DECÁLOGO DEL GUIONISTA EN PARO

Por Carlos García Miranda.

Soy guionista de series de la tele y durante cinco años me fue bastante bien, aunque ahora soy uno más de los que llevan un tiempo considerable en barbecho. Tampoco es que no haya currado en nada, he ido haciendo cosillas, pero lo que se dice trabajo de continuidad en una serie, de los que te alegran la cuenta bancaria, no he tenido en todo un año. Como yo hay muchos y cada vez seremos más porque esta situación va para largo, a pesar de que nos levantemos cada mañana pensando eso de “hoy me van a llamar”. Hace tiempo que opté por reorganizar mi vida laboral sobre todo para poder sobrevivir psicológicamente. Sí, estando en paro se puede tener vida laboral. ¿Cómo? Pues así:

1. ASUME LA SITUACIÓN. ¿Llevabas años trabajando como guionista y de pronto estás en el paro? ¿Pensabas que iba a ser cosa de una semanas, como mucho un mes, y ya te has pulido la prestación por desempleo que tenías? Bueno, pues aunque suene obvio el primer paso es aceptarlo. No hace falta que hagas una declaración en plan Alcohólicos Anónimos, pero sí estaría bien que tomaras conciencia de cómo están las cosas. Ya no pagan lo mismo, ya no te hacen fijo en ningún lado, ya no hay tickets de comida… Ya no hay trabajo tal y como lo conocíamos. El primer paso para sobrevivir a la situación es aceptar que tus años de abundancia han terminado.

pijama

2. QUÍTATE EL PIJAMA. Vale que no tienes una oficina a la que ir ni te toca pasarte la noche sin dormir para dialogar como loco el capítulo que graban al día siguiente, pero tu inactividad laboral no es excusa para que te quedes todo el día en pijama viendo la tele. Lo mejor es que te pongas una hora para levantarte (a ser posible que aún sea de día) y te metas en la ducha. Si tienes que quedar con alguien, aunque sea para hablar de Gandía Shore, pon la cita a la hora del desayuno y así ya te has despegado de las sábanas. Ah, y aunque no tengas a dónde ir ni nadie que te vea, ponte guapo.

3. BUSCA TRABAJO. Ha llegado el momento de hacerse un buen currículum y enviárselo a todas las productoras. La realidad es que la mayoría de las veces, ni siquiera te contestan, pero al menos lo tienen. Y no salen más que un par de proyectos de tanto en tanto, pero en la mayoría de ellos piden pruebas. Vale que tú ya pensabas que estabas colocadísimo y las ofertas te llegarían en forma de súper contrato y sin tener que pelearte para conseguirlo, pero las cosas han cambiado y, nos guste o no, volvemos a estar en la casilla de salida. Allá cada cual, pero tampoco creo que bajes de categoría por demostrarle a alguien cómo escribes. O igual sí, pero la realidad es que escribir una prueba te activa durante un par de días y te pone en contacto de nuevo con el mundillo.

4. SAL DE CASA. A ver, esto va por gustos, pero yo soy de los que escribe mejor fuera. Eso sí, si te quieres quedar en casa fenomenal, pero que sea currando. Ponte una rutina diaria, aunque sea de un par de horas, pero dale a las teclas; puedes ir al Pepe Botella, un Starbucks o cualquier sitio en el que te sientas cómodo con tu ordenador. Yo soy muy de bibliotecas, la del Reina Sofía o las de las universidades tienen mucha vida y te hacen sentir que no estás solo en esto. En La casa encendida tienen una sala de uso público con ordenadores sin internet, que desconectarse viene muy bien para concentrarse en la escritura. Sea donde sea, la cosa es que sientas que te levantas cada día a trabajar, aunque no tengas una nómina al final del mes que te lo corrobore. Ahora bien, ¿en qué trabajo? Pues en escribir porque eres escritor, que eso no te lo quita nadie.

