Por Daniel Castro (Guionista en Chamberí)
Un lugar donde quedarse
Un viejo rockero, con el cerebro frito pero con un extraño sentido del humor, arrastra una maleta con ruedas. Cruza el océano en un trasatlántico para volver a Estados Unidos, ahora que su padre ha fallecido. Una vez allá, se entera de que éste dedicó los últimos años de su vida a intentar vengarse de una humillación menor que había sufrido en el campo de concentración nazi en el que fue internado. El protagonista decide continuar la misión de su padre. Busca por los Estados Unidos al viejo nazi. Por el camino encuentra juega partidas de ping pong, asiste a un memorable concierto de David Byrne, conversa con el tipo que decidió poner ruedas a las maletas, asiste a la combustión espontánea de un todoterreno que le prestó un mafioso y tiene memorables encuentros con ocas, bisontes y hombres tatuados.
Posiblemente, la película más libre del año. “Sólo lo raro es bello”, escribió Baudelaire, Pues eso.
Take Shelter
El protagonista de “Take Shelter” repite una frase para si: “Hay algo que no está bien, algo no está bien” viene a decir. Es casi la misma frase que repite Sean Penn en “Un lugar donde quedarse”, creo que en el interior del coche. Dos presuntos desequilibrados que resultan ser, irónicamente, más cuerdos que quienes les rodean.
Pero así como “Un lugar donde quedarse” es una curiosa road movie protagonizada por un Buster Keaton disfrazado de Robert Smith, “Take Shelter” es una durísima historia sobre la locura, el amor y el miedo. Ésta, en cambio, no es una película libre. Aquí sabes que, escribiendo y dirigiendo, hay un tipo que sabe a donde va. Y conduce muy bien.
Los descendientes
Un hombre corre en chanclas hacia la casa de unos amigos. Quiere asegurarse. ¿Es posible que sea verdad? Su mujer, ahora en coma, ¿es cierto que ha estado engañándole con otro hombre desde hace meses?
Sí, es cierto. Y Clooney, con sus chanclas y sus bermudas, llega a conocer al amante. Un hombre para el que su esposa significó demasiado poco. La extraña tristeza de Clooney en ese momento. Por lo menos, hubiera deseado que, para su amante, ella hubiera sido alguien extraordinario.
Declaración de guerra
Otra carrera. Ésta desesperada, por los pasillos de un hospital. Valérie Donzelli se dirige a si misma, cuando, hace unos años, recibió la noticia. Su hijo estaba gravemente enfermo. Ella y su novio se encarnan a si mismos en una película sobre la enfermedad de su hijo y cómo les afectó. Ahora su hijo está mucho mejor. Pero ellos ya no son pareja. Una película dolorosa y, sí, divertida.
(Aquí, en Filmin)
La cueva de los sueños olvidados.
Herzog entra en la cueva de Chauvet. Graba en 3D las pinturas rupestres. Los salientes de las rocas, los animales retratados. La mano de un artista, repetida en la pared. Tal vez es su firma. Tal vez es su voluntad de sobrevivir a la muerte y vencer al tiempo. Como la película que estamos viendo.
Y ese extraño epílogo del cocodrilo albino…
(Aquí, en Filmin)
Diamond Flash.
La minúscula película de Carlos Vermut es una de las más desasosegantes y originales del año. Una mezcla de Tarantino, Shyamalan y Bergman. Os lo juro. Que la haya logrado en condiciones tan precarias es el mejor de los estímulos en estos tiempos de negros augurios sobre el futuro del cine.
(Aquí, en Filmin)
Lo imposible.
Una película de catástrofes que no es una película de catástrofes, es la historia de una familia normal viviendo una experiencia extrema. Una historia de supervivencia contada con todos los recursos del cine más espectacular, pero también con honradez. No parece española. Efectivamente, parece una gran película de Hollywood. En el buen sentido.
De óxido y hueso.
A algunos no les gusta el título español. No acabo de entender porqué. Pocas cosas más físicas y duras que una película de Audiard. En ellas todo son cuerpos chocando, huesos partiéndose, cristales clavándose y sangre negra manando. De vez en cuando, un tímido rayo de sol. Un paso más cerca del melodrama, pero sin alejarse del género negro, Audiard y Bidegain adaptan libremente relatos de Craig Davidson, trasladándolos de Norteamérica a Francia sin que pierdan ni un gramo de verosimilitud en el camino.
Un amor de juventud.
Sin llegar a la altura de “El padre de mis hijos”, la siguiente película de Mia Hansen Love es una preciosa historia de amor y nostalgia que parece hablar, sobre todo, sobre el paso del tiempo.
(Aquí, en Filmin)
Esto no es una película.
Un director iraní, obligado por el régimen de Ahmadinejad a permanecer en su casa, sin poder rodar. Como un león enjaulado, pasea por el salón de su casa, grabado por la cámara de un amigo documentalista, arreglando detalles legales, preocupado por la seguridad de su familia, que queda atrapada en una manifestación contra el gobierno en las calles de Teherán y, sobre todo, leyendo el guión, interpretando los papeles, dibujando en el suelo las paredes de la casa imaginaria de una película que, posiblemente, nunca le permitan rodar. Pronto admite su fracaso. Una película no se puede contar. Si fuera así, no haría falta rodarla. Os recomiendo ver esta pequeña no-película sobre la necesidad de rodar. Cuando, como en el caso de alguien como Panahi, rodar es vivir.
Con escalofriantes títulos de crédito, por cierto.
(Aquí, en Filmin)
Hombre “De óxido y hueso” no es que contenga tímidos rayos de sol… es que es un amanecer deslumbrante. “Intoncable” para gafapastas… ¡menuda decepción!
¿Tan ñoña te pareció? A mi no, la verdad. Me pareció bastante dura.
“Intocable”, quiero decir.
David, será que estoy espeso, pero no he entendido a qué te refieres con lo de la decepción
Pues a que la película anterior del director de Óxido y Hueso me gustó mucho y pensé que esta sería buena. Pero no. Me pareció cine comercialoide del peor disfrazado de intenso. Y la historia de amor más absurda e increíble del año, solo salvada por el carisma de los actores.
¿Cine comercialoide? (ojo, spoilers) ¿porque acaba relativamente bien? A mí la escena del lago helado me encantó. El rescate, me refiero.
Bueno, da igual, imagino que todo es cuestión de gustos.
Y Holy Motors, Damsel in distress, Tabu?
No he visto “Damsel” ni “Tabú” (creo que ésta última aún no se ha estrenado en España). También me perdí otras que la gente está incluyendo entre lo mejor del año, como, por ejemplo, “The Deep Blue Sea”.
“Holy Motors” me pareció muy estimulante y original pero no me gustó más que las que he incluido en la lista. Es el caso de muchas otras, desde “Blancanieves” a “Moonrise Kingdom”, por ejemplo.
Hola,
Sólo comentar que “Un amour de jeunesse” la encuentro traducida como “Primer amor” en vez de como “Un amor de juventud”. Desde luego aquí traducimos como queremos.
Buena lista! Intentaré verlas con el tiempo!
Tiners razón, Pruden, me tiré de la moto con la traducción literal de “Un amour de jeunesse”.
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