Por David Muñoz.
La serie con la que más he disfrutado en mucho tiempo se llama “Heavies tendres” (o sea, “Heavies tiernos”), es de animación y está compuesta por 8 capítulos de unos 20 minutos que cuentan la relación entre dos amigos heavies, Juanjo y Miquel, en la Barcelona de principios de los 90. Creada por el historietista e ilustrador Juanjo Sáez, la serie está basada en su propia adolescencia, y tiene unos guiones estupendos cuya escritura fue coordinada por el además de guionista, actor y director teatral Iván Morales. Nada más verla, pensé que sería interesante leer una entrevista con ellos explicando cómo la escribieron, y, como no la encontré, decidí hacérsela yo.
David Muñoz: ¿Cómo nace el proyecto?
Juanjo Sáez: Surgió como una propuesta para una conocida productora, la cual me lo planteó a raíz de la anterior serie que hicimos, “Arròs Covat”. No cuajó porque pilló justo la crisis y media plantilla se fue a la calle. Luego, intenté levantar la serie con antiguos trabajadores de la misma empresa y tampoco funcionó. Hicimos una pequeña biblia con un cómic y sinopsis de capítulos, descripciones de personajes, etc. Pero al final me acabé separando de mis antiguos socios por distintos desacuerdos. Todo muy complicado y largo, hasta que apareció Roger Torras, mi actual socio, y todo cambió. Entre todo esto pasaron como 2 o 3 años.
David Muñoz: Iván no estaba al principio, sino que llega cuando TV3 se interesa por la serie, ¿no?
Juanjo Sáez: Sí, antes de llegar Iván estuvieron Mario Torrecillas y Natalia Durán, que sentaron una buena base.
David Muñoz: Me gustan mucho los cómics de Mario Torrecillas.
Juanjo Sáez: Es muy bueno, decidí llamarle para esto por sus cómics, claro. Iván se incorporó más tarde porque a partir de mi idea no acabábamos de tener guiones que a TV3 le acabaran de gustar. Les faltaba vida y estructura narrativa. Queríamos una serie que emocionara y que fuera compacta y no era ni una cosa ni la otra. Con Iván todo vino muy fluido, se empapó del universo, que ya lo conocía bastante, y le dio dramatismo y forma.
David Muñoz: ¿Mario y Natalia no siguieron hasta el final? ¿Solo estuvieron en esa primera fase?
Juanjo Sáez: Solo en la primera fase. Mario se bajó y Natalia entró a trabajar en series de “verdad”.
Iván Morales: A mí me llega la serie en un momento muy caótico, pero también muy potente, porque hay mucho material ya escrito. Hay una idea base muy buena, un trabajo de animación muy rompedor, y el universo y el carácter de Juanjo, que marca un tono y una mirada a la que me apetece mucho amoldarme. Todo el material escrito hasta entonces estaba lleno de oro, y en muchos casos, sobre todo en los primeros capítulos, sólo se trataba de ordenar y pulir.
Me leo todo el material escrito, que era una cantidad ingente de textos, capítulos en diferentes versiones, argumentos… etc. Y hablamos mucho con Roger y con Juanjo para entender qué necesitan y a qué debemos de ser fieles.
Llegamos a la conclusión de que debemos de mantener una trama horizontal durante toda la serie, con un arco muy sólido, y a la vez ir colocando tramas verticales en cada capítulo, “aventis” adolescentes de esas que no olvidas jamás.
Veo muy claro que toda la serie, los 8 capítulos, deben de ser un curso escolar. Un primero de B.U.P. en el que entras como niño y sales como joven adulto. Eso marca una regla muy clara: cada capítulo será un paso hacia la madurez de Juanjo a través de su relación con Miquel. Por otro lado, cada capítulo jugaría, aunque fuera de manera poco evidente, con géneros o tonos diferentes. El capítulo 3 es una comedia bestia de instituto adolescente tipo “Dazed & Confused”, el capítulo 4 es más Nouvelle Vague… Además, cada capítulo tiene un núcleo musical diferente, el 1º es Iron Maiden, el 2º es Guns & Roses…
David Muñoz: Las canciones cumplen una función narrativa, sirven a la historia, ¿cómo las seleccionáis? ¿Cómo surge la idea de las versiones en catalán?
