SERIESPEPITO: TRES ORDENADORES, DOS DISCOS DUROS Y UNA RAYA DE COCA

por Sergio Barrejón.

En los buenos tiempos podías comprar un gramo de cocaína por cinco mil pelas. Con las subvenciones y los sobres de la SGAE que nos llegaban cada dos por tres, podíamos ir encocados hasta las cejas sin apenas mermar el saldo de nuestra cuenta en Suiza. Íbamos tan drogados que nos dijeron que pusiéramos el dedo encima del ojo como imitando la ceja de Zapatero y ni nos dimos cuenta de que era para una foto de campaña. ¿Lo del No a la guerra? Cocaína. ¿Hay motivo? Farlopa a paletadas.

Poner este .gif animado ES DELITO.

Hola, don Pepito.

Luego llegó la crisis y la cosa se jodió. La farlopa se puso súper cara. ¡De 5.000 pelas a 50€! Intolerable. Los sobres de la SGAE eran cada vez más flacos. Las subvenciones caían en picado. Así que tuvimos que buscar nuevos caladeros. Podríamos haber dejado de hacer películas sobre la guerra civil. Podríamos haberle dado al público lo que quiere. Pero no. Lo nuestro es la corrupción y la droga, joder. El talento para los americanos. ¡Que inventen ellos!

Así que pusimos a una de los nuestros en el Ministerio y le sacamos una ley a medida. ¡El canon pagaría nuestras rayas! ¡Le sacaríamos el dinero a los piratas! ¿Seriesyonkis? ¡NOSOTROS somos los yonkis, hijos de puta!

Pero llegó el PP y se jodió el invento. Adiós al canon. Las subvenciones, bajo mínimos. Y el IVA al 21%. Tengo amigos que llevan meses sin meterse un tirito. ¿Cómo vamos a hacer el nuevo MAD MEN si sólo esnifamos los viernes y los sábados? Bueno, y algún domingo. Pero hay un rayo de esperanza. Con la misma reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que rebajó el canon a calderilla, venía una novedad genial: las webs de enlaces también podrían ser perseguidas por piratería. ¡Ya no hacía falta que alojasen los contenidos ilegales en sus servidores! Sólo con enlazarlos habría delito. ¡Podríamos sacarle la pasta a todos esos putos friquis! ¡Se acabó el forrarse con publicidad a costa de nuestro sudor! ¡Otra vez habría farla en el catering!

Y ayer, por fin, la ley Sinde-Wert empezó a dar sus frutos: TRINCAMOS A LOS DE SERIESPEPITO. ¿Os reíais cuando la Guardia Civil registró la sede de la SGAE, cabrones? ¿Ahora qué? ¿Qué tal sienta ver a las Fuerzas del Orden desarticulando todo vuestro entramado criminal?

Ayer devoré los periódicos con la avidez con que en los 90 me desayunaba tortitas con nata del VIPS después de una noche de farra. Quería todos los detalles morbosos. Fotos de polis con el rostro pixelado. De criminales entrando al juzgado con la cabeza tapada por el abrigo. Del alijo incautado con su mosca del logo de la Policía.

Y cuál no sería mi decepción cuando comprobé a cuánto ascendía el pastel: estos pelanas sólo habían facturado un puto millón en tres años. ¿Y la tecnología con la que montaron su emporio? Tres ordenadores, una tableta, un router, dos discos duros y cuatro pendrives. ¡Pero si eso lo tengo yo en mi casa, coño!

¿Te imaginas entrar en la guarida de Lex Luthor y que tenga menos metros que tu piso de Malasaña?

Tenía que haber algún error.

Y lo hay.

El error fue pensar que las leyes antipiratería españolas beneficiarían a la industria cultural. Para nada. Cualquiera que esté mínimamente informado se dará cuenta de que el gran problema de la piratería no está en las webs de enlaces, sino en los servidores que alojan los contenidos… y que seguirán siendo enlazados desde otras webs similares. Esos servidores se encuentran en territorio extranjero, y cerrarlos es poco menos que imposible.

