Por David Muñoz
“¡¡Hola “bloguionistas”!!
Soy un ferviente seguidor vuestro desde hace años y me considero uno de tantos aspirantes a guionistas. Tengo una consulta que haceros que me está consumiendo la cabeza.
Resulta que después de haber hecho varios cursos, haber leído mucha teoría y las entradas más didácticas de vuestro blog (y varios otros sobre guión también muy interesantes) hice lo que tanto recomendáis hacer. ESCRIBIR.
No es la primera vez que escribo un guión de largometraje, pero es la primera en la que he aplicado todo lo aprendido. Hice, pensé y rehice muchas veces la escaleta hasta estar contento. Luego escribí incluso un tratamiento. Y ya por último (y en gran parte gracias al curso que dio este verano David Muñoz en el que nos dio muchas técnicas para ponernos a escribir y evitar los bloqueos), he terminado la primera versión de mi guión. Ahora mismo todo es felicidad y alegría en mi cabeza, pero hay una palabra que resuena sin parar. REESCRIBE.
Sé que tengo que reescribir. Que el verdadero trabajo del escritor empieza ahora. Pero no sé por dónde acometer esta tarea. No sé una técnica óptima para la reescritura. Estoy bastante contento con la estructura de mi historia (ya digo que pensé mucho la escaleta), pero esta primera versión ha ocupado finalmente 162 páginas (con 132 escenas), así que de primeras sé que es muy largo y que debo recortarlo. Pero vamos, que estoy un poco perdido con el proceso de la reescritura y me encantaría si nos pudieseis orientar un poco sobre cómo la lleváis a cabo los guionistas profesionales.
Muchas gracias y continuar con el blog todo lo que podáis. No os hacéis una idea de lo gratificante que es leeros.
Saludos,
Guillermo Duplá.”
Hola Guillermo,
Lo primero: felicitarte. Me alegro mucho de que hayas conseguido terminar la primera versión de tu guión. Es así: para aprender a escribir guiones lo más importante es escribirlos. De nada sirve la teoría sino se aplica. Y claro, también me alegro de que te resultaran útiles las cosas que os expliqué en el taller de DAMA.
Lo malo es que no tengo muy claro cómo contestar a tu pregunta. Es casi imposible saber cómo abordar la reescritura del guión sin haberlo leído. Y dependiendo de cómo sea el guión, la reescritura debe abordarse de una manera distinta. No todas las primeras versiones tienen los mismos problemas.
Lo que sí parece claro es que el mayor problema que tienes es que te ha salido una primera versión larguísima. Lo primero que vas a tener que plantearte es reducir el número de páginas. No es raro que los guiones de las grandes producciones de Hollywood sean tan largos, pero es muy poco habitual que un guión de una película española pase de las ochenta y tantas o las noventa y tantas. Los tiempos que se manejan para rodar dan para lo que dan, y ahora mismo es casi imposible que un productor se plantee rodar una película de más de dos horas (a no ser que… yo qué sé, se lo proponga un Amenábar).
Por lo que cuentas, da la impresión de que has escrito escenas muy largas. 132 escenas es una cifra normal para un guión de largo, pero para un guión que ronde las 100 páginas, no las 162 del tuyo. Quizá podrías empezar a cortar por ahí aplicando la regla que siempre explicamos los profesores de guión cuando hablamos de escribir escenas: entra tarde y márchate pronto. Los prolegómenos y los epílogos suelen sobrar, lo que importa es la “chicha”. Casi siempre no hace falta explicar tanto las cosas como nos parece cuando escribimos la primera versión. En esa fase es normal caer en redundancias.
Luego, otra posibilidad es que hayas desarrollado más de la cuenta algunas subtramas. También suele pasar con las primeras versiones. De pronto una subtrama concebida para apuntalar o reforzar la trama principal, empieza a coger peso y acaba ocupando más páginas de las debidas (lo que además de descabalar el guión supone otro peligro: que la subtrama se apodere de la película o compita en interés con la principal). De todos modos ya te digo que sin haber leído tu guión es muy difícil poder ayudarte.
Aún así, sí que hay una serie de preguntas que merece la pena hacerse cuando llega la hora de meterle cortes a un guión y no sabes por dónde empezar:
-¿Has contado la historia que querías contar?
-Si es así… ¿cuál es esa historia? Cuéntatela a ti mismo, o mejor aún, cuéntasela a un amigo (con paciencia). Todo lo que olvides contar al explicarla verbalmente, probablemente sobra. Ve al grano. Tus lectores (y tus espectadores) te lo agradecerán.
-¿Hay escenas en las que se reitere información, en la que se “repase” algo que ya sabemos o que ya hemos visto? En las primeras versiones suele haber muchas escenas de ese tipo. Y deben ser las primeras en caer.
