ENTREVISTA: ASÍ SE ESCRIBIÓ “EL FIN DE LA COMEDIA”

Por David Muñoz

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Ignatius Farray, Miguel Esteban y Raúl Navarro son los creadores de “El fin de la comedia”, la serie de seis episodios protagonizada por Ignatius y producida por Sayaka para Comedy Central que será estrenada “del tirón” mañana por la noche. Yo ya la he visto completa y la única pega que puedo ponerle es que me habría gustado que en vez de seis capítulos tuviera doce. Los guiones funcionan muy bien y se las arreglan para combinar risas con tristeza sin caer en “dramedianismos” al uso, los actores están estupendos (también los no actores, los cómicos), y encima está muy bien rodada y montada. No se puede pedir más.

Además, “El fin de la comedia” tiene algo muy interesante para los que nos dedicamos a esto. Porque es exactamente “esa serie” en la que todos hemos soñado trabajar alguna vez: una sitcom de capítulos de 25 minutos en la que sus creadores han trabajado como “showrunners”, supervisando cada uno de los pasos del proceso con una libertad yo diría casi imposible de encontrar en otro contexto, al menos en España. Y con esto no quiero restarles mérito. Al contrario. Porque una cosa es poder hacer algo y otra muy distinta saber hacerlo. Y Raúl, Miguel e Ignatius han sabido hacerlo muy bien. Ojalá el público lo piense también y pronto podamos ver la segunda temporada de “El fin de la comedia”.

DAVID MUÑOZ: ¿Cómo es el método que empleáis para escribir los guiones? ¿Quién hace qué? En la serie aparecéis acreditados los tres como guionistas, ¿no es así?

EL FIN DE LA COMEDIA: Sí, hemos escrito la serie entre los tres, con un método un poco improvisado. Cuando desde Comedy Central nos dieron el ok al piloto, los plazos eran muy apretados, así que el método consistió en reunir rápidamente todas las tramas que los tres llevábamos pensando desde que ideamos el piloto (en mayo del año pasado, y generalmente basadas en cosas que nos han pasado o que nos da miedo que puedan pasarnos), después seleccionamos las 10/12 que más nos gustaban, las emparejamos de forma que las dos tramas de cada capítulo se apoyaran y le dieran algo de unidad, y las escaletamos juntos. A la hora de dialogar, nos repartimos los capítulos para una primera versión, volvimos a ponerlos en común y los reescribimos juntos. Una vez terminada la versión escrita, repasamos verbalmente todos los diálogos con Ignatius y adaptamos muchas líneas a su forma de expresarse para que se sintiese cómodo diciéndolas.

DM: ¿Y los monólogos?

EFDLC: En ese caso la mecánica fue algo distinta porque la mayoría pertenecen a rutinas que Ignatius ya tenía escritas, así que partimos de su texto y entre los 3 recortamos y adaptamos cada pieza a las necesidades del capítulo. Nos hemos acostumbrado tanto a este método de trabajo, que incluso la respuesta a esta pregunta nos la hemos reescrito los unos a los otros.

DM: ¿Y el nombre? ¿Por qué? Yo tengo mi teoría: fuera del escenario, se acaba la comedia, porque en realidad la vida de Ignatius (en la serie, me refiero) es más triste que alegre. ¿Van por ahí los tiros?

EFDLC: Sí, va por ahí. Habla del límite entre el escenario y la vida diaria de Ignatius, del fin de una comedia y el inicio de otra.

DM: ¿Cuánto tiempo os llevó la escritura de los 6 guiones?

EFDLC: Desde la elección de las tramas hasta la versión definitiva de los 6 capítulos pasaron 3 meses de escritura y reescritura. Con esas versiones llegamos a los ensayos, donde adaptamos muchas líneas a los actores, introdujimos algún gag, y sobre todo recortamos texto para sintetizar. Este proceso duró unas dos semanas. La versión de cada guión que llevamos al rodaje fue la definitiva al 99%.

Javier Cansado, Ignatius, y Víctor Clavijo.

