Por Daniel Castro (sustituyendo excepcionalmente a Chico Santamano)
Hace unas semanas cerró el Cine Luchana, en la calle del mismo nombre de Madrid.
Este sábado una veintena de personas nos reunimos para despedirlo. Llevamos velas, muñecos de goma y pósters de películas que pasaron por sus pantallas. Alguien colgó también una foto de Lady Di.
Sí, casi todo era extrañamente inapropiado.
Cientos de cines han cerrado en los últimos años en toda España. ¿Cuál es el motivo de que veinte frikis nos congregáramos precisamente ante la persiana cerrada de éste?
El Cine Luchana no era un cine normal.
Era un cine peor.
No hablo sólo de sus goteras, de su anticuada decoración o de sus deficientes proyecciones.
El Cine Luchana era, por decirlo sin énfasis, el apéndice podrido de un cuerpo enfermo, un grano en un sistema moribundo.
Como establecieron varias sanciones del ICAA a Cines Emergentes S.L. (propietaria de las salas), los Cines Luchana se dedicaban a falsificar datos de taquilla para que los productores más miserables pudieran acogerse a la subvención del ICAA. Resumiendo el mecanismo: un productor cobra una ayuda del Ministerio únicamente si su película se estrena y llega a cierto número mínimo de espectadores. Ciertos cines de toda España se ofrecen para proyectar películas y falsear, previo pago, los datos de recaudación. Gracias a este manejo, el productor obtiene la ayuda pública, pero sin gastar apenas nada en promocionarla y distribuirla.
Así, por las salas casi siempre vacías de los Luchana, pasaron películas secretas. Bodrios para algunos, joyas para otros: “Soy un Pelele” de Hernán Migoya, “E.S.O.” de Santiago Lapeira, “El viaje de Penélope” de Merinero, “Spinnin” de Eusebio Pastrana, “Mercado de futuros” de Mercedes Álvarez, “La mosquitera” de Agustí Vila, “Ellos robaron la picha de Hitler” de Pedro Temboury o, entre muchas otras, “Miss Tacuarembó” de Martín Sastre (la provocadora película que me unió a este heterodoxo grupo de humanos y muñecos llamado Club Luchana).
Películas tullidas, como niños enfermos que apenas pueden salir de casa, pequeño cine débil e indefenso que nadie parecía interesado en mostrar. Ni en ver. A veces engendros, otras pequeños milagros injustamente ignorados. En los Luchana unas películas se mezclaban con las otras, sin que apenas nada las diferenciara. Revelando así tal vez lo difusa que es la línea (¿qué línea? ¿dónde está? ¿quién la dibuja?) que separa la basura del arte.
Este sábado, convocado como siempre por Facebook por la guionista y escritora Jimina Sabadú, casi todo el Club Luchana se plantó ante ese viejo cine mugriento cantando mal una versión inapropiada de “Candle in the wind”, mientras la policía municipal nos advertía de que teníamos que limpiar todo aquello cuando nos marcháramos.
Mientras hacíamos un poco el ridículo en esa esquina de la calle, pensé que pegando carteles de películas olvidadas sobre aquella persiana metálica estábamos reivindicando el derecho de ese cine a existir, a proyectarse en algún sitio, por pequeño y mafioso que éste fuera. Encuentro cierta belleza en que el cine con un criterio de programación más turbio fuera el que, paradójicamente, nos permitiera acceder a las películas más arriesgadas.
También pensé que la muerte del Cine Luchana coincidía con lo que parecen los estertores del sistema de subvenciones al cine español, un sistema que probablemente ha dado unas cuantas obras maestras, bastantes películas dignas, solemnes y/o aburridas y, de vez en cuando, esos extraños engendros que acababan pasando una semana secreta en los Luchana’s.
Por último pensé que las películas que se proyectaban en ese cine eran un poco como nosotros, como esa veintena de tipos que una vez acabado el “acto”, asustados, nos alejamos del cine en grupos poco numerosos para que la policía no nos hiciera despegar los carteles que nos habíamos resistido a quitar. Aquellas películas y nosotros éramos pequeños fracasos bienintencionados, posiblemente adorables si encontrábamos la mirada adecuada, seguramente merecedores de un destino mejor.
Cielos, Dani, si casi lloro con ese final tan final…
Bonito post
¡Muchas gracias, Ana!
En Barcelona también existía hasta hace poco los cines Casablanca, donde también se mangoneaban subvenciones gracias a taquillas falsas:
http://www.elconfidencial.com/espana/2011/11/28/esto-es-hollywood-una-pelicula-que-vieron-70-personas-recibio-mas-de-93000-euros-de-subvencion-88461/
Aquí un repaso a su filmografía:
http://viajeinteriorcinespanol.wordpress.com/2011/11/10/las-minas-del-rey-salomon/
Por otro lado, siempre es una pena que se cierre un cine de barrio en detrimento de las macrosalas: las entradas-ticket hechas casi a mano, los carteles polvorientos, las butacas incómodas,… Nostalgia.
