por Silvestre García.
Recientemente contacté con Bloguionistas comentándoles mi interés en escribir un post sobre uno de los temas candentes del II Encuentro de guionistas: los analistas de las cadenas (delegados de ficción).
Trabajé como delegado en Antena 3 durante algo más de dos años y nunca me sentí del todo analista, sino un guionista que para comer trabajaba allí, y que en paralelo escribía y rodaba sus cosas.
Pues bien, en el encuentro, escuchando el debate y la controversia generada, de pronto, después de un año fuera de Antena…. Me identifiqué con ellos. Creo que el tema podría merecer el post. Explicar cuál es realmente el trabajo de un analista, sin pelos en la lengua; mi experiencia y mi opinión sobre el arte de analizar el arte de otros.
En Bloguionistas les pareció que podía ser interesante, así que aquí estamos.
Quiero dejar claro que este post no pretende ni enfrentar ni alimentar la controversia. Quien busque trapos sucios, insultos o dardos envenenados no los encontrará aquí. No porque no quiera pringarme, sino porque nunca le he visto la utilidad, ni para mí ni para a quien me dirijo, el hablar mal de otras personas o cotillear sobre malos rollos. La intención de este post es informativa, ilustrativa y/o aclaradora en relación a un tema que, de una forma u otra, toca a muchos guionistas. Quizás diga cosas demasiado obvias, y por ello quedo a disposición de responder cuestiones concretas en los comentarios.
Lo primero de todo sería explicar en qué consiste grosso modo ese ente denominado departamento de ficción de una cadena.
Hablo del caso de Antena 3, en el periodo concreto en el que yo trabajé allí. Me consta que no siempre se ha hecho así, que a día de hoy ha variado, y que en otras cadenas es diferente. Aunque creo que, al final, la esencia se mantiene.
Pues a ver: en la cúspide de la pirámide está la directora de ficción de la cadena, con su despacho junto a los jefes, sus secretarias y sus fotos molonas de todas las series que se han realizado durante su “mandato”.
El departamento en sí está en otro sitio, dividido en dos subgrupos: producción y contenidos.
Como enlace entre las dos áreas y la directora, había dos subjefes (me vais a disculpar, pero la terminología jerárquica nunca ha sido mi fuerte. Siempre confundo capitán con oficial; coronel con sargento; almirante con general y obispo con pe… sorry, que se me va…) Lo que decía, dos subalternos.
El equipo de producción se encargaba (atención, spoiler) de los temas relacionados con la producción de las series. Ejemplo: llamaban “Los hombres de Paco” porque necesitaban que Susanna Griso hablase de un caso; o “Doctor Mateo” necesitaba imágenes de archivo; o saber si se tenían los derechos de una canción determinada… También eran responsables de la recepción de los capítulos. Llegaba un máster y ellos se encargaban de que se ingestase, comprobando y chequeando que no había problemas (que alguien hubiese grabado una porno encima o algo así). Pues de eso y más cosas se ocupaba el equipo de producción. Yo estaba en contenidos, y los de contenidos hacíamos (atención, spoiler) la parte concerniente a los contenidos.
Básicamente, nuestro trabajo, y en esto hacía hincapié la directora, es que éramos sus ojos, su primer filtro.
Había que valorar y analizar la calidad de los contenidos. Por un lado, las series que estaban en emisión, y, por otro, las biblias y propuestas de series que mandaban las productoras.
A cada uno de los delegados se les asignaba una, dos o tres series en marcha que llevar. Dependiendo de la experiencia de ese delegado y de cómo fuesen las series. No es lo mismo llevar una semanal que una diaria, obvio.
¿Qué es lo que hace un delegado con la serie que lleva?
Llegaba el guión. Normalmente, una versión bastante definitiva, que, por su parte, ya había pasado el filtro de coordinador y producción ejecutiva en la productora. Pues bien, nos llegaba ese guión; una copia se la leía el delegado de la serie y otra se la leía la subalterna.
Si la serie estaba empezando, la directora también se leía el guión.
