L@S A/Os

Por Chico Santamano.

El pasado fin de semana saltó la noticia. Los enlaces que recogían los lamentos bolivianos de los miembros de la RAE corrieron como la pólvora por las redes sociales. La Real Academia Española ponía el grito en el cielo al ver cómo, cada vez más, se intentan imponer esas guías de lenguaje no sexista que en los últimos años habían publicado diversas instituciones relacionadas con la igualdad de la mujer.

Algunos de mis amigos en facebook se hicieron eco de quejas como esta. Muchas de esas personas que dijeron “¡Ya va siendo hora de que alguien ponga fin a esta locura!” se dedican de una u otra forma a esta cosa del lenguaje (guionistas, periodistas, lingüistas, traductores…). Curiosamente, la gran mayoría eran mujeres y todas estaban hartas de que se les impusiera una forma de hablar que en general viola el buen uso de nuestro lenguaje y sobre todo las fuerza a expresarse, ya sea de manera oral o escrita, como auténticas idiotas.

Les contaré un secreto (que he contado muchas veces), durante muchos años de mi vida he alternado esto de escribir guiones con curros como diseñador gráfico. La mayor parte de los clientes que tenía en cartera eran ayuntamientos. Así que se podrán imaginar la cantidad de mierda “no sexista” que he tenido que comer. Una vez tuve que hacer un folleto para críos en los que se explicaban los diferentes tipos de familias; la familia tradicional, la monoparental, con padres de diferentes razas, padres homosexuales, con abuelos en casa y sin ellos… ya saben, todas las variables posibles. Cada una de ellas se ilustraban con un dibujo de los miembros. Aparecían todos sonrientes, mirando a cámara, como en un retrato de familia. En todas ellas, en un ataque de ingenuidad por mi parte, el padre aparecía poniendo la manita por encima del hombro a su mujer. Como en cualquier imagen familiar que podamos tener en nuestro álbum de fotos, vamos. En la concejalía de asuntos sociales gritaron de indignación… Ese gesto de cariño era para ellas un descarado gesto de SOMETIMIENTO A LA MUJER. Tuve que cambiar todos los dibujos y borrar todas las manos masculinas sobre todos los hombros femeninos, claro.

En todos esos años, el caso más flagrante lo encontré en una concejalía de juventud. Posiblemente la concejalía mejor gestionada, con mejores intenciones, con más medios y ganas de hacer cosas útiles para la gente joven de toda España. Sólo tenían un problema… se habían vuelto locos con esto del lenguaje sexista. Durante mucho tiempo, en todas sus publicaciones me obligaban a poner el horrible y famoso o/a… dando lugar a despropósitos como “Todos/as los/as jóvenes podrán asistir con sus amigos/as”. Después de poner el grito en el cielo y hacerles ver que era un horror leer eso entraron en razón y se optó por una vía intermedia… ¡la arroba! Así que los textos se convirtieron en una especie de código marciano y absurdo… “Tod@s l@s jóvenes podrán asistir con sus amig@s”.

El climax de toda esta locura llegó un mes de Marzo. Sí, el mes en el que se celebra el día de la Mujer (trabajadora y/o en paro). Todos los meses sacaban una revista para jóvenes. Aquel año decidieron prescindir de a/o y arrobas. Ese mes llegaría el más difícil todavía. Ese mes toda la revista sería en FEMENINO. Muerte al género masculino. Ese mes no existían los chicos, ni los alumnos, ni los espectadores… sólo chicas, alumnas, espectadoras… No entro a calificar la idea, son libres de poner la etiqueta que les parezca, el problema vino con algo que nadie tuvo en cuenta. El reportaje central de la revista fue “El consumismo”. Así que todo aquel que leyera ese número fliparía al ver la imagen que se daba de la mujer con frases como “el grupo de amigas nos influye al vestir”, “la publicidad hace mella en nosotras” o “a veces compramos cosas que no necesitamos”.

La radicalidad más absoluta acabó como uno de esos planes imposibles del Coyote para cazar al Correcaminos. Quisieron normalizar el género femenino y lo único que consiguieron fue ahondar en el mito de las mujeres frívolas, gastonas y fácilmente influenciables.

Todos estas guías lingüísticas se entienden en un país que vivió por encima de sus posibilidades durante mucho tiempo. La ley del suelo dio mucho dinero a los ayuntamientos y comunidades y había que gastarlo… Daba igual el color político de la institución, cualquier chorrada bien intencionada encontraba su partida económica para sacar la publicación de turno. Les juro que he llegado a ver folletos explicativos con la ubicación de pasos de cebra en la ciudad.

Por suerte, creo que podremos vivir lo que quede de crisis sin la aparición de nuevas guías que nos obliguen a retorcer el idioma para solucionar problemas que ellas mismas han creado y que los ciudadanos (o como les gusta a ellos “la ciudadanía”) no los sienten como tal. Afortunadamente seguiremos hablando y escribiendo en español de una manera fluida sin que nos acusen de nada por escribir sin arrobas, barras o atajos retorcidos e innecesarios.

Muerte a los talibanes de lo políticamente correcto, por favor.

18 comentarios en «L@S A/Os»

    1. Ídem. Y cuando a alguien se le escapaba un “todos” sin su apellido le paraban y le corregían. Y así y con otras cosas de índole semejante se mató el 15M a sí mismo.

  1. Es mi primer comentario aquí, hola

    En español el género neutro es el masculino, tan simple como eso
    Eso de “Todos y todas los y las españoles y españoles trabajadores y trabajadoras” Queda sumamente horrible y muy forzado

  2. Yo estoy totalmente de acuerdo, hasta que a los mentados talibanes no les entre en la cabeza que el sexismo no es una cuestión de lenguaje sino de intencionalidad en el uso del mismo, seguiremos teniendo polémicas chorras de este tipo.