El cierre de Seriespepito no es un logro para los autores. A 50€ el gramo, un millón de euros da sólo para 20 kilos de farlopa. En tres años, eso equivale a 18 gramos diarios. Comprenderéis que 18 gramos diarios para todo el gremio no es plan de vida. Y recordad que ese millón se lo han robado a toda la industria, no sólo a los autores. O sea, que no tenemos polvo ni para levantar la resaca del jueves.

Pero alguien tiene que salir beneficiado, claro. Como cualquier guionista de género policíaco sabe, para hallar al verdadero culpable de un delito, hay que preguntarse qui prodest. ¿Quién sale beneficiado de esos artículos en prensa contando la operación policial como si hubieran desarticulado una peligrosa banda criminal, cuando en realidad sólo eran dos fulanos en chándal, con un iPad viejo y un portátil del MediaMarkt?

Según la historia oficial, salen beneficiados los productores de 8 apellidos vascos, cuya recaudación cayó un 50% el mismo fin de semana en que se subió un DVDrip de la peli. Según la vida real, cuando una peli lleva ocho semanas en cartel, y llegan nuevos estrenos que le quitan salas, y además sale un fin de semana de buen tiempo y hay un par de partidos interesantes en la tele… No sé si me explico. Como me decía el otro día me decía un productor: a la mierda las subvenciones, a la mierda la ley de mecenazgo… ¡Que pongan el fútbol por la mañana y verás cómo se arregla todo!

Si haces una encuesta preguntando por qué la gente no va al cine, la respuesta más habitual incluirá al menos la mitad de los siguientes argumentos: Porque está muy caro y el cine español es una mierda, y para eso me lo veo en casa, que es gratis. Sólo que:

a) No es gratis. Ver cine pirateado pasa por tener una conexión ADSL, que a día de hoy cuesta al mes algo menos que un gramo de farlopa, o cinco entradas de cine. Además, hay que tener un ordenador, un router, y si quieres guardarte las pelis y las series, también un par de discos duros. Casi como los pepitos.

b) La gente sí va al cine. Y a ver cine español. En los tiempos del ivazo, las subvenciones mierder y la piratería desaforada, el cine español está reventando sus resultados históricos de taquilla. Y sin Amenábar ni Almodóvar ni Bayona ni Álex de la Iglesia.

Entonces, ¿de qué va esto?

Esto va de lo de siempre. ¿La guerra contra la droga? Detener camellos y traficantes de tres al cuarto en alta mar, mientras los alijos grandes entran por la Zona Franca, y el precio de la farlopa se mantiene en 50€ el gramo, a Dios gracias. ¿La guerra contra la piratería? Detener a dos imbéciles que movían calderilla, mientras los contenidos siguen intactos en servidores de pago radicados en países a los que se la suda la protección de la cultura. Megaupload, recordemos, movía el 5% del tráfico mundial de internet.

¿A quién beneficia la ley antipiratería? No sé. Yo diría que Telefónica sigue teniendo beneficios. Que a Jazztel no le ha ido particularmente mal en estos años. ¿Y Orange? Tampoco les veo llorar. En Telefónica hay dos consejeros que fueron ministros del PP. En Jazztel y Orange no me he molestado en mirar. Lo curioso es que la bestia negra de los internautas, Ángeles González Sinde, no parece haber hecho uso de las puertas giratorias. ¿QUÉ RARO, EH? La que se suponía que trabajaba al dictado de las majors americanas y las grandes empresas, se queda sin su carguito. Quizá lo que dijo en su discurso en los Goya 2009 tenga algo que ver:

Hay que seguir peleando para que las descargas ilegales no nos hagan desaparecer, para que nuestros administradores comprendan que en el negocio de la red no pueden ganar sólo las operadoras de ADSL, mientras quienes proporcionamos los contenidos perdemos.