ESCRIBE TUS COSAS

5. ESCRIBE TUS COSAS. Los que curramos de soldados hace tiempo que no escribimos lo que nos da la gana porque normalmente nos toca trabajar en los proyectos que piden las cadenas o las productoras. A veces tienes la suerte de que esos proyectos te gustan y los escribes como si fueran tuyos, pero aun así es raro que te olvides de tus propias ideas. Son esas que soñabas con escribir cuando estudiabas en la universidad, tu gran historia. Bueno, pues igual resulta que no es tan grande, pero lo que es seguro es que es la tuya y ahora tienes el tiempo para escribirla. Empezarás con muchas ganas, luego te bloquearás, tendrás la sensación de que no vale para nada escribirla si nadie llega a leerla y nunca la llevan a la pantalla… A lo mejor es verdad, pero al menos lo habrás hecho y tendrás algo que mover en el futuro. Hazlo.

6. BUSCA COMPAÑEROS DE BATALLA. Ponerte a currar solo y sin dinero de por medio puede ser muy duro. Todo es más fácil en pareja así que busca un colega con el que te guste trabajar, compraos una pizarra en Carlin y aunad fuerzas. Puede que al final no salga, pero en la mayoría de las cadenas o productoras, si tienes un par de teléfonos y algo de experiencia detrás, te pueden dar una cita para que se los cuentes. Y si escribes pelis pues algunos no te harán ni caso, pero por ejemplo en Filmax se la leen y te mandan un informe con su opinión. Merece la pena intentarlo, aunque sólo sea por tener a alguien con quien trabajar cada día.

7. TRABAJA DE OTRAS COSAS. Los guionistas somos bastante cerraditos; nos mola lo nuestro y punto. Pero en nuestro sector hay otros profesionales que para nada son así. No es tan raro ver a uno de dirección trabajando de script o a uno de arte en vestuario. Pues bueno, igual ha llegado el momento de que aprendamos de ellos y empecemos a ampliar horizontes. A fin de cuentas este es un trabajo de mucha gente y saber cómo preparan un plan de rodaje los de dirección, cómo buscan las localizaciones los de producción o aprender a montar puede ayudarnos a hacer mejor nuestro verdadero trabajo cuando los planetas vuelva a alinearse. Tampoco es cuestión de cambiar de profesión, lo justo es que puedas seguir siendo guionista, pero por formarte o probar no pierdes mucho y amplías las oportunidades. También puedes intentar escribir otro tipo de formatos: programas, series web, cortometrajes… Puedes probar con una novela (yo lo hice y me la van a publicar en abril del año entrante los de Planeta y todo), buscar un hueco en la publicidad (lo intenté pero no me llamaron), proyectos Transmedia (lo he hecho) o escribir guiones para videojuegos (lo quiero hacer).

8. DÉJATE VER. Da la sensación de que en este mundillo si no te muestras no existes. ¡Pues para eso están las redes sociales! Ábrete un twitter y sigue a los jefazos de las productoras, pon tu currículum un LinkedIn (aunque no estoy seguro de que alguien haya conseguido trabajo con eso) o en una cosa que se llama about.me que los americanos consultan mucho. También puedes agregar en Facebook a los guionistas majetes que admiten a todo el mundo, escribirles para preguntarles si saben de algo… No es cuestión de ser pesado ni mucho menos de hacer la pelota (o sí, allá cada cual), pero todos sabemos que estos trabajos no salen en los periódicos y cuantos más contactos tengas, más fácil lo tendrás. Ah, y lo de dejarte ver, también es dejar ver tu cabreo por lo que está pasando. A las manifestaciones hay que ir.

