SESIÓN DE PITCHING

Por David Muñoz

Una de mis tutorizadas, la brasileña Gabriela Amaral Almeida, haciendo su pitching. El cogote es de otro de los tutores, Montxo Armendáriz.

Una de mis tutorizadas, la brasileña Gabriela Amaral Almeida, haciendo su pitching. El cogote es de otro de los tutores, Montxo Armendáriz.

Hace unas semanas asistí a la sesión de “pitching” de proyectos del último Curso de desarrollo de proyectos cinematográficos iberoamericanos, en el que soy tutor desde hace varios años.

Mientras escuchaba como los guionistas de cada proyecto iban contando sus historias estuve tomando notas, y me ha parecido que podía ser interesante compartirlas con vosotros. Espero que no resulten demasiado caóticas. Algún día las usaré (espero) para escribir una entrada en condiciones contando de forma más ordenada cómo creo cuál es la mejor manera de hacer un “pitching”.

-Es mejor que el “pitching” no supere los cinco minutos. Sobre todo en una sesión como esta en la que se van a escuchar 23 historias. Siempre es preferible ir al grano. Si te toca ser el 21 es probable que para ese momento tu público ya esté saturado. La mejor manera de que te escuchen con atención  es tratar de ser lo más sintético y claro que puedas.

-Tiempos verbales. Usar el futuro solo suele servir para complicar las cosas innecesariamente. “El protagonistas descubrirá que…”. Además, los guionistas suelen trabarse al usarlos. Sobre todo al intentar enlazar unas frases con otras. Es mucho mejor usar todo el rato el presente, como si estuvieras contando una historia que ocurriera en ese momento. Como en los guiones, vaya. Además, produce una sensación de inmediatez que contribuye a que quien escucha se meta más en la historia.

-Memorizar un texto pseudo literario no suele funcionar. No somos actores. Y se nota. El guionista sube a la tarima  y está tan preocupado de recordar su texto que se pone de los nervios y lo dice mal. Además, en cuanto se le olvida un “pie”, se bloquea, lo que contribuye aún más al nerviosismo. Si se quiere memorizar un texto, es mejor que  esté escrito emulando lo mejor posible la manera en la que hablamos realmente. No añadas dificultades a algo que ya es bastante difícil. Ser uno mismo es más fácil que querer ser otro. Hay que perder el miedo a mostrarse. Además, ya lo hemos hecho sin darnos cuenta al escribir nuestra historia.

-El guionista que consigue dejar claro en su “pitching” que la historia es importante para él, que le toca de cerca, tiene ya mucho ganado. Su interés, su pasión, es contagiosa. Esa pasión siempre está ahí aunque no se sepa o no se quiera mostrar. Nadie dedica un año de su vida (por lo menos) a escribir sin cobrar una historia que no le importa. Y si se nota esa pasión, da igual que el guionista se trabe, se agobie, o se ponga de los nervios.

-Permítete ser tú. Tu historia eres tú, además, lo quieras o no. Toda escritura acaba siendo autorretrato.

-El espectador siente empatía por el guionista que hace su “pitching” atacado. Conviene recordar que el público es gente que si estuviera ahí arriba lo pasaría igual de mal que tú o peor. Si la historia se cuenta de forma clara, si se entiende, a nadie le va a importar que la cuentes con la voz temblorosa. Quieren que la escribas, no que la interpretes.

-Por otro lado, también puede contarse muy bien una historia sin mucho interés. Hoy ha pasado. Pero lo más habitual suele ser lo contrario.

-Si tienes valor para hacerlo, lo mejor es olvidarte del papel con el que has subido a la tarima, y contar la historia como si se la estuvieras contando a un amigo.

-El “pitching” ideal debe dejar claro el tono y el género de la película, quién es el protagonista, su conflicto y su objetivo. O sea, debe contar la historia. Todo lo demás es irrelevante. Quienes escuchan quieren saber qué película van a acabar viendo en el cine en el caso de que se ruede tu guión.

