Continuamos con la serie de artículos escritos por los alumnos del Máster de Guión de la Universidad Pontificia de Salamanca, donde varios de los autores de este blog colaboramos como profesores.
KRYPTONIZADOS
por Jennifer Marcos y Paula Segura
Desde Krypton, 24 guionistas son enviados en una cápsula a través del espacio al Máster de Guión de la UPSA. Gracias a los valores de sus padres adoptivos: David Muñoz, Pablo Remón y Sergio Barrejón, los jóvenes guionistas comienzan a desarrollar poderes sobrehumanos. Esos poderes les exigen grandes responsabilidades además de representar una esperanza para el mundo del guión. Pero tener estos superpoderes no implica ser los mejores y menos saber manejarlos todavía. Esto es sólo el principio de su aventura. Estos guionistas se enfrentan a desmesurados conflictos provocados por diferentes villanos aunque lo que desconocen es que en muchos momentos los villanos serán ellos mismos. Exceso de confianza, miedos e inseguridades son algunos de los más temidos.
A lo largo de cinco meses estos guionistas han sido supervisados por sus padres adoptivos en diferentes procesos de creación tanto de largometraje, como de cortometraje y escenas. Todo ello bajo presión, que solo así se consigue sacar lo mejor de cada alumno… o no. Eso lo sabrá cada uno.
1) El primer superhéroe fue David Muñoz:
El primer día parecía que íbamos a entrar en un campo de entrenamiento a las órdenes del Sargento Muñoz. Los síntomas de los aspirantes a guionistas eran claros: sudores fríos, nervios, palidez y bailes intestinales. Todo apuntaba que se trataba de una amenaza. Había más tensión que en el bautizo de un Gremlin. Nos aseguraron que íbamos a llorar con él pero lo que no matizaron es que iba a ser de la risa. La experiencia con David Muñoz ha sido intensa, nos ha marcado en todos los sentidos porque en ningún momento ha dejado su lado más profesional pero tampoco ha evitado el más humano. Ha sido muy importante contar con un profesional como él que te apoye y con el que ir cogido de la mano durante todo el taller.
El proceso de creación de largometraje ha sido duro, hubo momentos de bajón, de impotencia, estancamiento, de no poder más —así se lo hicimos saber a David por activa y por pasiva— pero entonces aparecía David Muñoz clamando al cielo mientras decía: “aparece un letrero con luces de neón, envuelto en llamas, que dice: bienvenidos al maravilloso mundo del guionista. Eso es así.” Y sí, es así, no hay razón para desanimarse, esto va a ser nuestro día a día si nos dedicamos a ello, de lo único que nos va a servir la desmotivación es para entrar en modo bloqueo mental y, la verdad, tenemos mucho que perder con esta actitud. Después de mil sinopsis y diez mil escaletas —bueno igual fueron 99.999— entendimos el poder de la reescritura y que, aun así, quedaba y sigue quedando mucho por hacer.
Con él hemos vivido una experiencia muy cercana a la muerte a la industria. ¿Nos tropezaremos con alguien como David ahí fuera? Es poco probable, a no ser que para entonces exista algún sistema de clonación. Con David Muñoz hemos podido comprobar a través de sus experiencias y su visión cercana, sincera y divertida qué es lo que nos vamos a encontrar ahí fuera.
Eso sí, en el taller de David hay que tener sentido del humor y capacidad de autocrítica para no venirse abajo. Al principio cuesta, como todo, pero el Sargento Muñoz nos ha hecho más fuertes y nos ha permitido disfrutar (más que sufrir) de todo el proceso.
2) Poco después llegó el segundo superhéroe: Pablo Remón, el hermano gemelo de Leiva… ¿o le tenía un aire a Steve Carell? Abriríamos una votación pero no creo que nos genere muchos ingresos.
Pablo Remón es el superhéroe cercano y profesional, siempre sincero con nuestros trabajos detectando qué pata de la mesa cojeaba. Cada vez que terminaba su taller salíamos con una sonrisa y con la sensación de regresar a casa con la mochila llena, habiendo aprendido algo nuevo y sobre todo valioso. Después de su taller ninguna conversación que surge a nuestro alrededor es en balde. Todo es susceptible de ser convertido en una escena, y no hablemos ya del subtexto, que tantas pasiones ha levantado.
Cabe destacar su ímpetu y facilidad para crear un excelente ambiente de trabajo durante las clases. Toda idea que salía de nosotros, aunque nos pareciera una chorrada, siempre terminaba siendo algo útil. Es una manera de sentirse partícipe de cualquiera de los trabajos de nuestros compañeros. Un guionista y superhéroe también necesita saber trabajar en equipo, ya que en cualquier momento lo puede necesitar.
