SI NOS DEJAN

Antes de empezar, un aviso a navegantes: si me conoces y eres guionista es casi seguro que ya te haya dado la turra alguna vez en un bar con lo que estoy a punto de decir. Así que puedes pasar de este artículo. No te voy a decir nada que no te haya dicho ya. Más de una vez. Sigue con tu vida. En la próxima ocasión en que nos veamos volveré a decirte todo lo que voy a decir ahora. Lo siento, por cierto. Si no me conoces, la turra empieza ya:

Qué malas son las series españolas.

¿Verdad? A ver, nunca lo decimos abiertamente, porque tenemos amigos escribiendo en ellas. Pero vaya, que todos lo sabemos. Vemos “El Ala oeste”, “The Wire”, “Los Soprano”, “Mad Men” o “Breaking Bad” y después vemos lo que hacemos aquí. Y comparamos. Y, joder, qué mierda más grande… No la tuya, claro. La tuya no está mal. Tiene mucho mérito hacerla con esos mimbres… Pero las otras, uff, qué mojón… Todo es obvio, masticadito, sin intención… Todo está demasiado estirado, explicado, visto mil veces. Aburrido. Y, sobre todo, todo es culpa de los demás.

Sí. Lo sabemos desde hace tiempo, ¿verdad? Que la ficción española sea tan mala es culpa de todos menos de los guionistas. Nosotros somos una pasada. Tenemos nivelazo. Pero no nos dejan demostrarlo. No paran de ponernos palos en las ruedas. Primero los ejecutivos de las cadenas. Ellos no entienden de arte. Solo quieren ganar dinero. Así que, para rellenar las dos horas de ese prime time tan largo y loco que tenemos, se gastan los euros en un solo producto en vez de en dos. Y tenemos series cómicas de 45 minutos. O dramáticas de 70 o de 90. Y mira, así no. Nuestra genialidad no puede desplegar sus hermosas plumas dentro de ese horrible corsé. Qué fatalidad.

Pero los ejecutivos de las cadenas no son los únicos que tienen la culpa. Después está el público. Ojo con ellos. Qué panda de garrulos. No tienen ni idea de nada. Sólo quieren llegar a sus casas y ver un producto mediocre que no les haga pensar, que no les revuelva por dentro. Como haríamos nosotros con nuestros afilados y brillantes guiones si nos lo permitieran. No quieren que les hagamos reír y llorar de esa manera profunda y aguda en que lo haríamos si no nos cortaran las alas. Pobres, no saben lo que se pierden…

Luego están los actores, que son muy malos. Y los de realización, que están mejorando, pero mira, no tienen nivel, como en América o Inglaterra. Y los de vestuario, maquillaje, iluminación, atrezzo… Todos mediocres. Todos por debajo de nuestro nivel. Ay, si nos dejaran… ¡Lo que seríamos capaces de hacer!

O espera… A lo mejor no. A lo mejor si nos dejaran no escribiríamos Los Soprano. No crearíamos a Walter White, a Stringer Bell, a Don Draper. No haríamos que la gente se quedara boquiabierta viendo cómo un avión se estrella en una isla o contando las shakesperianas peripecias de siete reinos. Igual, si nos dejaran, no podríamos demostrar que somos todos genios. Porque, ¿sabéis qué? Es casi seguro que no lo seamos. En Estados Unidos hay unos 315 millones de habitantes. ¿Y cuántos genios están al mando de una serie? ¿Cinco, diez? ¿Veinte siendo generosos? Aquí somos cuarenta y pico millones. Los genios no podemos ser tantos. Es pura estadística.

Pero no hace falta ser un genio para hacer una buena serie, me diréis. Y tenéis razón. Para hacer una serie muy buena no hay que ser un genio. Basta con ser muy buen escritor. Pero es que ser buen escritor es muy, muy difícil. Casi tanto como ser un genio. Si lo piensas es incluso más complicado. El genio parte con una ventaja. Tiene el don. Varios ases al empezar la partida. El buen escritor, no. Tiene unas cartas más o menos buenas y, para que le salga una jugada ganadora, se lo tiene que trabajar. Para ser buen escritor hay que tener talento, claro. Pero también hay que hacer algo más.