-Siempre ayuda contar la historia desde el protagonista. Empezar con el nombre del protagonista suele ser lo mejor. “Luke Skywalker es un granjero de Tattoine que…”. Las historias le ocurren a gente. El argumento es lo que le pasa al personaje cuando éste empieza a perseguir su objetivo.

-Si la historia ocurre en un mundo fantástico o en un lugar muy especial cuyas peculiaridades condicionan el desarrollo de la acción, éstos deben ser descritos de la manera más breve posible. No estamos escribiendo un documental, sino ficción. Ubicar una historia en un lugar muy interesante no la hace necesariamente mejor. Casi siempre importa más lo que ocurre que dónde ocurre.

-Lo mismo ocurre con los datos biográficos de los personajes antes de su aparición en el argumento de la película.

-Hablar del tema suele ser contraproducente. Una mala película puede hablar de un tema interesante. Lo importante no es el tema que tratas, sino cómo lo tratas, y eso es la trama, el argumento.  ¿Qué es lo que diferencia tu película de, por ejemplo, tantas películas que se han rodado ya sobre el drama de los inmigrantes que tratan de cruzar la frontera de Méjico con Estados Unidos? ¿Qué es lo que hace tu película especial?

-Lo ideal es que el tema, y tu punto de vista sobre el tema, se entienda solo con escuchar la historia. Si no está en el argumento, no va a estar en la película. Por lo tanto, NO va a estar.

-De arrancar con el tema, debe hacerse de la forma más breve posible. “Esta es una historia sobre el drama de los inmigrantes que…” E inmediatamente: “Mi protagonista, Nelson Jiménez…”. “Quién” y “por qué” importa más que “qué”.

-Priorizar el tema en la exposición solo suele funcionar cuando este es excepcional, cuando se ha abordado poco en el cine. Entonces sí que debe dársele importancia. Pero no es algo habitual.

-Lo más importante: contar la historia. En algunos (afortunadamente, pocos) de los “pitchings” que estoy escuchando, cuando el guionista vuelve a su asiento, no sé muy bien de qué va su película.

-En otros, no me ha quedado claro si la película es un drama, una comedia o qué.

-Si fuera productor, después de un “pitching” querría saber qué película voy a producir si compro el guión.

-Tienes que confiar en la historia que has escrito y contar esa y no otra. Uno de mis tutorizados acaba de contar una versión de su historia que no tiene nada que ver con su guión. Cualquiera diría que ha escrito un drama sobre padres e hijos a lo Mike Leigh, cuando lo que ha escrito es un thriller con una familia acosada por un asesino psicópata al estilo de “El cabo del miedo”. ¿Y si le pide el guión alguno de los productores que están asistiendo a la sesión? ¿Qué pensará cuando lo reciba y vea de qué va realmente? Un “pitch” es una venta. No podemos ofertar un coche y que luego resulte que lo que tenemos es una moto. O bueno, sí que podemos, solo que lo más seguro es que te la devuelvan.

-Ejercicio previo al “pitching”: tratar de detectar si tu historia tiene elementos que la hacen destacar entre todas las otras historias. ¿Hay algo que la haga especial, diferente? ¿Quizá el protagonista, o un giro inesperado en su desarrollo? Si tienes algo así, debes darle prioridad en tu explicación. Tal y como me ha recordado leer las 254 sinopsis presentadas a “DAMA Ayuda”,  se escriben muchas, muchísimas historias parecidas. Destacar, llamar la atención, es fundamental. Ese algo especial es lo que algunos productores llaman “elemento de venta”. Y lo es.

-Pregunta básica: ¿cuál es el punto fuerte de tu historia?

-No se deben contar escenas en detalle a no ser que quede claro que eso es lo que estás haciendo (y siempre que esa escena te parezca muy representativa de la película que has escrito y sea realmente buena). Si tienes 3 minutos para tu “pitch” y dedicas 2 a contar una sola escena del principio de la película, la impresión que da es que no sabes muy bien lo que ocurre en el segundo y tercer acto del guión. Que estás vendiendo humo, vaya.

