EL DERECHO A LA UNIDAD

Por primera vez en la historia de este país, las asociaciones sindicales de guionistas, actores, representantes, figurantes, directores y técnicos se han unido en la Coordinadora de Trabajadores y Trabajadoras del Espectáculo. Lo han hecho para plantar cara a los recortes y desmanes laborales que estamos sufriendo en el sector. No hace falta explicar cuáles son, todos los sufrimos. Se ha difundido un manifiesto de adhesión a la huelga del 29. Antes, el día 26, se convocará una asamblea multitudinaria con todos los gremios de la industria unidos, seguramente en el Teatro María Guerrero, donde ya se celebró una asamblea preparatoria. Son los primeros pasos de un futuro de colaboración permanente entre los trabajadores del espectáculo.

Durante los próximos días sería recomendable hablar con nuestros colegas del trabajo para abrir el debate sobre si hacer o no hacer huelga. No sólo con nuestros compañeros de pupitre, también con los del resto de departamentos. Se trata de hablar el asunto tranquilamente entre compañeros, no de presionar a nadie. Descubriréis que la gran mayoría está a favor de la huelga, pero también que la idea produce cierto temor, como es lógico. En realidad todo depende de una cuestión de unidad y de números. Si la huelga es secundada en cada producción por una mayoría notable, nadie tendrá nada que temer. Me resisto a creer que nadie pueda ser despedido por hacer huelga. Me resisto mucho a creerlo. No es cuestión de hacerse el héroe, ni de echarle cojones u ovarios, sino de ejercer comunitaria, tranquila y, a ser posible, mayoritariamente, un derecho fundamental (porque la huelga es un derecho, que a veces se nos olvida). Si a tu jefe no le gusta que hagas huelga, le dices que lo sientes, que es una cuestión de respeto hacia tus compañeros.

El reto que se ha planteado la Coordinadora es parar los rodajes, cancelar las representaciones teatrales y  detener la mayor parte posible de las emisiones televisivas. Cada uno de los departamentos de cualquier producción tiene fuerza, por sí mismo, para conseguirlo. Lamento decir que no confío demasiado en el gremio de los guionistas, en el que todavía tendemos a comportarnos de manera individual, egoísta y bastante acojonadica. Gritamos mucho en los bares con una caña delante pero luego se nos hacen los huevecillos pequeñitos pequeñitos cuando ponemos un pie en la oficina. Paradójicamente, muchos rodajes se pararán gracias al empeño de los actores, quienes, por el tipo de contratos y sueldos que manejan, son los que menos van a sufrir los efectos de la reforma laboral, pero que, por la naturaleza de su trabajo, son difícilmente reemplazables.

En la última huelga general más del 70% por ciento del sector del espectáculo se paralizó. Y es un sector visible. Esta vez hay más miedo, pero también más motivos. Y ojo, ésta no es una cuestión meramente sindical, olvidaos de los sindicatos, todos tenemos quejas de –ciertos- sindicatos; esto va mucho más allá, es un asunto que atañe a todos los trabajadores del sector, sindicados o no, asociados o no, en paro o en activo, hombres o mujeres, jóvenes o maduros atractivos.

Hay quien dice que la huelga no servirá para nada. Pero es, por el momento, la herramienta más potente y llamativa que tenemos a nuestra disposición. Aunque el gobierno no dé su brazo a torcer (que no lo hará, de momento), no hay nada más inspirador, más edificante y optimista que un grito unitario, cabreado, de millones de personas que quieren que las cosas se hagan mejor. Eso siempre cuenta algo, siempre produce frutos. Para nosotros, puede ser el gérmen de futuras reinvindicaciones del sector.

Por supuesto, nadie tiene por qué hacer huelga si no quiere, si no le ve utilidad, si no le apetece. Pero al menos deberíamos planteárnoslo, y discutirlo con los compañeros. Igual resulta que no es tan complicado. A los guionistas nos dicen siempre que nos quejamos mucho por los corrillos pero que luego nunca hacemos nada. Y es verdad. Pues bien, ésta es una de esas cosas que podemos hacer. Sencilla, fácil y concreta.

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27 comentarios en «EL DERECHO A LA UNIDAD»

  1. Aparte de la chorrada del nombre, vaya todo mi apoyo a la iniciativa, a la huelga y a este artículo, especialmente la parte de que no se lucha por los sindicatos sino por nuestros derechos, que da igual quién convoque y que ya lucharemos contra los sindicatos cuando toque, que ahora se trata de la reforma laboral.

