CONSULTORIO:¿QUIÉN SE MERECE UN CRÉDITO?

por DAVID MUÑOZ

Hace unas semanas, recibimos este mail en “Bloguionistas”:

“Hola,
Tengo una pequeña duda y me gustaría saber si podéis ayudarme.
He leído que muchos guiones los escriben guionistas ayudados de una secretaria que es la que escribe lo que él va dictando. ¿Esa persona al final tiene crédito de algún tipo en el guión?
Y otra pregunta: en muchos guiones hay aportaciones importantes de personas externas, por ejemplo el speech de Robert Shawn en “Tiburón” supuestamente no fue cosa del guionista. O los muchos guiones que son supervisados por otras personas y aportan ideas y cambian cosas pero no tienen crédito como guionistas.
Mi pregunta es: ¿Hasta qué punto una colaboración externa al guionista principal debería llevar crédito como co-guionista?
Gracias, ¡un saludo!
Manuel”

Pues me dejas pasmado, Manuel. Yo nunca he oído hablar de ningún guionista que escriba sus guiones dictándoselos a una secretaria. No digo que no los haya. Sólo que a mí nunca me ha llegado una historia semejante. Aunque sí que he leído alguna vez que algunos escritores ya mayores trabajan así (me parece recordar que me contaron que Camilo José Cela dictaba sus últimas novelas). La verdad es que yo es algo que nunca haría. Para empezar, porque no debe salir nada barato, y no creo que ninguno nos compense dedicar un porcentaje del dinero que ganamos a pagar para que alguien teclee por nosotros, y luego, porque desde que usamos ordenador, probablemente sea más rápido corregir sobre la marcha mientras escribimos que comunicarle a alguien lo que queremos hacer. Por Ej. éste párrafo lo he cambiado siete u ocho veces en menos de dos minutos. Solo explicar los cambios que quería hacer según se me iban ocurriendo me habría llevado por lo menos tres o cuatro, eso suponiendo que la secretaria (o secretario, ¿por qué no?), me entendiera a la primera.

Además, yo creo que no me sentiría nada cómodo teniendo a alguien que no participa en el proceso creativo sentado frente a un teclado esperando que se me ocurran cosas. Me pondría nerviosísimo. Por mucho que por Ej. tengas que reunirte a menudo con tus compañeros cuando escribes una serie de televisión, al final siempre hay una parte del proceso de escritura en el que rindes mejor a solas.

Y decía antes “desde que usamos ordenador” porque las cosas eran muy distintas cuando los guionistas escribíamos a máquina. Bueno, es que de hecho yo empecé escribiendo a máquina. Y era un infierno. Para conseguir un folio sin tachones tenía que “picarlo” dos o tres veces y gastar mucho typex. Dedicaba más tiempo a tener una página presentable que a escribir la primera versión. Entonces sí que me hubiera encantado tener una secretaria que pasara mis borradores a limpio.

Ahora caigo que hace tiempo me contaron que en la época de las máquinas de escribir (o sea, durante el 80% de la historia del cine) las productoras tenían secretarias que precisamente se encargaban de hacer ese trabajo. Es probable que la información te haya llegado de alguien que conoce esas historias.

Pero, contestando por fin tu pregunta, Manuel: no, esa persona no debería tener ningún crédito en el guión. Su trabajo no ha sido creativo. Vamos, de la misma manera que el traductor de una película que se va a rodar en inglés a partir de un guión en español, tampoco firma el guión.

¡El monólogo lo escribí yo! ¡YO!

Luego, tu segunda pregunta no es tan fácil de contestar.

Desgraciadamente, no existe un criterio consensuado a ese respecto. Al menos no en España. Porque los americanos lo tienen mucho más claro.

Como expliqué en esta entrada, esto son los requisitos que exige la WGA (la Writers Guild of America) para conseguir un crédito:

“Cualquier guionista cuyo trabajo represente una contribución de más de un 33% de un guión se merecerá un crédito de guión, excepto cuando el guión sea un guión original. En el caso de un guión original, cualquier guionista posterior o equipo de guionistas debe contribuir al 50 % del guión definitivo para conseguir un crédito”.

