Texto y fotos por: Alberto Pérez Castaños y Vicente Bendicho Cascant
Tras el pase de prensa de No llores, vuela, el siguiente punto en nuestra agenda de enviados especiales en el primer día de trabajo en el Festival de Málaga era la alfombra roja del Teatro Cervantes. A partir de las siete de la tarde empezarían a desfilar algunos de los rostros más populares del cine español antes de que diese comienzo la gran Gala de Inauguración del Festival. Nuestro objetivo, a priori, era sencillo: hacerles fotos.
Los medios acreditados estábamos citados a las 18:30 para ir colocándonos en nuestros respectivos sitios. Sin embargo, la etiqueta “medio acreditado” no es tan exclusiva como puede parecer desde vuestras casas y la cola de fotógrafos, cámaras y redactores cuando llegamos no tenía nada que envidiar a la de quinceañeras que creyeron más adecuado apostarse al sol durante horas para ver de cerca a sus actores favoritos que ir al instituto por la tarde. Éramos bastantes, la verdad. Poco a poco, la cola fue avanzando y los alrededores de la alfombra roja, llenándose de periodistas. Cristina Teva, de Canal +, grababa sus primeras intervenciones frente a la cámara mientras, sin duda alguna, nos esperaba para ponernos a su lado. Ya faltaba menos. Solo teníamos un par de personas delante. Cristina empezaba a hacernos hueco… Pero no. Cuando nos tocaba a nosotros, ¡BAM!: “Lo sentimos, no cabe nadie más”. Nuestro gozo, en un pozo. Y también el de Cristina Teva, que a duras penas logró ocultar su decepción fingiendo una absoluta indiferencia.
Primer día, primer fracaso. Empezamos bien. Ya verás tú qué risas mañana cuando publiquemos fotos nuestras en pijama poniendo morritos en lugar de actrices y actores en traje poniendo morritos, pensamos. Se mascaba la tragedia. A pocos minutos de que llegasen los primeros coches, todo parecía indicar que aquella tarde detrás de la alfombra roja habría los mismos guionistas que sobre ella: cero.
Sin embargo, no nos rendimos tan fácilmente. Somos guionistas noveles, si no tuviésemos fuerza de voluntad estaríamos en nuestras casa con nuestras madres en lugar de en el Festival de Málaga deseando volver a casa con nuestras madres. Así que, hicimos oídos sordos a las amables sugerencias de las organizadoras diciendo que nos fuésemos a casa, que 647 periodistas ya eran suficientes, y nos quedamos donde estábamos junto a otros excluidos; incluso llegamos a hacer buenas migas con unos simpáticos jóvenes de una Escuela de Cine.
Primeros gritos púberes. Los actores, actrices y Manu Carrasco empiezan a llegar. Los flashes centellean. Esto ha empezado. “Pero si seguís sin poder hacer fotos, ¿para qué os quedasteis?”, pensaréis. Y puede que tengáis razón, pero las alfombras rojas no atienden a razones y las leyes de la lógica pierden todo su valor. Y, lo más importante de todo: teníamos una intuición. Y una chica de la Escuela de Cine era bastante guapa.
Finalmente, acertamos. La chica guapa nos hizo más o menos el mismo caso que Cristina Teva, pero nuestra intuición nos llevó a buen puerto y terminamos pudiendo sacar fotos más que decentes vistas las condiciones en las que nos encontrábamos. Todo gracias a Vicente, que rindió a la altura del fotógrafo de conflictos bélicos más atormentado de todo Vietnam y se comportó como un auténtico héroe, incluso llegando a hacer algunas sin mirar. Hemos bautizado esto como la “Vicentinha”. Como podéis comprobar, no se le resistió prácticamente nadie:
Hola !! Me encanta lo que hacen. Hoy les escribo por que me gustaría leer el el Guión de Nebraska en idioma español, pensé que quizás ustedes me lo pueden hacer llegar. Me gusta mucho escribir. Un abrazo, adriana
Adriana Mariame Ciudad de Buenos Aires Enviado desde mi iPad
Los comentarios están cerrados.