    Y que quien se opone a la huelga sin conocer la reforma y por rechazo a los convocantes está haciendo uso legítimo de sus derechos pero también está haciendo el imbécil.

  2. Primer párrafo del manifiesto en la web de la Coordinadora de Trabajadores Y TRABAJADORAS del Espectáculo:

    “Los trabajadores de la cultura, el espectáculo y medios de producción afines (guionistas, actores y actrices, técnicos, dobladores, figurantes, bailarines y representantes)…”

  3. ¿Y, exacatamente, ¿cuál es el motivo por el que hay que secundar la huelga? Quiero decir aparte de porque lo ordena Rubalcaba, clario está…

    1) ¿Cuándo han pedido Alma, o TACE, o la Unión de Actores, permiso a sus afiliados para unirse a ninguna coordinadora?

    2) ¿De dónde ha salido tal coordinadora? ¿quién está detrás? ¿por qué en el google sólo hay cinco resultados con el nombre de tal coordinadora?

    3) ¿Quién convocó a la unión de actores, Alma, Tace etc a la asamblea? ¿o alguien pretende decir que lo hicieron espontáneamente?

    4) Exactamente, ¿con qué punto de la reforma laboral no estamos de acuerdo? En un pais donde existen dos tipos de trabajadores: los funcionarios y los contratos fijos que tienen todos los derechos y los temporales, que NO TIENEN NINGUNO, ni antes ni después de la reforma laboral, resulta curioso que un gremio cuyos componentes pertenecen mayoritariamente a los segundos sientan de repente ese frenesí defensor de los privilegios de los primeros.

    5) lo público se defiende movilizándose para que los parásitos no lo esquilmen. ponerse digno cuando ya todo está perdido y exigir que el contribuyente mantenga un cadáver imposible, como son las televisiones públicas, no sirve para nada.

    No tengo nada en contra de que volvaís a ser el bobo útil de Rubalcaba.Tampoco me importa que se la montéis al PP. Hace tiempo que las cosas han pasado el punto de no retorno y nada va a cambiar gobierne quien gobierne. pero francamente, creo que comentarlo y dejar que cada uno se adhiera en vez de hacer pasar a ALMA por un espectáculo tan bochornoso como éste, sería una opción bastante más decorosa.

    Un saludo.

  4. Señor nono, llámeme suspicaz, pero detecto cierto tono de derrotismo en su escrito. Desde luego, créame cuando le digo que mentar aquí a Rubalcaba no tiene ningún sentido, más allá de una posible y extraña obsesión por su parte (le aseguro que no tengo ningún aprecio por semejante señor, que considero que debería haberse retirado hace mucho tiempo).

    Intento responderle desde mi torpeza:

    1- La coordinadora es, simplemente, un foro donde juntarnos y defender algunos intereses comunes. No supone ningún cambio estatutario ni dramático. Los afiliados a ALMA han sido informados y pueden manifestar su opinión si no están de acuerdo, por supuesto. Y podrán votar en consecuencia en las próximas elecciones. Pero no se está haciendo otra cosa que intentar defender sus derechos. ¿Se podrá hacer mejor? Seguramente, y ALMA está abierta a recibir todo el apoyo que quieran darle los afiliados.

    2- La coordinadora surge de las reuniones entre las diferentes asociaciones, nada más. Si hay tan pocos resultados en google es porque la coordinadora se acaba de constituir hace muy pocos días.

    3- Lo mismo le digo. Esos sindicatos llevan años en contacto y hay buenas relaciones. A raíz de los encuentros habituales se empezó a plantear la idea de unirse para tener más representatividad y fuerza. Ninguna mano negra detrás.

    4- La reforma supone una disminución evidente de los derechos de los trabajadores, un abaratamiento del despido y una disiminución en la posibilidad de la defensa de convenios colectivos. Hay quien piensa que eso precisamente es lo que necesita el país, y es una opinión respetable. Pero muchos, sin embargo, pensamos de otra manera. En lo que respecta a los guionistas, en realidad la reforma no nos toca demasiado, sólo afectará a algunos -pocos- guionistas con contrato fijo, ya que nuestro gremio, en gran parte por culpa de los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT), que negociaron en nuestro nombre sin permiso, no tenemos un convenio que nos ampare.