Algo que te puede resultar útil es escribir una escaleta de tu guión. Yo lo hago a menudo para conseguir “entender” la película que he escrito y ver con claridad su estructura. A veces con los guiones pasa eso de que los árboles no te dejan ver el bosque. Te enamoras de diálogos, de momentos, y te empeñas en conservar escenas que en realidad no sirven para nada y que para lo único que valen es para engordar el guión e impedir que la historia fluya a buen ritmo (esas escenas son las que tarde o temprano acaban eliminándose en montaje). Sé que da pereza ponerse con una escaleta de un guión que ya has escrito, pero de verdad que suele resultar muy útil. Condesar cada escena en un par de frases te pone más fácil determinar qué aportan, saber si son indispensables o no. También te permite ver si puedes “salvar” un detalle imprescindible de una escena que por lo demás sobra y colocarlo en otra. En realidad, fusionar unas escenas con otras es una manera también de ahorrar páginas en el guión y de acortar minutos en la película. Ocurre a menudo que mientras escribimos la primera versión tendemos a dedicar cada escena a conseguir un solo objetivo, cuando en realidad las escenas pueden cumplir varios. Es rara la escena, salvo que sea de una especial intensidad, que “haga” solo una cosa.
Y cuidado, que no soy de los que creen que todas las escenas de un guión tienen que avanzar necesariamente la trama. Tienen que resultar interesantes, que es otra cosa. Si bien es cierto que generalmente las escenas que nos parecen interesantes son las que hacen progresar el argumento, también nos atrapan escenas en las que se profundiza en las circunstancias de los personajes o en su psicología. Vale que es preferible que esas escenas sean breves, pero eso no quiere decir que no deban existir. De hecho, suelen dotar a la historia de esa textura emocional que en muchas ocasiones es lo que nos hace enamorarnos de las películas. Algunos momentos “pequeños” pueden pesar más que los grandes. No todo van a ser puntos de giro. Y cuando esos momentos “pequeños” no están, creo que la película se resiente. Hace poco vi la segunda parte de Thor y, aunque lo pase bien (es una space opera muy bien llevada, con ritmo y gracia), eché de menos detalles que me hubieran permitido empatizar con los personajes, profundizando en sus emociones. Solo se hace con Loki, el hermano malvado de Thor. A falta de esos tiempos “muertos”, la película a veces parece un tráiler, un clímax de dos horas. No quiero “espoilerla”, pero por Ej. en un momento dado la novia de Thor corre peligro de muerte tras ser infectada por un poder cósmico raruno que le da poder pero va a acabar matándola, y no hay ni un solo momento en el que veamos su miedo. Y resulta rarísimo. De todas maneras, dudo mucho que esa fuera una elección de los guionistas. Tampoco del director, Alan Taylor, que en una entrevista contaba que la película fue pulida y repulida y en montaje se perdieron muchas cosas que le hubieran dado más profundidad a los personajes.
Aunque dudo que tú vayas a tener ese problema, porque 162 páginas son MUCHAS páginas.
En fin, Guillermo, siento no poder ayudarte más. Pero como he dicho antes, para poder hacerlo tendría que haber leído tu guión. Espero que estas líneas al menos te ayuden un poco a la hora de decidir por dónde tirar.
Y lo repito: enhorabuena.
MÁS
La Fundación SGAE ha anunciado un Laboratorio de Escritura de Guiones de Cine y un Laboratorio de Escritura Audiovisual para Televisión. Las bases las podéis leer aquí.
La convocatoria de guiones de cine tiene algún parecido con la de DAMA AYUDA (o la de DAMA a la suya, ya que ellos es la segunda vez que lo hacen), de la que como ya sabéis soy tutor junto a otro “bloguionista”, Carlos López, pero con una gran diferencia: SGAE paga a los guionistas por escribir su guión, cosa que en DAMA no podemos hacer.
Y sí, estoy anunciando una convocatoria de la “competencia”. Pero como pienso que es estupendo que existan convocatorias de este tipo vengan de dónde vengan, me parecería absurdo no hacerlo. Eso sí, esto me reafirma más en mi deseo de conseguir que de DAMA AYUDA salgan buenos guiones y que, si es posible, incluso alguno llegue a rodarse. Para poder decir dentro de un año que vale, no pagamos, pero lo hacemos muy bien… o mejor.
Hay una gran diferencia entre DAMA AYUDA y lo de la SGAE, de hecho muy importante, y es que para el segundo mencionado, hay que ser socio (cosa que no acabo de entender del todo, no creo que un aficionado o aspirante a, sea socio), y por eso creo que DAMA AYUDA es más real y brinda mayor apoyo, y apostaría a que más cercano.