Por eso el guionista que escribió el monólogo de Robert Shaw (o guionistas, dicen que participaron John Milius, Howard Sackler y el propio Shaw) no fueron acreditados como tales en “Tiburón”. Su aportación no fue considerada lo suficientemente significativa.

Y a mí me parece justo. Los créditos hay que ganárselos. Levantar un guión, construir su arquitectura, es muy trabajoso, puede llevar meses, sino años. Mientras que escribir un monólogo como el de Shaw, por muy brillante que sea, te puede ocupar como mucho un par de jornadas. Me parece bien que los nombres de sus autores queden relegados a los créditos finales, entre los agradecimientos. Bueno, “relegados” es un decir, su monólogo ha pasado a la historia del cine y  quizá se ha hablado más sobre ellos por este trabajo que por cualquier otra cosa que hayan escrito. Sí, incluso Milius.

De todas maneras hay otra razón para un arbitraje tan estricto. Como he dicho antes, los procesos de escritura se prolongan a veces durante años. Durante ese tiempo, hay mucha gente que opina sobre el guión: productores, lectores, tutores, directores… y todos tratan de aportar todo lo que pueden para mejorarlo (aunque muchas veces consigan precisamente el resultado contrario). Si todos firmaran, la lista de co-autores sería más larga que el resto de los créditos de la película.

Sin embargo, en España se cuelan a veces en los créditos nombres de productores cuya aportación nunca supera el  mínimo que exige la WGA. Y ocurre mucho más a menudo con los directores. Hay quienes no entienden que el trabajo del director es precisamente supervisar y tomar decisiones respecto a todos los procesos que contribuyen a la creación de su película. Y entre ellos se cuenta por supuesto el guión. Pero también opinan sobre la dirección de fotografía, el arte o la música, y jamás he oído hablar de un director que reclame un crédito en esas áreas. Quizá porque sus aspectos técnicos resultan mucho más intimidatorios que los de la escritura. Quizá porque todos piensan que mientras que no podrían construir un decorado, sí que podrían escribir.

Y a falta de la WGA, quienes arbitran los créditos en España son los productores. Lo malo es que con tal de tenerle contento y que llegue feliz al rodaje, los productores son capaces de prometerle lo que sea a su director. Sobre todo si es algo tan “inocuo” (desde su punto de vista, claro), como un crédito como guionista.

Afortunadamente, no  todos los productores son así.

Desde hace unos meses estoy escribiendo un guión para una productora francesa. Y aunque el director se ha limitado hasta ahora a mandarme notas que apenas estoy utilizando, ya ha exigido un crédito como guionista. Cuando ya me estaba agobiando, me ha llegado un mail del productor que me ha hecho recuperar la confianza en los productores.

El mail dice así:

“El director sigue insistiendo en que quiere un crédito como co guionista. Acabo de mandarle un mail dejándole claro que llegados a este punto no queremos que nos mande más notas. Y, hasta que el asunto esté resuelto, te pido que no leas sus notas en el caso de que las envíe”.

¡Vive le France!

10 comentarios en «CONSULTORIO:¿QUIÉN SE MERECE UN CRÉDITO?»

  1. Hace poco vi la pelicula “Amigos…” .
    Otra decepcionante muestra de cine español.

    Busco en imdb y aparece esto:

    Directores: Marcos Cabotá
    Borja Manso

    Guionistas: Borja Cobeaga
    Borja Manso
    Diego San José (ayudante de guionista)

    No tenia ni idea de que existia la figura del ayudante de guionista
    (al igual que el ayudante de dirección y el ayudante de cámara)
    Y tampoco tengo ni idea de cuales son sus funciones.
    ¿alguien me da una pista?

    1. Menos mal, no soy la única que salió de ver “amigos” echando pestes.
      No tenía nada que ver con el humor de Cobeaga en otras cosas suyas que vi. ¿Será por la dirección? Será porque no era “del todo” suyo?