Lo dijo hace casi seis años. Nadie hizo ni puto caso entonces, nadie hará ni puto caso ahora que las operadoras de ADSL siguen beneficiándose del tráfico masivo de contenido pirata, que el mercado VOD de España sigue siendo una puta mierda y que el Gobierno ha conseguido el primer titular en siete semanas que no habla de corrupción.

Pero no me hagan caso. Qué voy a saber yo, si sólo soy un guionista subvencionado y de la SGAE. Quizá éste es el camino a seguir. Pero yo sólo me lo creeré el día en que Telefónica no tenga ex ministros en su Consejo de Administración. Porque mientras el Gobierno se dedica a podar las malas hierbas que es incapaz de arrancar, la opinión pública se echa encima de los autores porque supuestamente somos los instigadores de esta operación y los grandes beneficiados. Y la realidad es muy distinta. La realidad es que hay toda una generación de cineastas españoles condenada a seguir creando sin farlopa. Y eso, nos pongamos como nos pongamos, es un drama social.

P.S. No he comprado cocaína en mi vida. Lo de las subvenciones sí es real. Y lo de la SGAE.

22 comentarios en «SERIESPEPITO: TRES ORDENADORES, DOS DISCOS DUROS Y UNA RAYA DE COCA»

  1. Muy de acuerdo. A mí me resulta curioso que cierta serie de cierto detective de la generación del 27 se estrenó en el canal de TV de cierta compañía telefónica y NO HUBO HUEVOS (o no hubo intentos fructíferos) de piratearla.

    Y cierta película de vascos y andaluces, siendo la peli más deseada del momento, era imposible encontrarla en internet (ni un mísero screener) hasta que de repente, cuando ya llevaba mucho ganado en taquilla, aparece una copia a calidad magnífica en internet, de repente. ¿Quizá para que si se saca alguna serie con los protas de la peli los conozcan incluso quienes no van a las salas?

    1. Yo pude verla porque me la pasaron en un pen. Salvo que el detective es de la Generación del 98, completamente de acuerdo con todo lo que dices, Juanjo. Además recuerdo que ya hablamos de ello hace algunos meses. Lo únicos que están facturando dinero de verdad son los que venden la conexión. Y nos lo facturan legalmente. Protegen sus productos y miran hacia otro lado cuando es el producto de los demás.

    2. La compra de Canal+ por parte de Telefónica para dotar de contenidos a su producto FusiónTV es una señal clara del siguiente paso que van a dar las operadoras de telecomunicaciones: darnos motivos para contratar la conexión.

      Eso se llama integración vertical en Economía y ya lo hicieron los propietarios de los teatros donde se exhibían las películas en los EE.UU. en los años 30: convertirse en productores de películas para garantizarse un flujo constante de contenidos con los que llenar sus salas.

      Dentro de esta estrategia, posibilitar un posible acceso “pirata” a contenido de la competencia podría ser una tentación, ¿no?

  2. Me he quedado loco con el rollo bukowskiano del texto. Tomo nota de la reflexión. Siguen escurriendo el bulto con el tema de reformular la distribución de contenidos y reafirmándose en su desconocimiento de lo que Internet significa hoy en día. No se pueden poner puertas al campo, y tal, aunque mira tú, ellos han puesto una. Los bichos flipan, se miran la puerta desconcertados y siguen rumiando.

  3. Todo de acuerdo pero González-Sinde ha tenido su “pequeña” puerta giratoria en forma de Premio Planeta, que es mucho más prestigioso que un cargo en Telefónica pero no deja de ser bastante sospechoso.

    1. Solo quería aclarar que Ángeles González-Sinde nunca ha ganado un Premio Planeta. Si acaso fue finalista en 2013, pero la ganadora fue Clara Sánchez por “El cielo ha vuelto”.