Coincido con Alessio. Es más, hasta donde yo sé, para ser socio de la SGAE necesitas tener obras “publicadas” (entre comillas porque en el caso de un guión supongo que será con la película rodada), si no, no hay derechos que gestionar.
En cuanto al tema de la reescritura, qué difícil es meter la tijera cuando el trabajo es tuyo. A mí poner distancia con lo que he escrito me cuesta muchísimo. Y si no pongo esa distancia no logro corregirme. Supongo que con la práctica también se aprende a reescribir.
Efectivamente hay que ser socio con obra que genere derechos. Es decir para ellos, para ellos y para ellos. No hay posibilidad si eres un guionista novel. Enhorabuena a los de DAMA.
Buenos días, quizás no soy el más adecuado para dar consejos u opinar como neófito en las lides de la escritura. Pero al paso del relato comentar la paradoja que surge al decir que has seguido cursos, libros técnicos, post didácticos y demás dando como resultado un guión de 162 páginas. Al margen del resultado, habría que leerlo, creo que deberías, por pura lógica, centrarte en seguir los consejos que comentas y ceñirte a los mismos criterios mayoritarios con los que trabajan los profesionales. Sino seguramente te quedarás aspirando a lo imposible. Y ésta ya está rodada.
Y como no, enhorabuena. Has hecho algo muy muy difícil. Espero verme en tu lugar en un tiempo, eso sí, con 110 páginas máximo.
Un saludo y perdona el comentario.
Aunque parezca mentira, es MUY NORMAL escribir una primera versión tan larga cuando estás empezando. Cuesta dimensionar las escenas. También pasa lo contrario. Yo tendía a quedarme corto. Por eso trabajaba bien con Antonio Trashorras, él se pasaba, yo no llegaba y entre los dos encontrábamos un equilibrio. Ojalá escribir fuera tan fácil como hacer lo que lees en libros o lo que te cuentan en un curso. O no, porque sería aburridísimo. Esto daría para otra entrada, y quizá la escriba, pero vaya, que se aprende practicando. Ver los toros desde la barrera es muy fácil. Y sí, el comentario me parece un poco improcedente. Todos nos equivocamos cuando estamos aprendiendo. Y en realidad nunca dejamos de hacerlo. Esto nunca es fácil. Por mucha teoría que hayas aprendido.
Hola David, lamento haberte transmitido esos sentimientos. Te tengo por alguien “cercano” al que debo en gran parte mi salto al vacío del guión, a la página en blanco, como muchos de los navegantes de esta web. Me siento como un desagradecido.
Mi curiosidad y ganas de participar y aprender me llevan a asomarme al foro.
Un error ha sido no darme cuenta de la sección del post: CONSULTORIO: REESCRIBIENDO. Mea culpa.
Otro, dar consejos u opiniones de aprendiz.
En cuanto al contenido, solo trataba de hacer ver, desde una posición pareja pero todavía muy muy lejana a la de Guillermo, la sorpresa al ver que no aplicaba algo asimilado por mí como un “principio” más o menos básico; la duración. Me doy cuenta, creéme de la dficultad de escribir un guión y la habitual práctica de comentar los actos de los demás desde el burladero, no solo en la escritura, sino en cualquier práctica. Quizás la envidia, sana espero, no intencionada creéme, tan habitual en los burladeros me ha llevado a ver a alguien que empieza, con acceso a formación presencial y especializada no aplicar algo asimilado por mí como básico por otras vías más sencillas. Me ha chocado mucho. Mi poco recorrido quizá me haya vuelto dogmático y haya quedado impertinente y seco. Lo lamento.
Releyendo tu respuesta a su consulta me lleva a pensar que un guión está vivo hasta que se rueda y que hoy he aprendido con mayor profundidad lo que significa REESCRIBIR, a 165 ó a 110.
Un saludo.
PD: Espero contestar en el lugar adecuado si acaso es adecuado siquiera constestar. Sino el administrador que haga lo que en buena fe estime.