Javier Cansado, Ignatius, y Víctor Clavijo.

DM: ¿Hasta qué punto tiene que ver el Ignatius de la serie con el Ignatius real? ¿Tiráis mucho de su vida para construir el personaje?

EFDLC: En la serie hay muchas cosas inspiradas en la vida de Ignatius, otras, algunas que no creerías, sacadas literalmente de la realidad. También hay mucho de Raúl y de mí. Algunas situaciones que nos han ocurrido a nosotros se las hemos endosado al personaje de Nacho en la serie. También nos gusta mucho coger una situación real, un planteamiento, y fantasear sobre cómo podría haberse desarrollado. Como en la secuencia con la cajera o con el chico del ADSL. Otra forma de acercarnos a una historia es pensar en nuestros miedos cotidianos, en las veces que hemos estado cerca del desastre, siempre a escala muy cotidiana. Los tres somos cómicos y hemos vivido bolos surrealistas. Hemos actuado en cumpleaños y en pueblos inexplicables. Para pensar tramas a veces nos preguntamos cosas como ¿cuál sería la actuación más incómoda que nos podríamos encontrar? ¿Qué es lo peor que podría pasarnos en un viaje?

DM: Viendo la serie pensé que los elementos más surrealistas de cada capítulo (el pueblo donde todos son tuertos por Ej. ) ejerce de recordatorio de que lo que estamos viendo no es real aunque a veces lo parezca.

EFDLC: En el capítulo de Benarrubia, el pueblo de los tuertos, buscábamos un elemento que reforzara la idea de irrealidad de extrañeza, para hacer sentir más vulnerable aún a Ignatius. Queríamos que no se llegara a saber si lo que está sucediendo es real o no. Elegimos los parches porque el taquillero es Miki Esparbé, un actor acojonante, que era el protagonista de la obra de teatro más divertida que hemos visto en años “El rey tuerto” (de nuestro adorado Marc Crehuet) y en esa obra también llevaba un parche en un ojo. Por lo demás el tono de la serie es lo más natural posible (algo que remarcábamos en cada guión y en cada ensayo con los actores). Los momentos surrealistas o grotescos surgen de estrujar esa realidad y llevarla a los extremos, de hacer que Ignatius actúe en la ficción como a los tres nos gustaría hacer a veces en la vida, y ver qué ocurriría, imaginar qué hay más allá. Pero creemos que a lo largo de la temporada hemos mantenido un equilibrio entre realidad e irrealidad.

Una página del guión con anotaciones de Ignatius.

Una página del guión con anotaciones de Ignatius.

DM: ¿Cuáles son vuestros referentes? ¿Dónde digamos que os miráis a la hora de escribir? Dos influencias me parecen la serie de Larry David y, sobre todo, “Louie”.

EFDLC: Evidentemente uno de nuestros mayores referentes es “Louie”. A nosotros nos explotó la cabeza al ver la libertad que había en esa serie. La sutileza de las tramas y de los personajes. Nos daba muchísima envidia esa forma de escribir. Los tres llevamos muchísimo tiempo escribiendo humor, y llega un momento en que el mecanismo de los chistes te acaba cansando. También el de las tramas. Es una liberación pensar que no tiene por qué haber un giro final y todo tiene que encajar perfectamente. Queríamos huir de eso. Por eso, al menos para mí, la serie Larry David no es una referencia tan importante, porque no deja de tener una estructura extremadamente clásica. Sabes que todos los elementos van a confluir en un final perfecto que encaja como un puzzle. Creo que nos sentimos más cerca de “Louie” o de Cavestany o de Canódromo abandonado o incluso Richard Linklater, que son creadores que nos fascinan. Pero nos gusta tanto “Louie” y nos ha influido tanto que si alguien nos llama “Louie a la española” nos hace mucha ilusión. Nacho siempre dice que al principio queríamos que “El fin de la comedia” no se llamara así, sino “Louie”, pero que ya estaba cogido.