Primero, hay que escribir. Mucho. Porque si no escribes mucho no tienes la oportunidad de escribir mierda.

Y si no escribes mierda, mucha mierda, cuando la tengas delante no serás capaz de identificarla. Eso es fundamental para escribir bien, creo. Saber cuándo lo que has escrito es basura. Tener alto el listón. Muy alto. Cuanto más alto, mejor. Es muy posible que nunca llegues a alcanzarlo, que te frustres y te flageles porque lo has puesto allá arriba, en las nubes. Pero creo que allí tiene que estar. Porque si lo bajas para sentirte mejor, si te acomodas, podrás ser un gran profesional, alguien que sabe sacarse las castañas del fuego cuando le encarguen escribir un diálogo o una escaleta. Pero nada más. Y hemos dicho que íbamos a escribir Los Soprano, ¿no? Si nos dejan.

Sí, el listón tiene que estar arriba. Y aquí entra el segundo trabajo:

Para ser buen escritor, hace falta algo más que escribir: hay que amar la cultura. Toda.

No basta con que veamos una y otra vez esas películas de los ochenta que tanto nos gustaron de críos. No basta con que nos sepamos de memoria los diálogos de Tarantino. Ni con que nos peguemos maratones de series buenísimas como si no tuviéramos vida. No basta. Hay que hacer más. Hay que leer: novelas, biografías, ensayo, cómic. Todo lo que se pueda. Hay que ir al teatro. A museos. A conciertos. Hay que conocer a los mejores para (sí, lo habéis adivinado) darnos cuenta de que lo que estamos haciendo es una mierda. Para que el listón siga allá arriba.

Hace unos años, currando en un programa de tele, charlaba con unos compañeros guionistas. Hablábamos de series. Luego pasamos al cine. Alguien nombró no recuerdo qué película clásica. Y, de repente, un guionista del grupo soltó esta frase:

Yo es que no veo películas en blanco y negro.

El comentario cayó en saco roto. Siguió la conversación. Pero yo me quedé tocado. Ese mismo chaval había dicho mil veces lo que todos hemos dicho mil veces: “aquí podríamos hacer Los Soprano, pero no nos dejan”. Y me pregunté cómo pensaba ser David Chase si no conocía a Howard Hawks, cómo pretendía escribir comedia sin pasar por Billy Wilder, cómo asumía que podría escribir “Juego de Tronos” sin conocer a Shakespeare.

Sí, que las series duren más de lo que deberían durar y que las cadenas no quieran arriesgar es un problema para hacer buenas series de ficción. Y sí, una buena parte del público no quiere ver “The Wire” aunque seas capaz de escribirla (ni aquí ni en Estados Unidos, por cierto).

Pero creo que deberíamos pensar bien en nosotros mismos, asumir que la excelencia es muy difícil de conseguir y que, para hacerlo, hace falta mucho esfuerzo y mucha pasión por la escritura. Y también mucha autocrítica. La gente que ha creado las grandes series que tanto admirados son personas con una altísima formación y un altísimo nivel cultural. Para ser muy bueno no basta con desearlo o imaginar que uno lo es. Porque, quizá, un día, tengamos la oportunidad de escribir lo que de verdad queremos escribir y, tal vez, al final resulte que, cuando llegue ese día, no hagamos la mejor serie que se haya visto.

Aunque nos dejen.

Manu Martínez March.

23 comentarios en «SI NOS DEJAN»

  1. Cómo ODIO a esos, guionistas o no, que desdeñan el cine en blanco y negro. Muy buen post, por cierto.

    1. Gracias! Sí, lo del cine en blanco y negro es cada vez más común. Un prejuicio absurdo que (modo viejo on) tienen cada vez más jóvenes.

  2. Estoy de acuerdo en todo excepto el penúltimo párrafo. Que conste que me encanta el cine clásico, me fascina. Pero todos los autores clásicos que has nombrado (y los que no) escribieron y crearon cuando ellos mismos no existían. Todo tiene referencias y todo es un remix, pero no hay que conocerlo todo para crear. El mismo David Lynch dice que nunca ha visto a Buñuel, y al margen de que sea cierto o no, no creo que sea imposible crear algo grande sin conocerlo todo.

