por Sergio Barrejón.
“Yo me enteré por la prensa”, dijo en su día Felipe González sobre el escándalo de financiación ilegal de su partido. Este señor dirigía un partido que llegó a ver encarcelados a un ministro, un secretario de Estado, un director de la Guardia Civil y algún que otro diputado. Pero no se enteró de nada.
“No sabíamos nada”, decían en Alemania los habitantes de pueblos vecinos a campos de exterminio. Veían llegar trenes y trenes cargados de presos. Los veían trabajando a punta de metralleta. Oían los disparos de los guardias. Veían el humo de las chimeneas. Pero no sospecharon nada.
Mi próximo corto trata sobre las redadas racistas que la Policía Nacional practica a diario en Madrid. Agentes de paisano a veces, de uniforme otras, se colocan en las entradas de Metro o de Cercanías, y se dedican a identificar de manera sistemática, actuando de oficio y siguiendo criterios exclusivamente racistas, a ciudadanos libres de toda sospecha, en la esperanza de encontrar gente a la que expulsar del país de manera arbitraria, injusta y costosísima. Para vergüenza de todos sus votantes, tanto este Gobierno de cobardes como el anterior gobierno de cobardes niegan que esas redadas existan.
Están ahí, a la vista de todos. Miles de madrileños las ven cada día. Algunos lo comunican por Twitter. Pero la mitad de la gente que lee mi guión no da crédito cuando le digo que son hechos reales. No sabían nada.
Siempre he creído que Felipe González mentía descaradamente cuando lo de Filesa. Siempre he tenido claro que los súbditos nazis mentían sobre los campos de exterminio. Ahora me doy cuenta de que, en realidad, sería mucho más terrible que no mintieran. Sería mucho más escalofriante pensar que, en efecto, toda esa corrupción, toda esa degeneración ocurría delante de sus ojos y ellos, simplemente, eligieron no ver.
Nunca he aceptado que el arte tenga una responsabilidad social. No soporto la condescendencia paulocoelhista de algunos autores de “cine social”. Y no creo que nadie esté obligado a escribir guiones panfletarios ni reivindicativos. Pero me preocupa seriamente no haber visto un solo corto destacable sobre el 15-M, por ejemplo. Me preocupa que todo el mundo esté a tope con The Wire, The Shield, The West Wing, Crematorio y Grupo 7, pero casi nadie de mi generación haya intentado un relato serio sobre temas políticos de actualidad.
Y me preocupa, me preocupa muchísimo que no lo hagan porque han elegido no saber nada.
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Así un poco de penalti en el último párrafo pero, ¿qué demonios tiene esta proclama que ver con la escritura de guiones?
Enhorabuena por este “incendiario” post.
El mirar para otro lado se ha convertido en rutina social.
Lo mismo que hacía Gonzalez en su día, cuando el caso “filesa”, se puede aplicar a esos guionistas a los que haces referencia.
El nivel de la ficción televisiva española, en cuanto a ese aspecto se refiere, es paupérrimo. Claro que hay excepciones como Crematorio, pero son tan solo eso, excepciones.
Cuando yo estudiaba guión, teníamos una biblia que hablaba sobre política. Una Miniserie que se centraba en la campaña electoral de un pueblo. Pese a, en mi opinión, manejar un concepto bastante bueno, que no se postulaba por ninguna tendencia política, todos mis profesores, (todos ellos guionistas bastante reconocidos) no paraban de aconsejarme que me olvidará de ese tema, que era un tema muy espinoso y que nadie se interesaría por algo así.
Yo me pregunto ¿Es eso verdad?¿donde está el problema? ¿en el autor que no se compromete, pese a tener más o menos posibilidades de vender su biblia?¿O a que no existen plataformas para emitir ficción comprometida?
La lógica me lleva a pensar que son esas grandes cadenas, esos empresarios faltos de moral y escrúpulos, los que matan todo compromiso por parte del guionista. Pero echando un vistazo a internet y a las webseries, terreno libre para que los autores se muevan a sus anchas, compruebo que la gente prefiere compartir sus excentricidades a sus manifiestos.
Y pienso como tú, no se trata de ser panfletario, si no simplemente contar lo que ocurre o ha ocurrido.
Supongo que Felipe González sabria mas o menos lo mismo que sabe Rajoy sobre lo que pasaba en Valencia. No dejes de lado el factor actualidad.
