LO IMPOSIBLE: PLAY IT AGAIN, SAM

por Ángela Armero

lo-imposible2

Por fin he visto “Lo Imposible”, el éxito descomunal de este 2012. Yo, que me emociono con dos de pipas, a priori me sentía algo reticente a experimentar el sufrimiento de unos padres que luchan por encontrar a sus hijos en el tsunami de Tailandia de 2004. Pensé que si yo tenía esta resistencia sería algo común. Pero no: las cifras demostraron enseguida que, por dura que fuera la premisa, la historia atraía a las masas al cine.

De vez en cuando surge una película que se convierte en un fenómeno del que todo el mundo habla. Sin despreciar la espléndida labor de promoción de Telecinco, “Lo Imposible” ha obrado el milagro de interesar a todos.

Y creo que la fuerza de “Lo Imposible”, aparte de la soberbia producción y del talento visual de Bayona, reside en buena medida en que es una narrativa ritual. Es una de esas historias que se cuentan desde la noche de los tiempos, algo que todos ya sabemos pero que nos encanta escuchar y confirmar así lo que ya sabíamos. Ese tipo de cuentos no sólo nos sirve para afianzar nuestras creencias, sino para sentirnos más cerca de nuestros semejantes.  Apoyan nuestra forma de ver el mundo y nuestros lazos con los demás y con la realidad.

Por supuesto, esta historia “ritual” se apoya en una lección básica: Sólo frente a la adversidad es cuando realmente los seres humanos entendemos por fin qué es lo más importante de la vida: nuestros seres queridos. Lo sabemos, pero queremos que nos lo cuenten. Nos gusta sentir la pérdida, vivir la alegría del encuentro, paladear el luto por la tragedia cercana y sentirnos afortunados por conservar a nuestra familia y nuestra rutina, nuestro presente que con tanta alegría solemos despreciar. Es “Titanic”, y también es “Lo Imposible”.

He hablado con amigos de esta película y varios me han dicho: “No va de nada”, argumentando que quizá su planteamiento sea excesivamente minimalista, a pesar de que hay otros retazos de las tragedias de otras víctimas. Pero yo opino que ante la pureza de una madre buscando a sus hijos casi todo lo demás palidece. Además, creo que hay un interesante ejercicio narrativo que no por sencillo es menos eficaz o emocionante; la emoción, para mí, es el mayor reconocimiento que puede lograr una obra de arte: las rimas de la película.

the-impossible-tsunami-lo-imposible

“Lo Imposible” tiene dos partes: el antes y el después. Y consigue emocionar mostrando el mismo elemento antes y después de la tragedia, mostrando cómo la tragedia es ese catalizador mágico que nos ayuda a conseguir perspectiva. Pondré algunos ejemplos. (Atención ESPOILER.)

La lata de Coca Cola eeeh refresco rojo. Al llegar al resort, el hijo mayor quiere una lata de Coca Cola pero sus padres no le dejan, le dicen que se tome un zumo. Después del tsunami, cuando su madre, un niño que han encontrado (Daniel) y él, están subidos a un árbol en medio de la riada, abren una que el hijo mayor encuentra por ahí y la comparten. Sensación de vivir.

La pelota roja. Con ella juegan los niños y el padre (Ewan McGregor) justo antes de la ola y vuelve a aparecer, embarrada, como pista de la cercanía de sus hijos.

El avión. Al ir, cada uno va enfrascado en sus cosas, hay turbulencias, es una escena cotidiana que muestra una familia bien avenida pero no demasiado armónica. Al volver, se trata de un avión medicalizado, en el que viajan casi en silencio con la madre entubada, mientras el sol va invadiendo sus caras, llenándoles no solo de felicidad sino también de certeza, de la paz que han buscado en su viaje.

Las estrellas. La noche previa al tsunami, uno de los hijos no puede dormir. Le dice a su madre que vean las estrellas, ella dice que las verá cualquier otro día. Después ese niño se encuentra con una anciana (Geraldine Chaplin) que le habla de la luz de las estrellas, que sigue viajando incluso cuando ya están muertas. Es una escena conmovedora sobre la pérdida, y que al parecer Bayona no quería incluir en la película por no ralentizar la acción, pero que era imprescindible para su guionista Sergio G. Sánchez… y Bayona se dejó convencer y al parecer se alegra de haberlo hecho.

El mensaje de este pareado de escenas es doble. Por un lado habla de algo que todos sabemos: disfruta el presente, bébete esa coca cola, contempla las estrellas, huele las flores. Por otro, nos recuerda algo que tampoco es una novedad: que el amor perdura más que las personas que nos lo inspiran. Y de todo esto consigue hablar en dos escenas, o mejor aún, en una línea de diálogo y una escena posterior. ¡Para que luego digan que no va de nada!

