UN LABORATORIO EN EL QUE SENTIRSE GUIONISTA

Albert Val, analista de guiones

Albert Val, analista de guiones

Cuando terminé mis estudios, salí de la ESCAC con un guión de largometraje bajo el brazo, dispuesto a comerme el mundo. No tardé mucho en darme cuenta de que había pocas, muy pocas productoras dispuestas a leer un guión de un pardillo como yo. Aquello no iba a ser tan fácil como pensaba.

La cosa fue a peor cuando empezaron a desaparecer las pocas ayudas que existían para la escritura de guiones. Como la mayoría de vosotros, yo intentaba desarrollar algo con pies y cabeza durante las horas muertas que me dejaba el trabajo precario de turno que pagaba el alquiler. Lo cual era un pez que se mordía la cola, qué os voy a contar, porque ese trabajo precario permitía pagar las facturas pero a la vez impedía disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para escribir un guión.

El azar o la suerte me llevó a entrar a trabajar en la productora Filmax, una de las pocas que contaba con un auténtico Departamento de Desarrollo. Un lugar donde se recibían y leían guiones a diario y donde se analizaban y discutían hasta encontrar aquellos que encajaran mejor con la línea editorial de la productora.

Aquella fue mi segunda escuela, donde aprendí cómo funciona la industria y pude seguir de cerca el proceso entero de principio a fin de docenas de películas, desde el primer tratamiento o versión del guión hasta el estreno en salas. Tuve la suerte de colaborar en maravillas como [REC] o Mientras duermes y en producciones internacionales como Transsiberian o El Perfume.

Durante diez años, me involucré en innumerables guiones y proyectos, aunque no como guionista, sino como story editor (consultor de guión, vaya). Mi trabajo consistía en ayudar a los guionistas a mejorar su guión, a través de análisis, informes, reuniones, debates, brainstormings, etc. Y al final me doctoré en cine de género y me especialicé como consultor y analista de guiones.

Vale, ¿y por qué os cuento todo esto?

No hace mucho tuve la oportunidad de participar en una mesa de debate organizada por la Fundación SGAE en el pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges y en un momento dado alguien preguntó por el método de trabajo que seguíamos los guionistas de la mesa. Rápidamente surgió la palabra “soledad”, entendida como esa intimidad necesaria para encontrar la inspiración y tranquilidad que permiten desarrollar un guión. Cuando me tocó hablar, comenté que esa soledad creativa era algo necesario pero que había otro tipo de soledad mucho más jodida, la soledad provocada por las instituciones y por el propio tejido industrial hacia el guionista: sin ayudas de ningún tipo para que el guionista pueda concentrarse únicamente en escribir, sin garantías laborales ni económicas y, en definitiva, sin una dignificación de su profesión.

Hoy en día no existe ninguna ayuda pública estatal o autonómica dirigida al guionista sin productora. Nada, ni un puto euro. (Actualización 20-oct: en la sección de comentarios, Daniel Cortázar y Asier Guerricaechebarria aclaran que en Euskadi y Valencia sí hay ayudas a guionista sin productora). No se invierte en el I+D de nuestro cine, nadie apuesta por la escritura de guiones. Hace poco, el Tribunal Constitucional tiró por los suelos una iniciativa del Parlamento catalán que proponía un impuesto sobre las operadoras telefónicas que se derivara directamente a la industria, una parte del cual se destinaría exclusivamente al desarrollo de guiones. La medida se tumbó hace unas semanas, gracias a un recurso del Gobierno. Es sólo el último ejemplo de que no sólo no se invierte en desarrollo sino que se anula cualquier intento de conseguir ayudas para el guionista y tampoco se propone ninguna alternativa ni solución al respecto.

Es por todo esto que cuando surge una iniciativa como la que os vengo a contar parece maná caído del cielo.

La Fundación SGAE ha organizado de nuevo su Laboratorio de escritura de guiones. Aquí podéis encontrar las bases. Es la cuarta convocatoria y tiene cuatro puntos fuertes:

  1. se centra en la escritura de guiones de terror, suspense, fantasía y ciencia ficción,
  2. los seis proyectos finalistas recibirán una beca de 5.500€ cada uno,
  3. durante cinco meses los seis guionistas finalistas desarrollarán su proyecto con un tutor con experiencia en desarrollo de guiones de género,

y 4. uno de esos seis guiones resultantes se convertirá en una película.

No hay duda de que si eres guionista y tienes un tratamiento de veinte páginas como mínimo que se encuadre dentro del género, tendrías que plantearte participar. No por el dinero ni por el sueño de que tu guión se convierta en película (que también) sino porque este Laboratorio te permitirá sentirte guionista durante unos meses. Gracias a la beca, podrás centrarte en escribir y dispondrás de un tutor que te ayudará a desarrollar tu proyecto y a convertirlo en un guión sólido. ¿Cuándo fue la última vez que pudiste hacer algo así?