    Estamos muy mal desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que antes había más trabajo, y ahora que no hay tanto, es cuando se nota la falta de regulación laboral en nuestro sector. Digamos que la reforma laboral, para nosotros, es como si te estás ahogando y alguien te mea en la cabeza desde arriba. Joder jode, sí, pero lo realmente malo es que te estás ahogando. Todo esto, no obstante, no significa que no estemos de acuerdo en una protesta contra una reforma que afectará a la gran mayoría de trabajadores del país. Aunque, obviamente, aquí hay una adhesión a la convocatoria de huelga que cada uno puede seguir o no libremente.

    5- Creo que éste es otro asunto distinto, pero aun así le respondo mi -presumiblemente prescindible- opinión: las televisiones públicas, per sé, no son ni buenas ni malas, depende de cómo se gestionen. Seguramente TVE estaría perfectamente si no se hubiera eliminado la publicidad de forma precipitada (e interesada). Al menos, tendría que haberse hecho buscando otras formas -factibles- de financiarse. No conozco a nadie del panorama audiovisual que no alabe el modelo de la BBC, seguramente la mejor televisión que hay en el mundo. Pero claro, la BBC se financia con impuestos directos a los contribuyentes, y eso, aquí, tiene muy mala prensa. Pero, de todas formas, estoy totalmente de acuerdo con lo que usted dice: “lo público se defiende movilizándose para que los parásitos no lo esquilmen”.

    Finalmente, respecto a su último comentario, permítale señalarle que, según lo explica, da la sensación de que su argumento afirma que como “nada va a cambiar gobierne quien gobierne”, lo mejor es quedarse en casa haciéndose listas de Spotify tristes para sobrellevar las penas y esperando que algún día España amanezca convertida en país mejor por milagro divino.

    No sé, algo deberíamos intentar. Al menos habrá que tener una rabieta y dar un par de alaridos, que es algo muy humano y previo a la acción. No creo que la huelga sea la solución definitiva de nada, pero sí creo que es una manera de que los trabajadores de este país empiecen a creerse que sólo desde la unidad se conseguirá cambiar alguna cosa, algún día. Poco a poco.

    Muchas gracias a todos por leer y opinar.

    1. Vaya por delante que tengo la mejor opinión de los que intentan sacar adelante ALMA, aunque sólo sea porque sé lo fustrante que es intentar sacar a flote algo así cuando nadie ayuda y encima critican. Por eso, esto no es una crítica, al menos a las personas.

      Aclarado ésto:

      Mira Natxo, hace ya demasiado tiempo que me afeito como para no ver una jufada política. Quizá si fueran un poco más variados o ligeramente más sutiles, tendría alguna duda, pero es que es tan de libro…

      ¿Quién os ha hecho la envolvente? La unión de actores…seguro. Es una organización muy curiosa ésa de la Unión de Actores: le preocupa mucho la memoria histórica pero bastante poco que a sus asociados se les estafe a diario con esa vergüenza que se llama “figurantes con frase”

      ¿Creeis que esto va a ser el principio de una buena amistad? os equivocáis. Con ésto selláis aún más la ruina. Porque cabreáis a la derecha y no os hacéis valer ante la izquierda. y desde luego, nadie va a mover un chícharo con la “coordinadora” en cuanto pase el 29.

      ¿que queréis jorobar a la derecha? Pues bueno. pero al menos sacadle algo a la izquierda, demonios. Mandad a la Unión de actores y demás a freir espárragos y emitid un comunicado secundando la huelga pero dejando claro que no estáis de acuerdo con los manipuladores. Vais a secundar una huelga promovida por los que nos mantiene n a todos sin NINGÜN DERECHO. ¿Quién instauró los becarios y los contratos temporales?¿la derecha? va a ser que no. Fue la izquierda. ¿Cuántos años ha estado ZP? OCHO. ¿Cuántos avances se han hecho en los derechos de guionistas, actores, cámaras, etc? CERO. NINGUNO, En OCHO AÑOS. Y todos calladitos.

      ¿Qué respeto nos van a tener si después de robarnos hasta el aliento salimos como ovejitas a seguirles la corriente? El que nos tienen. Ninguno. Secundad la huelga pero, al menos, mandadles a paseo en un comunicado. Que sepan que no somos arcilla en sus manos.

      Un saluod.

      PS: Yo no soy pesimista. Pesimista es el que cree que nada se puede hacer para evitar darse con el árbol. yo soy realista. por eso sigo diciendo que si giramos el volante, no nos daremos. Pero hay que girar el volante
      De esta crisis no nos van a sacra los políticos. es una crisis moral, la peor de todas. No saldremos de ella hasta que la gente recupere los valores. y si no los recupera, seguiremos hundiéndonos. Así de simple. Por eso digo que me da igual el partido

  5. El último párrafo de Sisebuto Nono me ha recordado un tuit de Leopoldo Abadía: “Lo vuelvo a decir: el problema económico se arreglará. Pero el problema de verdad es la falta de decencia, a todos los niveles.”
    No puedo estar más de acuerdo.

