por Sergio Barrejón.
El pasado viernes, el Consejo de Ministros decidió in extremis no aprobar el reglamento de la Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible. Lo que viene siendo la ley Sinde, vaya. Ha habido reacciones para todos los gustos. También ha habido dos reacciones de pésimo gusto:
El sociólogo Joan Navarro sugirió en su Eskup que la oposición a la Ley Sinde se reducía a “cuatro twiteros (sic) con el apoyo de unos pasmados medios de comunicación”.
Poco después, el cantautor Jaume Sisa afirmaba en El País que la no aprobación del reglamento “es el triunfo de unos lobbies de poder y de cuatro ganapanes“.
Yo trato de respetar todas las opiniones, salvo que estén fundamentadas en intereses espurios o en falsedades palmarias. Y a ser posible, prefiero que se expresen con un mínimo respeto.
En resumen: que me parece muy respetable estar a favor de la ley Sinde. Es más, me parece que en concreto la ministra ha impulsado la disposición final segunda convencida de que sería una herramienta útil y legítima para proteger la propiedad intelectual. También tengo colegas que están a favor de ley, supongo que porque piensan que es la única vía que tienen, hoy por hoy, de proteger su trabajo de la piratería. Y respeto su opinión, aunque no la comparta.
Pero cuesta mucho respetar opiniones como las de Navarro o Sisa. Minusvalorar de esa manera a quien se opone a la ley Sinde no es de recibo. Y no hablo de faltar al respeto. A mí, como titiritero subvencionado, socio de SGAE y guionista de telenovelas que soy, ya me han llamado de todo. No se me saltan las lágrimas porque me llamen ganapán. Hablo de minusvalorar numéricamente. Seremos ganapanes, pero somos más de cuatro.
Yo estoy en contra de la ley Sinde, y voy a intentar explicar por qué, sin insultar ni minusvalorar. A ver si me sale.
–Prólogo: Considero que los derechos de autor son fundamentales, y muy progresistas. No estoy de acuerdo con que algunos se lucren con la explotación no autorizada de obras creadas por otras personas. Me jode especialmente si las obras son mías, claro. Vamos, que soy parte interesada. O sea, que estoy a favor de alguna medida para proteger la propiedad intelectual de los abusos ajenos. Pero no estoy a favor de esta medida en concreto.
–Primer Acto: Creo que la ley Sinde no sirve para proteger la propiedad intelectual. Cerrar una web de enlaces, por mucho que se agilice el proceso, siempre llevará muchísimo más tiempo que trasladar los enlaces a una nueva web. Ya lo demostraron, en el pasado Festival de Donostia, los abogados David Bravo y Javier de la Cueva. Les llevó poco menos de una hora, con la ayuda de cuatro(mil) tuiteros. Llamaron al experimento Tabla Sinde.
–Segundo Acto: Creo que a la industria audiovisual le habrían ayudado mucho más otro tipo de medidas. No soy un experto en producción ni distribución, así que hablo de oídas. Pero creo que, por ejemplo, sería muy de agradecer la eliminación de las ventanas de explotación. Que yo pueda, si me parece ventajoso, estrenar mi película en DVD y en la web al mismo tiempo que en salas. O antes. Que como productor y distribuidor, yo pueda diseñar mi propia estrategia sin perder por eso las ayudas ministeriales. Tampoco habría estado mal una buena ley antitrust que impida las prácticas abusivas de las distribuidoras norteamericanas.
A los autores, creo que nos habría ayudado mucho más el reconocimiento de nuestros derechos de explotación en web y DVD. A día de hoy tenemos una ley que nos reconoce los derechos en la explotación de VHS, pero no en la de DVD y web. Como guionista de Amar en Tiempos Revueltos, TVE me paga por la emisión de mis capítulos en televisión, pero no veo un duro por su edición en DVD ni por su difusión en rtve.es, donde es la serie más vista.
Vamos, que se agradece el intento, pero creo que han errado el tiro. La ley Sinde responde a unos modelos económicos que están siendo superados, y ha vampirizado un impulso político que podría haberse aprovechado para objetivos más realistas.
