ALGUNOS CONSEJOS DE ESCRITURA PARA NO PARECER UN PRINCIPIANTE

El guionista Natxo López. Foto: Héctor Beltrán.No es imprescindible anticipar una y otra vez cada uno de los movimientos de tus protagonistas. Dos personajes pueden encontrarse en una localización sin necesidad de ver previamente cómo han quedado. Un personaje puede aparecer dando un paseo sin que antes le haya dicho a otro personaje “me voy a dar un paseo”. De verdad, al espectador no le va a explotar la cabeza. Podrá entenderlo.

No hace falta ver constantemente cómo los personajes entran, saludan y se sientan, a no ser que se trate de un encuentro significativo, o que ese tempo te ayude a construir un clima. Puedes empezar directamente con gente hablando, observando, comiendo, gritando o follando. Arrancarás con mucha más fuerza. Lo mismo para los finales de escena, no los dilates sin necesidad. Recordad: “entrar tarde y salir pronto”.

– Las casualidades sirven para detonar historias, pero no para resolverlas.

Evita que los personajes expresen en voz alta lo que hacen o lo que ven. “Oh, vaya, fuegos artificiales” o “estoy llamando por teléfono” son frases que no deberían leerse en un guión, a no ser que esas acciones estén fuera de plano o alguien se las esté explicando a un ciego.

– Si en la resolución de tu historia entra en juego un elemento sorprendente o una habilidad especial de tu protagonista, vuelve atrás y siémbralos antes. Es fácil y la diferencia para el espectador será abismal.

Menos es más. Es mejor obligar al espectador a sumar, que aburrirle. Cuando reescribas, recorta.

No le des conflictos a los niños. Escríbeles las menos líneas de diálogo posible. Lo agradecerás cuando veas tu guión rodado. Los niños son útiles en la medida de lo que provocan en los personajes adultos (preocupación, alegría, desconcierto, animadversión, una debilidad, una motivación…).

Si un personaje le tiene que dar a otro información que el espectador ya conoce, intenta saltarte ese momento. A saco. Puedes empezar la escena in media res con la reacción del oyente. “No me jodas que te dijo eso”. Sí, puedes hacerlo.

No dirijas a los actores. No escribas “se lleva las manos a la cara, sorprendida”. Escribe “se sorprende”.

Evita especificar en exceso cómo son las localizaciones o el vestuario. No hace falta saber el color de unas cortinas a no ser que jueguen un rol importante en la secuencia o vaya a hacerse referencia a dicho color en el diálogo (“Vaya, qué curioso, unas cortinas color mierda”). Sé lo que pasa por vuestra cabeza: “Yo es que me imagino unas cortinas así para que la escena funcione”. Ya, pues entonces hazte director. O director de arte. O novelista.

Huye de las expresiones trending topic tipo “La he liado parda” a no ser que las utilices para que un personaje quede como un imbécil. Esas frases quedan desfasadas en días o semanas. Casi ningún guión se rueda tan rápido.

– En secuencias con mucha descripción de acción puedes hacer saltos de párrafo y dividirlos para facilitar la lectura. En serio, no va a pasar nada. Prueba.

En secuencias telefónicas entre dos personajes, no hace falta poner el encabezado de la localización antes de cada diálogo. Basta con acotarlo en acción: “la secuencia se intercala entre los dos espacios”. El director y el montador decidirán a quién se ve en pantalla en cada momento.

Los personajes argumentan con la cabeza. Pero toman las decisiones con las tripas. Puedes convencer a cualquier personaje de que haga cualquier cosa siempre que le provoques los sentimientos adecuados.

Revela las miradas. Quién mira a quién y cómo. Ahí está casi siempre la esencia de la escena.

Por Natxo López. Foto: Héctor Beltrán.

21 comentarios en «ALGUNOS CONSEJOS DE ESCRITURA PARA NO PARECER UN PRINCIPIANTE»

  1. “Huye de las expresiones trending topic tipo “La he liado parda” a no ser que las utilices para que un personaje quede como un imbécil.”

