancia suficiente y la sangre fría para sacar la navaja y empezar a pelar, sintetizar, comprimir, destilar, fusionar… cayeron 35 páginas de guión y eso para mí, fue muy doloroso. Pero sé que todos los implicados trabajan siempre para conseguir la mejor de las películas. Y a la vista está el resultado.
Fernando: Fue un encargo cabrón, ¿eh? Tuve que tratar el material con algo de distancia, con más frialdad que David y sin estar tan pegado y al mismo tiempo con todo el respeto posible. Yo creo que he aportado eso: distancia y oficio. Hemos trabajado algunos chistes, hemos fusionado personajes, hemos concentrado la narración, los crímenes, el tempo, para que se sintiera más ágil, más apretado todo y fuera súper entretenida. El conocimiento enciclopédico de David en la cultura de los cómics y su convicción firme de lo que quería contar con esta historia hizo el resto. La película es puro Galán Galindo, eso no se puede negar.

Fernando Navarro. Foto: Natxo López.
¿Cómo os organizasteis el trabajo entre los dos?
Fernando: No te voy a mentir, no ha sido un proceso fácil. Y es lógico. Era la novela de David, era su guión e iba a ser su ópera prima. Tener que deshacerse de elementos que para él eran importantes fue doloroso. Aunque desde el principio ayudó mucho que tenía -y tiene- las cosas clarísimas, que es lo mejor que se puede decir de un director que además está dispuesto a que le toquen su guión. Agradezco su generosidad.
Después de leer su novela y el último borrador que tenía, nos reunimos varias veces, pero tuve muy claro que yo necesitaba hacer un borrador nuevo, en el que eliminara cualquier cosa que yo pensara que no funcionaba desde un punto de vista más ¿técnico? Odio esa palabra.
El caso es que, una vez soltado ese borrador, David señaló todo lo nuevo que le gustaba, lo que odiaba y lo que se podía mejorar o desde dónde se debía trabajar. Sobre esas notas yo seguí haciendo borradores, trabajando duro para que él se sintiera cómodo y llegáramos con un buen borrador final a las fechas de preproducción.
David: No curramos nunca juntos físicamente ni era un proceso muy consensuado, nos íbamos sorprendiendo. Se parecía mas bien a un partido de tenis en el que él enviaba una versión y yo acto seguido le mandaba otra. Era un proceso en el que él cambiaba muchas cosas, sin piedad, y yo, como elemento conservador dentro del proceso, trataba de recuperar las que consideraba fundamentales para que la esencia de mi historia estuviera intacta. Eran dos fuerzas antagónicas pero quizá eso era justo lo que necesitaba Orígenes Secretos.
¿Cuántas versiones del guión habéis llegado a hacer?
David: Pues yo antes de empezar a currar con Fernando creo que llevaba como seis… y quizá con él dentro otras siete o más… No lo sé con exactitud porque las renombrábamos con la fecha no con número de versión. Yo calculo que en total habrán sido entre doce y quince.
Fernando: Yo no sé cuántas llevaba él y tampoco recuerdo ahora cuántas hice yo. La estructura básica-básica de la película no se tocó. Se creó un prólogo, se trabajó en los finales de actos. Sobre todo en el tercero, que fue el que más costó. De eso sí se hicieron bastantes intentos. Encontrarle un final partiendo del de la novela (al que es muy fiel) pero cambiando pequeñas cositas ha sido, sin duda, lo que más tiempo y guerra nos llevó. Ha sido un proceso interesante.
David, planea sobre la película la idea de que vestir un disfraz es no sólo legítimo y razonable, sino además inevitable. Y me da la impresión de que has llevado esa idea hasta las últimas consecuencias, disfrazando la película de un thriller de fin de siglo, con numerosos guiños a Se7en en trama, diálogos y estilo visual. ¿Ese “manifiesto a favor del cosplay” por así llamarlo estaba en el germen de la historia, o a lo mejor soy yo que me estoy flipando?
David: No lo sé, pero me ha encantado, según lo has dicho suena genial… En realidad, lo que me hizo escribir la historia de Orígenes Secretos era la imposibilidad de realizar una historia pura de superhéroes en España.
Yo, como lector de cómics desde niño, soñaba con hacer algo del género pero me enfrentaba al problema de que en España no quieren hacerlos. Por lo menos en serio. Si es en coña, sí. Y yo quería una historia en la que los héroes se tomaran en serio, aunque fuera divertida. Nunca una parodia como Superlópez (un tebeo que me encanta, ojo, pero que no me interesa hacer).
Uno de los objetivos de la peli es demostrar que podemos creernos pelis hechas aquí con capas ondeando en azoteas. Y la mejor manera que se me ocurrió de introducir ese mensaje fue envolviendo todo con la apariencia de un thriller, porque los thrillers sí les interesan a los españoles.

David Galán Galindo con Verónica Echegui en el rodaje de “Orígenes secretos”. Foto: Andrés Paduano.
La fotografía de Rita Noriega es espectacular, es una pena no poder disfrutarla en pantalla grande. ¿Se planteó desde el principio un estreno exclusivo online o lo ha impedido la emergencia sanitaria?
David: La película iba a cines pero cierta pandemia nos hizo cambiar de planes. Yo amo ir a las salas, voy una vez por semana como mínimo, pero reconozco que, una peli tan especial como esta, en Netflix tiene su hogar ideal. A muchos espectadores quizá les hubiera costado más ir al cine, debido a lo inesperado de la propuesta y en Netflix, nada.
Lo de Rita Noriega no es de este mundo. Es buenísima. Entendió el reto perfectamente y ha elevado la película a la altura de los referentes que teníamos. Era muy importante para la credibilidad de la peli que la fotografía también se creyera la historia y supiera en cada momento qué estábamos haciendo (siendo una peli que navega entre géneros). Rita tiene un gran instinto.
La trama criminal que sostiene la historia es asequible para cualquier tipo de espectador, pero hay referencias a la cultura del cómic por todas partes (y estoy seguro de que se me escapa la mitad). ¿Qué nivel de friquismo es necesario para disfrutar al 100% la película?
David: El protagonista de la historia es alguien ajeno a la cultura comiquera, si el protagonista no se esta enterando, eso es que a ti no te hace falta entenderlo. Es como ver a dos personajes en Star Trek hablando en Klingon, si no les ponen subtítulos es que no tienes por qué entenderlo. Pero está claro que si eres amante de los cómics, el manga… puedes sacar más jugo a la peli. Digamos que con que seas sólo un poquito friki ya es suficiente.
¿Cómo piensas que recibirá el público español una película que se apoya tanto en referentes culturales norteamericanos, David? ¿Piensas que en ese sentido te beneficia estrenar en Netflix, al evitarte la difícil supervivencia en el ecosistema de las salas, muy poblado de críticos depredadores?
David: Creo que será bien recibida, espero que el público sepa apreciar lo difícil que es lograr que una película como esta exista. A mí como espectador me hubiera enloquecido ver esto y ojalá haya muchos como yo.
Confío mucho en el público, y muy poco en los críticos sesudos. Mi película favorita de 2019 fue Avengers: Endgame y yo aspiro a eso. No compito con el cine de autor, no es mi deporte.
Entrevista de Sergio Barrejón.