Iván Morales: El amante del heavy es Juanjo, esas canciones él las tiene muy claras, y yo intento que sumen argumentalmente. Para mí, fueron la guinda que acabó de darle sentido a todo.
Juanjo Sáez: Teníamos la dificultad de los derechos de autor y la pasta, y en una reunión se nos ocurrió hacer las cutre versiones. La banda sonora por otra parte la hizo Javi Rodero. Queríamos una banda sonora de película que emocionara.
David Muñoz: Iván, ¿qué más cosas surgen cuando te incorporas a la serie?
Iván Morales: Otra cosa que veo clara desde el principio es cimentar el universo de personajes para crear un universo propio con un cast recurrente. Sólo para eso, Roger incorpora a una becaria para que lo acabe de ordenar. Y por último veo que el universo de la serie y la mirada de Juanjo es perfecta para hacer una revisión histórica de BCN fuera de la mirada hegemónica, así que me documento bien para que cada capítulo muestre realidades sociales y políticas del momento que no han tenido demasiado espacio en la cultura oficial: el “no-92”, los movimientos vecinales, el activismo LGTBI cuando no se llamaba así… Y cosas menos políticas como qué jugadores de fútbol, sintonías televisivas, estética, etc., eran el día a día del 92.
David Muñoz: O sea, que en esa fase también nacen muchas ideas nuevas.
Iván Morales: Todo a partir de conversaciones con Juanjo y Roger, y las anécdotas y recuerdos de Juanjo. Por ejemplo, todo lo de la cárcel no estaba en los guiones originales, viene de conversaciones con Juanjo, en las que me digo: “Coño, ¿esto por qué no está en la serie?”. Y algunas son “aventis” mías que coloco por ahí, como lo de vender alcohol en la fiesta. Pero lo bueno es que con Juanjo se crea mucha complicidad, y tenemos referentes muy similares, así que no me toca hacer un gran esfuerzo.
David Muñoz: Entonces, Iván, una vez se van Mario y Natalia, ¿te quedas tú solo como guionista o sigues escribiendo con alguien?
Iván Morales: Cuando yo entro, trabajo con Enric Pardo, que me ayuda a desarrollar los guiones. Creo que al final Enric ya no está en los últimos capítulos. Pero quienes más mano meten en los guiones al final, sobre todo a la hora de decidir cosas, son Juanjo y Roger. El resultado final es fruto de muchos descartes, y eso hace que sean muy completos. Creo.
David Muñoz: Parece que fue un proceso de escritura muy complejo. ¿Cómo fueron exactamente los diferentes pasos que fuisteis dando?
Iván Morales: No recuerdo partir de una “biblia”, la levantamos de cero. Luego los capítulos que ya estaban suficientemente maduros, los dos primeros sobre todo, los revisé a partir de lo que ya estaba escrito. Los demás, escaletaba y debatía con Roger y Juanjo, luego escribía una primera versión, o Enric Pardo lo hacía, y la leía para Roger y Juanjo interpretando los personajes y tal, les hacía el show para convencerles. Ellos pedían cambios y a partir de ahí hacía una segunda versión, que era lo que habitualmente se trabajaba en el animatic. En el caso de los dos últimos capítulos, el proceso de lectura y debate se alargó ad nauseam, ¡pero el resultado final lo vale!
La última versión al final siempre era un trabajo muy bonito, de destilarlo todo y asegurarme que no se perdía la coherencia general a pesar de todas las voces involucradas.
Juanjo Sáez: Con los dos últimos nos pilló mucha inseguridad e hicimos muchos cambios. Finalmente quedaron muy bien, pero fue un poco desgaste para Iván. Lo sentimos mucho, en el fondo seguimos siendo unos novatos.
David Muñoz: Iván, antes mencionaste “Aquellos Maravillosos años”. ¿Qué referentes tuvisteis antes de empezar a escribir la serie?
