A la atención de
Excmo. Sr. D. Íñigo Méndez de Vigo y Montojo
Ministro de Educación Cultura y Deporte
Estimado señor ministro:
En primer lugar, permítanos felicitarle por su nombramiento al frente del ministerio, en el que también tiene que ocuparse de Educación y Deportes. Ya nos gustaría que se dedicase un ministerio dedicado exclusivamente a la cultura, pero confiamos en que su nombramiento en la portavocía del Gobierno dé mayor visibilidad a la actividad cultural y a la industria que genera.
Le escribimos para informarle de nuestro punto de vista sobre todos los temas que nos preocupan como guionistas, ciudadanos y contribuyentes; de todo corazón nos gustaría poder dejar de recitar la cantinela de los últimos tiempos “este gobierno no aprecia la cultura”; por favor, háganos ver que estábamos equivocados con usted y con el gobierno del señor Rajoy.
En primer lugar, nos gustaría hablar de la compensación por copia privada. El varapalo del tribunal Supremo a la forma de compensación por copia privada instaurada por el gobierno en 2011 y ratificada en la LPI de 2014, haciendo que la cantidad destinada a los autores pasara a ser pagada por todos los españoles en lugar de por las multinacionales, obliga a replantearse la cuestión. En nuestra opinión, la solución pasa por la implantación de un canon justo, que vuelva a ser una compensación adecuada a los autores por las reproducciones privadas de sus obras que hacen los ciudadanos en ejercicio de su derecho de copia privada. Y por la devolución de los 400 millones que, se calcula, han dejado de percibir los autores en estos años y que, unidos a los recortes generales, han perjudicado gravemente al sector y aumentado su precariedad.
Igualmente, queremos persuadirle de la importancia de proteger la cultura como un bien valiosísimo, y no estamos únicamente hablando de la “marca España”, sino de algo mucho más importante, como es el patrimonio artístico e intelectual de nuestro país, tan vital para su identidad y que constituye un legado para las generaciones venideras. Los guionistas, como tantos otros creadores, seguiremos peleando por la excepción cultural que rige en buena parte de los países europeos. Uno de los aspectos más relevantes de la excepción ha de reflejarse en la normativa reguladora de la competencia, introduciendo en tal sentido en la Ley General de Defensa de la Competencia una excepción de las previstas en su propio texto. A pesar de la multa que ALMA tuvo que pagar por publicar un baremo de honorarios profesionales mínimos orientativos para guionistas autónomos, seguimos empecinados en que la cultura no es un mercancía común y que sus trabajadores y trabajadoras autónomos están sometidos a un mercado cambiante en el que la posición dominante de los productores y la desinformación les hacen vivir en un constante estado de incertidumbre que es tan negativa para ellos como para la industria. Por tanto esperamos poder hablar con libertad de asuntos tan importantes como estos y que se nos permita negociar con la patronal del sector acuerdos marco que eviten abusos, y también que la tributación a la que nos sometemos se adapte a la particularidad de nuestro sector profesional, irregular en sus ingresos casi por definición. Solo así podremos hacer frente a la inferioridad de condiciones en la que nos vemos obligados a negociar el precio y demás condiciones de remuneración de nuestras obras; a menudo la posición dominante de los productores es empleada para condicionar la retribución justa de nuestras obras a que reciban apoyos de terceros, y eso, en la práctica, nos obliga a convertirnos en socios de la obra audiovisual, pero siempre desde el punto de vista del riesgo y jamás del beneficio, y lo que es más grave: perder nuestra dignidad como trabajadores al no poder exigir una remuneración justa.
Por otro lado, también consideramos que es muy grave que los creadores no puedan compatibilizar su pensión con la percepción de sus derechos de autor. Entendemos, para un artista, los derechos de propiedad intelectual que su obra genera, son simple y llanamente su patrimonio. Por tanto, el tratamiento fiscal adecuado de tales derechos no es el de un rendimiento derivado de su trabajo, sino de su patrimonio: su percepción no es diferente de la de una renta de alquiler, que es perfectamente compatible con la pensión de jubilación. El derecho a cobrar una remuneración por el uso de su obra es un derecho inalienable e intransmisible reconocido por la Ley de Propiedad Intelectual y por diversos instrumentos internacionales, y no tiene sentido alguno que su eficacia plena limite otros derechos consolidados, como el de la percepción de la jubilación.
Por último, pero no menos importante, el molesto asunto del IVA cultural que afecta a todo nuestro sector. En el acuerdo con Ciudadanos, que permitió la investidura, el gobierno se avino a reducir el IVA del teatro y de los espectáculos en vivo. Esperamos que por fin llegue la prometida (y luego negada y vuelta a prometer) bajada del IVA del cine. No solo lo pedimos como trabajadores, sino también como consumidores de cultura. El gravamen de los yates de lujo es idéntico al que sufren las películas. Eso transmite el mensaje de que la cultura es un lujo. Por favor, háganos ver que no lo es.