Una vez leído, y no debía pasar mucho tiempo para intentar dar a los guionistas el máximo margen para reescribir (ya se sabe, uno o dos días), se realizaba un informe detallando los “problemas” que se veían en el guión.
Se analizaban las tramas, los personajes, estructura, diálogos, tono, etc.
¿Cuáles eran los problemas más comunes? Normalmente, había dos tipos:
1.- Las salidas de tono de la serie. Esto es muy personal y había que valorarlo bien. Por ejemplo, en algún capítulo de Los Pacos había cosas demasiado escatológicas… Esto es subjetivo, pues lo que para uno es “muy” para otro es “algo”; y lo que para uno es arriesgado para otro es atrevido, etc.
Otro problema relacionado con el tono era cuando, en series que combinan humor y misterio (por ejemplo, “Los Protegidos”), se desequilibraba la balanza y de pronto faltaba intriga.
2.- El segundo grupo de problemas típicos podrían denominarse como “problemas básicos de guión”, en plan “Vale, puede que esto no se entienda bien; nos parece que la información que se da en esta secuencia no está suficientemente desarrollada”; “Quizás esto se debería plantar mejor; “Da la impresión de que la actitud de este personaje no es acorde con lo que dijo en el capítulo anterior”. En definitiva, comprobar raccords de personajes, pulsos dramáticos, ritmo, que los avances de las tramas no fuesen repetitivos… “¿Otra vez Mario Casas a punto de besar a Michelle Jenner?” (Admitiendo que luego era lo que mejor funcionaba…). En resumen, valorar el guión en su conjunto.
Ese informe se lo leía la subalterna, lo comentaba con el delegado en cuestión, nos poníamos de acuerdo, -“Afina esta parte; ¿no te cantaba también aquello otro? Y quita ese párrafo donde te metes con la madre del guionista”-, se reescribía y se mandaba a la directora. Ella lo leía, daba el visto bueno (o no, y había q volver a reescribirlo) y se le enviaba al responsable de la productora; normalmente, el coordinador de guiones o un productor ejecutivo.
Al haber tantos filtros dentro de la propia cadena, todo se ralentizaba. Los delegados tratábamos de leer y escribir el informe lo antes posible, muchas veces el mismo día que llegaba el guión, pero luego debía leerlo la subalterna, reescribirse, mandárselo a la directora, dar el visto bueno… Frustraba, porque sabías que luego era menor el margen que el equipo de guión tenía para reescribir… Para más inri, a veces en las altas esferas, de pronto, se “interesaban” por una serie y entonces se multiplicaban los filtros y la espera.
Bueno, pues, tras mandar ese informe, nos llegaba la nueva versión de guión. Se leía para comprobar que se habían introducido los cambios y sugerencias. Normalmente era así. Y se daba luz verde. El trato con los enlaces de las productoras era bueno. Supongo que a todos nos convenía. Además, ya que tenías que sumergirte a saco en un proyecto, tratabas de hacer el trabajo lo mejor posible para el bien de la serie. Incluso, aunque a priori fuese un proyecto que no te “gustase”, al final siempre le terminabas cogiendo “cariño”. Uno de los primeros proyectos que llevé fue la serie diaria “18”. Me vi casi todas las pruebas de castings, me leí la biblia, los mapas de tramas, las escaletas, todos sus guiones, me vi todos sus premásters y másters… y claro, dolió que no funcionase.
Con las diarias, el trabajo era el mismo, pero de cinco en cinco. Es decir, llegaban cinco guiones seguidos y tenías que hacer un informe conjunto de los cinco. A veces se acumulaban unos megatochazos impresionantes… no voy a decir que nos rompiésemos la espalda a currar, porque no era así, pero, de vez en cuando, había momentos de… WTF!
Así pues, se daba luz verde al guión definitivo. Luego, una vez rodado el capítulo, llegaba el premáster, que es una cosa un poco bastante infernal de ver, sin etalonaje, ni sonorización, ni música… La dinámica era la misma que con el guión, se veía, se realizaba un informe, se comentaba con la subalterna y luego con la directora. Si la serie estaba empezando, se veía y analizaba con lupa.