DEPORTE

9. HAZ DEPORTE. Los guionistas somos más de mover los dedos, pero la realidad es que menear el esqueleto viene muy bien cuando estás en paro. Primero para el tema de las rutinas porque así tienes algo más que hacer. Segundo porque los guionistas somos bastante endogámicos y si vas a un gimnasio, a jugar al futbol o a dónde sea que se sude seguramente acabarás hablando con gente que no sabe lo que es el raccord y te ayudará a dejar de pensar por un rato en la mala situación del sector. Y tercero porque te ayuda a descargar. Yo estoy en un equipo de Roller derby que es un deporte que consiste en darse de hostias con otros patinadores, cosa que viene fenomenal porque esta situación en ocasiones te llena de rabia. Por cierto, también me saco unos duros dando clases de patinaje que es de lo que vivía cuando tenía veinte años.

10. ECONOMÍA DE GUERRA. La realidad es que no tener trabajo te afecta en todos los sentidos, pero el que más sangra es tu bolsillo. La realidad también es que a los guionistas nos pagaban bastante bien. Bueno, pues aunque sea un topicazo, toca apretarse el cinturón. Igual es el momento de dar el paso e irte a vivir con tu pareja, o volver a compartir piso y así ser un poco más joven. Y aunque también suene tópico, hay un montón de cosas molonas que hacer con poco pasta: botellón, ver lucha libre en La Tabacalera, ir a un ciclo de cine de terror en el Artistic Metropol. No voy a engañar a nadie, se vive mejor con pasta… Otra opción es pedir becas, que hay pocas pero alguna queda. En unos meses resolverán las de artistas de la Unesco, y en nada volverán a abrir el plazo. En nada también saldrán las becas de la Residencia de estudiantes de Madrid o las del Laboratorio de guión de Sundance (el año pasado participé en el de Oviedo y tuve el placer de hablar del guión por el que me seleccionaron nada más y nada menos que con Zachary Sklar).

Pues básicamente con esto puedes sobrevivir en el paro durante una buena temporada. No os digo que vayáis a estar tan bien como cuando trabajabais, pero puede que os ayude a manteneros en activo, ganar algo de dinero y aprender cosas nuevas. Aunque también hay días en los que estarás hasta las pelotas de la situación, que no es culpa tuya, sino de unos cuantos incompetentes que mueven los hilos del país. En esos días no tendrás ganas de quitarte el pijama ni de escribir una sola línea. Esos días lo único que puedes hacer es ir a ver a tu madre, llorarle las penas, que te de un abrazo y te diga que no hay mal que cien años dure.

22 comentarios en «DECÁLOGO DEL GUIONISTA EN PARO»

  1. Aquí otra guionista en paro y… ¡hago todo lo que dices en tu lista! También conozco algunos casos donde han dado un paso más y empiezan a ganarse el sueldo con un plan B. El mundo de las clases extraescolares está lleno de guionistas que se sacan un dinero con el inglés, el alemán o las clases de música para niños.

  2. Me he sentido parcialmente aludido con este post, y digo parcialmente porque (y ese tal vez es un tema que merezca un decálogo reformulado), a diferencia de los que comulguen la totalidad de los puntos aquí expuestos, yo aún no he sido guionista. Soy aquel joven post-licenciado-masterizado que ha salido de la escuela y se ha encontrado la calle vacía. La principal diferencia, creo, es que nosotros aún tenemos que confeccionar nuestra red de contactos, empresa chunga cuando el muro que da acceso al mundillo parece impenetrable. Otro punto ajeno a los ni-neófitos es la idea de trabajar en otra rama del sector. No, no, eso para nosotros sería como volver a la senda del guión para los parados. Yo trabajo en un súper, lo cual no me parece humillante ni nada (algo común en los que puedan considerar el ser guionista una meta elevada y no un oficio más), aunque obviamente hay que hacer previo ejercicio de asimilación, buscar el suelo, pensar que va a ser temporal, optimizar el tiempo libre e invertirlo para futuras oportunidades que puedan surgir… Estamos en tiempos difíciles, para el guionista y para el fresador, pero aunque vayan mal dadas no hay razón para no seguir forjando nuestro destino. Al contrario, hay que trabajar, persistir, aprender para estar preparados llegada ‘la oportunidad’. Es más, soy de los que creo que las crisis revierten en buenas ideas, en escenarios devastados y, por ende, por reconstruir. Es momento para los emprendedores, para hacer del tiempo muerto una inversión de futuro. Para cosechar ideas y trabajarlas a conciencia. Luego las cosas llegarán o no, pero uno duerme más tranquilo cuando tiene la certeza de haber hecho las cosas bien.