Nos ha aportado grandes beneficios, como el Actimel, sólo que éstos han sido de verdad. No sólo han sido académicos sino también profesionales a largo plazo, dándonos consejos sobre qué nos espera fuera y como empezar a dar los primeros pasos al terminar el máster.
3) El último superhéroe pero no menos importante fue Sergio Barrejón:
Quien nos iba a decir que un hombre que ha escrito un libro titulado Ese brillo en tus ojos podría ponernos en la primera clase, nada más empezar el taller, un cortometraje en el que alguien se clavaba una jeringuilla en el ojo. Fue el primer momento en el que supimos que sería un hombre de contrastes que nos ayudaría a espabilar y a no dejar que nos durmiésemos en los laureles.
Un hombre duro de pelar pero a su vez efectivo: una pieza fundamental que equilibra la balanza para que el resultado sea perfecto. En todo momento nos ha acercado una visión realista del mundo profesional sin dejar a su vez de animarnos para continuar nuestro propio camino. Sergio nos ha enseñado a valorar nuestro trabajo, como también hacía él, y a creer en nuestras ideas porque, allá fuera, en la selva del mundo audiovisual, nadie creerá en ellas si no lo hacemos nosotros primero. Nadie nos va a regalar nada, nuestro trabajo es nuestra carta de presentación, sin él de poco nos servirán los contactos.
Vivimos en una montaña rusa emocional constante y Sergio Barrejón nos advirtió de que debíamos ser conscientes de ello.
4) También a lo largo de estos cinco meses el Máster de Guión nos ha acercado a los diferentes y mejores expertos en el mundo del guión y la dirección, para nuestra sorpresa la mayoría de ellos con un claro nexo en común: José Coronado. Seguimos con la esperanza de que se presente en alguna sesión… tampoco es que le pidamos un beso apasionado.
Desde Rodrigo Cortés, Enrique Urbizu, Paco Cabezas hasta Fernando Franco, Ivan Escobar, Jorge Guerricaechevarría, Hatem Khraiche u Oriol Paulo (¡qué pelazo!) nos han enseñado que nadie sabe nada (si no que le pregunten a Rodrigo Cortés) y que todo es posible… o no.
Todos ellos nos han aportado su propia visión del mundo del guión y la dirección a través de diversas perspectivas, todas ellas como el Avecrem: enriquecedoras. La experiencia ha sido como hacer una comida en un puchero: ellos nos daban la pastilla pero los que teníamos que poner nuestra propia receta y esencia personal éramos nosotros mismos.
5) No queríamos pasar por Bloguionistas sin hacer una mención especial a la sesión de Carlos Molinero. Nunca una baraja de cartas dio tanto juego a tantos niveles. Y no, no estamos hablando de timbas ilegales. Fue una sesión en la que trabajamos under preasure con diferentes técnicas que nos iba aportando Carlos. Supuso una inyección de adrenalina que nos animó a creer en nuestra pequeña bestia que, aunque era fea y deforme, y todo el mundo la juzgara, tenía valor y sentido dentro de esa dinámica.
En conclusión, el contacto con estos profesionales nos ha servido para darnos cuenta de la importancia de la reescritura, la sensatez, el sentido común y la paciencia a la hora decrear una historia. También hemos aprendido a no rendirnos a la primera y saber que esto es una carrera de fondo, a luchar por nuestras ideas y creer en ellas. Han sido cinco meses de trabajo y esfuerzo por su parte y queríamos agradecérselo a todos los que han pasado por el máster —sin importar la duración de sus sesiones— tanto por su paciencia, comprensión y sabiduría. Sin ellos no hubiésemos llegado donde estamos ahora.
No sabemos cómo acabará nuestra particular historia, quién llegará a desarrollar y a dominar ese superpoder del todo y quién no. Quién acabará protegiendo a la “ciudad” en las sombras haciendo pequeñas acciones y quién fardará de todo el kit del superhéroe. Pero lo que sí sabemos es que hemos sido formados por los mejores al igual que también sabemos es que nos llevamos lo mejor de todos y cada uno de ellos, que nuestros padres adoptivos y sus aliados nos han dado todas las herramientas que estaban a su alcance para crear las historias. Y que, por último, ahora sólo depende de nosotros y de cómo las utilicemos para vencer al continuo fracaso que nos acechará.
Reblogueó esto en Blog de Jennifer M. Izquierdo y comentado:
Paula Segura y una servidora hemos escrito para Bloguionistas, ésta es la entrada.
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