Hay otros ejemplos, y otras metáforas (también me gusta mucho la escena en la que lanzan los farolillos al cielo y los suyos parecen ascender en dirección distina a los demás y no saben si llegarán a subir, la del coma y el ascenso a la superficie de María) pero creo que el mecanismo de emplear la misma imagen o recurso antes y después es sumamente eficaz… porque es como la vida misma. Es como escuchar el mensaje en el contestador de una persona que forma parte de tu vida, y tiempo después escuchar ese mismo mensaje cuando esa persona ya ha fallecido. Es lo mismo, pero es diferente. Ya lo dice McKee: las historias se cuentan a través del cambio.

¿Es previsible “Lo Imposible”? Probablemente, máxime cuando es fácil conocer la historia real que inspiró la película. Pero igual de previsibles son los mensajes rituales que nos gusta oír, como los antiguos alrededor de una hoguera. La anécdota del carnet de conducir, la aventura sentimental de final amargo, el accidente que casi nos cuesta la vida, historias que nuestros familiares y amigos nos cuentan casi en cada reunión, casi en cada Navidad, con el mismo turrón y las mismas uvas; y en ocasiones pedimos que nos lo cuenten otra vez.

15 comentarios en «LO IMPOSIBLE: PLAY IT AGAIN, SAM»

  1. No quiero parecer esnob, pero no he visto “Lo imposible” y me alegro de no haberlo hecho, porque en realidad NO QUERÍA. De haber sido americana ni me lo hubiera planteado, pero parecía que si no querías verla no eras patriota. Curiosamente, siendo la segunda película más taquillera de la historia, NADIE me ha hablado de ella, lo que indica con claridad la poca huella que deja en sus espectadores, y lo influidos que estaban estos por la brutal campaña publicitaria en su deseo de verla.

    Es injusto que opine de una película que no he visto, pero esas rimas o metáforas visuales que cita el artículo me parecen sintomáticas de lo burda que tiene que volverse la narrativa para llegar al gran público (¡una lata de Coca-Cola!).

    Nada que objetar a que se hagan películas así, pero no a costa del resto: el año hubiera sido muy distinto si Telecinco hubiera repartido esos 40 millones de euros en 10 películas de 4 millones. Un tercio habría sido un éxito, otro tercio un fracaso, y el resto se habría quedado en tierra de nadie, pero las cifras serían las mismas. Y este año tendríamos nueve producciones potentes más, entre las que habría otro “No habrá paz”, otra “Celda 211”, etc. Un panorama distinto para el cine español. Pero en fin, es su dinero y se lo gastan como quieren. Ojalá Bayona se marche a Hollywood, así Mediaset no se gastará 70 en la próxima.

    Sé que sueno resentido. En parte es por una entrevista que leí de Paolo Vasile que decía que el número anual de producciones del cine español debía ser 20. Nada que objetar si son 20 obras maestras, pero claro, él está pensando en las adaptaciones de Federico Moccia, los thrillers que imitan a Amenábar… La comercialidad genérica que tan bien representa “Lo imposible”. De ahí mi rechazo. ¡Pero empezaron ellos con su agresiva campaña de “tienes que verla o eres la mierda”!

    Saludos.

    1. Me sumo a todo lo que dices, subrayando el hecho directo de que cuanto más “lo imposibles” se hagan, menos “Celdas…” o “No habrá paz…” se llevarán a cabo, puesto que si Telecinco invierte todo el porcentaje que debe destinar a cine, a una sola película, el cine de “clase” media desaparecerá (y con clase media me refiero a películas como “Celda 211” o “Promoción fantasma” etc.).

    2. Si no has visto la peli, ¿qué valor tiene tu comentario? Dudo que la campaña de promoción haya hecho más que el boca-oreja de la gente. Si en tu círculo no te la ha comentado nadie, en el mío era el tema de conversación el fin de semana de su estreno. ¿Y acaso tiene más peso mi experiencia que la tuya? NO.
      A mí me gustó la peli, sin ser una obra maestra me gustó, y el mismo morbo que según parece nos llevó a la masa de espectadores a ver la peli se puede achacar a otras producciones aunque estas no traten de catástrofes, ¿no? ¿Acaso no tiene un componente de morbo toda experiencia cinematográfica? ¿No sufrimos igual por los refugiados americanos en Irán (Argo), que por el funcionario de prisiones encerrado entre los peligrosos reclusos de la cárcel (Celda 211)?
      Como bien dices, no has visto la película, es injusto que opines siquiera de la tipografía del cartel :)