¿Te preocupó durante los ocho años de Zapatero cuando no hubo ni una crítica? ¿Por qué ahora? ¿Por qué está el PP?
Con todos ustedes, Rand: el nuevo nick del troll antes conocido como El Osito Teddy.
Rand, vigile la ortografía. Tal y como lo ha escrito, ése “¿Por qué está el PP?” (el lugar de “¿Porque está el PP?”) tiene un sentido mucho más existencial y menos acusatorio de lo que usted pretendía. Se lo digo para evitar malentendidos. Aunque estoy seguro de que la mayoría de nosotros hemos comprendido su preocupación, por supuesto.
Saludos.
Siendo mexicano me da igual quien gobierne España y reconozco la validez del tema (si bien hay otro punto mas abajo) sin embargo lo que llama mi atencion no es que la negacion se aplique a la politica sino la negacion en si misma, son pocos los que hacen un trabajo basado en partes de la humanidad que a la mayoria les gusta ignorar, el caso es que hay un enfoque narrativo poco utilizado y ademas del desperdicio en si esta el cuestionarse la razon de ello ¿por que hay tan pocos trabajos al respecto? sean del gobierno o el tiempo al que pertenezcan
Es algo similar a lo que se ha hablado sobre las peliculas que se hacen para complacer al espectador
Este tema siempre será peliagudo para mí. Nadie duda del componente de denuncia de The Wire o Crematorio, pero nunca hay que olvidar que lo que hace a estas series memorables es el componente dramático, la construcción de los personajes y el entramado narrativo. O sea, lo que incide en el aspecto ficticio, el emocional. La mentira. Exactamente lo mismo que le dió el éxito a una serie conservadora como 24, por ejemplo. O de una serie que, en cierta manera, dibuja un escenario que contradice al de The Wire, como es The Shield. El éxito de una no pone en contradicho el de la otra.
Dicho de otra manera, es tan legítima una buena película que denuncia uno hechos reales como una buena película que los niega. Porque la manipulación está en el corazón de la narración. En cierta manera, las dos películas están mintiendo por igual.
Me pregunto si un género como el documental, donde la verdad absoluta también es imposible, pero al menos es el punto de partida, es más adecuado para hablar de problemáticas sociales en tiempo presente. De fenómenos como el 15-M ya lo ha hecho.
¡Pero el corto tiene buena pinta, eh!
Estimado Sergio.
No se si será un Troll o no, pero Rand tiene toda la razón.
Rand o se puede tener razón porque solo hace una pregunta que es una sospecha que por lo visto tú compartes y, efectivamente, es una posibilidad. Ahora pregunto yo: ¿Qué pretende Rand? ¿Desviar la atención hacia las intenciones del autor? ¿Y tú? ¿Eres de nuevas generaciones?
Mientras los políticos tengan la sartén por el mango a la hora de decidir qué producciones se llevan subvenciones y cuáles no, veo muy difícil que alguien se atreva a rodar un largo tocando temas tabú en este país, como pueden ser el aborto, la corrupción, la Iglesia, etc. Vivimos en un democracia tutelada en la que si alguien se mueve no sale en la foto. Se diga lo que se diga de los EE.UU. allí sus cineastas no tienen empacho alguno en repartir estopa a derecha y a izquierda, demócratas y republicanos aparecen retratados de peor o mejor manera en infinidad de películas a lo largo del año, y no se achantan a la hora de dar nombres y apellidos cuando retratan las vergüenzas de su sistema político (‘W’, ‘JFK’, ‘Todos los hombres del presidente’, ‘Nixon’). Vamos, lo mismito que aquí…
No sé yo qué pensar de la verosimilitud, la honestidad y el rigor de ese futuro corto si ya al principio de la entrada que lo anuncia hay un ad Hitlerum en toda regla.
Ya que se saca un tema a debate, convendría no dar las cosas por sentadas y detallar realmente cuál es la verdadera perversión de esas llamadas “redadas” (aunque, corríjanme si me equivoco, creo que redada es una detención múltiple, no una simple identificación, esto quizás más bien podría llamarse controles). Si se está por la libre circulación de todo ser humano, cualquier control es perverso, incluido el que podría indentificar, por ejemplo, a traficantes de armas o tratantes de blancas en busca y captura, etc. Si no se admiten como legítimos los controles es porque no se admite la ley, y eso conduciría a la deslegitimación de todo el sistema. Que es una postura comprensible, ojo, pero entonces tampoco valen las leyes de protección intelectual, ni cualquier otra que haya sido producida por el mismo orgamismo legislador que la ley de extranjería: el parlamento.