A día de hoy estas son nuestras preocupaciones. La tarea de los políticos es mejorar la vida de los ciudadanos. No solo se lo pedimos como trabajadores del sector cultural; se lo pedimos como ciudadanos y ciudadanas. Tan importante es que se proteja la actividad artística como el acceso a la cultura. Ambas reclamaciones están amparadas en el artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Atentamente,
la junta de Sindicato ALMA guionistas
2017 y defendiendo un canon cultural “por copia privada”
(¿cuántas ventas en soportes fisicos habrá habido este año de productos culturales patrios?) :)
Para no hacer el ridículo, digan sin más que los españoles debemos darle 500 millones por su cara bonit… digo, para defender “la excepcionalidad cultural”. (¿Y a quien se lo damos?¿Quien va a repartir correctamente?¿en base a qué criterios?)
Y si, por supuesto que el IVA es fundamental bajarlo. Es muchísimo más importante bajar el IVA de la ultima película de Trueba que el IVA de las compresas, o de productos de ortopedia y discapacidad. Porque es un bien de primera necesidad, no un bien de lujo
Oye, que aquí cada uno busca lo suyo, y el que no llora no mama. Pero no esperéis muchas adesiones a vuestra causa, la verdad…
Hola K,
Te equivocas tanto con tantas cosas que da hasta pereza contestarte, pero como tengo un rato libre… ahí que voy.
NO, los españoles no deberían pagar el canon por copia privada. Deberían pagarlo las multinacionales que se lucran con dispositivos que sirven para almacenar obras audiovisuales. Porque sí, de eso sí se vende mucho. Y sí, me dirás que usas ese disco duro multimedia de dos teras para guardar tus fotos de vacaciones. Y yo te diré que o mientes o haces demasiadas fotos.
¿A quién se los damos? A sus legítimos propietarios.
¿Quién va a repartirlos? Las entidades de gestión o quien sus legítimos propietarios decidan que deben manejar sus derechos.
¿En base a qué criterios? A los que dicta LA LEY.
Entiendo que estás en contra del IVA cultural porque no consumes cultura, ¿no? Tú solo compras compresas y piernas ortopédicas. No pedimos que a Trueba le hagan un descuento en el cine, pedimos que TE LO HAGAN A TI para ir a ver cualquier película aunque no huela ni de lejos a cine español.
Así de majos somos. Ojalá tu sí encuentres adhesiones en tu causa de las compresas. Seguro que la mayoría de guionistas firmaremos donde haga falta.
Podemos esperar que una hache se adhiera a la palabra adecuada.
A favor de la bajada del IVA en las compresas, a favor de la bajada del IVA en las piernas ortopédicas, porque quiero que el que iba siga yendo, pero también a favor de la bajada del IVA cultural, y de la copia privada. Pero sobretodo, y con gran énfasis, muy a favor de las haches allí donde su presencia sea requerida.
La carta iba dirigida al Ministro de Cultura, por eso no se habla de compresas y ortopedias. Como decía mi compañero, yo, como guionista, daré todo mi apoyo cuando el Ministerio de Sanidad reciba la correspondiente carta pidiendo la bajada a esos productos tan necesarios y que estoy seguro de que muchos y muchas guionistas usan.
“Pero sobretodo, y con gran énfasis, muy a favor de las haches allí donde su presencia sea requerida.”
¿Por qué esa manía de criticar la ortografía de los comentarios cuando no gusta el mensaje que contienen?
Por otro lado, responder de forma sarcástica a alguien por haberse dejado una “h” por el camino mientras, en la misma frase, sueltas un “sobretodo”, resulta tristemente irónico.
Fe de erratas: sobre todo por sobretodo. No me refería al abrigo.
Cuando el argumento es destacar un error al teclear se demuestra la enorme falta de argumentos. Pero me adhiero, odio las faltas de ortografía como las odian ustedes…
Y sin mirar el dedo cuando le señalan la luna, les diría que a nadie le gusta pagar impuestos, y a nadie le gusta el IVA. Pero los impuestos son necesarios, entre otras cosas para pagar sanidad, pensiones y educación. Y ese canon a artistas sin el cual la cultura desaparecería.