    1. En efecto, el cinismo se ha elevado a la categoría de arte y muchas veces se confunde con ser políticamente incorrecto.

      Un cínico según Teofrasto:

      “Es un hombre que maldice y tiene una reputación deplorable. Es sucio, bebe y nunca está en ayunas. Cuando puede hacerlo, estafa y golpea a quienes descubren el engaño antes de que puedan denunciarlo. Ninguna actividad le repugna: será patrón de una taberna y, si es necesario, encargado de un burdel, pregonero e incluso, si se quiere, recaudador de impuestos. Ladrón, habituado a las comisarías y a los guardias civiles, a menudo se lo encuentran locuaz, en la plaza pública, a menos que se convierta en abogado de todas las causas, aunque sean las más indefendibles. Prestamista con fianza, tiene además la soberbia de un famoso y no cuesta mucho imaginarlo. Para completar el cuadro, no olvidemos que el cínico deja sin sentir vergüenza que su madre se muera de hambre… ”

  6. Yo, como ciudadano (y pese a la discrepancia con los sindicatos) la haré.

    Como guionista, me llama la atención que seamos utilizados aquí como en nuestro trabajo: como infantería, como bulto… No existimos para ellos. Ellos no existen para mí.

  7. No sé, tengo la sensación de que aquí cada uno saca a pasear a sus demonios. Creo que es más sencillo que todo esto; se trata de decir que estamos en contra de la reforma y de los recortes, no importa quién convoque, de verdad. A mí no me importa, al menos, aunque tenga muchas quejas de los sindicatos mayoritarios, como digo en el post.

    ¿Quién tendría que haber convocado la huelga para que ésta fuera “legítima” y no un acto de burda manipulación? ¿Llamazares? ¿El 15M? ¿Anonymus? ¿Obama? ¿Un señor de la calle? ¿No estarían muchos igualmente, en cualquiera de esos casos, criticando y poniendo pegas variopintas para no movilizarse?

    UGT y CCOO nos la jugaron hace un par de años cuando negociaron con el gobierno en nombre de sindicatos minoritarios como ALMA o TACE, eliminando la posibilidad de que pudiéramos conseguir un convenio justo, tanto los guionistas como los técnicos. Fue una hijoputada. Muy gorda. Lo hemos dicho muchas veces y seguiremos diciéndolo, no se nos olvida. Pero sería absurdo no adherirse a la huelga sólo porque la convoquen ellos, cuando hay tanto en juego. Sería tan absurdo como ponerse en contra de la dación en pago o de una subida del impuesto de sociedades sólo porque haya terroristas que también lo apoyen.

    El asunto, además, es que nadie propone alterntivas muy convincentes, aparte de quedarse en casa. Comparto tu visión, Nono, no estamos tan lejos, de verdad, pero es que veo muy difícil que la gente “recupere los valores” así como así. ¿Cómo se consigue eso? ¿Cómo se hace? ¿No es ese deseo compatible con una jornada de huelga? Yo creo que son dos cosas que no chocan en absoluto. Muy al contrario, las veo totalmente complementarias.

    Insisto en que no creo que la huelga sea la solución definitiva a nada, pero tampoco estamos hablando de un experimento loquísimo y bizarro: la huelga ha sido un mecanismo de lucha con el que se han logrado, durante los dos últimos siglos, muchos avances sociales. Ha funcionado muchas veces porque es un medio de presión a los gobiernos, así de sencillo. Si a alguien se le ocurre alguna idea mejor, creo que muchos millones estaremos ansiosos por ponerla, también, en práctica.

    Personalmente sigo entristecido por formar parte de una profesión donde casi todo el mundo critica y se queja de su trabajo, del trato recibido, de las condiciones, de la inseguridad, de la temporalidad, de los jefes, de los horarios… pero donde pocos se atreven a mover un dedo cuando hay una oportunidad -aunque sea pequeña- de hacerlo. Lo vi cuando empecé en “7 Vidas” hace ya unos años, y lo sigo viendo.

    De cualquier forma, no tenemos por qué enfadarnos ni enfrentarnos. La huelga no es tan importante, pienso yo; el que quiera la secundará y el que no, no. Yo animo a hacerlo porque creo, sinceramente, que puede ser positivo para todos, pero también soy consciente de que puedo estar equivocado, por supuesto.