    1. Pues sí, tú lo tienes más difícil por aquello de los contactos. Aunque también te digo que por no tener esa experiencia, eres más barato y a las productoras ahora mismo eso les interesa. Ah, y claro que ser guionista es una profesión como otra cualquiera, no un trabajo para dioses. Eso sí, como en toda profesión, hay mejores profesionales y peores. ¡Mucha suerte!

  3. Las recomendaciones está bien, animan, me parecen bien, aunque a Paco Roca le va bien estando en pijama todo el día…

    Bromas aparte, vaya por delante que me parece muy bien el artículo y prácticamente todo lo que en él comentas, pero con todo el respeto, lo único con lo que discrepo abiertamente, o lo veo de otra manera, es la manía de meter la política como siempre en el asunto, aunque las cosas vayan mal. ¿Qué pasa si uno no va a las manifestaciones? ¿Es peor guionista? ¿Por ir a manifestaciones y dejarse ver te van a salir posibles trabajos o van a pensar bien de ti? ¿Vas a ser marginado o señalado si no ves las cosas como el resto, o no vas a manifestarte siendo guionista?

    Obviamente que está bien manifestarse y protestar, y es lógico en estos tiempos, pero lo que a veces me preocupa de cosas que veo o leo cuando salen estos temas es ¿qué pasa con el que no quiere ir, o lo vea de otra forma? Creo que expresas mal la frase, entiendo que expongas tu punto de vista, e incluso que animes a protestar, pero no decir “A las manifestaciones hay que ir”. Lo digo porque resulta un tanto imperativo y parece que sólo pueda haber un pensamiento único en el mundo audiovisual, que a veces me preocupa porque me da que hay gente que no se atreve a decir en público lo que piensa o discrepar de la mayoría pensante por no sentirse marginado.

    Dicho esto, repito que el resto del artículo me parece muy útil, muy bueno y beneficioso.

    1. Opino, aliviado por no ser el único, lo mismo que tú. En mi vida he ido a una manifestación pero por presión social me he sentido obligado a mentir. Y sí, estoy de acuerdo en que en el mundo audiovisual resulta un imperativo ineludible.

    2. Yo creo que era una forma de hablar. Obviamente a manifestarse va quien le da la gana, huelga decirlo. Implícitamente está profiriendo su opinión al respecto, y nada más, es retórica. No hay que buscarle tres pies al gato.

      Además, que el tema es otro.

    3. Para nada quise decir que hay que manifestarse para que te den más trabajos y así te vean los colegas. Si se entiende así, culpa mía que no lo supe escribir como debía. Tienes razón en que la frase puede sonar excesivamente imperativa. Simplemente reivindico el derecho a protestar, que se sepa ahí fuera que las cosas están muy mal en el mundo del audiovisual. Pero vamos, el que quiera hacerlo y porque quiera, no por obligación o miedo a contradecir a sus compañeros de profesión. Aunque también creo que lo que está ocurriendo va más allá de la ideología política a la que uno se adscribe.
      En cualquier caso el único pensamiento único que debería flotar sobre los trabajadores del audiovisual es que el de que todos queremos trabajar.

  4. Como desempleado de largo aliento, puedo decir que para mí el paro dejó de ser una situación para convertirse en una forma de vida. Muy acertadas tus recomendaciones, y quiero profundizar en una de las principales: el autoempleo.

    Ante una crisis la respuesta no es esperar a que esos mismos incompetentes ambiciosos que la cagaron, ahora arreglen las cosas. Sus billeteras siguen llenas, así que mejorar no está en sus planes. De hecho, es todo lo contrario. De manera que contratarse uno mismo, en una empresa que se llama Yo, es la mejor forma de salir adelante, y conservar la dignidad.