    3. Admito que el término “mediocre” es bastante desagradable en todos los aspectos. Y tiene un punto agresivo que me gustaría corregir. “Lo imposible” tiene muchas facetas admirables. Como empresa, como gran lío que supone levantar un proyecto así, técnicamente, interpretativamente… es una verdadera hazaña. Bayona se puede ir tranquilo a la cama. PERO si la juzgamos con la exigencia máxima que supone jugar en la primera división mundial, en mi opinión por supuesto, “Lo imposible” es una película fallida. Principalmente, porque se le ve el truco, la tramoya, todo lo falso que conlleva una película de ficción y que debería quedar a salvo de los sentidos del espectador. En mi opinión, insisto.
      Y respecto al morbo, no pretendía ser ofensivo en absoluto. Esa querencia – que es verdad que impregna muchas otras películas más sutiles, o todas en alguna medida, si se quiere – forma parte de la naturaleza humana y, personalmente, no me avergüenzo de ella. Quiero decir, que ese no es el problema de la película. Ha habido y habrá muy buenas películas de catástrofes, pero creo que “Lo imposible” no es una de ellas.

  2. No entiendo el motivo de este post, de verdad. No lo encuentro por ningún lado. Y que lo que más se resalte en un blog de guionistas sean esas “rimas”, me lo confirman.
    No me lo creo.

    1. La crítica es muy buena, y la comparto totalmente, así como otras opiniones que he leído aquí. La película es mediocre. Es difícil hacer que una película basada en hechos reales parezca menos real.
      Otra cuestión es el aspecto empresarial. Aquí, me quito el sombrero. ¿Cuál es el motivo de que una película mediana haga tanto dinero? La campaña publicitaria lo explica solo en parte. El aspecto decisivo, en mi opinión, es el insaciable apetito del ser humano por contemplar la desgracia ajena; lo que toda la vida se ha venido llamando “morbo”. El gran acierto comercial de “Lo imposible” es ser la primera en retratar una desgracia que estaba inédita en el cine: el tsunami. Los “aeropuertos” triunfaron en los setenta, luego los colosos en llamas, los barcos que se hunden, los terremotos… ¿alguien pensaba que lo del tsunami no iba a resultar? Si se pensaba detenidamente, era un negocio seguro: unos actores internacionales, unos cuantos millones en efectos, y a hacer caja.

  3. (1) Muy bien escrito y expuesto.

    (2) ¿Por qué no hacer un post homenajeando al evento cinematográfico español del año (y, por los números, de la Historia), que ha conseguido -con una campaña invasiva, sí- que el “público de aquí” haga las paces un ratito con el “cine de aquí”?

    (3) Burdos o no burdos, obvios o no, los recursos que usa Bayona en su película -y que expone Armero en su post- funcionan; innegablemente. El “chaval” sabe contar historia… Y cómo sabe. Y esto que parece el requisito mínimo para que alguien se coloque detrás de la cámara no lo cumple ni la mitad de los que lo hacen.

  4. Pues me parece un buen post y muy bien escrito.

    Todavía no he visto “Lo imposible” y no puedo opinar, pero me alegro que le haya gustado a Ángela (cuyo post me está haciendo que me entren ganas de verlo).

    Lo que veo aquí es la opinión de una persona a la que le ha gustado la película y nos cuenta qué le ha parecido. Siempre confío en el criterio de Ángela y, lo dicho, me dan ganas de ver la película.

    Y oye, sobre la película… ¿por qué tanta gente la critica, sin haberla visto?

  5. -¿De qué va la peli?
    -De una familia a la que le pilla un tsunami.
    -Ya, eso es lo que le pasa a la familia, ya lo se, pero, la pelicula, ¿de que va? ¿Porque es una peli, no un reportaje, verdad?
    -Pues… ya te digo: un tsunami, se salvan, vuelven a casa…
    -¿Y?
    -Pues eso…

  6. Bien que no es una película redonda, ¿pero de ahí a decir que es una mediocridad? Podemos no estar de acuerdo con su planteamiento, con algunas decisiones de guión (la realización es impecable), pero de ahí a hablar de ella con ese desprecio y esa aire de suficiencia que se gastan algunos por aquí… Con todos sus fallos (que no me parecen tantos), es una película extraordinaria, y Bayona como narrador un maestro…

    1. Oye, decir que es mediocre no es suficiencia, a mí me parece una película prescindible, no veo esa maestría por ninguna parte, ni en el guión ni en la dirección desde luego, técnicamente en las escenas del tsunami sí.

  7. A un servidor el post le ha gustado. Lo Imposible no me parece la hostia, pero tampoco me parece una película mediocre, ni que uno sea un antipatriotra por no verla. Pienso que ha tenido un alto porcentaje de éxito gracias a su promoción, pero también ha tenido éxito por la peli en si. Está muy bien hecha, es muy entretenida y bastante redonda. Bayona ha realizado un muy buen trabajo, para mi gusto mejor que en El Orfanato, y esperemos que vaya a más.

Los comentarios están cerrados.