Era raro que se tuviesen que regrabar o añadir secuencias. Si acaso, agilizar o aclarar cosas mediante montaje.
Luego llegaba el máster, se ingestaba y se emitía.
Antes de emitirlo, como delegados de esa serie, debíamos dar el corte a emisión. El corte es fijar un punto en el que pueda entrar el último bloque de publicidad. Dependiendo de la parrilla. Llegaba un compañero de emisiones y te decía el margen que había para colocar dicho corte. Normalmente, era de 6 a 8 minutos del final. Puteante. A mí me llegaron a pedir un corte a 2-3 minutos del final. Sí. Esto se hace para poder insertar el bloque de anuncios dentro de la franja de prime time, en la que los anunciantes pagan más. Por aquello de que las cadenas son emisoras de anuncios con pausas de contenidos, pues eso.
El corte era importante darlo bien. Muchas veces a los 6 ó 7 minutos, parecía que la trama principal se había resuelto. Obviamente, si te vas ahí a publicidad no vuelve ni la mitad de la audiencia. Así pues, se intentaba dar el corte dejando en alto. Puntualizo este tema porque… Sí, sería la hostia que en España se respetasen de antemano los cortes y que estos se planteasen en guión, como se hace en EE. UU., acordetazos de violín a lo “Lost” y publicidad. Pero la realidad es que no es así. Y desde guión al menos podemos prever que habrá un corte poco antes del final, por lo que meter un “momento musical” o resolverlo todo antes de esos 6-7 minutos es contraproducente. Todo esto sonará a Perogrullo, pero pasaba.
Continuará…
(En la próxima entrega hablaré, entre otras cosas, sobre los proyectos que llegaban a la cadena)
ACLARACIÓN: Silvestre García ha hecho prácticas en Los Serrano de UN MES, como todos sus compañeros de Master de Globomedia. De eso a ser “guionista de Los Serrano” (como figura en este blog) hay un abismo. Si metió un chiste en un episodio ya me parecería un milagro.
Es por eso que resulta escalofriante que una persona que solo cuenta con un corto absurdo en su curriculum, haya estado analizando y reescribiendo guiones de series de una cadena generalista. Así va la televisión en España.
Eso sí, admiro la habilidad del señor García para venderse. Eso sí que tiene mérito.
Joder, si eso es así menudo pedazo de morro…
Perdón, pero yo fui jefe de equipo de Silvestre en Los Serrano. Y sí, entró de prácticas, pero en mi equipo curraba como uno más y puede tranquilamente decir que ha sido guionista de Los Serrano…
No sé la mala baba y el por qué de tu comentario, pero te puedo decir que yo estaba allí… ¿Dónde estabas tú? Y si quieres, puede dar fe de esto, Pablo Olivares (productor ejecutivo) y Arancha Écija y Begoña Álvares, directoras de la serie.
Un saludo. Y no te muerdas la lengua, no sea que te envenenes.
Admirable es tu capacidad para criticar a profesionales que ni si quiera conoces por sus trayectorías laborales, que curiosamente también desconoces.
Si quieres criticar el artículo adelante, si quieres criticar al bloggero en función de la experiencia que tú crees que tiene, te recomiendo que primero te informes sobre la misma.
Por otra parte una acotación; NINGÚN CORTO ES ABSURDO.
Vale, no pensaba entrar al trapo… Acepto críticas, opiniones, e incluso insultos (si son originales). Pero que se mienta, molesta.
Realicé prácticas de un mes, pero fue en “Cuenta atrás”, por eso no lo remarco como experiencia. En “Los Serrano” estuve 6 meses, escribiendo en un equipo de 3.
Aparte del corto mencionado, he realizado algunos más y co-escrito otros varios. Largometrajes propios he escrito tres, co-escrito dos. Sí, aun no se han llevado al cine, pero tres de ellos han sido comprados por sendas productoras.
Por cierto, en ningún momento en Antena 3 se reescribía el guión a nadie.