    1. No, claro que no hay que conocerlo todo. Pero creo que es bastante útil conocer cuanto más mejor. Los clásicos que cito no podían tenerse de referencia a sí mismo, como es lógico. Pero sí tenían a sus antecesores, conocían sus obras. Creo que, cuantos más referentes tengas, mejor será lo que escribas.

    2. Billy Wilder: “Durante veinte años todos nosotros intentamos encontrar el secreto del toque Lubitsch. De vez en cuando, con un poco de suerte, lográbamos algún que otro metro de película que brillaba momentáneamente como si fuera de Lubitsch, pero no era realmente suyo”.
      Yo no me dedico a esto y como aficionado sólo he visto un par de Lubitsh pero sí he visto la mayor parte de Wilder. No para estudiar, simplemente para disfrutarlos.
      Despreciar el conocimiento de los que estuvieron ahí antes que tú me parece lamentable y sobre todo, un error de bulto. En cualquier ámbito profesional hay que saber de dónde vienes y por qué las cosas son como son.

    3. Nadie ha dicho despreciar ni muchísimo menos. Solo digo que no hace falta verlo todo para crear algo increíble. Es infinitamente más importante vivir y crear experiencias que sentarte y ver todas las películas de la historia. Es importante ver y saber cómo lo hicieron y qué querían contar. Pero solo sabrás contar si vives.

  3. Excelente el post. Pienso exactamente igual. Con lo único que disiento es cuando hablás de América, para los europeos en general y para los españoles muy particularmente ( he vivido allí así que lo he comprobado con mis propios oídos), América es Estados Unidos de Norteamérica. Y no es así, yo soy americana. Pero vivo en el otro extremo. En Argentina. Aunque sea por muy poco tiempo más y quejándome del gobierno actual, soy argentina, o sea: americana. Ya que hablás con tan buen tino, de devorar cultura, eso es lo único que te critico. Que nos metas en una bolsa a todos, los 992 millones de tipos que pululamos por este lado del mapa. Solo un tercio es estadounidense. Por eso, en nombre de los otros 630 millones, te digo, por favor, que a un guionista de tu nivel, jamás se le escape lo de cine americano por cine estadounidense. Es algo de lo que todavía la RAE no se dio cuenta o, lo que es más grave, no quiere darse cuenta. Gracias y muy buen artículo, lo posteé en mi FB y en mi TW. Gracias.

    1. Cierto. Es un matiz totalmente acertado.

      Si digo América pare referirme a EEUU es porque tengo bien metido el mensaje yanqui. Fallo mío :)

  4. No comparto nada.
    Me siento mas próximo a la ficción española que a la ficción anglosajona, es cultural.
    Yo creo que hay buenos guionistas en la ficción española así como grandes actores.
    La discusión sobre si la ficción debe ser mas intelectual o menos es mas vieja que el tebeo. Góngora y Quevedo tendrían muchas cosas que decir sobre ello.
    Decir que en España no hay buenos escritores, guionistas, actores es casi tan absurdo como decir que griegos y romanos no saben hacer teatro.
    Menos mirar allá y mas mirar acá, aunque bueno eso también es muy español

    1. No creo haber dicho en ningún momento que en España no haya buenos escritores, ni actores ni nada por el estilo. Sólo he hablado de lo difícil que es escribir bien, de lo necesario que es tener cultura para ello y de lo quejicas que somos muchas veces los guionistas, a quienes nos gusta pensar que si nos dejaran podríamos hacer productos de muchísima calidad. Como si eso fuera fácil.

      En cuanto al debate de si la ficción debe ser o no más intelectual, sé que existe, pero no es lo que yo planteo. Planto que los escritores (no sus ficciones) deben tener más cultura de la que (creo) tienen muchos de ellos. Para poder escribir mejor. No hace falta ser culteranista. Solo tener cultura. Es distinto.

      En cuanto a que a ti te guste más la ficción española, es muy respetable. No me meto en los gustos de cada uno. Solo apunto que la gran mayoría del gremio da por hecho que los productores estadounidenses o ingleses son mejores.

