Por Ángela Armero
Para empezar este post voy a coger unas palabras prestadas.
Si trabajas gratis en los proyectos de una productora igual te comes un mojón. Si trabajas gratis en tus proyectos igual te comes el mundo.
— Carlos G. Miranda (@CarlosG_Miranda) October 16, 2014
Como empieza el sermón de Peter Finch en Network, todos sabemos que las cosas están mal. Si a esto se añade que cada vez salen más estudiantes de las escuelas de cine y de los másteres de las universidades, sumado al carácter “vivo” de muchos empresarios, tenemos una situación cada vez más frecuente y difícil de combatir: guionistas jóvenes y con poca experiencia trabajando gratis para productoras. Y del mismo modo que los hay jóvenes, me atrevo a decir que también los hay veteranos pasando por el mismo aro. El de trabajar gratis.
Entiendo las razones por las que cualquier guionista accede a trabajar sin cobrar. Las entiendo, porque cuando uno empieza, trabajar es lo más importante del mundo, y porque cuando uno está dentro, seguir en el “bisnis” se convierte en algo angustioso y vital. Pero aunque las entiendo, no las comparto, y a esas razones para el “sí” quería oponer unas cuantas para el “no.”
Una precisión: cuando hablo de trabajar gratis no me refiero a hacer una prueba, o a que un guionista escriba sus ideas y genere su propio material (sea en forma de serie o película, tv movie, webserie, obra de teatro, novela…) que eso es maravilloso y cuanto más se haga mejor, sino a que un guionista no debería aceptar encargos si no es cobrando.
Entre otras causas, por lo siguiente:
1. Dice muy poco de un guionista que acepte trabajar gratis. Es como llevar escrita en la frente la palabra “desesperación” y eso, como todos sabemos, es un márketing penoso.
2. Si alguien te dice que trabajes gratis, se lo habrá dicho a varias personas más porque total, es gratis. Seguramente el fruto de tu esfuerzo, el trabajo que has desarrollado, será presentado en alguna mesa en alguna triste pila junto al resto de los proyectos en los que no se ha invertido nada. No solo no habrás cobrado, sino que tendrás una competencia feroz.
3. Porque tienes que vivir de esto. Puede que no ahora mismo, pero no serás un guionista de verdad hasta que cobres por tu trabajo.
4. Porque, aunque es muy fácil creer en el condicionante de “te pago si la serie sale”, una serie en la que un productor no pone pasta y entusiasmo difícilmente va a salir.
5. Porque si trabajas gratis una vez sientas un precedente muy malo para tu carrera.
6. Porque eres el único pardillo o pardilla que va a hacer su trabajo gratis en la productora. ¿Acaso las secretarias cogen el teléfono gratis?
7. Porque deberías ser solidario o solidaria con los profesionales que necesitan vivir de esto. Si tú pretendes formar parte de ese grupo algún día, hazlo, aunque no sea por principios o por ética, sino porque si se generaliza lo de trabajar gratis, dentro de unos años cobrar será la excepción… y no conozco a nadie que quiera eso.
8. Porque, por muy poderosa que sea tu vocación, tu sentido común debería ir primero.
Y ahora va la que considero la razón más importante de todas.
9. PORQUE NADIE VALORA LO QUE NO CUESTA. Si tú no le das valor a tu trabajo, nadie lo hará. Si un productor invierte una cantidad, aunque no sea millonaria, en desarrollar una serie, se encargará de hacer que su dinero sea rentable. Si no le ha costado nada, se sentirá perfectamente tranquilo tanto si lo mueve como si no. La mejor manera de proteger tu esfuerzo y tu talento es ponerle precio. La mejor manera de hacer creer al mundo que lo que escribes es bueno es ponerle precio. La mejor manera de convertirte en un profesional y no en un dominguero es ponerle precio.
Deberías hacerlo por los demás compañeros, por el futuro y por el presente de la profesión y porque trabajar gratis está mal…Pero sobre todo por ti. Y porque, como diría Carlos G. Miranda, nadie quiere comerse un mojón.