Otras cosa es que se opine en contra de que personas con un curriculum corto, analicen el trabajo de guionistas con carreras más asentadas. Ok, es una respetable opinión. Para mí lo que se ha de valorar es la capacidad de esa persona (tenga la edad que tenga) para hacer su trabajo bien.
Aporto mi granito de arena: yo he trabajado en una serie diaria y he recibido los informes de Silvestre y son de los más inteligentes, respetuosos y acertados que yo he visto. Y gracias por el post, desconocía esa parte del funcionamiento de las cadenas.
En mi trato con A3, en los últimos años, la corrección ha sido siempre manifiesta, tanto por Silvestre como por sus compañeros y antecesores. y la jefatura de ficción… Y lo dice alguien que no logró sacar adelante ninguna de las dos series que presentó. Evidentemente, tonto sería si dijera que no me jodió. Y mucho… Pero queja profesional y de trato personal, ninguna.
A veces las cosas salen. Y otras, no. Y hay que asumirlo con deportividad.
El problema no es la edad del que lo analice (tampoco tienen ellos la última palabra normalmente), aunque es lógico que la experiencia es un grado. Lo importante es la lógica de los comentarios, que no se pongan a “ser guionistas”, ni a decirte (en vez de qué concepto quieren) las líneas de diálogo que ellos escribirían.
Lo importante es el trato de respeto profesional.
Y, lo más importante, es que no te mareen cuando saben que la serie que analizan no va a salir.
Nada de esto me ha pasado con A3. Y lo valoro mucho. Porque hablando claro, se entiende la gente.
Hay una cosa que nunca entendí de la serie en la que trabajé (Antena 3) en su momento: si tanto los analistas, como los delegados, como los directores de ficción saben que no se van a respetar los 4 bloques en los que se divide –dividía, en este caso– el capítulo, ¿por qué nos obligaban-permitían a los guionistas perder el tiempo ideando esos –inútiles por tanto– puntos de giro? ¿Por qué no se dice la verdad, es decir, que los cortes los dan en la cadena en función de los bloques y sus necesidades publicitarias-horarias?
Aprovecho para lanzar otra pregunta:¿cuándo comprenderán las cadenas –sus ejecutivos y directivos– que se gana más pasta respetando las reglas establecidas en USA para la ficción y emitiendo capítulos de 42-45 minutos, en lugar de esos extenuantes –e insoportables a veces– 72 minutos?
PD: en mi breve experiencia en Antena 3 (1 año) tampoco se reescribieron guiones a nadie.
Respecto a Los Serrano, nada que objetar, salvo que me gustaría leer alguno de los análisis que se hicieron sobre su último capítulo. Mera curiosidad.
Sobre lo de los bloques en los que se dividía cada capítulo. Lo ideal sería que se respetase y se metiese la publicidad en los momentos ideados por los guionistas. Que no se haga, no significa que esos puntos de giro y/o división en 3 o 4 actos, no sirvan para nada. Una película para cine incorpora esos actos y puntos de giro, en el cine no habrá publicidad y en la tele sí.
Sobre lo de la duración. ¿Cómo le explicas a un ejecutivo que 42 minutos son más rentables que 72? Si a ellos les cuesta lo mismo. Es decir, ellos pagan X por capítulo, no X por minuto. Aunque lo que ganen en publicidad sí sea X por minuto. En mi opinión el problema está en las productoras que con tal de hacer una serie se pliegan a las demandas (excesivas) de la cadena. Y quien lo termina sufriendo luego son los equipos de trabajo (guión, dirección, producción…)
Por lo que yo sé, ya no trabaja allí, el último capítulo de “Los Serrano” tuvo una oposición unánime del equipo de guión. Fue una idea de producción ejecutiva.
Para Escinefilo:
como dejñe claro en el Enecuentro de Guionistas y en una entrevista que me hizo ABC, muchos guionistas nos opusimos ante las tramas que se nos iban imponiendo y dimitimos (incluido productor ejecutivo de guión que ya avanzó su dimisión hace tiempo).