    Lo que sí que creo que es positivo es que sigamos alimentando la actitud de diálogo, de discusión incluso, de conocimiento y de unidad que se está gestando en los últimos años en el gremio del guionismo, en gran parte gracias a los blogs, las redes sociales y las conferencias y encuentros, pero también gracias a los sindicatos y asociaciones (ALMA, FAGA, EDAV, GAC, AGV, AGAG y tantos otras cuyos responsables invierten muchas horas de esfuerzo sin ningún tipo de retribución). Creo de verdad que de todo eso, antes o después, saldrá algo bueno.

    Gracias por opinar, y buenas noches a todos.

    1. Natxo:

      Aquí hay tres temas diferentes:

      1) LA CRISIS: Es como la enfermedad. la hay leve, como el catarro, que se pasa totalmente al cabo de unos días y grave como el cáncer, que requiere mucho tiempo y dolorosos tratamientos. Esto es un cancer. ¿recuerdas las etapas? negación, negociación… hasta llegar a la aceptación. Cuanto antes se llegue a esta última, antes estaremos en condiciones de combatirlo. ¿Qué es lo que hay que aceptar? Que esto ha venido a quedarse y que no hay atajos para salir. Que un modo de vida se ha ido para siempre.

      2) LA REFORMA LABORAL: A mi no me gusta pero, al contrario de voosotros, porque se queda corta. Es indecente y causa sorpresa cuando lo explicas en el extranjero, que en un mismo pais, una misma empresa, haya unos trabajadores protegidos por todos los derechos mientras otros no tienen ninguno. Indecente que cuando la empresa va mal, los “viejos” se nieguen a bajarse el sueldo porque saben que los que van a irse a la calle son los otros. Incluso aunque trabajen mejor que ellos. Eso lo sabéis todos.
      ¿A vosostros os gusta el sistema? perfecto, a mí no. Pero eso es IRRELEVANTE porque donde no gusta es en Europa y nosotros estamos intervenidos. Intervenido significa que nadie se fía de nosotros y sólo nos prestan el dinero que necesitamos para mantener el enorme y corrupto sistema público cuando cumplimos lo que nos ordenan. Con o sin huelgas. Con cualquier gobierno.

      3) ALMA: Se supone que ALMA es un sindicato. los sindicatos tienen que negociar las condiciones de los convenios de sus afiliados. Negociar no es tener la razón y convencer al oponente. Negociar es SIEMPRE trueque. Tú tienes algo que yo quiero, yo tengo algo que tú quieres. Si cuando teneis algo que ellos quieren, lo ofrecéis gratis, ¡con que vamos a negociar? Aprended de ello, demonios. Nos vendieron cuando les interesó y se quedaron más largos que anchos.Ahora nos necesitan… pues a negociar.

      Es así de simple. Hay que aprovechar las oportunidades. Ellos lo hacen. La próxima vez que los veáis será cuando os/nos vuelvan a aplastar. Son ellos el enemigo. ¿Dónde están CCOO y UGT cuando Roures utiliza la reforma laboral para despedir a los de Público?¿Donde cuando Buenafuente hace un ERE?

      Un saludo

      PS: UGT y CCOO reciben cada año centenares de milones de euros en subvenciones. ¿a cambio de qué? De convenios como el que nos jorobó a nosotros. O de mirar para otro lado con los contratos basura o con los ilegales. Sólo uno de sus dirigente está cobrando 180.000 euros al año por pertenecer al Consejo de Caja Madrid.

    2. Sisebuto, se trata de algo tan simple como negarse a que la fuerza de trabajo (ya sé, suena muy marxista pero no se me ocurre otro concepto que aglutine a todos los segmentos profesionales) sea una simple anotación en la cuenta de resultados. Tenemos, no solo nuestro corazoncito (aquí vendría bien el poema de ‘si me hiero, acaso no sangro como vosotros, etc etc) sino de que se valore nuestro trabajo, inteligencia y aportación, pero sobre todo, de que no se ‘juegue’ con nosotros.