Pufff… Salomón Shang, ¡menudo personaje!
Y además echaban algunas buenas pelis sin el si o si del doblaje en catalán de los Verdi… Casablanca de Gràcia era una cosa rara, donde nos juntábamos unas cuantas personas desubicadas en este paraíso de lo políticamente correcto que es Barcelona,.. un cine cutre, en el que nunca había una cola, con una entrada más parecida a una feria de pueblo que a un cine, con la gracia de estar en uno de los sitios más exquisitos de Barcelona. Ahora en venta por dos inmobiliarias claramente antagónicas, lo que tiene su morbo. Supongo que será cuestión de días que se convierta en una discoteca o un bar superguay para guiris o, dios no lo quiera, Starbucks ponga el ojo en él.
¿El sí o sí del doblaje en los Verdi, Cris? ¿De qué estás hablando? Creo que, a veces, el fin de semana en la sesión de las 16.00h dan alguna peli infantil doblada. El resto es TODO en versión original.
¡No! ¿Fraude en el sistema de subvenciones al cine español? ¡Impensable! ¡No, por Dios, debe estar usted en un error!
En zona roja, sí, y tanto que hay, ha habido y me temo que habrá fraude en el cine español. Espero que no más que en otros sectores. Lo importante es que se descubra y se sancione.
Creo que estaba siendo irónico…
Lo sé, Eduardo.
pero que se diga que por esas malas prácticas fueron debidamente sancionados ni mú ¿verdad?
Y no os olvidéis de “El discípulo” y de toda la filmografía de Ruiz-Barrachina, otro jitazo en los Luchana! ¿Dónde estrenará ahora su próxima obra magna?
Tranquilos, aún queda el Pequeño Cine Estudio.
Jajaja… otros directores también estrenaban casi exclusivamente en ese cine.
Cierto, el Pequeño Cine Estudio creo que es propiedad de los mismos dueños. Al menos, anunciaban películas del uno en el otro.
que bonito! candle in the wind x los luchana! gracias x aclarar el turbio negocio de las subvenciones de algunos productores! y x ser tan devotos de miss tacuarembó! adios luchana!
Gracias, Martín, por comentar en este blog. Es un honor tener por aquí al director de “Miss Tacuarembó”. Gracias a ti y mucha suerte con tu próxima película, de parte de todos los luchaneros.
Que gran post…me ha encantado y aportado una nueva visión al asunto. Estoy completamente de acuerdo en que esos “pequeños engendros” de películas no tienen ninguna culpa del perverso sistema de subvenciones en el que se mueve el cine español.
El Icaa debería utilizar algo de ese dinero, que derrocha en los grandes productores españoles, para habilitar un lugar donde se pudieran ver esos productos marginales que, bien programados, probablemente tuvieran un público fiel.
Un saludo.
Muchas gracias, Pitmman.
que alivio…pensé que iba a ser el único al que no le contestabas -me suele pasar cuando toco este asunto- ;-P
Ni mucho menos, Pittman. ;-)
Hombre, pues francamento esto no me parece muy correcto. Esos cines y esas peliculas defraudaron dinero. Dinero publico.
Que no es cuestion de salir de nuevo con las generalizaciones de ‘las subvenciones son malas perse’ tan de moda en internet. Pero esto no deja de ser celebrar el chiringuito que se montaron unos y tomarselo con buen rollo porque a fin de cuentas eran unos colegas.
Aunque bueno, por desgracia ese es uno de los problemas de este pais: aqui cuendo uno es picaro y se monta el chiringuito a costa ajena se le mira con simpatia (que espabilado, el chaval) y se le da unas palmaditas en la espalda. Y esto pasa en el cine, en los ayuntamientos, en el funcionariado, en la agricultura, en la banca y en cualquier sector que se precie de la economia patria.
Pero eso si, luego cuando se acumulan los granos de arena y resulta que dan para enterrar el pais, todo el mundo se echa las manos a la cabeza y sale a la calle a buscar culpables.
Porque claro, este tipo de articulos en un blog, transmitiendo la idea de que oye, que no es para tanto, si eran una pelis majas despues de todo y el productor de turno, un cachondo el tio, son inofensivos. Total, que hay de malo en ello, no?
Como decia un colega mio (y no me lo invento): ‘Yo nunca reciclo. Total, si la basura que yo produzco es despreciable comparada con la que produce toda la ciudad. Lo que yo haga, despues de todo, no va a cambiar nada’. El problema, por desgracia, es que todo el mundo hace el mismo razonamiento.