  5. Más que un problema de calidad es un problema de cantidad, cantidad en cuanto al número de series que hacen los americanos, cantidad en cuanto al número de mercados donde vende los EEUU, cantidad en cuanto al presupuesto del que disponen los yanquis, cantidad en cuanto a los sueldos y beneficios de sus producciones, cantidad en cuanto al número de guionistas,actores y productores, cantidad de años que nos llevan de adelanto en cultura audiovisual,
    Y cantidad de años que llevamos viendo un estilo anglosajón de contar historias, en el que todos los personajes están estereotipados, donde manda más los decorador y los efectos especiales que la interpretación, suficiente para pasar el rato y que deja el tiempo de reflección suficiente hasta que ponemos cualquier otra, unos 3 minutos.

    Por otra parte no quieras comparar “the wire” con cualquier serie española o americana, sería como comparar el Quijote con cualquier best seller de hoy día, que seguro leen más y es más ameno, pero no ni mucho menos mejor.

    Así que gracias, USA, por hacernos perder el tiempo viendo historia que poco o nada nos aportan personalmente, pero que nos hace evadirnos de lo que realmente importa.

    Y lo dice uno que tiene en favoritos más de 15 series de estas, deseoso de que cuelguen el capítulo semanal de turno.

  6. Más que un problema de calidad es un problema de cantidad, cantidad en cuanto al número de series que hacen los americanos, cantidad en cuanto al número de mercados donde vende los EEUU, cantidad en cuanto al presupuesto del que disponen los yanquis, cantidad en cuanto a los sueldos y beneficios de sus producciones, cantidad en cuanto al número de guionistas,actores y productores, cantidad de años que nos llevan de adelanto en cultura audiovisual,
    Y cantidad de años que llevamos viendo un estilo anglosajón de contar historias, en el que todos los personajes están estereotipados, donde manda más los decorador y los efectos especiales que la interpretación, suficiente para pasar el rato y que deja el tiempo de reflección suficiente hasta que ponemos cualquier otra, unos 3 minutos.

    Por otra parte no quieras comparar “the wire” con cualquier serie española o americana, sería como comparar el Quijote con cualquier best seller de hoy día, que seguro leen más y es más ameno, pero no ni mucho menos mejor.

    Así que gracias, USA, por hacernos perder el tiempo viendo historia que poco o nada nos aportan personalmente, pero que nos hace evadirnos de lo que realmente importa.

    Y lo dice uno que tiene en favoritos más de 15 series de estas, deseoso de que cuelguen el capítulo semanal de turno

    1. Sí, por supuesto que la cantidad de series y de productos culturales en general que producen importa. Y el resultado es la calidad. A más habitantes y más tradición, mejores resultados.

      En cuanto a que los personajes estén estereotipados, disiento. Está claro que la mayoría de las cosas que llegan de EEUU no son obras maestras (como no lo son la mayoría de los productos culturales en general). Pero no me parece que en las grandes series sus personajes sean estereotipos andantes. De ahí precisamente su calidad.

      Lo de perder el tiempo y que no nos aporten nada en lo personal, es una opinión personal. A mí sí me han aportado cosas algunas de las series que he visto. Mad Men sin ir más lejos. Reflexiones, pensamientos, ideas…

  7. Ay, si Lorca viviera, ¿saben lo que sería filmar un guión de él? ¿Y si Lorca guionara y Buñuel lo filmara? ni hablar. Creo, que además de aceptar la cuestión de las cantidades que se apunta más arriba, hay que aceptar que tanto España como otros países que sufrieron una censura, tan larga, como la de Franco; ha hecho trizas la cultura y eso da doble valor a lo que se hace. Por eso me gusta este post, desde el título: Si nos dejan. Porque un Trumbo puede ser tranquilamente un Buñuel, y en una población tan desigual en cuanto a cantidades, se nota. 46 millones de tipos, son muchos menos que los 320 ó más que los del “país de las maravillas”. Ellos no dejan escribir a un Trumbo, y hay 10 que siguen escribiendo igual. En España o Argentina, con 40 millones, matan a 30 mil y somos esto que somos. Luz y sombra. Les propongo que visiten este link: y anoten cuántas películas buenas tiene cada país y cómo fue su gobierno en el siglo pasado, se sorprenderán. http://miradetodo.net/fecha-estreno/2015/, no quiero decir que todo pase por filmar o escribir en libertad, creo que gente que es culta, en el sentido no de “culturanismo” como vi por ahí arriba, sino el el buen sentido, hay en todos lados. La cosa es qué hace con ellos el país que los contiene, qué dinero reciben del estado para hacer eso y solo eso, de qué asuntos se tienen que ocupar además de su profesión, los créditos que reciben, la cantidad de dinero invertido en mostrar eso. Si yo les hablo de Okupas, en Argentina, una serie de hace pila de años, creo que nadie la debe haber visto, y fue un antes y un después para toda la ficción argentina. Por eso, ayer, me olvidé de apuntar ese gran dato que nos faltó a todos,considerar la libertad, la falta de censura de americanos del centro y sur, o españoles. ¿Que me metí en camisa de once varas? Tengo la desgracia de hacerlo siempre. Pero quería Manu, decirte otra vez que comparto tu post, sentar el culo, leer, ver, etc, es lo básico para buenos guiones, pero trabajar en libertad, es básico para la dignidad de los guionistas. Un abrazo, y espero pronto poder tomar un café del otro lado del charco, ya que aquí, hoy en Argentina, se está viviendo otro duro período político, que todavía a nivel mundial, no se ha registrado.
    Abrazo.

