por Guillermo Zapata.
Leí en alguna parte que todas las películas son biopics de gente desconocida, pero que sólo se les llama biopics a las películas que tratan de gente famosa que realmente existió.
Me preocupa el biopic. Me parece que es muy difícil escribir contando la vida de alguién. Para empezar, la vida suele durar mucho tiempo y el cine no se lleva especialmente bien contando historias que suceden a lo largo de muchos años. Además, tiene la complicación evidente de que existe un referente previo que condiciona por completo el proyecto y que muchas veces, lo lastra por exceso de respeto.
El biopic es, sin embargo, un género muy bien considerado por crítica y público. La verdad es que es interesante analizar por qué el biopic es cómo es. Que nos dice eso sobre cómo escribimos (y cómo recibimos como espectadores las narraciones)
1.- Los biopics suelen explicar que la vida es una sucesión de momentos importantes, eventos de trascendencia y decisiones cruciales. Muy pocos de ellos se centran en los momentos de aburrimiento. Siempre es más difícil contar algo cuando parece que no está pasando nada.
2.- Los biopics suelen tener narraciones de base cristiana. Construcciones redentoras en las que el protagonista aprende algo, descubre algo de si mismo o paga por sus errores. Esto es interesante porque esta fórmula se cumple incluso cuando es evidente que la persona real jamás aprendió nada.
3.- Los biopics plantean que las personas se hacen a si mismas y siempre se narran a través de la forma en la que alguien condicionó al mundo y no como el mundo condicionó a alguien. Esto, evidentemente, es muy satisfactorio para el espectador.
4.- Aunque la historia de la vida siempre es trágica (Atención, spoilers: Al final te mueres) muchos biopics no terminan con la muerte del protagonista y si lo hacen, esa muerte tiene sentido. Cuando dicha muerte no tiene sentido, es azarosa, ridícula, se saca de la narración.
Por ese motivo me permito recomendaros tres biopics heterodoxos de los que podemos aprender mucho.
24 Hour Party People: Michael Winterbottom y el guionista Frank Cottrell Boyce eligen contar la historia de Tony Wilson como alguien que condiciona y a la vez es condicionado por su entorno. Deciden contar la historia siendo fieles a su personaje real por la vía de transgresión de la vida real del personaje (cuentan la leyenda, no tanto la realidad) deciden con ello contar la historia de las transformaciones en la historia de la musica popular a través de un ejemplo concreto, la ciudad de Manchester. Y sobre todo, le dan a su historia una estructura no redentora en la que no se establecen consecuencias morales a las acciones. Además, sale Dios.
American Splendor: La historia del dibujante de tebeos Underground Harvey Pekar tiene la particularidad de que sus tebeos son autobiográficos y hablan del tedio cotidiano. La película afronta con inteligencia el problema de narrar la vida desde los tiempos muertos, pero sobre todo plantea que está haciendo una adaptación de un tebeo que es a la vez una biografía de un tipo que hace tebeos autobiográficos. Excelente.
I’m Not There: Todd Haynes escribe y dirige ésta película sobre la vida y obra de Bob Dylan rompiendo la mayor parte de las reglas sobre éste tipo de películas. Que el personaje-dylan esté interpretado por siete actores diferentes (entre ellos una actriz) rompe la idea de que uno es siempre el mismo a lo largo de su vida y propone una narración desde la multiplicidad. En segundo lugar, la película le concede el mismo valor expresivo a los acontecimientos biográficos en la vida de Dylan que a su propia evolución como artista representada por los escenarios, el propio género de la película que va cambiando (hay ratos en los que es un western, hay ratos en los que es un documental progre de los setenta, hay ratos en los que es una pieza de pop-art al estilo de las películas de Beatles, etc.) La película es deliberadamente derivativa y está tan cargada de referencias metalinguísticas que puede resultar oscura para quién no conozca la obra de Dylan (o cargante, incluso)
Mientras tanto, si no os van este tipo de variaciones, podéis disfrutar del biopic de Margaret Thacher, que se presenta como nada menos que un alegato feminista. No quiero ni pensar como será el de Angela Merkel. Un biopic con mechas. Mientras tanto, sentiros libres de usar los comentarios para indicar vuestros biopics favoritos.
A mí me gustan especialmente los biopics de personajes ficticios con una conexión inventada con la realidad: Forrest Gump sería el paradigma. Y “El Mundo según Garp”, que parte de una novela absolutamente extraordinaria.
PD: Guillermo, revisa las tildes. Sin acritud :)
Otro biopic que se sale de la norma es Bird, de Clinton Eastwood. No sólo por la estructura narrativa que utiliza, sino también por representar la absurda muerte de Charlie Parker por un ataque de risa frente a la tele a pesar de set un heroinómano sin solución.
Yo no sé si será un biopic como aquí lo estás llamando, pero quiero aprovechar la ocasión para decir que a mí me encanta Barry Lyndon. Sobre todo por eso que has dicho que el cine se suele llevar mal con las películas que cuentan la vida de un personaje. Creo que Kubrick consigue, una vez más, mearse en las prohibiciones de manera magistral.