Muy necesario post. Deberíamos escribir también una versión complementaria: “Productor; razones por las que no deberías hacer trabajar gratis a nadie”.
Natxo, estoy absoluta y radicalmente de acuerdo contigo. Y Angela, este posto tiene que ser trending topic y falta un punto: 10. entregar gratis un guión ya escrito para que te lo muevan y si consiguen fondos te pagan es quemarlo. (Y que conste que de este punto peco y así me va, colegas.)
Por eso reivindico que los guionistas demos un paso al frente en la gestión de nuestro trabajo: las citas con las cadenas tv. Y si conseguimos esos fondos, nosotros decidimos quién será nuestro productor.
Por lo que tengo entendido las televisiones no leen proyectos de particulares. Tienes que estar respaldado por un primer filtro, que sería el de la productora. Con todo, estoy de acuerdo con lo que dices. Quizá la solución sería convertirse uno mismo en productor. Pero eso también es una historia, porque conseguir dinero para levantar un proyecto, buf… hace falta arte para eso. Complicadito el tema.
Yo como estudiante en último año de carrera creo que con mi cero experiencia en el mundo laboral (del guión, del cine, del periodismo, o de lo que sea) y como yo, mil más, la única manera de romper el bucle “no te contrato porque no tienes experiencia” es trabajando gratis. Y es una putada y me da mucha rabia, pero así están las cosas. Aunque claro, es diferente, me refiero a unas prácticas, a ser becario en algún sitio, no tanto a desarrollar un proyecto entero…
Celia, entiendo que creas que eso es lo que te hace diferente, pero en realidad es lo que te hace igual. En lo de las prácticas y eso prefiero no meterme porque hacer a alguien pagarse la comida y el transporte es hacerle pagar por trabajar, pero creo que si tú escribes un proyecto, una idea tuya, y la muestras al mundo es como te puedes hacer valer. (Es mi opinión.)
De todas formas, y sin quitaros la razón (porque la tenéis, nadie debería trabajar gratis) también es fácil decir “no deberías hacer esto” desde una posición relativamente cómoda. Hay veces que las puertas las ves tan cerradas y queda tan poca comida en la despensa que es normal sentir la tentación de irse con el primero que te vende esperanza.
Yo hace unos meses monté mi pequeña productora, con la que hacer vídeos para empresas, cortos cuando podamos… Le gente te llama, y te pide presupuesto. Les haces presupuesto, intentas ajustarlo todo lo posible (hasta el punto que a ti mismo tus presupuestos te parecen de risa), y siempre es mucho. No sé si porque siempre hay alguien que lo ofrece más barato, o porque simplemente hay proyectos en muchos sitios, pero no hay dinero en ninguna parte… Al final tengo la tentación de decir a las empresas, “mira, no te preocupes, el primer vídeo te lo hago gratis y ya veremos luego, si más adelante tienes presupuesto pues lo cobramos”. Tengo la tentación de decir esto, pero no lo digo, y no lo hago. Sobre todo por un motivo: por orgullo. Porque durante todo el proceso no podría evitar la sensación de que se me están riendo a la cara. Para trabajar así me vuelvo a los bares, y trabajo en mis cosas durante mis ratos libres.
Pero siendo esto así, y como digo, estando de acuerdo con lo que defiende el post, no puedo evitar que me joda un poco que los oficiales en retaguardia, con comida caliente en la mesa y ciertas garantías de supervivencia, nos aconsejen tan alegremente y con cierta condescendencia sobre cómo tenemos que comportarnos los soldados rasos que estamos en primera línea de fuego en esta guerra.
Yo no sé si es una guerra. Pero si lo es, los oficiales empezamos en las trincheras también, y yo personalmente llevo trabajando 14 años, desde que tenía 20, y nadie me ha regalado nada. Me han salido muchas cosas mal, algunas bien, y te aseguro que nadie, salvo tres o cuatro, tienen el futuro o el presente asegurado. No lo hago “alegremente”, ni desde luego espero haber sido condescendiente. Como he dicho en el texto, entiendo las razones por la que se podría trabajar gratis, pero creo que no es bueno hacerlo.