–Tercer Acto: la ley Sinde permite que la autoridad para cerrar webs recaiga en partes interesadas, y abre la puerta a usos espurios y peligrosos de ese poder. Antes, para cerrar una web de enlaces hacía falta una instrucción y una resolución judicial. Y hay numerosas resoluciones judiciales que demuestran que publicar enlaces (incluso con publicidad) no va contra ninguna ley. Lógico: los enlaces sólo son direcciones. ¿Se me puede acusar de traficar con droga sólo por darle a alguien la dirección de un camello?
La ley Sinde pretende dejar la investigación y dictamen sobre la ilegalidad en manos de una comisión. Al juez sólo le quedaría ratificar el cierre, sin posibilidad de investigar. A mí eso me parece peligrosísimo. En primer lugar, porque la independencia de la comisión me resulta más que dudosa, dado su origen político, y dado que estaría administrando los intereses de agentes industriales muy poderosos. Véanse, si no, los esfuerzos diplomáticos norteamericanos por impulsar una ley de este tipo.
En segundo lugar, me parece peligroso por la propia definición de lo que se considera web de enlaces. Este blog podría ser cerrado por la comisión. Google mismo, como demostraba el experimento Tabla Sinde, podría ser cerrado por la comisión, aplicando estrictamente el reglamento de la ley. Sí, ya sé que no es eso lo que se pretende con la Ley Sinde, pero el mero hecho de que una comisión nombrada a dedo pueda decidir sobre el cierre de una web me parece un flirting with disaster muy tocho.
Epílogo y extras: ayer, desde mi cuenta de Twitter, le lancé a CUATRO TUITEROS una pregunta: ¿Por qué rechazas la ley Sinde? Esto es lo que me contestaron:
Juan Gómez Jurado (Escritor. Más de 100.000 seguidores en Twitter. Autor del ebook más vendido en Amazon España):
Porque es una ley instrumental, un horror legislativo y será inútil. Hay que construir un mercado viable, no sacar leyes al dictado. Urge más hacer una nueva LPI que contemple las realidades del s. XXI. La que tenemos es decimonónica.”
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El Teleoperador (Bloguero. Más de 6.000 seguidores en Twitter. Premio Mejor Blog Personal 2007 del diario 20 minutos.)
Porque a pesar de lo que nos parezca éticamente, la actividad de las webs de descargas -con o sin publicidad- es legal, como así han indicado más de 20 resoluciones judiciales firmes. La ley Sinde es el truco miserable para sortear a una ley que no dice lo que queremos y aplicar administrativamente un cierre “preventivo”; truco chapucero porque lo que castiga no es la difusión no autorizada (ya dicen los jueces que no hay tal) sino el enlace a dicha obra, lo que abre la puerta a perseguir, por ejemplo, los enlaces de este blog a fragmentos de películas en YouTube; y truco inútil porque no va a servir para evitar la difusión no-industrial, bastará con alojar la web en otro país, convertirla en red social, publicar los enlaces como texto, pasarlos a docs públicos (como hizo David Bravo en una charla) o crear listas de correo privadas para distribuirlos. Y ni siquiera entro a calificar el infame origen de la ley con las presiones de EE.UU. de las que tuvimos que enterarnos por WikiLeaks y no por nuestro Gobierno.
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José A. Perez (Director y guionista. Bloguero. Más de 90.000 seguidores en Twitter.)
Las industrias culturales pasan por un mal momento debido a la agonía del paradigma estructural. Paradigma que, como tantos otros a lo largo de la historia, se ha considerado eterno e inmutable. Pero no lo es. Ninguno lo es. Cuando un paradigma tontea con su extinción –la Historia está llena de ejemplos- empieza una lucha descarnada donde la supervivencia se convierte en su único fin. Como creador de contenidos, estoy convencido de que se necesita un marco jurídico que regule los derechos de los creadores. Y también estoy convencido de que la llamada ley Sinde, lejos de plantear un marco legal adaptado a nuestro tiempo, simboliza la última dentellada de un tiburón agonizante.
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Javier de la Cueva (Abogado, experto en propiedad intelectual. Más de 9.000 seguidores en Twitter.)