-Utilizar músicas, imágenes, etc. suele servir para poco. Despista de lo verdaderamente importante: la historia. Y quienes suelen asistir a estas sesiones a menudo son productores. Saben de sobra que esa música maravillosa que estás utilizando a lo mejor no estará nunca en tu película.

-Es importante saber a dónde va  la historia, no solo cómo arranca. ¿Cómo acaba el guión? En el clímax de la película suele resolverse el conflicto del protagonista. La película que el espectador se lleva del cine es la que ha visto en los últimos diez o quince minutos. No podemos venderla bien si no sabemos cómo termina. Una película es mucho más que su premisa. El productor sabe que es mucho más fácil encontrar una idea que una premisa, y una premisa que un buen desarrollo.

-Conviene presentarse. Y es mejor hacerlo al principio, antes de empezar a contar la historia. Pero esa presentación debe ser breve. Nunca se debe desgranar un currículum en detalle. Es aburridísimo y para el espectador es puro ruido que no retiene y olvidará en cuanto acabe de escucharlo (salvo que seas conocido, claro, y en ese caso sobraría la presentación).

7 comentarios en «SESIÓN DE PITCHING»

  1. Hola David.

    Una pregunta, ¿qué opinas de esos elementos que se utilizan para implicar directamente al oyente? Por ejemplo, en el caso del guión sobre el psicópata, empezar el pitching diciendo: “¿Qué harías tú si tu vecino fuera un psicópata que te acosa?¨ O cosificar la historia en un objeto que puedas entregar a los productores, para intentar generarles alguna sensación.

    Una vez hoy que todo esto eran “estrategias” positivas para usarlas en los pitching, pero al leer tu post me parece justo lo contrario.

    Saludos

  2. Hola,

    Si es breve, y claro, está bien, siempre que pueda generar interés por lo que vas a contar a continuación. Lo que pasa es que a veces se empieza con frases así y luego lo que se cuenta no tiene nada que ver. Y muchas historias no tienen un “high concept” resumible en una sola frase. Lo del objeto igual, puede ser gracioso, y quizá facilitar que te recuerden, pero vaya, que lo importante es la historia.

  3. Joder, hacer un pitching correcto es peor que contentar a mi ex, y eso es mucho decir. Por el momento hago como esos soldados de la avanzada: tiro la granada y luego me escondo y me tapo los oidos, a ver qué sucede. ¡Suerte a todos!

  4. Hola, David. Gracias por tus consejos. Una pregunta de absoluto lego en el tema: tengo un desarrollo de guión y quiero venderlo en un pitch. ¿Hay convocatorias en la que pueda participar, o es un club cerrado?
    Gracias de antemano y un saludo.

  5. Hola, ni idea de si hay o no convocatorias donde se hagan “pitchings” más allá de los que se hacen en cursos de desarrollo de proyectos. Al menos yo no conozco ninguna. No es que sean un “club cerrado”, es que esas actividades las organizan los responsables de esos cursos y por tanto, son para los alumnos que han participado en ellos. Eso sí, cualquiera tiene la opción de participar en esos cursos. Por otro lado, no sé qué quieres decir exactamente con que tienes un “desarrollo de guión”, pero si no tienes ningún crédito lo que te recomiendo es que escribas el guión completo y lo muevas. De eso hemos hablado mucho por aquí. Ningún productor tiene porque creer que puedes escribir un buen guión aunque tengas una buena idea para escribirlo. Tienes que demostrárselo.

    1. Muy interesante el artículo. ¿Dónde podemos encontrar cursos donde hacer pitchings de proyectos con posibilidad de que te los compren? Supongo que es muy generalista la cuestión, pero para orientarnos… Me ha gustado leerte. Gracias.

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