Hombre, seguro que has estado en las trincheras, y por supuesto que te has ganado tu lugar. No he pretendido poner en duda nada de esto, y si lo has sentido así, mis disculpas. Tampoco pretendía personalizar en ti mi comentario, ni mucho menos. Ya te he dicho además, que estoy de acuerdo con lo que defiende el post. Sólo digo que a veces me da la sensación de que desde más arriba no siempre se es del todo consciente de cómo están las cosas por aquí abajo. Pero en fin, no era mi inteción ser malrollero. Un mal día, supongo.
Javier, no me había ofendido, solo quería que entendieras que bueno, alguien tiene que decirlo, con el nivel de experiencia que sea, pero alguien tiene que decirlo. Ánimo.
Con todo el respeto y simpatía por la gente que lo tiene crudo para acceder al mercado laboral, el argumento “la cosa está tan chunga que no me queda otra que trabajar gratis” es erróneo desde la premisa, y es indefendible mediante la lógica. Es pensamiento mágico, vaya. Si queréis hacerlo, hacedlo. Pero casi mejor que no lo razonéis, porque lo estáis empeorando.
Yo soy parte de esta generación de post-estudiantes fuera de toda órbita laboral y me siento tristemente identificado con esa idea de ‘querer trabajar gratis’. Desde que salí de la burbuja estudiantil (entonces había creencias raras y aún estaba en vigor la expresión ‘salida laboral’) mi rasero de exigencia se ha ido abriendo como si fuera una tapa de retrete; y, claro, ahora puede meárseme quien quiera. El deseo es tan poderoso que uno no piensa en cómo lo que hoy decides puede afectarte ni en presente ni en futuro, tanto individual cómo colectivamente. Debo decir, sin embargo, que algunos de los puntos del post de Ángela me han hecho abrir los ojos. Realmente no había caído en lo contraproducente y estúpido que puede ser trabajar gratis. Ha sido una buena bofetada. Aunque, como dice Javier, luego hay que lidiar con la realidad, con las opciones que te da el mercado (que es una cosa muy presente en la vida, y muy circunstancial, y te somete porque te parece que allí está la cosecha que un día sembraste y ahora te pertoca recoger) y vives una serie de situaciones concretas (no colocas nada de lo que escribes y no encuentras curro ni en los súpers!) que al final te llevan a pensar que ‘trabajar gratis e una productora’ es en realidad ‘una oportunidad para exponerte y, tal vez, despuntar y salir del pozo en el que te ves metido’. Supongo que la escala de valores es una cosa que se amolda a las situaciones que uno va viviendo. Y cuando no curras te la suda un poco todo.
La verdad es que tristemente, estoy de acuerdo con este post. Pero lo defiendo porque yo misma pasé por uno de esos proyectos donde lo único que se vende es el humo que fabrican para convencer a la gente a trabajar gratis. El equipo de guionistas lo formábamos cuatro jóvenes guionistas liderado por un realizador, con dudoso conocimiento sobre guión, pero algún que otro contacto para convencer a actores y engañar a algún productor. Estuvimos un mes currando una media de ocho horas para llevar a cabo el proyecto de otro. Tras un mes donde ni siquiera nos pagaron el autobús a una productora que en teoría iba a producir el piloto, la “ilusión” de estos cuatro guionistas se vino abajo y desde ese momento decidí trabajar “gratis” en mis proyectos y la verdad es saques lo que saques, al único que puedes engañar es a ti mismo.
Pero por supuesto que cuando te venden la moto (porque en este caso hubo prueba de guión y todo) no te crees que el proyecto va a ir a la basura…En fin, supongo que a palos se aprende.
Cuanta razón tienes!!
Pingback: Algunas razones por las que no deberías trabajar gratis
Los comentarios están cerrados.