Y puesto que los impuestos son necesarios, suele ser una buena idea hacerlos progresivos (que paguen quiene más tienen y sobre productos no imprescindibles). Y lo siento, pero la última película de Trueba, el último disco de Alejandro Sanz o el último libro de Perez Reverte no son productos imprescindibles. Son artículos de lujo. Si, como los yates que tanto les gusta mencionar. O al menos, no son tan imprescindibles como cientos de categorías que hoy tributan al tipo máximo y que son imprescindibles para el día a día.
Adoro la candidez de los argumentos. “¿A quien se lo damos? A sus legítimos propietarios”. Es decir, que el gobierno recauda unos 500 millones de euros por la venta de teléfonos, discos duros y DVDs, se los da a una Sociedad de Gestión (y aqui excluimos los palacios y las malversaciones habituales, para que vean que no hay mala fe) Y, POR ARTE DE MAGIA, todos los artistas se ven recompensados de forma justa. Por el criterio para repartirlo es… es… ah, el que marca la ley. Que es… es… ah, poco más que lo que el pichazas de turno quiera en base a ciertos ratios absolutamente manipulables. BRAVO.
En fin; ya sé que todo el mundo dirá lo mismo, es lo que toca. Pero yo no pirateo. Yo pago religiosamente mi cuota de Canal+, mi cuota de netflix, mi Spotify, mi iTunes, mis entradas de cine y mis libros en papel o digitales. Creo que hay recompensar justamente a los creadores de libros, canciones, videojuegos, películas y series que nos hacen felices. Creo que el camino es la pedagogía y abrir canales de consumo de pago sencillos, justos y de calidad. Como Netflix, como Spotify, como Amazon. Creo que el camino equivocadísimo es un canon sobre copia privada (¿Que es esto, 1990?¿qué cojones de concepto es una copia privada?) y seguir sosteniendo el sector cultural en base a subvenciones, televisiones públicas, cánones y tasas. Ustedes los saben mejor que yo: es el camino inequívoco a chupópteros, a producciones de calidad ínfima y al pasteleo más injusto.
Pero en fin; es lo que tienen lo sindicatos: deben defender posiciones irracionales para conseguir beneficios tangibles a sus afiliados. Que son los que pagan.
Si no fuese por “la cultura”, ahora mismo estaríais machacándoos los cráneos con piedras en lugar de tener este debate. Pero eso es un lujo.
Que consideres la cultura un bien de lujo provoca una brecha brutal en este debate. La cultura ha de ser un bien IMPRESCINDIBLE. Ya sea el último disco de Alejandro Sanz o una antología de Mozart. La peli de Trueba (un señor que tiene clásicos en su filmografía) o la saga de El Padrino.
Si tú te quieres autoproclamar coordinador de qué es cultura y qué no. Enhorabuena y suerte.
Sobre los despropósitos de sgae tengo que darte la razón. Por eso somos cada vez más los que nos hemos ido a DAMA.
¿Con qué criterios se han de repartir los derechos de autor? ¿Qué te parece en función de los BENEFICIOS que genere? Si una peli no la ve nadie, sus autores cobran cero euros. Si una canción no la ponen en ninguna radio, ni nadie la reproduce en Spotify… CERO EUROS. ¿Qué te parece este reparto? ¿Justo? Es lo que ya se hace.
El sector cultura, como muchísimos sectores, se puede y se debe mantener (en parte) a través de subvenciones repartidas con mejores criterios que los habidos hasta ahora. Así funciona en todos los países con cantidades diez veces mayores que lo que se da en España (incluido USA, sí).
Por cierto, este año el Estado ha cobrado del IVA de las entradas del cine español, prácticamente lo mismo que el dinero que se dejó en subvenciones. Es decir, lo comido por lo servido.
Solo me gustaría recordar que cuando el canon pasó a depender de los presupuestos y dejaron de pagarlo los fabricantes e importadores de productos electróinicos NO BAJÓ EL PRECIO DE NADA. Es decir, el consumidor siguió pagando lo mismo, con canon y sin canon. Y aquella lucha de tantos usuarios solo benefició a esas empresas.
Cuando ahora se habla del regreso del canon, a lo que nos estamos refiriendo es a que no sea el Estado, o sea, todos nosotros, quien lo pague, sino solo esas empresas. Que supongo que ahora no tendrán el valor de subir los precios con esa excusa.
Es decir, “el regreso del canon”, en realidad, es dejar de pagarlo con nuestros impuestos.
Si atacas el regreso del canon antiguo (que por cierto, no se sabe de cuánto será por el momento) es porque, a pesar de estar a favor de los impuestos, te parece preferible que lo paguemos todos (tú, yo) que que lo paguen quienes realmente se forran con la industria de contenidos… Me flipa que haya tanta gente que se escandaliza con que los autores quieran una retribución más justa pero que les resulta indiferente que el gobierno les haya regalado millones de euros a las multinacionales.
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