Rechazo la ley Sinde porque los fines no justifican los medios. La Ley Sinde no es una ley antidescargas, como se nos intenta hacer creer, sino una ley que sirve para bloquear cualquier servicio de la sociedad de la información (traducido: cualquier conexión), según se manifiesta literalmente en su texto.
Es sintomático que esta posibilidad de bloquear cualquier servicio de la sociedad de la información, esto es, cualquier conexión vía Internet o smartphone, sea algo que los instigadores de la ley silencien, manifestándose únicamente como si la ley fuese dirigida contra las webs de enlaces. No debemos olvidar que quien tendría que prohibir estas webs es la Ley de Propiedad Intelectual, que es la que define las infracciones, siendo así que la Ley de Propiedad Intelectual no se toca en la reforma.
El poder tiene miedo a Internet y es por ello que quiere tener la posibilidad de que el gobierno bloqueé cualquier conexión. Lo que la Ley Sinde hace es poner en manos de una comisión integrada por políticos nombrados por el gobierno la posibilidad de censura.
Por esto es por lo que afirmo que los fines no justifican los medios. Todo lo legítimo que pueden tener los intereses de los derechos de los titulares no justifica la implantación de sistemas de censura en manos del gobierno de turno. Este mecanismo censor responde a sistemas totalitarios. La solución a los problemas de la propiedad intelectual no puede venir de instituir sistemas totalitarios de control de las conexiones.
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Recomiendo también leer el artículo La piratería no existe, de Juan Gómez Jurado, y el demoledor post del Teleoperador en respuesta al “cuatro tuiteros” de Joan Navarro, donde nos recuerda que el “amplio consenso” que invoca Navarro a favor de la Ley Sinde se reduce a 323 personas: los diputados que votaron a favor. Esa ley no se incluía en el programa electoral de ningún partido, así que malamente se puede decir que represente la voluntad de los votantes.
En definitiva: estemos a favor o en contra, tratemos de explicar nuestra postura civilizadamente. Porque puestos en plan macarra, donde unos dicen que la ley Sinde sólo la rechazan cuatro tuiteros y cuatro ganapanes, otros podrían contestar que la ley Sinde sólo la apoyan 323 diputados y un par de gilipollas. Y tampoco es eso.
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Estoy bastante de acuerdo en lo que expones.
Yo, como autor y consumidor de productos “piratas”, me siento un tanto confuso con todo el tema de la Ley Sinde, pero creo que has recogido bien las soluciones a esta encrucijada.
Pero luego pienso en el II Encuentro de Guionistas y me acuerdo de lo que allí se habló sobre el tema: NADA.
¿Porque la señora Ministra fue la encargada de inaugurar el acto? ¿Porque los guionistas que daban las ponencias estaban más preocupados de ver quién la tenía más grande? ¿Porque era mucho más divertido ver cómo los miembros de las distintas asociaciones de guionistas se sacaban los ojos ante los atónitos ojos de los allí presente?
Aquel fin de semana se tuvo la oportunidad de poner sobre la mesa todo esto que estás diciendo y apenas si se abordó. Sólo recuerdo a Cristobal Garrido hacer mención a algo parecido, sobre su serie web, en una de las últimas mesas.
Lo dije en su momento, aún no comprendo cómo en el blog más importante y seguido de guionistas de este país, no se ha hecho un análisis en profundo sobre el Encuentro.
Así que, está muy bien arremeter contra los que nos llaman ganapanes, pero quizá el enemigo no lo tengamos tan lejos.
Perfectamente explicado, Hastiado.
Aún a día de hoy, si escribes un libro o una obra de teatro, te llevas un 10%… Mientras que el 90 %, quitando gastos, pasa a la editora o al productor.
En el caso de éste último, aún tiene lógica: su riesgo es mucho. Busca espacios donde representar, contrata actores, se paga un escenario, transportes…
En el caso de cine o televisión, rara vez llega al 3 %. Y los productores de televisión, cobran de las cadenas y son muy pocos los que ponen un euro más. Todo lo más anticipan dinero antes del cobro. Hasta que empezó el tema de, si no había audiencia, cortar las series con pocos capítulos por contrato, era el paraíso para ellos.