  2. Muñoz, dime el nombre del productor francés, por favor. Voy a tatuármelo en una nalga.

    Hmaniaco… No creo que San José ejerciera de “ayudante de guionista”. Debe de ser una traducción chunguera de “collaborating writer” (que es lo que me aparece en el imdb anglo).

  3. El traductor del guión inglés no lo firma como guionista, pero firma la traducción y cobra derechos de autor.

  4. Escribí el primer capítulo de Los 80 con Juanvi Pozuelo y Fernando Colomo. Fernando escribe a mano, y corrige a mano (creo recordar concretamente que a lápiz) y luego alguien en la oficina le picaba el texto a ordenador. Igual hay algún otro colaborador de Fernando por aquí, o él mismo, para corroborarlo. Es el único ejemplo que conozco, pero como dice David, eso no hace a su secretaria autora del guión.

    En cuanto a directores que firman el guión sin escribir, lamentablemente son legión. Algunos por arañar algo de la pela de guión, otros por no ser menos autores, y otros porque tienen una desmedida idea de su aportación al guión. Estar en reuniones y aportar u opinar no es lo mismo que escribir. La regla general debería ser “El que escribe , firma… y el que firma, escribe”

  5. David, esa anécdota de la productora francesa parece un tanto surrealista. Con la veteranía que usted tiene, me cuesta imaginarlo con esa presión encima de director y productor, aunque suelan ser los que manejan los hilos, y el guionista como usted ha dicho muchas veces en sus posts sea el último mono. De ser cierta la anécdota, parece irrelevante la ideología (tan debatida en el otro post) que usted trasmita en el guion, y no tanto la del productor, que aparentemente le ha salvado la papeleta, sin cuestionarlo en ningún momento.

    Por otro lado, la pregunta de Manuel, con todos mis respetos, también se las trae. Nadie que escriba al dictado debería tener títulos de crédito. Por no decir que ni siquiera adquieren la categoría de escritores, sino de escribientes.

  6. Hay un ejemplo clarísimo de un guionista que trabaja con una secretaria para mecanografiar su guión y que, al final, colabora en el proceso creativo:
    “Encuentro en París” con Audrey Hepburn.
    Pero, ¿quién no le hubiese dado un crédito a una secretaria así?

  7. A mí me ha pasado tanto en cine como en tv. Que un director firme guion es un vicio español.

    De hecho, me fui de una serie porque mis guiones (grabados intactos) los firmaban más gente.

  8. No es sólo cuestión de créditos, sino de derechos de autor.

    Luego están los que firmen o no firmen, te quitan los derechos de autor como si hubieran sido ellos los que hubieran escrito por ser directores o creadores, olvidando que ya tienen sus propios tantos por ciento.

    Estamos yendo, desgraciadamente, a lo de esto son lentejas (las coges o las dejas). Y la mayoría, las coge y así nos luce el pelo.

    Aparte de créditos y derechos, hay algo que antecede a esto: que no tengas información de la producción de la serie que has creado. Que no tengas voz. Que no figures en las notas de prensa. Que el director, que sólo rueda lo que has escrito y su deber es hacerlo bien, sale en todas partes hablando de “lo que quería decir con esta serie” como si la hubiera creado él.

    Todo es lo mismo: una falta de respeto. Y una indignidad para una profesión cada vez menos digna. Porque se trabaja por dinero… y por prestigio: y si nadie sabe qué existes, la serie, por mucho que la hayas escrito, deja de ser tuya.

    El problema es que cuando dices NO, se sorprenden. Ése es el verdadero problema. No ya que te lo hagan (están ahí para ganar dinero y prestyigio cuánto más ganen y menos compartan es mejor para ellos: es ley de vida), sino que te niegues. Lo que implica, esa sorpresa, ese “ya está aquí el sindicalista de los cojones”, es que muchos antes de que tú te negaras han dicho que SÍ.

    Como dice Cansado y Confuso, algunos nos hemos ido de series por que firmaba todo el mundo. O por los derechos. Han venido otros que han tragado y como si tal cosa.

    Y a guionista regalado, no le mires el diente.

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