    Yo escribo, eso es lo que hago, y siempre hay alguien que necesita contenidos, o que al menos sea capaz de poner los acentos en el lugar correcto. Así que no le hago ascos a nada: libros escolares, manuales del usuario, libros y vídeos empresariales. Por otro lado, desarrollo mis propios proyectos. Algunos (la mayoría) no llegan a ninguna parte, otros obtienen subvenciones, unos más se consiguen vender. Entre unos y otros, ajusto mis finanzas. El asunto es que hay que currar más, y ser más organizado, que si se tuviera curro.

    Para mí, una cosa es tener trabajo y otra tener salario. Yo siempre tengo del primero y hago lo posible por tener el segundo. Así, al menos, cuando me encuentro con esa ex novia y su fantástico esposo cirujano plástico forrado en pasta, al menos puedo decir que estoy haciendo algo: Bueno, yo estoy escribiendo una peli (fundamentar decirlo como si nada, y callar que nadie nos paga por eso). ¿Qué va a decir el otro? ¿que sacó 17 hectolitros de grasa abdominal esta semana? Escribir mola, aunque por ahora no de pasta.

  5. Pues lo que os puedo decir que cuando el asunto se puso fatal activé en plan B (PORQUE SIEMPRE, EN LO QUE SEA Y COMO ESTÉS HAY QUE TENER UN PLAN B, C y D) ya tras la coreespondiente indemnizaciób…no me quejo. Un consejo, Tened siemple un plan B, es fundamental, para que ocurra lo que ocurra no estés en casa pensando qué vas a hacer. Un saludo

  6. David Peñasco Maldonado

    Y no olvidemos el consejo más importante, el que yo llamo el ‘Consejo de Rajoy’: “Parados, marchaos de España, que aquí la cosa está pero que muy jodida. Si lo sabré yo, que soy el presidente.”

  7. Reblogged this on MECASOENSORIA and commented:
    Tengo que añadir este reblog completo. Un decálogo aplicable ad-hoc para una situación globalizada bien escrito, amable, cercano y muy práctico. Para cualquier oficio. Busquen el hastag #escribidores de ahora mismo en Twitter para sonreír ampliamente ante la adversidad.
    En mi caso (sin ser yo nada de eso) aplico la doctrina M.A.S.H de la conocida serie americana en la que actores como Alan Landa interpretaban summa cum laude un destacamento móvil de urgencias durante la guerra de Vietnam: cuanto mayor es el desconcierto, terror y desastre que te rodean, más has de utilizar el humor como terapia.
    C’est tout. Morgan.

  8. Tienes razón Carlos. Haré deporte. En lo demás, a algunos la crisis no nos ha afectado, porque ya estábamos bien jodidos antes de que llegase. Y otro consejo –práctico– cuando pidáis hora en el INEM a través de Internet, haced un buen pantallazo e imprimidlo: por un error informático no han querido atenderme y eso supone casi 12 días de retraso. Ellos jamás asumirán que ha sido error suyo o de la máquina. Los errores sólo los cometemos los parados, activos.

  9. Leí este post ayer, justo un cuarto de hora después de que me comunicaran que en febrero cobraré mi última factura. Muchas gracias por recordarme que no estoy sola. ¡Chicos, estoy libre y me voy con cualquiera!

  10. Comparto absolutamente todo lo que dices en tu acertado y bien escrito post, Carlos. Y lo que más, lo que anuncias al principio: los tiempos han cambiado, y lo que conocimos ya nunca volverá. Pero lo más importante de todo, es mantenerse activo. Yo ahora mismo estoy en el paro, pero durante todos estos meses me he mantenido activa. La suerte que tenemos los guionistas es que tenemos la oficina en la cabeza, así que nada ni nadie nos puede impedir que sigamos trabajando en ella.

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