En cine, no son muchos los que se lanzan sin subvenciones previas y derechos de antena que garanticen que no pierden dinero. Aquí no hay Casavettes, que hipotecaba su casa en cada película. O Ford Coppolas, que se arruinó en Corazonada y tuvo que estar un tiempo haciendo lo que le encargaban para poder pagar sus facturas.
Pero si miramos lo que los creadores ganan en relación al dinero que genera su obra, dudar de los derechos de autor es simplemente por que el que habla de ello no es autor y lo ignora.
Está bien… entraré al trapo:
(“Zin acritú”)
1) “Considero que los derechos de autor son fundamentales, y muy progresistas”
¿por qué?
2) “TVE me paga por la emisión de mis capítulos en televisión, pero no veo un duro por su edición en DVD”
¿Y por qué TVE tiene que pagarte a ti nada? Tú trabajas para una productora, no para TVE ¿No deberían pagarte ellos?
Por lo demás, de acuerdo con el artíaculo, salvo en una cosa. No son las presiones USA las que están detrás de la Ley Sinde, están las ganas de cerrar páginas no adictas al régimen.
Un saludo
Como siempre, amén, Santiago y cierra España.
Tampoco es necesario que entres al trapo siempre. Puedes quedarte en los chiqueros sin problemas. Ahí es donde vuelvo yo ahora mismo. Muuu!
2) “TVE me paga por la emisión de mis capítulos en televisión, pero no veo un duro por su edición en DVD”
¿Y por qué TVE tiene que pagarte a ti nada? Tú trabajas para una productora, no para TVE ¿No deberían pagarte ellos?
¿Eres un profesional de estos temas?
Si es así, debes haber trabajado muy poco para no estar informado de para quién trabajas, de cómo es el proceso (aquí en España, en los EEUU no existe esto, a cambio el pago es muy superior) como para escribir esto.
Chisdavinto, los Derechos de Autor son fundamentales y progresistas porque favorecen el reparto de beneficios entre los auténticos responsables de los contenidos rentables, de forma muy parecida a como lo hacen las patentes.
Se inventaron hace un par de siglos porque las compañías teatrales pagaban una miseria para comprar obras de teatro de las que se apropiaban para siempre y que luego, si eran buenas y gustaban, llegaban a generar muchísimos beneficios de los que el autor no participaba ni en una pequeña parte.
Lo mismo pasaba en literatura, donde los escritores podían morirsre de hambre mientras los editores avispados que adquirían sus obras se forraban vendiendo ediciones.
Los Derechos de Autor son la garantía que permite que los autores no sean fagocitados por las grandes industrias o corporaciones culturales. Simplemente el autor recibe del editor/exhibidor/distribuidor una pequeña parte de los beneficios que genere su obra, nada más que eso.
Cosa aparte es el maldito canon, más discutible y difícil de justificar, que sí que pagan los consumidores, y que se ha utilizado alevosamente para denostar a los Derechos de Autor y a los Autores en general. Pero una parte no es el todo, ni mucho menos.
“¿Y por qué TVE tiene que pagarte a ti nada? Tú trabajas para una productora, no para TVE ¿No deberían pagarte ellos?”
La productora me paga por escribir el guión. La cadena me paga, por su difusión comercial, lo que en la ley llaman “derechos de simple remuneración”. El contenido económico de estos derechos se decide en negociación con la entidad de gestión correspondiente, y suele depender del tipo de cadena y de la hora de emisión.
Hastiado:
“Chisdavinto, los Derechos de Autor son fundamentales y progresistas porque favorecen el reparto de beneficios entre los auténticos responsables de los contenidos rentables, de forma muy parecida a como lo hacen las patentes.”
Lo siento, pero ya la expresión “reparto de beneficios” es incompatible con la izquierda. Supongo que no tengo que explicar por qué.
El derecho a la propiedad intelectual es una forma del derecho a la propiedad privada. Puede ser decente o indecnte, justa o injusta, pero desde luego NO es de izquierdas.
Cuando defendéis los derechos de autor (que no digo que no estén bien defendidos) estais defendiendo el derecho la propiedad privada. Es más, estáis defendiendo el derecho a la propiedad privada de los medios de producción, Lo que siemmpre se ha llamado derecho al lucro Eso es la definición de la derecha según la izquierda.