DM: Esa libertad al escribir de la que hablas se nota en la serie (para bien), pero a la vez me ha parecido que habéis hecho un trabajo muy sutil con el manejo de las subtramas que contribuye a dar sensación de unidad a la serie y hace que no parezca una colección de sketches. Por ejemplo, funciona así la trama de la lucha de Ignatius por la custodia de su hija. ¿Cómo os planteasteis el trabajo en ese sentido? ¿Desde el principio tuvisteis claro que eso sería lo que le daría esa coherencia a la serie?

EFDLC: Es cierto que la historia de la custodia de la hija de Ignatius es la que vertebra, pero no queríamos una temporada con tramas que recorriesen todos los capítulos. Si exceptuamos ésa, y algunos detalles que se repiten a lo largo de la temporada casi como regalos al espectador (cisterna, tarjeta de crédito…), es una serie que se puede ver sin seguir un orden concreto. Eso no significa que “El fin de la comedia” sea una colección de sketches, igual que no lo es, por ejemplo, “Louie”. En esa serie, aparte de las tramas largas de las últimas temporadas (Letterman o la vecina húngara), abundan los capítulos de 2 tramas independientes entre ellas. Nuestra primera temporada es de 6 capítulos, a lo británico, y nos interesaba más ver a Ignatius en distintos contextos que buscar un arco dramático de su personaje.

Julián Villagrán e Ignatius.

Julián Villagrán e Ignatius.

DM: Algo desconcertante es lo que pasa con las novias de Ignatius. Mostráis cómo arrancan un par de relaciones, y luego las chicas desaparecen sin que veamos cómo ha terminado el asunto y no se vuelve a saber de ellas. ¿Es algo que pensáis retomar en caso de que hubiera una segunda temporada, o forma parte del estilo de la serie?

EFDLC: No es algo exclusivo de las novias, las tramas se abren y se cierran, pero siempre hay elementos que no sabes dónde han ido. Eso no quita que en una hipotética segunda temporada reaparezcan personajes de la primera, sean novias o técnicos de ADSL. Nos gusta dejar en el aire elementos de las tramas, no sentimos la necesidad de dar un cierre clásico a cada historia. Sí, es el estilo de la serie.

DM: Otra serie con la que “El fin de la comedia” tiene cosas en común es la de Jorge Sanz producida por Canal. ¿La tuvisteis en mente al escribir la vuestra?

EFDLC: Claro, es un referente que nos encanta, y una de las series que nos empujó a sacar adelante “El fin de la comedia”. Admiramos a David Trueba y la forma de desnudarse ante el espectador de Jorge Sanz en esa serie. Con ella tenemos en común el tono, el estilo de dirección, y un atractivo galán como protagonista.

DM: Siempre que se trabaja con cómicos, se da por hecho que aportan mucho a los diálogos cuando ya se está grabando, aunque muchas veces no sea así. ¿Cuánto hay de improvisación en el resultado final? ¿Sois de los que permiten que los actores “morcilleen” o les pedís que respeten el texto?

EFDLC: No hay improvisación, pedimos a todos los actores que respeten el texto y así ha sido. En los ensayos sí dejamos que los actores morcilleasen o propusieran cambios, pero los aceptábamos o descartábamos en ese momento. Teniendo en cuenta el tipo de rodaje (con tiempo y presupuesto muy ajustados), no podíamos permitirnos el lujo que se da, por ejemplo, Larry David, de llegar a una secuencia con la idea básica de lo que tiene que ocurrir y dejar que los actores improvisen hasta encontrar la perfección.

DM: ¿Grabasteis el piloto antes de vender la serie? ¿Fue eso lo que movisteis o los pasos que distéis fueron otros?