Juanjo Sáez: Mis referentes son muy cutres: “Marco”, también “Aquellos maravillosos años”…
Iván Morales: Pues todo el “universo Juanjo”, para empezar; luego, “Freaks and Geeks”; “Tom Sawyer”…
David Muñoz: La amistad con Huckleberry Finn…
Iván Morales: Exacto. Pero “Tom Sawyer” me flipa, y es muy referente para Juanjo, el niño de vida acomodada que descubre el mundo adulto, más perverso, gracias a su amigo Huck, que no ha podido tener la inocencia de la que goza Tom.
David Muñoz: Ahora que lo dices… claro, es eso. No había caído.
Iván Morales: Ver el mundo oscuro desde los ojos del niño inocente: los yonkies, el abuso de poder, la sexualidad ambigua, las drogas… Pero en vez del indio tenemos al yonki.
Otro referente, aunque sea más típico: “Cuenta conmigo”.
David Muñoz: Peliculón.
Iván Morales: Que es mucho más oscura de lo que se recuerda. De la misma manera que “Aquellos maravillosos años” era mucho más divertida de lo que la recordamos. “Cuenta…” la vimos en Phenomena Juanjo, Roger y yo para pillar el tono. También pensamos en las pelis de Truffaut sobre Antoine Doinel, los tebeos de El Víbora de Jaime Martín, como “Sangre de barrio”, y los de Pons…
David Muñoz: Siendo una historia autobiográfica, al menos en parte, ¿hasta qué punto os condicionaba lo que ocurrió al decidir por dónde tirar? O, ¿hasta qué punto quería Juanjo alejarse de la realidad? Porque además parte de estas historias ya las había contado él en sus cómics.
Iván Morales: Creo que hubo un momento en el que Juanjo decidió que la realidad iba a ser un punto de partida para fantasear, que cambiaríamos nombres y nos olvidaríamos de ser fieles a la experiencia real. Y eso a mí me relajó bastante como escritor. ¿No, Juanjo?
Juanjo Sáez: Llegó un momento que entendí que la realidad de los hechos nos limitaba mucho a la hora de crear y pensé que era tontería ceñirnos a cosas que hacían que la serie fuera peor. También entiendo que es la forma de que los guionistas, y en este caso Iván, den lo mejor de sí mismos. Queríamos hacer algo bueno de verdad y que todo el mundo sintiera el proyecto como algo propio. Es la forma de que todos sumen.
David Muñoz: La voz en off es otra herramienta que estructura los capítulos, pero reconozco que al principio me chirriaba, me echaba un poco para atrás (me parecía que explicaba otra vez cosas que ya se entendían bien). Luego, como al tercer capítulo, me di cuenta de que la esperaba, de que para mí se había convertido en una parte importante de la identidad de la serie. ¿Cómo surge? ¿Por qué decidís usarla?
Iván Morales: Yo entiendo que es una apuesta muy concreta, a mí también me produce un poco de conflicto, aunque en el proceso la defiendo a muerte. En un principio toda la serie era un flashback de Juanjo cuarentón, así que la voz en off estaba justificada por eso. Pero cuando decidimos que nos cargamos la parte del presente, el off lo mantenemos. A mí me recuerda mucho al tono confesional y filosófico de los libros de Juanjo, e intento que sean muy poco evidentes y muestren reflexiones que complementen lo que vemos. Además, los offs de Aquellos maravillosos años forman parte de mi educación sentimental preadolescente.
Juanjo Sáez: La voz en off es un capricho mío, me gustan mucho los textos de apoyo en los cómics y las series que usan la voz en off. Es hablar directamente al espectador, como un acto de confesión. Me gusta dirigirme al lector de forma personal, darle protagonismo.
David Muñoz: ¿Y cómo fue el proceso de trabajo con la cadena, con TV3?