Pero, en apoyo de los guionistas que sí se quedaron, he de decir que lo que pasó en ese capítulo ha pasado en decenas que he visto en cadenas españolas: que las órdenes son las que son y hay que cumplirlas. Y tan digno es irse como digno quedarse siendo un guionista disciplinado.
Si has trabajado en una serie, no comprendo que hagas esa pregunta tan irónica: muchas veces y en muchas series lo que se ve en la pantalla no es responsabilidad directa de los guionistas en un proceso de trabajo que no es el correcto y en el que manda el que no crea ni escribe… Si eres profesional, deberías saberlo y hacer menos sangre sobre tus compañeros. Y lo dice uno que dimitió y que acaba de dimitir precisamente por el no respeto a esas cosas que para mí son esenciales en nuestra labor profesional.
Siempre he dicho que los peores enemigos de los guionistas somos nosotros mismos: tú eres un ejemplo.
Y ya que aquí hay algunos que escribimos con nuestro nombre, me encantaría saber del tuyo. Porque hay cosas que si se dicen, hay que darla cara. Y por mera curiosidad.
No creo que Escinefilo haya querido criticar a los guionistas de Los Serrano con su comentario. Y tampoco me parece irónico. En un post sobre analistas de cadenas yo creo que ha lugar preguntar qué opinó en su día la cadena sobre uno de los capítulos más criticados de la TV en España.
Por cierto, Javier, si clickas en su nombre, te lleva a su Twitter, donde firma con nombre y apellido.
Ok. Gracias por tu información, Sergio. Un abrazo.
Sobre los analistas que vieron ese capítulo, ni idea, porque lo había dejado. Pero “Los Serrano” era ya una serie con muchas batallas ganadas: no era el mismo ritmo de análisis de la cadena desde hacía mucho tiempo. Había una libertad total.
Y Glibomedia tiene un peso que no tienen otras para vender sus cosas (es una de sus grandes virtudes, sin duda).
Y siento el despiste y pido excusas a Escinefilo por el calentón, pero:
1) leo un post que informa con delicadeza de un tema complejo y lo primero que veo es que se duda del cv del que lo escribe sin fundamento.
2) estoy francamente harto de que siempre salga a colación el último capítulo de Los Serrano. Ni me gustó ni comparto ese final, pero me solidarizo completamente con mis compañeros… Además, ¿hacemos lista de los capítulos de mierda de otras series que se han hecho?
Porque en los blogs todos parecemos Sorkin, pero luego se emite lo que se emite. Y muchos sabemos por qué (sin exculpar a la profesión, que también tenemos nuestra culpa, eh).
Así que, por favor, y por lo menos en un blog de guionistas, menos hacer sangre con ese mismo ejemplo. Porque hay muchos más. Y tienen nombre y apellidos. Al que lo haga (si es profesional y ha escrito algo) le analizo algunos de sus trabajos, rápido. Que todos tenemos (y yo el que más, por eso evito ese tipo de comentarios y más en un blog profesional) algún cadaver en el armario como para sacar a pasear siempre el mismo.
Y sobre todo, para -citando siempre ese capítulo- burlarse de una serie que tuvo grandes cosas, en la que estoy orgulloso de haber trabajado (en ella y en Globomedia) y que si no es la más rentable de nuestra ficción en el conjunto audiencia / tiempo de emisión / target comercial… poco le falta.
Y, si somos profesionales, esos son factores a tener en cuenta. Más incluso que su final.
¿Cómo le explicas a un ejecutivo que 42 minutos son más rentables que 72?
No se lo explicas. Le das dos capítulos de 36 por el precio de uno de 72 y que él decida.
La pregunta del millón es: sabiendo que el dinero que llega a la producción no llega ni para un capítulo decente de 72, el que sale de la televisión… daría para dos de 36?
De otro modo: ¿cuanto dinero se queda por el camino?
Un saludo
Llego tarde a todo esto. Gracias a Sergio por aclarar algo que pensé no necesitaría aclaración, incluido el nombre en twitter (Andrés Fierro). En muchas ocasiones soy irónico (en twitter, sin ir más lejos). No en esta ocasión, ya que simplemente hacía un comentario relacionado –como explica Sergio– con uno de los finales más polémicos de una nuestras ficciones más recientes.