Luego se puede especular sobre la aceptación que tendría una ley que abriera las fronteras a todo inmigrante, personalmente creo que la inmensa mayoría de la población estaría en contra, ¿ustedes qué opinan que saldría en un referéndum democrático?.
Pero si se acepta que debe habber leyes de control de acceso al país y que para que se cumpla cualquier ley es necesario que se hagan controles (igual que se controla la calidad del agua, la inspección de hacienda, la seguridad de los parques de atracciones, y todo lo demás), entonces, pregunto, y créame que lo pregunto de verdad, sin ironía alguna, pues a mí también me resultan muy antipáticos los controles: ¿qué tienen de malo esos controles? A las personas documentadas se les deja ir con toda normalidad.
Una vez sentado todo esto, parece que lo perverso sería el supuesto racismo de la medida dado que se les pide el carnet a personas de razas que entre los españoles son minoritarias. Parece lógico pensar que si buscas infractores de leyes de extranjería pongas el foco en personas que tiene rasgos que son más frecuentes entre extranjeros. Otra cosa es que usted piense que los controles pecan por defecto y que deberían hacerse más extensivos, que no creo.
Entonces, creo que es hipócrita tildar a nadie de no saber solucionar un problema para el qeu usted tampoco tiene solución. Y el problema no es la pequeña molestia que le supone a un ciudadano legal con pintas de extranjero que le pidan los papeles, molestia al fina y al cabo semejante a la de cualquier conductor abstemio al que le hacen una proeba de alcoholemia. El verdadero problema es la atroz angustia en que viven los inmigrantes ilegales pensando que en cualquier momento uno de estos controles puede destrozarles la vida. Pero este problema no emana de los controles, sino de la ley.
Así que basta de hipocresía, y de hacerse el digno cuando lo que usted hace no es diferente a lo que hacen todos los demás: esconder la cabeza ante un problema para el que no tenemos solución, al cual podríamos resumir como la imposibilidad de conciliar nuestra repulsa del hambre en el tercer mundo con nuestro de deseo de mantener nuestra aceptable aunque menguante calidad de vida.
Y ya entrando en el mercado audiovisual, vale de simplismo. Los empresarios y directivos de los que hablan esos no es que estén faltos de moral, es que no trabajan para arreglar el mundo, sino para generar valor añadido a travé de la venta de publicidad. Así de simple. Tienen la misma moral que todo aquél que no sea una monjita de la madre Teresa de Calcuta o simmilar.
Solo una acotación: creo que el cine no debe dar soluciones, sino precisamente exponer/señalar/denunciar aquellos problemas que la sociedad no ha sabido resolver. Hace la pregunta, no da la respuesta. Esta es la verdadera denuncia, no es una postura cómoda, ni fácil, ni demagoga. Se trata de generar debate, no de pretender que se lleva la razón. El mundo es una contradicción constante que hay que contar.
La madre que os parió. ¡Que esta es una página sobre escritura de guiones! ¡Acaso no hay miles de sitios en internet para enzarzarse en discusiones políticas que no llevan a nada!
Parece que la crisis está despertando al personal: que si hay que buscar nuevas fórmulas de producción-distribución-exhibición, que si a ver si nos ponemos de una vez con el cine político… más vale tarde que nunca.
Cine de denuncia. Cine comprometido. Cine social. Cine arriesgado. Cine que suelta a los inmorales ejecutivos las verdades que no quieren oír. Le debemos tanto. “Princesas” caló tanto en la moral de nuestra sociedad que la prostitución y trata de blancas prácticamente fueron desterrados. “Los lunes al sol”, un puñetazo al estómago del sistema explotador, contribuyó decisivamente a la mejora de las condiciones laborales y el pleno empleo…
O más bien Antena 3, la tele que la produjo, hizo poco después (o antes, no recuerdo) un ERE que mandó a tomar por culo a más de 200 trabajadores,.. O más bien los productores de la otra se fueron de putas para celebrar las nominiaciones a los Goya… O más bien Roures y Cebrián, adalides del cine social y comprometido y arriegado, obligan a firmar contratos de los que se habría avergonzado cualquier ministro falangista de Franco? No sé, ya no me acuerdo… Pero ¡Viva el cine social!
Temblad, malvados, el cine social os dará vuestro merecido.