    Natxo, temporadas ENTERAS de series como ‘Aída’ se han construido alrededor de esta frase, esperpentos como Santiago Segura tienen una carrera en el cine y han resuelto escenas claves de sus ‘guiones’ gracias a ella, generaciones de cómicos del Club de la Comedia han logrado evitar caer en las redes de la droga o currando en el taller de chapa y pintura de sus padres gracias a estas cuatro mágicas palabras, que no pueden faltar en ningún monólogo que se recite en las fiestas populares de este país… Ese es el nivel del humor que gastamos por aquí, amigos. ¿Quién dice que escribir para la tele es difícil?

  2. Tendría varias cosas que decir sobre el punto 3.
    Y sobre el 9 diré que he tenido la oportunidad de leer la acotación más espectacular de la historia: “Fulanita, preocupada, se lleva la mano al puente.” (de la nariz!! en ese inconfundible gesto!) Por estas cosas y muchas otras…. siempre les digo a los actores que no hagan caso a las acotaciones. Besos xxx

  3. “Por estas cosas y muchas otras…. siempre les digo a los actores que no hagan caso a las acotaciones.”

    Curioso. Yo con los directores que no hacen caso a las acotaciones y a los actores que hacen lo mismo, procuro no volver a trabajar con ellos.

    Se pueden discutir si por plan de rodaje no cuadran (en el caso de que sean espaciales). Se pueden comentar si el guionista (en esto como en los diálogos) hace acotaciones impropias de las características de un personaje. Per eso se editan los guiones.

    Pero obviar las acotaciones de un guión me parece definitorio de un proceso de trabajo. Desde luego, no es el propio de las series que nos gustan tanto de fuera. Ni USA, ni europeas. Todo lo contrario.

    PS: No me vale como ejemplo lo de llevarse la mano al puente de… Si alguien escribe eso, probablemente es que esté en pruebas (y se le corrige) o si no lo está ya es un problema más grave que esté trabajando con la de excelentes guionistas que hay en paro.

  4. Gracias a todos por leer y/o comentar.

    Efectivamente, lo de la mano al puente es muy terrible. Entiendo que un director, si recibe una acotación así, debe eliminarla, un trabajo que, como bien dice Javier, alguien tendría que haber hecho antes a lo largo del proceso de escritura (y corrección).

  5. Por cierto dos cuestiones:

    – Como me dice mi buen amigo Marciano Menéndez, nadie está exento de caer de vez en cuando en estos erroes. Yo tampoco, por supuesto. Faltaría.

    – He olvidado añadir uno más: “Tu protagonista puede empezar un nuevo día sin la necesidad perentoria de ver cómo le suena el despertador, cómo se levanta y cómo desayuna”.

  6. Añadiría uno de los más importantes, seas principiante o no, que aunque no sea de escritura sí que afecta directamente a esta: tener dos dedos de frente.

    Yo estoy empezando pero a veces oigo cosas a compañeros de clase que me hacen pensar de todo, como la que comentaba que puedes eliminar la mitad de tu guión sin problemas y así aprovecharlo para cuando vendas la secuela (porque claro, ese primer guión se iba a vender seguro…).

  7. Hola Natxo, felicidades por las observaciones que has hecho, muy acertadas e ilustradoras.

    Sin embargo, hay una en la que no estoy de acuerdo del todo, aunque puede deberse a que no haya comprendido bien lo que querías indicar. En concreto se trata de esta:

    “No le des conflictos a los niños”

    Según esta afirmación los guiones de “Los 400 golpes”, “El sexto sentido” o “Verano del 42”, por citar algunos ejemplos paradigmáticos, parecerían escritos por principiantes.

    Conozco la famosa frase de Hitchcock en la que comenta que se debe de evitar trabajar con niños y animales, pero creo que esto no deja de ser un cliché. No veo porque dirigir a un niño, salvo los problemas de petición de permisos y demás burocracia, tendría que suponer una mayor dificultad que hacerlo con un adulto. Ahí es donde entra la pericia, la psicología y el oficio del director para conseguir sacar lo mejor de éstos.

    A lo mejor te referías a otra cosa y no he entendido bien lo que querías decir. En ese caso, mis disculpas. Como he dicho al principio, el resto del post me parece intachable.