  8. Totalmente de acuerdo, estadísticamente somos menos, por tanto habrá menos genios o menos buenos escritores entre nosotros. Lo malo es que de todos los que somos solo se utiliza a unos pocos. No porque el resto sean malos, es muy difícil que tengan oportunidad de demostrar lo contrario. Las oportunidades escasean, por lo que la estadística juega más en contra: somos pocos y solo trabajan una minoría.

  9. no creo que haya que tener un alto nivel cultural para escribir bien, ni siquiera buena educación. Cada persona es única y sus ideas también, y la cultura en exceso nos quita pureza y personalidad.

    1. creo que alguien que ha visto menos cine, por ejemplo, a lo largo de su vida, es capaz de crear cosas más originales, peores escritas, pero menos influenciadas, y por lo tanto, más puras, brutas, independientes. El haber consumido demasiado cine o tv (o otro tipo de cultura) de alguna manera coarta tu mente en el sentido de que piensas de qué se debe hablar, de qué no, qué manera es la correcta, cuál no…tienes unos referentes e intentas seguirlos. por supuesto, estoy a favor de la cultura y creo que con ella evolucionamos y nos hacemos libres pero no creo que haya que tener un altísimo nivel cultural, como el autor afirma, para tener una buena idea y escribirla. para mí arte es cualquier forma de expresión humana (tenga técnica o no) y reducir el término “artista” a las personas que solo tienen una formación o cultura superior me parece incorrecto y elitista.

    2. Gracias Laura por contestarme. Antes que nada, quiero desterrar de esta conversación el término artista, el que me suena un poco hueco…puede ser un artista alguien que jamás estudió arte, pero cocina como los dioses, no sé. Eso primero. Y luego, creo que el ver mucho, el saber mucho, el leer mucho… te hace olvidar, también, mucho. Y no creerte tan original por cualquier cosa. ¡Eso es esencial! hay gente que pinta, o expone sus “permormances” sus acciones, que hace sus videos, que escribe creyéndose novedoso, muy “cool” o super super original y resulta que ya lo hicieron Duchamp, o los Dadá, o Vértov el sigo pasado; o Shakespeare, por ponerte un ejemplo más conocido, hace cientos de años.
      Después viene el riesgo que asume cada uno en la cuestión de la pureza y lo personal como le decís, o lo nuevo que uno puede aportar. Pero creo que, siempre, siempre, siempre, en cualquier caso, cuanto más puedas consumir (y hablo de cultura, no de materia; y hablo de cualquier cultura y no sólo la estadounidense) es cuanto más preparada vas a estar para no subirte al podio de los creídos y engrupidos “artistoides”…Ya te digo Laura, supongo que hablás desde una juventud que yo ya hace rato perdí, quizá me equivoco, tengo 53 años, y creo que lo que me acuerdo de todo lo que he visto y todo lo que oído, y lo que he vivido a lo largo y ancho del mundo, es una centésima parte.Lo demás, me hace cada día, menos soberbia, más pura y más osada en el sentido del que vos hablás…Un abrazo y gracias por contestar.

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