La manera “de izquierdas” de defenderse de las grandes corporaciones es un sindicato fuerte tipo “Guild”, no los derechos de autor (que ya se ve en España que no sirven para eso).
Y repito: no he dicho en ningún momento que los derechos de autor no sean justos. Estoy a favor de ellos, aunque también de controlar los abusos que se están cometiendo
(http://derechosanitario-rdl.blogspot.com/2009/11/clinicas-privadas-y-aisge.html
No entraré en ellos porque sé que vosotros estáis también a favor de acabar con esto.
Barrejón:
¿TVE utiliza tu guión para algo? ¿no, verdad? pues TVE no tiene por qué pagarte a ti nada. ¿Quiere eso decir que no tienes que cobrar cada vez que emite tu capítulo? NO. Quiere decir que quien te tiene que pagar es quien usa tu trabajo, o sea la productora o, más concretamente, la serie.
Si yo tengo una patente para frenos de coche y la Renault la usa, es la Renault la que me tiene que pagar a mi, no hay ninguna sociedad de gestión cobrando por los conceionarios. Ni por los circuitos donde corran con Renault, ni por las agencias de alquiler de coches, ni visitando a los particulares que venden su coche de segunad mano. Si la Renault no me paga la patente, le meterá una demanda que la dejará tiritando, pero no lo pagarán los que no usan mi patente.
No sé si veis dónde quiero llegar, que no es a que no haya derechos de autor, sino a que repondan de ellos los que lo tiene que hacer. A mí, con los músicos, por ejemplo, me parece indecente que vaya la SGAE extorsionando por las bodas mientras los derechos de un CD son menos de la décima parte del precio total.
Un saludo
OK, Chindasvinto. Ahora hablo yo con TVE, con SGAE y con la productora para que lo arreglen. ¿Vas llamando tú al Gobierno para que cambien la ley?
Aparte de lo apuntado (y bien apuntado) en el post, aporto otra opinión:
1. Es evidente que los intereses en que salga esta ley son más de majors americanas (que contactaron directamente con la Sinde) que de la industria nacional.
2. Para ser guionista, esta señora (en vez de compararse con Semprún, tiene cojones) podría haber hecho algo por este oficio como ministra de Cultura. Plantear nuestro derecho de ser sindicato, o colegio… De defender que pudiéramos estar, siquiera, sentados, en las mesas de negociación de esta industria. Nada, no ha hecho nada. Pero que nadie se extrañe que, cuando deje el cargo, aparte de no renunciar a ninguna de sus prebendas (inalcanzables para cualquier trabajador normal), la veamos nombrada en un alto cargo de alguna multinacional del sector. Al tiempo.
3. Cuando hay una serie en DVD, no la bajo de internet. Cuando la puedo ver en la web de la cadena, tampoco.
4. ¿Pero tengo que asumir que mi información (y formación) como espectador y profesional debe ceñirse a lo que programan las cadenas que tienen concesión estatal, o de cualquier comunidad, casi siempre otrorgadas por intereses espúreos o de influencia política, cuando no compran ni emiten dichas series?
5.¿Se ha hecho algo para que, cuando uno viaja y ve en cualquier gran almacén, series indispensables que, emitidas o no aquí, están subtituladas en cualquier idioma menos el castellano?
¿Debo esperar años o dejar de ver obras maestras (u otras que no lo son tanto pero que hay que ver por información profesional) porque sencillamente sólo puedo ver lo que los programadores de las cadenas deciden que debo ver?
6. Siempre he dicho que prefiero tener que pagar por bajar que ver lo que obligadamente parece que tenemos que ver. Que lo organicen y todos tan contentos.
Pero poner tanto énfasis en prohibir y tan poco en haber trabajado por una industria audiovisual decente y por unas cadenas de televisión que en vez de eschar la bazofia que echan, estén al día, sólo implica una mediocridad y una incompetencia absoluta, cas al nivel (por sus obras la conocerás) del de la propia González Sinde.
7. Hay vida ahí afuera. Series como “The fades”, “Boss”, “The Wire” (en su día), “The Corner”, “Collision”, “Injustice”… y muchas más que se emitieron hace décadas que sólo se pueden encontrar en la red (algunas, como Homicidio”, “Cracker”, “Pinceladas”, “Coupling”… ni eso).