    1. Sí, cierto, eso creo yo. Es una cuestión, muchas veces, externa al guión y no creo que deba tomarse como axioma, de primeras. Aunque en televisión, por plazos de rodaje, es probable que sea más complicado trabajar con niños que en cine, pero ahí están los ejemplos de series que has puesto, entre otros, para demostrar que cuando se hacen las cosas como es debido, no tiene porque suponer una traba el trabajar con niños.

    2. Es cierto que se trata, quizá, de la afirmación más extrema y peor explicada. Quizá debería haber dicho algo así como “dale conficto y lineas a los niños sólo cuando sepas que tienes un gran director de niños, un gran presupuesto para poder rodar infinidad de tomas y un departamento de casting dispuesto a remover cielo y tierra para encontrar a pequeños genios de la interpretación”. Normalmente no vas a tener ninguna de estas cosas.

      En este país los niños quedan mal casi siempre, especialmente en TV. Escribir conflictos a niños no es escribir mal, por supuesto, depende cómo se haga, pero cuando la gente vea un mal resultado van a renegar del guionista casi siempre, porque sus diálogos estarán tirados a la basura, por muy brillantes que fueran sobre el papel. Y, en cierto modo, saber sortear esas peligrosas minas forma parte, también, del talento de un guionista. Exagerando -mucho- es como si escribes en un guión: “una explanada con mil elefantes haciendo una coreografía”, y luego echas la culpa a los demás departamentos de que que el resultado no haya quedado creíble. Hombre, un poco se podía prever.

    3. Natxo, dices que “cuando la gente vea un mal resultado van a renegar del guionista casi siempre, porque sus diálogos estarán tirados a la basura, por muy brillantes que fueran sobre el papel” y creo que, al fin y al cabo, no dista mucho de lo que ocurre cuando tienes en el reparto a un actor adulto mediocre, o mal dirigido, o ambas; que estropea un diálogo bien escrito.

      Aun así, entiendo que te refieres a que encontrar un niño que sea un actor en potencia puede entrañar mayor dificultad, a lo mejor, por falta de referencias previas en las que apoyarse, pero esto no siempre es así.

      De este país han salido películas como “El espíritu de la colmena”, “Cría cuervos”, “El sur”, o, más recientemente, “La lengua de las mariposas” o “El bola”, por citar algunos ejemplos a bote pronto. Largometrajes todos ellos más que dignos y con niños en los papeles protagonistas. Entiendo que escribir películas que incluyan personajes de poca edad puede suponer un riesgo, pero, en mi humilde opinión, no por ello debería de ser tomado como dogma.

    4. Tienes toda la razón, no debe ser tomado como un dogma (¡nada de lo que digo, por dios!). Hay muchos ejemplos de grandes interpretaciones de niños, estoy de acuerdo. Pero, por mi experiencia (que es más televisiva, también lo digo), por desgracia tienden a ser excepciones, no lo habitual. Digamos que debería haberlo dejado en “yo que vosotros no me metería en ese jardín”.

    5. Dentro de poco esto dejará de ser un problema, porque tendremos niños robots teledirigidos tremendamente realistas, que funcionarán durante jornadas de 15 horas sin que nadie proteste. Les programaremos los gestos y la entonación con algoritmos informáticos… y lo estrenaremos ante un público que también estará compuesto por robots.

    6. Sí, cierto que en tele, al menos en España, es más complicado encontrar ejemplos que hayan funcionado. Claro, entiendo, más bien es un aviso a navegantes de que puede suponer un riesgo navegar por esas aguas.

      Pero, lo dicho al principio, el resto del post me parece muy ilustrativo.

  8. Ya deberíamos dejar de llamar actoraciones a las acciones de un guión. El término acotación es teatral porque acota el espacio. El término acción, acciona la historia, no la acota. Ésa es la diferencia entre el teatro y el cine, donde en uno se reduce en otro se amplia. :) Saludos.

    1. En realidad sólo se le llama “acotaciones” a palabras o breves frases que sirven para “acotar” de qué manera debe ser dicho un determinado diálogo (y que van incluidas entre paréntesis dentro o justo encima de éste).

      No confundamos con las “acciones”, que son lineas independientes del diálogo donde se explica todo aquello que sucede en la escena y que no está hablado (quién entra, cómo es una localización, las acciones, los sonidos…).

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