Juanjo Sáez: TV3 te dicen lo que piensan y si les gusta o no, pero no te obligan a nada. Nosotros los tenemos muy en cuenta porque valoramos su criterio y ellos conocen cómo funciona la TV. Pero trabajamos con libertad, en ese aspecto son muy respetuosos. No creo que en las privadas se trabaje así. Por ejemplo, ellos, vaya bien o mal, emiten toda la serie. Producen cosas que no tienes un lugar donde emitirlo, en eso son muy televisión pública. Priman los contenidos y realizar cosas que si no, no existirían.
David Muñoz: ¿En el proceso de desarrollo se incorporan ya los directores o llegan cuando los guiones están terminados?
Juanjo Sáez: Los directores no nos han acabado de funcionar nunca. Carlos Pérez-Reche es nuestro chico fijo. Al final lo dirigimos un poco en plan asamblea y Roger tiene la última palabra. Pero él es más radical que nosotros casi. En eso somos muy honestos y si algo vemos que no funciona, no funciona. Vemos los animatics y hasta que no nos gustan no paramos.
David Muñoz: Iván: ¿estuviste participando en el proceso hasta el final o tu trabajo terminó cuando se dieron por buenos los guiones?
Iván Morales: Yo me tuve que ir en un momento dado porque tenía que dirigir una obra de teatro que me iba a absorber las 24 horas del día y el proceso se alargó más de lo previsto, pero hasta que marché participaba en los visionados de los animatics y proponía cambios, en el doblaje, etc. Sentí mi voz muy valorada en todo el proceso.
David Muñoz: Aunque esta entrevista no es sobre el contenido de la serie sino una especie de “cómo se escribió”, sí que hay algo que me gustaría comentar del tono, y es esa mirada siempre empática sobre personajes que en principio podían caer en lo simplista como la madre de Miguel o el padre de Juanjo.
Juanjo Sáez: Personalmente quería que todos los personajes fueran muy humanos y con sus circunstancias. Que tuvieran un arco donde al final los comprendieras y entendieras el por qué de sus acciones. No me interesan los buenos y los malos. Quería que se viera que significa ser una persona de barrio y sus circunstancias.
Iván Morales: El material base, el universo Juanjo Sáez, es un universo nada moralista y que busca la ternura siempre, aunque sea desde una mirada crítica.
David Muñoz: Pero luego, esa mirada naturalista, empática, no impide que haya personajes más esperpénticos, como el heavy gordo que vive con la madre o el bibliotecario malo”del instituto, ¿os resultó complicado combinar esos dos niveles digamos de “realidad”?
Juanjo Sáez: Esos personajes forman parte también de esa realidad de los barrios. A veces son más reales que los otros. La “masa” real todavía era más esperpento.
Iván Morales: Luego, la cosa es que son personajes que están muy cerca de gente que conocemos o de nuestra propia experiencia, y todos se merecían nuestro respeto, no, Juanjo?
Juanjo Sáez: Exacto, mucho respeto.
Iván Morales: Por ejemplo, el bibliotecario era un antiguo profesor de formación del espíritu nacional que me amenazaba en secreto cuando yo tenía 15 años (yo era más Miquel que Juanjo).
David Muñoz: La serie termina dejando ganas de más, ¿hay posibilidad de segunda temporada?
Juanjo Sáez: No vamos a hacer, en principio.
David Muñoz: Pues espero que no sea así. ¡La historia de Juanjo y Miquel tiene que seguir!
Juanjo Sáez: ¡Qué serie más bonita hemos hecho! Esa es la realidad, estamos muy orgullosos.
Iván Morales: Pues sí, es verdad.
Juanjo Sáez: Hacer un trabajo así es un pedazo de viaje. Siempre nos enfrentamos a cosas que no sabemos hacer. En este caso con Iván ha sido igual, él tampoco había hecho algo así nunca.
Iván Morales: Es muy bonito que confíen en ti para algo para lo que eres aún virgen.
*Si queréis ver la serie, hay dos opciones: en catalán en la web de TV3, y subtitulada en español en Filmin.
Que bien que vuelvas David. Disfruto mucho de tus artículos y entrevistas. Esta serie captó mi atención.
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