Y muchas que jamás se emitirán aquí. Obras maestras. ¿Por qué no tengo derecho a poder verlas?
Emitanlas a su tiempo. Amplien conciertos para su difusión por internet y dvd. Y entonces, quienes las descarguen sí podrán ser considerados delincuentes porque acceden por una vía gratuita a lo que tiene un precio.
Pero ahora no estan siquiera al alcance de nuestra mirada sino es por internet.
Y eso no es culpa nuestra.
8. Ahora tenemos (salvo excepciones) una televisión con un nivel de programación infecta, una ficción que necesita madurar, un cine que apenas presta atención (por ejemplo) a otra cosa que no sean las superproducciones y la obligada emisión de nuestro cine (que como leí un día a Barrejón, no digo que sea malo por esencia pero que cuento con los dedos de una mano las películas españolas que me han gustado en los últimos diez años).
Y cuando corrijan eso (y cuando no hagan una ley que abre la puerta a cerrar cualquier tipo de blog crítico con el sistema, por cierto), hagan lo que tengan que hacer. Pero nunca antes de lo que deberían haber hecho.
Javier: si quieres ver “Homicide: Life on the Streets”, yo tengo la primera temporada en DVD.
¡¡¡Biennnnn!!!
Por cierto:
Hace tiempo me compré la segunda temporada de Mad Men. La abrí para ver meses más tarde: faltaba un dvd.
Lo mismo me pasó con otra de Breakin Bad. Bueno, fue peor: faltaba un dvd.
Acabo de ver la segunda de Sons of Anarchy: los subtítulos eran infames. Traducían la mitad de lo que se decía. La vi bajada: los que la subtitularon traducían TODO y hasta los subtítulos incrustados se podían leer mejor.
Esas cosas también definen lo bien que se cuida al consumidor que paga.
Corrección: en la de Mad Men, no logré leer el dvd en cuatro aparatos distintos.
Como autor copyleft, desde hace pocos años. A lo largo de estos, he visto que la propiedad intelectual es un circo espectacular.
Solo decir que hay bastantes más puntos negros que blancos. No solo está el defender a 4 “ganapanes” por encima de los derechos y las libertades fundamentales (cosa que la propiedad intelectual no es) sino el inflar cifras, el hacernos creer a todos que un mero problema industrial, es como la seguridad nacional. Las mentiras sobre las supuestas pérdidas por las descargas o esos ficticias pérdidas de puestos de trabajo (otras no tan ficticias son las provocadas por el canon, que acabó con la industria de soportes ópticos en España). El hacer creer que el artista x, ha vendido tropecientos mil discos, cuando es simple y llanamente mentira. Ya que lo único que se hace es vender esos discos a la tienda (de ahí que los discos de oro, platino,… sea otro circo).
Y vamos a otra mentira más de la industria. La supuesta poca calidad, respecto a los contenidos descargados. He visto autorías (básicamente son versiones creadas por fans, de series de TV o películas. Recopilando varias de estas en un soporte, como un DVD, por ejemplo), infinitamente mejores, que los productos comerciales, tal como dice el compañero Javier Olivares.
Yo como autor, se que la calidad de mis obras, por falta de conocimientos no está a la altura, de otras grandes. La diferencia es que yo lo reconozco. Pero el 80% de las obras de propiedad intelectual del Mundo, ya no solo de España, son mediocres. Aunque eso si muy comerciales. Pero es que lo comercial y la calidad, no tienen nada que ver.
Si queremos ver el circo que es la propiedad intelectual. Solo hace falta ver la feria ARCO. Donde obras que se crean en pocos minutos, se pretenden vender como si fueran obras del maestro Joan Sebastián Bach, por poner un ejemplo de uno de los grandes de la música clásica.
Luego está el tema Evolución histórica. El como modelos caducos o que no pueden competir, simplemente han desaparecido. Lo que se pretende ahora, o pretende gran parte de la industria de la propiedad intelectual, es defender a los herreros, para cargarse el avance de la industria sidero-metalúrgica o el defender a la industria de las barras de hielo, para cargarse las neveras, por poner otro ejemplo. Vamos básicamente defender modelos caducos, por encima de otros mejores.