Comprendo lo que explicas en el 2º apartado de tu última respuesta y creo que tienes razón en algunos de los argumentos. Es cierto que hay más series con capítulos de dudosa calidad y que nadie menciona. Conozco tu postura ya que he seguido a través del twitter del propio Sergio Barrejón y del de Natxo Lopez algunas de las ponencias del último Encuentro de Guionistas. También comprendo tu “calentón”, aunque creo que en este caso –en este post en concreto– no está justificado. A excepción de la persona que ha escrito el primer e infundado comentario, nadie se ha burlado de Los Serrano ni de su equipo.
Pero entiende que mi pregunta surge porque en la información que se da sobre Silvestre se dice que fue guionista de Los Serrano. Pensé que quizá él tendría datos y/o experiencia que aclarase mi pregunta. Simplemente.
A Silvestre agradecerle el post y la respuesta.
Gracias por tus palabras y mis excusas otra vez.
Estaba leyéndote con atención hasta que has comentado lo mucho que te dolió el fracaso de 18… como si te sorprendiera. Poco dice eso de tus aptitudes como analista.
No conocía ese trabajo de analista. Lo que cuenta Silvestre García me parece interesante y escalofriante al mismo tiempo. Ese analista parece sacado de una novela kafkiana y creo que se bancaría el protagónico en una serie. Seguramente sería un policial o una de misterio onda “quién mató al analista” (veo por los posts lectores que ya hay varios haciendo casting para interpretar al antagonista).
Muy interesante el post. Estaría bien más, de gente que trabaje en otras cadenas para comparar.
Por cierto, Silvestre, ¿Qué empresa de 3D estás montando? Por curiosidad, yo que soy del gremio… ¿Es 3D cine, 3D infoarquitectura, publicidad…?
Gracias Elena. Sí, sería interesante, q al menos en los comentarios gente d otras cadenas y perspectivas nos hablasen de su experiencia/opinión.
La empresa q estamos poniendo en marcha se llama Stereal 3D, y es estereoscopía (el de las gafas, por ahora al menos). Si quieres más información, la web está enlazada sobre el propio texto ;-)
A todo esto, de qué gremio eres tú?
Un saludo.
¡Ah, sí, estereoscopía! Ya he visto el enlace, es que no me aparecía destacado y no se notaba que lo había.
Pues yo soy tresdesera normal, de los de siempre, el mes pasado acabé mi participación en la película de Tadeo Jones (dirigida por Enrique Gato), en el departamento de iluminación, y ahora buscaré trabajo en otra peli, si es posible, y si no, pues infoarquitectura o publicidad. Para la película de Tadeo, la estereoscopía se externalizaba a una empresa creo que en Barcelona.
Bueno, pues suerte en la aventura, y si necesitáis gente, ya sabes: helencobos@gmail.com
Hola a todos, os doy una opinion desde otro punto de vista.
Todo esto cambiará cuando una productora se atreva a hacer una temporada completa de una serie (de 45min o lo que quiera) y luego la venda a quien quiera comprarla. O acaso cuando compran ficción en EEUU le dicen a Sorkin y demás como tienen que escribir los siguientes capitulos o como tienen que ir las siguientes temporadas?
pero claro, para eso hace falta valor, no digo presupuesto, porque estoy seguro que cualquiera de las 5 productoras nacionales tiene de sobra para hacerlo, pero a ellos le va bien este formato de trabajo, la esperanza queda, en productoras independientes que logren sacar un producto que sea tan potente de guión, que rompa con esta tendencia.
No soy guionista pero os leo con mucho interes pq creo que la industria esta cambiando y al final, los unicos y verdadores creadores (vosotros, por si no lo sabeis) acabarán haciendo y teniendo el control sobre el contenido, absolutamente.
Mientras eso pasa, es divertido leeros y sufrir con vosotros.
Saludos a todos
Yo le agradezco a Silvestre lo que cuenta, es útil saberlo. Espero que escriba la segunda parte. Ya digo, gracias.
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Hula.
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