A mí personalmente me gustó Control (Anton Corbijn, 2007)… Que se centra en Ian Curtis, el fallecido cantante de Joy Division y la historia que cuenta, también aparece en parte, en 24 Hour Party People (que se centra bastante en la historia de Curtis-Joy Division-New Order). A diferencia de esta última, que para mi gusto entretiene más que otra cosa, ya que me parece demasiado posmoderna, Control es más realista y no busca ninguna redención ni justificación de su personaje, simplemente lo muestra tal cual es, un joven depresivo, empleado público, poeta y cantante de una banda, que podría estar en la cima del mundo, salvo por él mismo… Además de una dirección y una puesta en escena acorde.
Y después el falso biopic “The commitments” de Alan Parker tiene momentos muy interesantes.
Ese sería otro subgénero: El de falso biopic. No habría que confundirlo con el falso documental puro. Como falso Biopic uno que me gusta es el de Acordes y desacuerdos de Woody Allen.
El Biopic como tal no me gustan demasiado (los de escuadra y cartabón). Debe ser por mi tendencia antimitómana. Sin embargo es verdad que sí me gustan mucho todos aquellos que se salen de la norma. Lo mismo ni siquiera se pueden considerar biopic como tal, pero distintos en esencia, sí establecen como epicentro de su argumento la vida de una persona (quizá no tan famosa). Los tres que mencionas me gustan. Pero más aún algunos como “Toro Salvaje”, “Ed wood”, “El diablo y Daniel Johnston”, “Bird”…
Mi biopic favorito de alguien desconocido, pero que no era famoso y gracias al biopic ya lo es más. Ed wood, Tim Burton
Mi biopic favorito de una persona desconocida, pero que no te dicen nunca que en realidad no existió: Forgotten silver de Peter Jackson.
Mi biopic favorito de una persona que descubre con horror un día que es víctima de un biopic y decide liberarse de la dictadura del guionista del biopic viviendo su vida sin imposiciones argumentales ni de escaleta: El show de Truman, Peter Weir.
Mi biopic favorito de alguien que sí existió y muy conocido y todos saben quien es pero el personaje es inventado: Ciudadano Kane, Orson Welles
Mi biopic favorito de alguien conocido pero en realidad va de alguien desconocido: Amadeus, Milos Forman
Mi biopic favorito de un objeto de bisutería de oro desde su nacimiento hasta su destrucción. Como es muy largo dicho biopic, el objeto va pasando de manos para hacerlo más divertido: Trilogía El señor de los anillos, Peter Jackson
¿Nadie menciona ‘La red social’, uno de los mejores biopics de los últimos años? Si estáis hartos de biografías que pervierten la realidad, o directamente la ignoran, para mostrar a los protagonistas como hermanitas de la caridad, (sí, ‘Una mente maravillosa’, te estoy mirando a ti); o si queréis algo distinto del clásico esquema auge-caída-redención del protagonista, (casi todas las que tratan sobre las vidas de músicos), ésta es vuestra película: al principio de la historia el ‘héroe’ comienza siendo un gilipollas antisocial y megalomaníaco, capaz de traicionar a su único amigo en su ascenso a la cumbre, para convertirse en un capullo aún mayor y con un ego más grande al final. ¡Que te den, redención! La gente normal no crea imperios de miles de millones de dólares.
XD
Tampoco hay redención en el Howard Hughes de “El aviador”.
¡El Gran Vázquez!
Otra: ‘Tucker: Un hombre y su sueño’, de Francis Ford Coppola. Preston Tucker, protagonista de esta gran película, fabrica con dinero de su propio bolsillo un modelo de automóvil revolucionario, (es económico, consume poco, y además incorpora avances en seguridad que se adelantan en varios años a sus competidores). ¿Por qué no triunfó? Porque los grandes fabricantes le boicotearon desde el principio sabedores de que si el coche de Tucker se producía en serie acabaría por echarlos del negocio, e hicieron cuanto estuvo en su mano para arruinarle, (quitándole suministros vitales para su empresa, demandándole, presionando a sus trabajadores)…
Lo interesante, y ahí radica el genio de Coppola, es que consigue enganchar al espectador contando la historia de un fracaso, no dejando decaer el interés de la trama en ningún momento.
‘Fitzcarraldo’ ¿sería un biopic? no me queda nada claro qué se entiende exactamente por un biopic ¿una excusa para montártela? No sé, me quedo con los documentales, muchos de ellos extremadamente interesantes, y que, ya que estoy con el comentario, parecen que van a años luz de lo que se escribe para ficción, posiblemente porque lo tengan más fácil.
Para biopic raro ‘Andrei Rublev’. Del personaje real se sabe bien poco, pero de la época se sabe bastante. Ningún exceso, sobriedad, casi anonimato. Rublev es un mero testigo de su época.
‘Control’ está bien pero quizás adolece de languidez extrema. Es curioso que contra esta imagen de tipo depresivo que ha sido un cliché desde siempre, en 24 Hours Party People, Tony Wilson recuerde a un Ian Curtis bastante alegre sobre un escenario.
Yo creo que los biopics más lamentables son los de políticos, militares y cosas así. Más que nada porque sus orígenes reales nos caen muy mal a todos y en las películas siempre andan buscándoles motivaciones y excusas. ‘W’ de Stone puede ser algo diferente, pero no acaba de ser una buena película.
‘W’ es una de las mejores comedias de Oliver Stone.
:)
Into the Wild
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