    2. Bueno, es que los premios funcionan muy distintos en literatura que en cualquier otro lado. Primero, es vital tener un agente, y segundo, suelen tener pactado al menos el ganador y el finalista para asegurar que el premio no sea una basura. Es más, los manuscritos que van sin agente suelen ser de malos hacia arriba.

      Pero, quitando eso, sí, su pequeña puerta giratoria ha tenido. Y que yo sepa, en este caso prefiero esta a otras.

    3. Buenas. Lo de los premios literarios da para varios artículos pero no es ese el tema. Lo de las puertas giratorias creo que Sergio Barrejón se refieere a que no ha enganchado un cargo directivo o similar en alguna empresa de las que acoge a exministros/as.
      Saludos.

  4. Me suda un pie si la Sinde ha sacado su tajada del asunto o no francamente, lo importante de este POST es que, además de magnífico, es muy, muy, valiente. ¡¡Ole y ole!! Echaba de menos a este Barrejón, primo hermano de aquél pianista de burdel que tanto nos “enseñó deleitando”.

  5. Conseguirla a 50 ya es más bien chungo, 60 es el precio estándar (estoy bromeando).
    Estoy de erasmus en Estados Unidos y aproveché para comprarme, en el Black Friday, la serie completa “Entourage”(100 dolarés y en Blu-ray. Toma ganga)
    La reacción de mis compañeros españoles y latinos fue la siguiente: “tío, cómo te compras una serie si la puedes ver en Seriespepito”. Yo argumenté que si no existieran compradores como yo, las series, que ellos ven en seriespepito, no existirián.

    En cambio mis compañeros yankees les parecía normal que me comprara una serie. Aunque ellos lo que utilizan para ver series, en gran medida, es Netflix.
    Netflix se está comiendo el mercado aquí y cada vez se nota más en la taquilla las bajadas de recaudación.

  6. No termino de ver el papel de las teleoperadoras que se apunta en el artículo. Poniéndonos en un mundo ideal en el que no existiese forma alguna de piratear, las plataformas legales de distribución por internet (Yomvi, Wuaki, una futura Netflix en España…etcétera, todas a full de negocio, petándolo sin la competencia de la piratería) igualmente beneficiarían a las teleoperadoras porque seguiríamos necesitando adsl o fibra para disfrutar de dichos servicios. Todo sería muy legal y estaría muy controlado… pero el sistema seguiría siendo el mismo.

    Por otro lado, no se puede esperar que un consumidor al que se le han vendido las superpantallas planas, los proyectores, los sistemas 5.1 y la comodidad del sofá no reduzca su asistencia a las salas. Incluso en ese mundo ideal sin piratería, que describía antes, es dudoso creer que la afluencia del público a las salas volvería a ser la que fue en el pasado.

    El problema es que la industria cultural se hace trampas al solitario. Antiguamente el melómano no gastaba dinero más que en música, el aficionado a la lectura en libros, etcétera. El consumidor actual es multidisciplinar y está bombardeado por una oferta de cientos de miles de obras, decenas al día, y su capacidad para abarcar todo lo que le suscita interés excede con mucho su capacidad de compra. Cuando un chaval decide comprar un videojuego de Sony Entertainment, el dinero que podría haber ido a un bluray de Sony Pictures o a un disco de Sony Music se diluye. Y la reacción lógica es bajar el disco o la película. Se fuerza al consumidor a elegir, pero ese consumidor tiene la opción de administrar su dinero con la perspectiva de que completará su demanda con otras vías. En el momento en que Sony sea capaz de hacer pagar a este consumidor por sus tres productos sin exigirle un mayor desembolso (que por otro lado es imposible) quizás se solucione el problema, y esto pasa por adecuar la oferta a sus necesidades.

  7. A mi tampoco me importaría pagar una cuota razonable (ooootra mas que se suma al resto de cuotas “de vida media”) o dos. Si puedo, ¿por qué no?

    Estoy de acuerdo en cuanto a lo que el problema es, si. Al 100%.