EFDLC: Sí, en mayo de 2014 nos planteamos la serie y teníamos 2 vías: Escribir una biblia, un dossier, un guión y moverlo todo por productoras, o lanzarnos a grabar el piloto y ver qué pasaba. Nos decantamos por la segunda opción porque creíamos necesario tener un capítulo terminado para que se entendiese el tono exacto que queríamos darle a la serie y que se viese a Ignatius fuera del escenario. Lo costeamos entre los 3, y tiramos de un equipo técnico/artístico amigo que se lanzó a la aventura con nosotros. Lo grabamos de forma algo más casera que la serie, editando en casa, y lo llevamos a Comedy Central, el canal que parecía más apropiado para apostar por una serie así. Desde el principio, nos dijeron que iban a intentar que saliese adelante, y así fue.

DM: ¿Cómo ha sido la relación con la cadena? ¿Habéis pasado muchos filtros o habéis tenido libertad?

EFDLC: La relación con la cadena ha sido de libertad absoluta. Para bien o para mal, lo que se ve en pantalla es lo que hemos querido que se vea. Tuvimos que pasar el filtro de la cadena con los guiones y con los montajes, pero al margen de pedirnos algún recorte por temas de duración, nos han dado carta blanca, algo complicado de conseguir en el panorama televisivo actual.

DM: ¿Cuál ha sido vuestra función en la serie aparte de escribirla? Raúl y Miguel han codirigido todos los capítulos, pero, además… ¿los tres habéis funcionado como showrunners a la americana supervisando todo el proceso hasta el final o habéis delegado?

EFDLC: A todos los efectos, hemos sido showrunners de la serie, controlando directamente todo el proceso de guion, dirección, y montaje. Tan solo a nivel de producción hemos delegado, aunque aprobando las decisiones de peso.

DM: La serie ha sido producida por Sayaka, la productora de Vigalondo, Cobeaga, etc. ¿Cómo ha funcionado la relación entre ellos, Comedy Central y vosotros? ¿Cómo os habéis organizado?

EFDLC: La relación ha sido muy buena entre Sayaka, Comedy Central y nosotros. Como decíamos, Comedy Central ha estado muy encima de todo el proceso, pero dándonos completa libertad, y lo mismo ha pasado con Sayaka. Nos conocemos desde hace muchos años, y a la hora de trabajar, todo era muy sencillo. Sayaka y Sara García, la jefa de producción han estado entre la cadena y nosotros, aportando opiniones sobre los capítulos, y gestionando toda la parte de producción que a nosotros se nos escapa.

DM: ¿Existe la posibilidad de que haya una segunda temporada?

EFDLC: Depende, ¿tenéis algún lector con audímetro?

2 comentarios en «ENTREVISTA: ASÍ SE ESCRIBIÓ “EL FIN DE LA COMEDIA”»

  1. Hay algo que no han terminado de contar en la entrevista. Una parte de ese “equipo técnico/ artístico amigo” del que se tiró para embarcarse en la aventura de la grabación del piloto, fue despreciado para la posterior grabación de la serie. Tal y como se puede imaginar, se les pidió el favor de trabajar gratis por las razones que todos hemos escuchado cuando alguien nos pide sacar un proyecto adelante y no hay dinero de por medio. Este equipo rodó el material del piloto gracias al cual la serie vio luz verde, pero se contó con otro equipo a partir de ese momento.

    Cuando se grabó el piloto, muchos de los miembros de ese “equipo técnico/ artístico amigo” estaban en paro, sufriendo una de las peores rachas de sequía que se recuerdan en el sector. Sobra decir que la ilusión con la que trabajaron para que EFDLC viese la luz, también estaba depositada en la oportunidad de formar parte de la serie en caso de conseguir la financiación necesaria. No recibieron ninguna llamada, ni mucho menos una explicación cuando esto se materializó.

    La serie es genial en todos sus aspectos. Todos los departamentos han hecho un trabajo magnífico y es justo felicitarlos por ello. Es parte de la recompensa que otros que también han aportado su esfuerzo tampoco van a recibir.

    Yo no formé parte de aquel equipo, pero sí lo hicieron personas muy cercanas y queridas. Ellos han decidido callar. Respeto su silencio y no hablo por boca de ninguno de ellos, aunque conozco muy bien su decepción. Lei la entrevista y me pareció justo contarlo.

    Saludos

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