GUIONISTAS EN FREGAOS

Por Pablo Aramendi.

Una de las peores cosas que le puedes decir a un guionista cuando te pregunta por un texto que te envió es: “me he leído la mitad en el móvil mientras venía”. Leer un guión a medias es una falta de respeto y hacerlo en el móvil es mearse en la herida. Y yo lo hice.

Hace un año y medio mi compañero y amigo Curro Serrano me envió un guión que había escrito. Eran doce páginas de una pequeña historia que, por aquel entonces, no sabía si quería convertir en una webserie, una serie, un corto o qué. El guión me gustó mucho, me reí y me enternecí. Quizás porque el personaje me recordaba al propio Curro, quizás porque soy un llorón o puede que por ambas cosas que no son incompatibles.

El guión se llamaba (y se llama) Todo mal y yo sentí que allí estaba el germen de una serie interesante. Así que le propuse a Curro grabar aquello. Algo que nosotros mismos no sabíamos si íbamos a ser capaces de conseguir. Era la primera vez que nos poníamos a la cabeza de un proyecto y teníamos todas las papeletas para cagarla monumentalmente.

Nuestra idea fue apostar por una serie con capítulos de veinticinco minutos. Sí, de esos que abundan en las cadenas españolas. Así somos, nos gusta ponernos la zancadilla. Una vez de acuerdo en eso, pensamos que con el guión inicial de doce páginas es suficiente. Allí se da a entender el tono y los personajes de la historia, y, se entreve de qué va el asunto. Con esos doce minutos dábamos un ejemplo perfecto de lo que sería el proyecto, esa sería nuestra biblia. Ahora, la cuestión es: ¿cómo lo hacemos? Curro y yo somos unos oficinistas gafosos, guionistas huraños que prefieren la oficina al plató, y su casita a la oficina. Necesitábamos un equipo, vamos, los que hacen las cosas.

Esto habría sido imposible sin la entrada en escena de Álvaro Villalba y David Ocaña que ejercieron la labor de producción. Ellos pusieron el músculo, las soluciones y la forma de convertir un rodaje precario en un equipo completo y organizado que se juntó con toda la ilusión del mundo por sacarlo adelante. Si creo que algo salió bien desde el principio, fue que toda la gente que entró a formar parte del equipo lo hizo con compromiso e implicación. Algo que todavía no he sido capaz de devolverles y que espero poder hacerlo algún día.

Una de las decisiones más valientes y de las que me siento más orgulloso es de aventurarnos a que Curro fuera el protagonista de la serie. Cuando leí el guión fue inevitable sentir que el personaje de la historia era, de alguna manera, un poco Curro. Era su forma de hablar, su manera de enfrentarse a la vida y tenía su especial estilo de invocar el desastre. No es que él sea una persona desastrosa pero sí tiene una manera única de fracasar y de retratar su fracaso. A pesar de que yo sentía que él sería el candidato ideal a interpretar a su alter ego no quise proponérselo. Tenía miedo a forzarle a hacer algo de lo que nos podríamos arrepentir. Hasta este momento Curro no había actuado y existía el riesgo de que la cagáramos. Pero Curro me sorprendió al decirme que sí se veía con fuerza suficiente para hacerlo.

La decisión era, como mínimo, cuestionable. No era plan juntar a un grupo de personas voluntariosas para ponerlo en manos de un actor que lo tirara por tierra. Sin embargo, todo el mundo estuvo por la labor y, más que nadie, Chiqui Carabante, nuestro director. Chiqui es un tipo generoso con su tiempo y su esfuerzo y no quiso dejar nunca solo a Curro. Le arropó y le condujo durante todo el proceso haciéndole sentir seguro de sí mismo a él y a los demás. Chiqui no solo hizo bien su trabajo entendiendo el tono de la historia, el estilo y aportando ideas. Triunfó también en los intangibles del trabajo como llevar al equipo, transmitir confianza y aguantar los momentos críticos como si no pasara nada.

Los doce minutos se grabaron íntegramente en un fin de semana y tardamos en montar el material unos meses hasta que dimos con el corte final. Un montaje con el que nos quedamos satisfechos. A través de Álvaro, mostramos el trabajo en Multipark. A ellos les gustó el resultado, se rieron y disfrutaron de lo que habíamos grabado así que se pusieron manos a la obra para moverlo por las cadenas.

En aquellos meses (que se nos hicieron eternos), Todo mal se paseó allá por donde pudimos mostrarlo. Por desgracia, la respuesta no fue tan optimista como había resultado el proceso hasta entonces. Bien es cierto que hubo interés por parte de una cadena pero, vaya por dios, que no disponía de dinero para invertirlo en nosotros a pesar de nuestro precio. Pero la respuesta que, probablemente, define mejor nuestro proceso de venta fue “no la queremos ni regalada”. Esta respuesta no se debió tanto a la calidad del resultado final (o eso se dijo) si no que tenía más bien que ver con que algo así no tiene su hueco en el mercado.

Desde luego, no fue una respuesta que no contempláramos. Si uno lo piensa, jugamos todas las cartas para conseguirla. El protagonista era un guionista reconvertido, dura la mitad de lo que buscan las cadenas, el tono no es el de una comedia típica y encima se llama Todo mal. Un título premonitorio. Pero a pesar del rechazo, a pesar del esfuerzo todavía no recompensado, nos vamos con una sensación de éxito. Con el orgullo de haber apostado por algo en lo que creíamos, de hacer una serie libre, de juntar a un equipo de rodaje alto nivel y de que saliera como queríamos que saliera.

Si alguien me pidiera un consejo para las generaciones futuras diría “deja de leer el post de este colgado y ponte a leer Limònov” pero si aún así, sigues leyendo diré que la experiencia merece el riesgo. Quisimos meter un gol olímpico con el exterior y no nos salió, pero eso no significa que no pueda pasar. Yo lo volveré a intentar.

Y todo este coñazo no he venido a contarlo porque sí. He venido a contarlo porque Todo mal se proyectará dentro del festival MIM series que tiene lugar esta semana en el Matadero de Madrid. De momento no aparecemos en los folletos pero sí es verdad, mamá, lo ponen. El viernes a las siete de la tarde se podrá ver lo que grabamos dieciocho meses atrás y Curro contestará a las preguntas y quien sabe, si invocará el desastre como solo él puede hacer.

Para los que no podáis acercaros al Matadero, aprovecho y os dejo nuestra cuenta de Facebook donde la próxima semana se podrá ver lo que hicimos y una lista del equipo que participó y al que no nombro por completo (aunque se lo merezcan) por no ser más palizas de lo que ya soy.

2 comentarios en «GUIONISTAS EN FREGAOS»

  1. Sería interesante que hiciérais una landing page promocional sobre el proyecto con el teaser que habéis realizado. Si llama la atención de los internautas, que al fin y al cabo es vuestro público potencial, haréis que los productores muestren interés y se planteen financiarlo.

    Otra opción es que os aventuréis un poco más y hagáis una campaña de crowdfunding buscando financiación de los propios usuarios y os replanteáis el camino hacia una serie online.

    http://www.vuelodigital.com/trailer-de-pelicula-financiada-en-kickstarter-se-hace-viral/

    Mucha suerte currantes! Al final, todo esfuerzo tiene su recompensa :)

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