      Esta idea que increíblemente vuelve a impregnar los discursos después de unas cuantas décadas dedicadas a desconstruirla, sobre que el ‘listo’, el que genera riqueza y prosperidad, el que arriesga (se supone en aras, no del beneficio personal, sino de la trascendencia, que risa), el que cuenta, el interlocutor válido… y que con la crisis, además prácticamente parece que nos hace un favor, es el empresario al que se le permite dejar de lado un variable de la ecuación fuera: y es que precisamente las cosas se hacen gracias a él pero también a todos los profesionales implicados. Me indigna que cuando se pone sobre la mesa la carencia de productividad en España se de por supuesto que es (de nuevo, lo siento) la fuerza de trabajo la que no da el nivel, cuando cualquiera sabe que lo que es lamentable desde hace años por aquí es la poca solvencia en muchos aspectos, de los empresarios, anticuados, conservadores, y casposos a un extremo que resume simplemente la manera de hacer las cosas de Diaz Ferran.

      Pero llega la crisis, y tú dices que es que no estamos en la fase de ‘aceptación’, como con el cáncer, genial. En mi opinión aquí el problema es que ya llevan un par de generaciones en las que ‘nosotros’ estamos una legua más allá de lo que están ellos. Claro, no les salen los números, pero habría que saber exactamente por qué no les salen, en general porque pocos empresarios son competitivos: ni invierten en investigación, son poco proactivos y se preocupan principalmente de la ‘caja’.

      Y se trata de algo tan simple como que, oye, eres un tio guay que ha montando una empresa, pero no podrías haberlo hecho sin la capacidad de tu equipo. No somos piezas intercambiables, somos tan profesionales como ellos solo que nosotros no hemos montado una empresa, pero no somos un número, no estamos dispuestos a que te digan: tú te vas a Valencia por mis cojones, además te pagaré un 20% menos y de paso me haces el café cada mañana. Todo es negociable, irme a Valencia, y lo demás… pero no imponerlo, porque no deja de ser un chantaje. Las empresas son mucho más que las decisiones individuales de quienes están en la ejecutiva, el menosprecio que esta reforma laboral demuestra por quienes las hacemos posibles, y en muchos casos mejores de lo que serían si solo se tuviera en cuenta los criterios de dirección, es inadmisible.

      Resumiendo: no solo se trata de respeto, sino también de una visión inteligente de como queremos que sea el futuro. Volver al todo vale es una increíble falta de visión en lo que se supone que estábamos avanzando, nuevos modelos de negocio y nuevas actitudes.

      Ojalá los Natxo Lopez de este mundo invirtieran su sentido común en política, nos ira mucho mejor a todos.

    3. Desgraciadamente, sisebuto, la capacidad de negociación de sindicatos como ALMA es mínima, por no decir cero. Le aseguro que adherirse o no a la convocatoria no va a mejorar ni a empeorar en absoluto su capacidad de negociar.

      Insisto en que me da la sensación de que usted y yo compartimos muchísimo más de lo que nos separa. Creo que no le pongo ninguna pega a nada de lo que dice, lo comparto prácticamente todo.

      Pero, aun así, la pregunta que ahora se nos plantea es mucho más sencilla que todo eso: Hay una huelga anunciada, ¿la hacemos, a pesar de todas las pegas que le ponemos, o no la hacemos?

      Igual que usted dice que secundarla, o argumentar a favor de ello, es hacerle el juego a los sindicatos, yo podría decirle que no secundala, o argumentar en contra, es hacerle juego al partido en el gobierno y a la patronal, lo que sería muy maniqueo e injusto por mi parte, ¿no?

    4. Gracias por tu opinión, Cris, estábamos escribiendo a la vez. Eso sí, te aseguro que yo sería un pésimo político, me gusta demasiado decir lo que pienso.

    5. Bueno, pero ya cansa un poco este discurso sobre los sindicatos ¿no? Aunque lo parezca no desayuno con la hoz y el martillo y no estoy afiliada a ninguno, pero ya está bien de escudarse en cómo son y lo mal que lo hacen para no hacer nada. Por lo pronto sin sindicalismo no estaríamos donde estamos a nivel de derechos laborales en los últimos 30 años, que parece que se nos olvida la inercia que llevábamos… aquí todo el mundo habla pero nadie se mueve sino se le convoca.

      Aunque está claro que se han quedado antiguos, que tienen unas carencias inasumibles (como es por ejemplo su pasotismo en la defensa de colectivos laborales femeninos como puede ser el trabajo doméstico, entre otros, porque parece que hay que sudar la camiseta para tener la consideración de ‘trabajador’), que su poder de negociación es patético en los últimos años, que se han ‘enrocado’ en un discurso en el que ya muchos no nos sentimos identificados, que se han institucionalizado y dan lugar a situaciones que ellos mismos denuncian (como comenta Sisebuto)…. ¿tiene mucho sentido plantearse no hacer la huelga solo porque no queremos que nos identifiquen con ellos? ¿alguien tiene una capacidad de convocatoria similar? ¿entre lo malo y lo peor, que elegir?