Creo que no me has entendido, o que no me he explicado bien.
No creo que haya en ninguna parte una celebración de la política de este cine. Al revés, la califico de “mafiosa”. También digo que los productores que se prestan a estas prácticas son “miserables”.
Lo que intentaba ser este “post” (y nuestro encuentro del sábado) era un pequeño homenaje a películas que no se han podido ver en ningún otro lugar. Al talento (a veces casi inexistente) y al entusiasmo (este sí, indudable) de las personas que las sacaron a cabo: directores, actores y técnicos que acabaron haciendo esas películas contra viento y marea y, como único premio, recibieron una exhibición efímera en esa sala ruinosa.
Esto es lo que quería contar, pero parece que no lo he conseguido dejar del todo claro.
No lo habia entendido en ese sentido. Quiza porque no estaba del todo claro, o quiza culpa mia que no supe darle la interpretacion adecuada. Si ese es el sentido, retiro lo dicho.
Si hasta yo lo he entendido, hombre ;-P
que no creo que se me considere muy apreciado en ese entorno de “pícaros” (has sido muy generoso)
Un saludo.
Pingback: Adiós al cine Luchana
No habia que haberlos cerrado, habia que haberlos quemado con todos los productores chupa subenciones dentro
Por cierto -y sin ánimo de ofender, aunque siempre lo consigo- si de verdad quereis hacer algo por cambiar el sistema no se yo si vais por el buen camino…teneis que esforzaros “un poquito” más…podeis ir a protestar a Plaza del Rey nº1
Que mania tienen algunos con que la gente en el cine salga a protestar a la calle contra el derroche de dinero publico en su sector. Puedes poner ejemplos (links a noticias) con gente de otros sectores haciendo lo propio? como…
– Obreros de la construccion protestando porque se construyen cosas solo para inaugurarlas y cortar la cinta, sin que tengan uso o utilidad real. O porque lo que construyan se utiliza para especular.
– Personal sanitario saliendo a protestar porque se construyen muchos mas hospitales de los necesarios (u hospitales mucho mayores, y al final termina medio hospital cerrado).
– Agricultures protestando por el derroche de dinero en las subvenciones, PER y similares.
– Funcionarios protestando por la baja productividad producto de una mala organizacion (y por tanto, derroche de dinero)
– Gente que trabaje en el sector [X] por el derroche de dinero publico en el sector [X]
Seguro que las ha habido a docenas. Debe ser que yo me las he perdido.
Si, podría hacer un viaje al interior de la construcción en España…uno al interior del sistema sanitario…otro al interior de la agricultura española…uno mas al interior de las administraciones públicas españolas…pero sólo me entra un hueso en la boca y me ha tocado este.
¿Podrías empezar a hacer tu uno? Prometo ayudarte en todo lo que pueda.
Un saludo
Ya. Como siempre en esta España nuestra: solo cabe un hueso en la boca y casualmente es el del vecino. Porque seguro que esas ideas tan majas que vas pregonando nunca las has defendido publicamente para tu sector, ni has salido a la calle para reclamarlas. Como siempre, y como dice el refran, ‘consejos vendo que para mi no tengo’, que nuestros abuelos podrian ser analfabetos, pero no eran idiotas y sabian de que pie cojea el españolito medio.
Que entre los que nunca han pisado un campo pero dan lecciones de futbol, los curas que mientras le tocan el culo al monaguillo dan lecciones de moral, y los que van a casa del vecino a pedirle que haga lo que no hacen ellos en la propia, vamos bien servidos en este pais.
Es una pena, porque tengo puesta una denuncia en el Icaa y en el Igae…me he reunido con todos los periodistas de “esta España nuestra”…y, finalmente, he tenido que abrir un blog para poder informar de todos estos trapos sucios (y lo que os queda por leer cuando cuente todo lo que falta)
Pero bueno, supongo que el malo soy yo que trato de poner fin muchos males de vuestro sector.
Un saludo.
Vamos, que tu eres como aquel que se iba todos los dias a comisaria a denunciar a la vecina por adultera mientras su parienta, aprovechando las ausencias y la coyuntura, se follaba a medio bloque. España, España…
Ha sido un placer hablar contigo, si señor. Enhorabuena.
Preciosa historia
Gracias, Ron-cola
Hola Daniel, buena snoches, mi nombre es David Sanchez y soy el autor de la obra Cines de Madrid, de reciente publicacion que se forjó a través del blog http://cinesdemadrid.blogspot.es.