Me encantaría presentarme, lo haría con los ojos cerrados, pero no puedo porque me han elegido para ser el tutor del Laboratorio. Lo cual, aunque me impida participar, es un auténtico lujo para mí. Tengo la intención de aportar toda mi experiencia durante mi carrera y me entusiasma la idea de ayudar a seis guionistas con sus proyectos.

En mi opinión, este Laboratorio engloba todo lo que un guionista necesita para escribir con confianza: un refuerzo económico, un tutor que conozca la industria y que le apoye y ayude durante el proceso de escritura y la posibilidad de que al final ese guión se produzca y se convierta en una película. Iniciativas como esta por desgracia hay pocas y los guionistas estamos muy faltos de ellas. Así que no tendríais que dejar pasar esta oportunidad. Nos lo vamos a pasar de miedo.

Albert Val.

 

11 comentarios en «UN LABORATORIO EN EL QUE SENTIRSE GUIONISTA»

  1. Enhorabuena Albert por el artículo. Es una pena que estos laboratorios, que se suponen son para noveles, tengan como requisito indispensable ser socio de la SGAE, lo cual no puedes serlo si no tienes una obra editada.
    ¡Una lástima! A ver si eso cambiara.
    Un saludo.

  2. Muy de acuerdo con lo que dices pero hay que puntualizar que en Valencia y en el País Vasco si hay ayudas para el desarrollo de guiones sin necesidad de ir con una productora. Eso sí, las extintas ayudas a la escritura del ICAA es una obligación que vuelvan lo antes posible.

  3. Óscar, si no me equivoco, la Sgae pide una obra estrenada, puede ser en cine o tv, pero también en internet, en un festival como el notodo por ejemplo. Te aconsejaría que llamases y te informases, hablo sin conocimiento profundo, en base a “lo que me suena”.
    Saludos

  4. Todo fenomenal! Excepto que no sé porque la historia tiene que ser de terror, fantástica o de ciencia ficción. A mi esos géneros no me dicen nada pero como ahora es eso y la comedia pues nada…el resto de historias a esperar a que se pase la fiebre. Yo creó que hay historias y público para diferentes géneros y maneras de contar y pensar lo contrario es aborregarnos un poco a todos..no? A ver si para la próxima no restringen el laboratorio a un tipo determinado de historias y vence la diversidad.
    Suerte a los que os presentáis! Por lo menos vosotros tenéis una oportunidad!

  5. ¡Excelente noticia! Tan solo tengo una duda: en el artículo Albert menciona que se incluye el género de suspense, pero en la web de SGAE no se menciona tal género. ¿Podríais aclarar la duda? Muchísimas gracias.

  6. Muy de acuerdo con Óscar Aguilera. En el post se critica la falta de alternativas para el guionista virgen, en ciernes; ese que sale con un guion bajo el brazo dispuesto a comerse el mundo. Y a ese mismo “guionista sin productora” se le pide como requisito imprescindible para esta iniciativa tener una obra registrada en la SGAE.

    Tras leer esto, procuro informarme de las peculiaridades de registrar una obra en la SGAE. En su página web no hay ningún manera de obtener estos datos, al menos de manera clara y directa. Lo intento con el método de consultar por correo, el primer mensaje que les mando recibe una respuesta vaga, solo especifican que el registro de obras es gratuito para los socios. Tras una superficial busca por Google me encuentro con un documento PFD que dice lo siguiente:

    ¿HAY ALGÚN REQUISITO PARA SU
    DECLARACIÓN?
    Fundamentalmente uno: la obra debe haber
    sido estrenada o emitida en un medio que genere
    derechos: una sala de cine, un canal de televisión,
    etc.

    Otra vez la neblina de lo sucinto. Menos mal que tenemos a nuestro querido ‘etc.’ para aclarar las cosas.
    En mi caso, he sido guionista de varios cortometrajes y un vídeo musical. Nunca hemos estrenado en cine o televisión. A lo más que hemos llegado ha sido a presentarnos a pequeños festivales de provincias (eso sí, con varios premios recibidos), y a estrenar en Vimeo. ¿Sería suficiente para registrar mi obra? ¿He generado un derecho?

    En resumen, esta me parece una gran iniciativa pero etc, etc, que diría el áquel. Tengo la sinopsis de trabajo de una peli de terror, pero no sé si ponerme a escribirle un tratamiento a contrarreloj para después encontrarme fuera de la convocatoria. A ver si mi segunda consulta a la SGAE sobre el tema tiene más éxito. En fin, delfín. Ya dicen que de buenas intenciones está Benidorm lleno.

    1. Si el corto se ha proyectado en salas donde se cobraba entrada o en plataformas de pago o con publicidad, con toda seguridad puedes registrarlo. Yo me dejaría de correos y me presentaría en tu sede de SGAE más cercana para registrar tu obra.

  7. Gracias Sergio. Creo que mis trabajos no cumplen ninguno de esos dos requisitos (fueron festivales de entrada gratuita y las dos plataformas donde están disponibles son gratuitas -Vimeo y Filmin, en su categoría de cortos-). De todas maneras, es buena idea lo de acudir en persona para salir de dudas.

    Repito. Muchas gracias por la pronta respuesta.

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