      Si los que creemos que la agresividad y la inconsciencia de la reforma laboral es motivo para manifestarse a nivel individual, tampoco torpedeemos la capacidad de convocatoria de los sindicatos, porque ¿quien lo hace sino? ¿tú Sisebuto?

    6. Mi padre, que es un señor con muchos años a sus espaldas de militancia política de base (nada de puestos de responsabilidad en ningún partido), suele echar bastantes pestes de los sindicatos últimamente. Y a continuación, defiende que, de todas formas, somos muy injustos con ellos. Sobre todo la gente de mi generación (él ya pasa de los 70).

      Su opinión es que la gente que ahora nos movemos en la treintena deberíamos echar de una patada en el culo a los dinosaurios acomodados que llevan la batuta sindical y renovar esos mismos sindicatos con nuestra participación. Creo que tiene bastante razón.

      En resumen, que estoy bastante de acuerdo con Cris. Y voy a secundar la huelga.

    7. Cris:

      Perdona, pero no.

      Cuando yo digo que hay que llegar a la aceptación, no quiero decir que haya que rendirse, sino que que las cosas tiene que cambiar y que va a ser duro.

      Sí estoy de acuerdo en que la falta de competitividad no tiene que ver con los trabajadores, sino con los empresarios, pero. aclárame un par de cosas:

      ¿Me puedes decir exactamente qué derecho de los trabajadores se ha obtenido gracias a los sindicatos? Por curiosidad, porque yo no conozco ninguno.

      Haces un comentario muy razonable sobre lo de irse a Valencia. Me parece muy bonito, todo eso de negocira y demás… pero es que eso NO es lo que hay ahora.

      Lo que hay ahora es que si tienes un contrato fijo NO negocias porque te da lo mismo. A ti no te van a echar a la calle. El empresario tampoco va a negociar A ti te tiene que dejar tranquilo porque tienes contrato fijo, pero tu compañero, que lo tiene temporal, se va a comer el marrón enterito. ¿desplazarlo? ¿para qué? A la p… calle y ya contratará (o no) otro en Valencia.
      Eso es lo que hay ahora. En la realidad. Eso es lo que aceptaron CCOO y UGT a cambio de jugosas rentas. Eso es lo que vais defender el 29.

      Claro que hay una salida: que el sindicato fuera de los trabajadores de la propia empresa y se ocupara de revisar los traslados. y si son justos, obligara al fijo a trasladarse y si injustos, parara la empresa para defender al temporal. Eso (a su modo) es el GUiLD americano o un colegio profesional español o el SEPLA de los pilotos. pero es que eso no les gusta ni a los Gobiernos ni a los grandes empresarios ni a los sindicatos de clase. Gobierno y grandes empresarios porque les basta sobornar a cuatro sindicalistas para convertir el mercado laboral español en una sucursal del egipto faraónico y a los sindicatos porque jamás tantos tuercebotas han vivido a mayor ritmo.

      ¿no os dais cuanta de que lo que vais a defender es ésto?

      Conste que no digoque no se apoye la huelga, sólo que se saque el meyor beneficio para nosotros posible.

      Natxo:

      En parte te he contestado en la parte de Cris. Dos cosas quería añadir:

      1) ¿Entiendo que la disyuntiva es “nos van a llamar fachas si no secundamos la huelga”?

      2) Alma es un sindicato pequeño pero de ninguna forma sin capacidad de negociación. Sois el corazón de la bestia, leñe.Vosotros hacéis hablar a Aída y a la España de “Cuéntame”. Todo el sistema está en quilibrio sobre la propaganda y ésta sobre vuestros teclados. Teneis todo el poder del mundo, a ver si os enteráis de una vez. O mejor dicho, lo tendréis cuando dejéis de regalarlo a los que os/nos maltratan.

    8. Hombre Sisebuto, solo hace falta darle un repaso a la historia de los últimos 150 años de las economías occidentales para saber que la lucha sindical tuvo mucho que ver con los derechos laborales (los mismos que se van cargando progresivamente) de los que disfrutamos ahora. Pocas veces las cosas se hicieron por iniciativa unilateral de los empresarios, a excepción de alguno que se leyera a Saint Simon o a Orwell. Tampoco ayudó la política paternalista de los sindicatos verticales que creían en los beneficios al trabajador por obra y gracia del buen corazón de los empleadores.