Tengo ya los suficientes datos para escribir un post acerca de este cine pero me encantaría conocer cual era su estado al final de sus días. Crees que habría alguna posibilidad de contactar con la empresa propietaria para realizar una visita.
Un saludo y mil gracias por adelantado.
Tengo tu libro David, una estupenda obra de consulta y muy exhaustiva.
David, la verdad es que no tengo ningún contacto con la empresa propietaria de los Luchana, por lo que he visto en el artículo de Cinemanía que enlazo, se llama Cine Emergente SL. Imagino que podrás localizarlos de alguna manera.
Otro saludo y gracias por pasarte por aquí.
Hola a todos, he estado buscando alguna información acerca de cines emergentes sl y no hay nada de nada, mas que el telefono que evidentemente no lo pillan. Asi que si alguien supiera algo de esta gente me servirñia de gran ayuda. Un saludo para todos.
Gracias.
He estado buscando un rato, y quizás te pueda dar una pista que seguir…trata de comunicarte con una chica llamada Natalia Gago Perales (era la administradora de Cines Emergentes). Tiene perfil en facebook.
Suerte.
Uff, es que era de lo peor ese cine, aunque esa decadencia unida a la falta de mantenimiento y al señor taquillero que era como un personaje salido de “La comunidad”, no dejaba de tener un punto romántico. Además, fue prácticamente el único cine de Madrid donde se pudo ver la estupenda “Miss Tacuarembó”, ya solo por eso mi máyor afecto y cariño a esa mierda de cine.
Cierto, astrakus, era un cine sórdido como pocos.
Una entrada fantástica. La pérdida de un cine siempre es triste para aquellos que los hemos vivido. Me ha encantado leerte y los comentarios también son muy interesantes. No sabía lo de las falsificaciones de los números de taquilla. Ahora entiendo algunas cosas: recuerdo una sesión nocturna en los Casablanca yo sola en la sala y al salir tenía a todos los empleados haciendome el paseillo… simpre me pregunté cómo eran posibles cosas como esa.
Pues según toda la gente que trabaja en este sector, esto es un “secreto a voces”, y como la sociedad ya lo sabe y lo tolera (aunque como vemos Rebeca no lo sabía), pues está bien… eso sí, no dejan de gritar pidiendo transparencia y responsabilidades si los fraudes son en otros sectores. Supongo que el país está como está por cosas como esta. Pero bueno, son solo 50 millones anuales de nada…que es eso comparado con Bankia.
Gracias, Rebeca.
Yo también recuerdo ir al Luchana a ver “La Mosquitera” y que me dijeran que ya no la ponían… aunque estaba en la cartelera. Quizás no quisieron molestarse en proyectarla sólo para mi.
Pitmman, “la sociedad ya lo sabe y lo tolera”… no sé hasta qué punto sea cierto que lo sabe ya que yo, que suelo ir al cine y tengo amigos que trabajan en el sector, nunca lo había escuchado. Me temo que hay demasiados “secretos a voces” que se convierten en murmullos apenas audibles en la estridencia del momento que vivimos. Y sí, yo también creo que hay tantas cosas como ésta que, en el fondo…, estamos como estamos por algo: porque suceden, porque los que lo saben miran con demasiada frecuencia para otro lado y porque muchos no nos tomamos la molestia de enterarnos de qué hay detrás de ciertas situaciones extrañas, como la que he contado. En cuanto a que te proyecten una película sólo para tí… es una experiencia inenarrable porque las caras que me recibieron a la salida, a altas horas de la noche… fueron como para abrir un agujerito en la acera, meter la cabeza y pedir disculpas. No he vuelto a ir sola al cine de madrugada.
Yo fui una vez también, hace ya unos cuantos años, a ver una película llamada “La Bicicleta”. Me pusieron cara rara, los de la taquilla se miraron entre sí… y me dijeron que había habido un problema con la copia y que no la podían proyectar. No recuerdo cuál fue la conjugación de factores y pistas, pero desde aquel momento supe lo que sucedía con los Luchana. Y me dio bastante rabia, la verdad.
Con la mano en el corasón: Yo he trabajao miles de años en CASI TODAS las cadenas gordas (y pequenhas) de cines de Espanha. Pues bien, de casi CASI TODAS las productoras de cine (grandes y pequeñas) espanholas he cortao tickets a mansalva correspondientes a espectadores phantasma. I swear God!!!
Pues espero impaciente que te pongas en contacto conmigo si lo deseas ;-) no lo dudes
Qué gracia.
Suelo entrar a este blog de vez en cuando…
Yo estuve en la despedida. Muy emotiva e irónica a partes iguales.
Decir adiós a algo bonito y feo.
Claro, Brays, ahí nos conocimos. Yo llevé los altavoces para el iPod, ¿te acuerdas?
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