Pena me da de los autores, que como si tuviesen el síndrome de Estocolmo, se creen las ideas fantasiosas de una industria que básicamente le quita el dinero que se merecen.
Por último existe no una crisis en el modelo de negocio, sino falta de creatividad. Esto lo vemos en el cine español o el norteamericano. El cine español es siempre lo mismo, si guerra civil, república, post-guerra, y si tetas por doquier. El cine norteamericano similar, son remakes, o adaptaciones de películas o novelas de hace decenas de años.
Esto es básicamente lo que ocurre.
Salu2
Tu argumentación es absurda. No tiene nada que ver un aspecto subjetivo (calidad) con uno cuantitativo (derechos de autor y su remuneración). A mi no me gustan Camela (por poner un ejemplo), pero tienen el mismo derecho que todos a cobrar lo que les corresponda.
El ejemplo de ARCO roza el absurdo: ¿un graffo de Banksy hecho en dos minutos pero que muchos consideraremos una genialidad tiene menos valor que algo hecho hace 200 años? Para mi, no. Son dos cosas muy muy diferentes. Así que ahi no está el debate.
El debate está en la ganancia que tú generas y, como autor, te pertenece y corresponde. me alegra saber que eres partidario de las CC (yo mismo he publicado algo de mi obra bajo esas licencias), pero has de saber que, al colgar una obra en internet estás generando negocio: servers y todo el soporte, desarrolladores webs… antes se vendían discos (o casettes, o vinilos, o…) y a través de ahi era muy fácil contabilizar los que vendia y generaba cada artista. A dia de hoy es mas fácil contabilizar lo que distribuye cada compañia (megas de descarga), por lo que el modelo de mercado (y por ende, sus precios) tiene que cambiar. Se dejaronde vender discos de pizarra y nadie murió ni dejó de hacer música (yo soy músico).
Volviendo al inicio de la respuesta a tu planteamiento: no tiene nada que ver el que creas que una obra es una mierda con lo que esta misma venda. Estoy seguro de que hay cosas que yo considero geniales (como el 4’33” de Cage) que probablemente tú consideres una soberana soplapollez. Y en tu derecho estás, claro. Pero no va de eso todo este asunto.
Hola:
Si no cobras por la puesta en la web de rtve alguien te está quitando algo que la ley te da, con carácter irrenunciable. eso sí, te lo tiene que liquidar la entidad de gestión, pero mira el artículo 90.4 de la LPI:
“La proyección o exhibición sin exigir precio de entrada, la transmisión al público por cualquier medio o procedimiento, alámbrico o inalámbrico, incluido, entre otros, la puesta a disposición en la forma establecida en el artículo 20.2.i [internet]de una obra audiovisual, dará derecho a los autores a recibir la remuneración que proceda, de acuerdo con las tarifas generales establecidas por la correspondiente entidad de gestión.”
el corchete es mío.
ah y lo mismo sobre el dvd y el vhs, deberías recibir por los mismos conceptos, no importa el soporte, asi que miralo ;)
Sobre el resto del post, poco puedo decir, muy claro e interesante.
Un saludo
Es usted un ganapanes, lo demostró y lo sigue demostrando.
Se lo digo con todo el respeto. Deje de pensar y escriba.
Je, je, curiosa la separación que establece usted entre el pensar y el escribir. Es una máxima que se aplica a usted mismo, por lo que veo.
Un apunte al tema de los DVDs. Cuando te dejas la pasta en Los Soprano y en The wire y ves que los audiocomentarios de los capítulos no están subtitulados al castellano, además de preguntarte porqué sigues sin aprender inglés, te entra un enfado bastante considerable.
Philc0re no se a que te refieres con que mi ejemplo roza el absurdo. Y en especial lo de ARCO. Hace unos 4 años, en esa feria del llamado Arte Contemporáneo. Salieron dos obras. Una absurda, que eran 4 bolsas de basura y que su autora, valoraba en 3.000 €. Vamos increíble. Otra obra que tenía algo más de calidad, y de verdadero trabajo. Era un conjunto de luces, que ahora no recuerdo bien, pero si se encendían todas, decía una palabra y si se apagaban parte de ella otra. Eso los que tengan conocimiento de electrónica (yo mismo, ya que hice un ciclo superior para ello) lo hace en 2h a lo sumo. Eso si no me acuerdo en cuanto valoraba la obra, pero no creo que fuesen menos de 1.000 €.