    Sexismo no es decir “el hombre es malo”, sexismo es decir “los hombres son unos cabrones y las mujeres unas putas” (por poner un ejemplo extremo y bidireccional, no vaya a ser que levante susceptibilidades).

    Las arrobas y los “os/as” son un coñazo para cualquier lector. Lo mismo a la hora de hablar. El lenguaje español ha adoptado el masculino como neutro por una cuestión de uso y tradición, no por una intención de discriminar a la mujer, al menos no en este momento histórico. Dejemos de sentirnos culpables por estupideces, hagamos un uso correcto y cómodo del lenguaje y valoremos a las personas por ellas mismas y no por su género, que ya aburre el tema.

    Ya, de paso, me hago un poco de autobombo con la inocentada que publiqué el pasado 28 de Diciembre en la web, que iba justo sobre este tema: http://www.google.com/url?q=http://www.lashorasperdidas.com/index.php/2011/12/28/a-partir-de-2012-escribiremos-con-genero-neutro/&sa=U&ei=5YBXT5SlBYWp8AOL9ezZDg&ved=0CAgQFjAC&client=internal-uds-cse&usg=AFQjCNExRPpLqPkbrQG4TxLXZlK-lU3cfw

    1. Pues mire, Javier, aunque no lo hubiera publicado el día de los inocentes sirve igual y se entendería igual de bien, publicado en cualquier día del año. Está genial, la verdad. A veces, conviene ridiculizar y llevar al extremo la estupidez supina de algunos, que para más inri, suelen ser más algunas. Será que no tienen nada mejor que reivindicar, ni nada mejor en que perder el tiempo

    2. Regla, la estupidez tampoco entiende de géneros y estos días lo hemos visto desde las criticadas guías para el uso de un lenguaje no sexista, al discurso de Gallardón para defender la (contra)reforma de la ley del aborto, diciendo que la actual ejercía una violencia estructural contra las mujeres. Tócate las narices.

    3. Es cierto, Javier, la estupidez no entiende de géneros, ni de políticos, independientemente del bando al que pertenezcan.

  3. No lo había advertido hasta que me lo comentaron: ¿os habéis fijado en que siempre se usa la doble desinencia para cosas positivas, pero jamás para las negativas? Por ejemplo, se habla de “los ciudadanos y las ciudadanas”, “trabajadores y trabajadoras”, etc, pero nunca “asesinos y asesinas”, o “corruptos y corruptas”, etc.

    1. ¿? no sé donde habrás visto algún artículo donde si se habla de una asesina o una corrupta no se ponga en femenino, quizás porque son pocas las asesinas y en el poder la presencia femenina es tan anecdótica que son escasas las que han caído en la tentación de corromperse, aunque ya haya algunas. Vamos, que no tiene nada que ver con el uso del términos referidos a un colectivo que es de lo que va toda esta historia.

      Aunque estoy de acuerdo con Chico, también yo he escrito algunas cosas para la Diputación de Barcelona, no cabe duda que el lenguaje es reflejo de una realidad que todos conocemos. Querer cambiarla a golpe de decreto es estúpido, imagino que con el tiempo el lenguaje acabará por adaptarse a lo que haya en su momento.

    1. Aunque a regañadientes, la Academia reconoce (más bien a su pesar y sin cumplirlo siempre, pero qué remedio le queda) que no es ella quien hace la lengua, sino los hablantes.
      Los hablantes han usado “modisto” al menos durante medio siglo o más (aunque ahora es una palabra más bien fuera de moda).
      Es más bien una excepción al hecho general de que las palabras cuyo masculino-neutro termina en “a” no flexionan por género. Pero es así y aunque seguramente no le gusta, en este caso a la RAE no le queda otra que reconocerlo.
      Las excepciones a las reglas (y las excepciones a las excepciones) existen a cascoporro en las lenguas naturales, y es el uso de los hablantes lo que determina que algo sea correcto.

  4. Los Ayuntamientos queriendo decirnos cómo hemos de hablar son grotescos (y abusivos, pensándolo bien).
    La RAE diciéndonos cómo debemos hablar y escribir es grotesca (y abusiva, pensándolo bien).

    Ell lenguaje administrativo, juridico y poĺítico en, en España, un horror hecho de retorcimiento, empleo de arcaísmos, circunloquios pedantes, verborrea inane y eufemismos para todo.
    En este caso, la crítica que se hace es de sentido común, pero ¿le corresponde a la RAE ser el corrector de estilo de todos los escribidores, escribientes y escritores en español? ¿… o le corresponde al menos ser el corrector de estilo del lenguaje oficial, administrativo y jurídico?
    Si es que sí ¿por qué solo corrigen esto? Y si es que no ¿por qué se meten a hacerlo en este caso?

    Yo puedo estar de acuerdo con mucho del contenido de la crítica. Es el hecho de la crítica en sí, las pretensiones de la RAE de “legislar” el uso de la lengua, y hasta su peculiar sesgo en cuanto a lo que merece su atencion (porque sobre el tema del género cada poco tiempo sacan un texto sentando cátedra) lo que me fastidia soberanamente.
    Yo no pienso hacer caso a ninguna autoridad pública arrogándose el papel de “correctora de estilo”, en cuanto hablante de mi lengua nativa: A los ministerios no, a los ayuntamientos tampoco, y a la RAE igual que a los anteriores. Nada.

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