Me encantan tus consultorios, David, me siento un poco como de enano, cuando mi madre escuchaba a Elena Francis mientras planchaba, pero leyendo sobre guiones (sí, soy talludito)… Tanto para los que escriben su primer guión, como para los que llevamos algunos más, pero seguimos sintiéndonos novatos, me parecen siempre interesantes tus apuntes, que van al clavo de los asuntos narrativos. Como me tutorizaste en una ocasión, y si esto sirve para alguno que lea por aquí, puedo contar que yo conseguí pasar un guión de 165 págs a 99 con tu ayuda, que es una exageración (por lo mucho que escribí al principio)… En mi caso un primer acto muuy largo, exceso de personajes (algunos personajes secundarios se podían resumir en uno), alguna subtrama que sobraba (se podía refundir con otra) y un problema con los flashbacks (era una historia con vueltas atrás al pasado), que no sobraban todos, pero sí la mayoría… Es cierto que luego te sientes extraño, dudas si la poda se ha cargado el guión, pero me parece a su vez un ejercicio muy estimulante, que tiene un poso de drama (por lo que quitas), pero también de aventura apasionante, te sientes un poco como Mister Wolf, hay que resolver problemas antes de empezar todos a chuparnos las pollas … La cuestión es a veces cuándo parar, sobre todo si no tienes perspectiva de financiación, porque incluso puedes reescribir demasiado… Pero está claro que una primera versión, necesita podas y algunas re escrituras.
Eso sí, ya el tema Thor, debo decir que me da una pereza brutal verla… y no soy anti blockbusters, al contrario, pero algunos, como bien dices, son puro clímax sin parar… y ya aburren demasiado, además no empatizas con ningún personaje, el gran problema de la mayoría de super producciones actuales, salvo raras excepciones como Gravity (una historia que va a el meollo), que sé por aquí que no te fascinó el guión, pero yo me quise ir al fin del mundo (o a la Tierra) con su protagonista (aunque sea la Bullock, pero a mí la escena del perro, aunque sea ñoña, me conquistó), y con el personaje Clooney de copas a una estación marciana (que es lo que tiene que conseguir un gran secundario, que te quieras ir de copas con él)…
Un abrazo.
PD: La información que das sobre SGAE (y otras propuestas que haces) demuestra, además, que eres un tipo sensato…
Creo que los consejos que da David son muy acertados pero yo añadiría uno más para saber por dónde empezar la reescritura. Dale a 5 personas a leer el guión (número impar mejor que par), no hace falta que todos sean cineastas aunque sí que gusten del placer de la lectura y que sean de tu confianza, ¿qué quiere decir de tu confianza? que tengan el valor de ser críticos con tu obra, un me gusta o un no me gusta no te aportarán nada. Deben profundizar, a veces está bien que les formules tú preguntas (seguro que en algún punto del guión tienes dudas) pero déjales hablar y argumentar.
No hay que hacer caso a todo. Aquí es importante aprender a distinguir el gusto personal del acierto crítico. Si de las cinco personas 3 ó 4 se perdieron en un mismo punto ahí hay algo que necesitas reescribir seguro, algo falla, no te busques excusas. Si sólo uno critica un detalle no tienes por qué hacerle caso, puede ser que sea una cuestión de gusto o una lectura superficial, de todas formas medita sobre lo que te digan.
Un saludo.
Es una buena idea. Yo intento hacerlo. Pero claro, lo que es muy difícil es encontrar a esas cinco personas…
John August tiene un consejo sabio al respecto para evitar acabar retocando tonterías en los diálogos en vez de solucionar los problemas reales el guión.
http://johnaugust.com/2005/how-to-rewrite
Magnífica entrada, David; muy útil, creo, tanto para los que empiezan como para los que, aunque hayamos escrito algún largo, parezca que siempre estamos empezando.
No se cómo se me pasó comentar esta entrada. Soy el Guillermo que mandó la pregunta.
Muchísimas gracias por las respuestas. Está claro que sin leer el guión es muy difícil contestar a mi pregunta, eso es algo que tenía asumido. Pero la idea era preguntar por las técnicas de reescritura más comunes que soléis usar los guionistas profesionales, y creo que has contestado a la perfección.
Por comentar un poco (aunque no creo que sea muy necesario), mi guión se trata de una historia de varios personajes cada uno con su trama que se van mezclando a lo largo de un día. Algo parecido a Historias Cruzadas o Magnolia, pero con un tono de comedia (por eso, especialmente el objetivo eran las 90 páginas).
De lo que comentas, creo que puedo aplicar la norma de “entrar tarde y salir pronto” a muchas escenas (especialmente las primeras cuando era mucho menos consciente de lo largas que estaban saliendo) y ajustar el peso de las tramas. Como ya dije, cada personaje tiene su trama y al ver el peso de cada una, hay una que especialmente está muy descompensada en duración (era la que más me divertía al escribir y eso ha hecho que le diera más páginas).
Creo que contar sí he contado la historia que quería. Como ya dije, partía de un tratamiento al que ya le había dado muchas vueltas previamente. Aún así, volveré a repasarlo por si es posible eliminar partes que una vez escritas no conjuguen tanto con el resto.
De nuevo, muchas gracias y vuelvo al tajo!! :)
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