¡Arriba el Cine Social! yo mientras tanto voy a contribuir con larguisimas platicas animadas por la bebida en las que arreglare el mundo, oh, esperen, creo que ya se me adelantaron
2 pensamientos a bote pronto:
1) ¿Por qué en este país se piensa que el PSOE es la izquierda? ¿Por qué? ¿POR QUÉ? Y, ¿qué coño es la izquierda?
2) El binomio arte y compromiso político-social a veces apesta y a veces encandila. Como todo, el truco es hacerlo bien. Y en este caso, hacerlo bien es indagar hasta donde se pueda.
Jelen, Aranoa es al cine social lo que el Macdonalds a la alimentación. Espero que hablemos de cine político de verdad, de trasladar a una ficción las ideas de Chomsky o Susan George, no las memeces de la antigua Sogecable.
Nicholas, me parece de una ingenuidad sonrojante pensar que León escribe sus guiones conforme a “las memeces” de la antigua Sogecable. Lo que os gusta una conspiración.
No, hombre. No es que Aranoa escriba su guión así. Es que el cine social de Aranoa es tan de conciencias universitario-preocupadas políticamente correctas que el único que se los producía era gente como Sogecable.
A mi me ha llegado un rumor de que el ICAA va a firmar un convenio con la Fundación Francisco Franco, para hacer el remake de Raza en 3D.
No tiene una relación directa con las redadas, pero sí con el componente racista de las mismas: se trata del corto de Xavi Sala “La autoridad”. Tiene ya más de un año, con lo cual no hay relación con el 15-M. Se puede ver aquí http://youtu.be/Gz1N-t_o1uU
Ya lo he visto. Gran ejemplo de por qué el llamado cine social español es, por decirlo de manera benévola, tan risible. Al menos, hasta que uno se da cuenta de que el corto se ha pagado con un dinero con el que se podrían haber comprado docenas de proyectores, pantallas retráctiles, equipso de sonido, ordenadores o cámaras miniDV para talleres de institutos de enseñanzas medias, por ejemplo.
Yo vivi esa escena de una policia pidiendo la documentación a un inmigrante en la estación de autobuses de Avenida América. Otro día, escuche como un señor de origen latinoamericano le comentaba a un compañero de trabajo que siempre se bajaba en la penúltima parada para evitar estos controles.
Mas alla de si el cine es social o no -como habia mencionado arriba- esta el desperdicio de una rama emocional, abundan las peliculas de masturbacion moral donde se nos dice que el mundo es bueno y que si eres bonito tienes derecho a ser feliz pero las otras, esas peliculas que dejan al publico con la moral por los suelos, esas que te hacen renegar de pertenecer a la humanidad, esas practicamente no existen
Y es que como decian arriba el cine no tiene ninguna responsabilidad de arreglar nada pero si de entretener (o mas bien esa es la condicion para la sobrevivencia), entonces el reto estaria en hacer una obra sobre las partes desagradables de la condicion humana que resulte entretenida a mas publico que a los amantes del gore sin recurrir a los clasicos atajos de hacer una denuncia impactante por el sufrimiento ajeno, esas peliculas que te dicen “ahi esta el mal, eliminenlo” que a fin de cuentas se enganchan del morbo y muchas veces incluyen un final que complace el sentido de justicia (pues el mundo es tan bueno que al final todo se arregla)
Entonces ¿exactamente que estoy diciendo?
Es simple, digo que hay pocas peliculas (y de hecho no se me viene a la mente ninguna) sobre la bajeza humana, es un area muy dejada de lado a no ser para criticarla y rasgarse las vestiduras, no se suele aceptar como una parte de la sociedad y por ello el refinamiento del genero aun va a tardar, el porno empezo como algo para ver a escondidas pero con el tiempo refino sus metodos hasta convertirse en todo un espectaculo, ese es el refinamiento que ha seguido la ciencia ficcion asi como la fantasia y que aun no se presenta en la bajeza humana, ese es el verdadero desperdicio, el que dejemos a un genero aletargado o que de plano no sepamos hacerlo en forma entretenida
Quique: Yo estoy compartiendo una opinión y tu estás poniéndome una etiqueta ¿Quien es el fascista, majo?
Sergio, si te vale de algo, estoy muy a favor de que hagas este corto. Y estoy seguro que no va a ser panfletario ni sentimentaloide.
Estoy hasta los huevos de las comedias románticas y de las canciones de amor (bueno, no tanto).
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