      Tienes razón en lo que dices: la situación actual es inadmisible, y es increíblemente injusto que el acceso a un puesto de trabajo pase por el infierno en el que se ha convertido.

      Pero también lo es que alguien con 40 o 50 años vea como es despedido por contratar a uno de 25 que les sale mucho más barato. Y por supuesto que a esas edades te aferras a tu puesto, entre otras cosas porque sueles tener hijos y una vida difícilmente intercambiable, no todo el mundo tiene capacidad para redecorar su vida como un anuncio de Ikea. Si además a estos los mandamos también a la calle me gustaría saber en situaciones de crisis como la actual quien sirve de colchón para evitar que el desastre sea todavía mayor. Yo me quedé en el paro del 2008 al 2010 con algunos contratos por obra y servicio que fui consiguiendo. Pero con dos crios no llegaba a final de mes en muchas ocasiones, por lo que tuve que echar mano de mi hermano, investigador de la Universidad en estos momentos, y digo en estos momentos porque al igual, después de 20 años, acaba en la calle.

      Desde luego está claro que los sindicatos tal y como funcionan ahora, lo mismo que los partidos, hace tiempo que no nos representan a una gran parte de la gente que trabajamos, porque los modelos de negocio han cambiado tanto que si no estás en un ERE de la SEAT parece que no existas en su discurso.

      También yo creo que este es un sistema pervertido desde hace tiempo. Pero esta semana es el único que tenemos. Y lamentablemente son los que tienen capacidad de convocatoria a nivel numérico pero también por segmentos (y edades) profesionales. No ir a la huelga porque la convocan ellos es defendible, pero poco efectivo. El 15M ha desaparecido, diluido en su propio nudo gordiano de tener que defender lo que les repele si pretenden una representación continuada en el tiempo y efectista de sus reivindicaciones. Y mientras tanto aquí aguantando.

      De todas formas si crees que la supuesta ‘flexibilidad’ que se defiende con esta reforma es tal y no una manera de mover las fichas (o sea, nosotros) como a ellos les parezca con un ojo en su cuenta de resultados, pues nada. Repito que para mi lo peor de lo que está pasando es que nadie se cuestione la responsabilidad de los empresarios y la necesidad de adecuar un modelo ya increíblemente caduco con la realidad laboral actual.

      Y acabo porque me enrollo demasiado: el modelo sindicalista de EEUU ha sido históricamente una merienda de negros, más parecido a una mafia que a un movimiento progresista en favor de los trabajadores. Si crees que ese es un modelo que funcione, deberías revisarte la historia reciente de ese país.

  8. ‘Me resisto a creer que nadie pueda ser despedido por hacer huelga.’

    Yo también me resisto a creer que Santa Claus no existe y que Dios es injusto, ¡pero qué le vamos a hacer! El que paga es el que tiene la sartén por el mango y las academias y escuelas de cine vomitan todos los años montones de becarios dispuestos a pagar, (no ya trabajar gratis unos meses, no), PAGAR auténticos pastizales en másters, cursillos y demás por tener la oportunidad de que los exploten en una productora, (trata de enviar tu currículum a alguna empresa audiovisual de este país sin pasar antes por la red de ex empleados que montan sus escuelas para forrarse y sangrar a cuatro incautos, y luego las prácticas que prometen en el folleto consisten en hacer fotocopias y llevar cafés, que no pasas ni de la puerta; ¿qué es esto?, ¿un título de una universidad pública? ¡Al montón!)…

    1. Bueno, todo depende. En primer lugar, no todos los jefes son malvados opresores que buscan a toda costa una mínima excusa para echarte. Una cosa es pelear para tener un marco legislatorio que nos ampare de posibles abusos, y otra es dar por hecho que todo jefe es un enemigo.

      Estoy seguro de que la gran mayoría de los responsables de las productoras aceptarán sin problema que sus trabajadores hagan huelga (obviamente no cobrando esa jornada). Evidentemente que habrá algunos gilipollas aviesos por ahí, como en cualquier sitio, pero por lo general la reticencia a seguir una huelga tiene más que ver con el miedo de los trabajadores -sobre todo en estos momentos- que con un peligro real.

      Y, en segundo lugar, todo es cuestión de seguimiento: si la mayor parte de los trabajadores de una producción hacen huelga, será imposible que los echen a todos, porque eso supondría un perjucio para la productora muchísimo mayor que el posible beneficio que pudiera obtener por ese absurdo castigo.

  9. Me parece una tontada muy gorda todo esto, en vez de quemar bancos y segar cuellos de indecentes, pero allá vosotros.

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