La diferencia que hay entre la propiedad intelectual con otros trabajos. Es que mientras unos se basan en los costes de creación, salvo excepciones. En la susodicha casi hay barra libre para poner el precio que te de la gana y así pasan las cosas que pasan.
He visto a ciertas personas, con prepotencia. Argumentar que pueden poner el precio que le de la gana a sus creaciones y si bueno. Pero ¿y si en todos los productos se hiciese lo mismo?. ¿Hay algo que prohíba vender enchufes a 500 €? ¿Sería lógico? Pues ese es el problema. Además la calidad no es tan subjetiva. Aunque en el caso de la propiedad intelectual (excepto en el software y los medicamentos) quizá sea más complicado observarla.
Si y estoy de acuerdo, que la cosa tiene que cambiar, pero bastante más por parte de la industria que de la gente. Por otro lado lo de los megas de descarga. Me imagino que te refieres al tráfico, pero no es tan fácil. Sobre todo porque no significa que 1 megabyte de tráfico sea una descarga. Ya que hay canciones de bastantes más megas. Vamos que son cantidades variables dependiendo de la calidad del formato de la obra. Ya que no ocupa lo mismo una canción, por ejemplo a 128 Kbps de ratio de bits, que a 320 Kbps. Como ya sabrás.
Además ¿qué no se como se haría, sin hacer peligrar la privacidad de la gente?
Acabando y esto se está viendo en los llamados nuevos modelo de negocio (yo los llamaría parches) como Spotify, Vodder,… y en especial las tarifas premium. En las que de alguna forma la industria de la propiedad intelectual, pretende seguir teniendo los mismos márgenes de beneficio que en el mercado físico. No en vano y en especial en los servicios de vídeo, a penas hay diferencia con alquilar una película en un videoclub normal.
Ahora si acabo. ¿De que va la Ley Sinde en realidad?: De una industria caduca, unos autores con síndrome de Estocolmo básicamente y unos políticos muy ignorantes.
Salu2
Bueno, ya que nos has iluminado sobre la propiedad intelectual, seria interesante que nos dijeras que tiene que hacer Guardiola para que el Barcelona vuelva a ser el de antes. Y ya metidos en faena, como arreglamos la economia.
Porque supongo que, como buen español, tambien tendras soluciones de taberna para eso, ¿no es asi?.
Sobre el precio de las obras de arte, entiendo tu estupefacción… pero llvaría a una demasiado larga disertación explicártelo.
Por lo demás, es una opinión tan respetable como cualquier otra, Juan.
Un poco de respeto no viene nunca mal.
No Juan, las soluciones de taberna, las tiene la SGAE, entre otros. De ahí la “Operación Saga”.
Yo solo digo que hay 2 tipos de persona, las que viven en el mundo real y las que viven en mundo donde como mínimo se creen, que el resto tiene que rendirse a sus encantos.
Salu2
¿Y tú vives en el mundo…?
Kohonera.. Real como el 99% de los autores, que no necesitan llorar porque no les dan el caramelo del sabor que ellos quieren.
Y sobre el comentario, que aun no apareció de Juan. Yo si que estoy harto de los 4 iluminados, que no saben de lo que hablan. Y quieren que el Mundo los alabe, por no se sabe el que.
Y no te preocupes porque gente como tu, hay unos cuantos. Que solo saben insultar, porque no encuentran argumentos.
Esto de internet y la Era Digital, es como un tren y tu puedes hacer que descarrile (llámese Ley Sinde, Hadopi, SOPA, PIPA, IPRED2,…), pero el tren te atropellará tarde o temprano. Si nadie ha parado la evolución tecnológica, no se que le hace pensar a la industria de la propiedad intelectual que lo vaya a conseguir.
Salu2
The way of life (by Sinde)
http://www.abc.es/20111208/cultura-arte/abcp-gonzalez-sinde-cambia-hotel-20111208.html
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