    Pero (por decir unas cifras de la media española, y creo que me quedo corto) mientras el cine siga a 7 pavos, el teatro a 18 pavos por cabeza, los minimo 10 pavos que se te van en los aperitivos con ellos… un concierto ya ni recuerdo lo que es,… un cd ‘medioqué’ a 12 pavos, entre 18-50€ si es un recopilatorio,…

    Yo no sé vosotros, pero yo no puedo más que una vez de una cosa de estas al mes… y mucho es.
    Y a veces esa una solo ocurre si suprimo otros gastos, y mi familia no es por lo que a ingresos suponga “pobre”…

    Estará la industria perdiendo dinero, si, pero amigo mio (palmaditas en la espalda al colega de la industria), tenéis que cambiar el modelito, que el pastel ha cambiado. Y no digo cobrar menos, sino cobrar diferente. Porque intentad meteros en leyes para que las operadoras paguen, que verás donde llegais…

    Además, para qué coño me he gastado yo progresivamente el pastón que me he gastado en teles de gran formato y sonido coponero, conexión brutal y ordenadores supermolones y estar en mi casa cómodo y apalancado…

    relativamente todos los dias!!!!!!

    sin tener que aguantar al risitas de turno, los móviles sin silenciar, una butaca incómoda y llena de palomitas rancias, en vez de ir al cine, al teatro, o simplemente de parranda un típico fin de semana…

    solo una vez al mes…

    La industria sigue empeñada en querer el 100% de la tarta cuando ya hace años que está demostrado que no pueden controlar el mercado de la manera que quieren y no dan alternativas decentes criminalizando, para colmo, a la gente equivocada.

  8. Está claro que los tiempos cambian y la demanda de contenidos también y que la industria audiovisual se tiene que adaptar. Pero tampoco se puede consumir contenido gratis, solo por el mero hecho de que hacerlo ya cuesta dinero, no digamos ya querer vivir de ello.

    Estoy un poco “harto” de leer que no se puede ir al cine porque cuesta 10 euros la entrada. En Alicante, voy al cine por 3,90. Y cuando vivía en Barcelona podía ir a 4,5.

    Y está claro que todo esto que ha pasado, los creadores y gente de la industria, han tenido poco que ver. Este Gobierno le hace muy poco caso a los “artistas”, porque de tener estos el poder que algunos le atribuyen, el IVA cultural no estaría al 21%.

  9. Que aprendan algo de los videojuegos. Atravesaron la misma crisis y ahora con 32 castañas me gasto más que nunca. Plataforma digital, un PC pepino y a comprar en rebajas juegos de primera línea por 5 euros y por menos. Y los comparto con mis sobrinos de 13 años. Todo online, legal y gratuito. Y si me quedan dudas con un juego me lo bajo para probarlo. Y si me mola me lo compro. A esos precios, prefiero tenerlo siempre actualizado, y accesible desde cualquier ordenador con mi cuenta. Veo entre 7 y 10 pelis al mes. Todas en versión original. Si tuviese un sistema para agregarlas a mi bibilioteca y verlas online en HD… comprando estrenos por 2 euros, pelis normales a 1 euro y cine clásico gratis, me sacarían una pasta, porque sería más cómodo. Al cine casi no voy. Por el precio de la entrada que me parece exagerado pero sobretodo por la VO, ya no trago las pelis dobladas. Voy a ver alguna española o argentina, y algún “superestreno” que justifique la pantalla grande. Mi hermano tiene en casa un proyector. A veces las veo ahí, tirado en un colchón y si me apetece fumando un canuto. Y me la paran si tengo que ir a mear. ¿Con eso quién compite? ¿Qué quieren? ¿Qué coño es lo que quieren exactamente? ¿Que pague 50 euros de internet, 50 euros del plus digital ultra, 50 euros más en la taquilla del plus para ver las pelis, y 50 euros al mes en el cine? Me da la risa.

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