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FIRMA INVITADA: ENTRETENIMIENTO, ERES MARAVILLOSO SER

Inma García trabaja en el departamento de contenidos y desarrollo de formatos de Magnolia TV.

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Soy guionista en el departamento de contenidos de una productora de televisión. Desde el principio era inquietante revelar a cualquiera mi condición de lo que se ha dado en llamar “guionista de programas”. La reacción suele ser esta: giro de cabeza de 45°, mirada inquisitoria y ¡zas!, ya te están pidiendo explicaciones. Te acabas de convertir en sospechoso número uno de trasherío y chonificación global de la audiencia en primer grado, tentativa de manipulación y degradación del ser humano en prime time y, todo ello, con alevosía. Has elegido el bando equivocado. Trabajas para El Mal.

La primera cuestión a aclarar suele ser del estilo de: “Pero entonces vosotros en los realities les decís lo que tienen que decir, ¿no? ¿Siguen un guión? Como tú eres guionista, ¿tienes que estar ahí…?”.

Es normal que a la gente le intriguen lo largas y gordas que son las tripas de la bestia y exclamen sentenciosa: “¡Esto está preparao!”, como me suele decir mi madre, esperando una aclaración…  Y todo con el agravante de que se lleva a cabo usando un servicio público esencial de titularidad estatal.

Supongo que es mejor pensar que está todo diseñado y medido con la precisión del cirujano de una de las protagonistas de “Mujeres Ricas” de la Sexta. Muchas veces en el transcurso de un programa ocurren cosas tan increíbles, bizarras y psicotrónicas que prefieres pensar que la mano del hommus guionistus está detrás, a tener que aceptar que ha pasado lo que ha pasado sin mediaciones ni sugerencias de redactores. Que el ser humano sea así es un trago. A menudo, lo mejor ha ocurrido sin más y lo “natural” se transforma en sublime rápidamente. ¿Truco o trato? Es genial y me chifla que la gente crea que todo es un truco. Eso forma parte del juego y es la gracia del asunto.

Nuestra misión principal en programas de entretenimiento es justo la contraria a la de nuestros admirados compañeros de ficción. Mejor dicho: estamos en puntos distintos del mismo proceso.

En ficción se plantean las tramas, se dialogan las escenas y eso acaba siendo interpretado por unos actores. Aquí las tramas ocurren y nosotros las ordenamos y las contamos como buenamente podemos para que la audiencia “se haga cargo” de lo que allí acontece. Por supuesto, las cosas se ven venir y se “predicen”. La “nouvelle vague televisiva” de momento no se contempla… Todo bien encaletado, pero se saltan los pasos que sea necesario levantar porque, oiga, esto está vivo.

”Que pasen más cosas” y “más conflicto” son dos consignas habituales.

Nuestra materia prima es la realidad o, mejor dicho, la dimensión de realidad que generan unos personajes que entran en un reality y todo lo que arrastran… Los géneros que trabajamos: talk-shows (el programa de Patricia), magazines (AR) factual, talent-shows (OT, Mira quien baila), coach (Supernanny), concursos, docu-realities (Granjero busca esposa, Mujeres Ricas…) y, por supuesto, los realities que en España llevan plató (Gran Hermano), la locura del enlace en directo con la isla en Supervivientes… todos se alimentan de realidad y, por lo tanto, de todo lo que viven, sienten y sufren las personas que allí han consentido aparecer.

Es un error identificar guión con manipulación directa de las situaciones. Nunca diría que a todo concursante de reality se le dice lo que tiene que hacer o decir, pero nadie puede ser tan ingenuo como para pensar que cuando un concursante entra en un reality no se lo piensa dos veces, se hace su composición de lugar y traza su “estrategia”. Esto es: un cóctel molotov a base de las expectativas que sabe que genera, lo que quiere conseguir del programa, olvidarse de las cámaras y dejarse llevar… Y la verdad es que, en estos años de hegemonía del reality, el público ha ido aprendiendo y es más y más exigente. No se conforma con cualquier cosa y el producto ha evolucionado.

El pasado mes de septiembre, el director de cine John Waters estuvo en Madrid con su show “This Filthy World” en el Festival Rizoma. En la ronda de preguntas me pasó eso tan agradecido de que otra persona formule la pregunta que tú te haces pero no te atreves a lanzar porque él es tu único y verdadero “Benedicto equis uve palito”: “Señor Waters, ¿qué opina usted de los realities?”.

Y va él y dice que no le interesan porque son concebidos para reírse de los concursantes, algo que va en contra de su manera de entender los personajes. Los actores de sus películas son amigos personales y su intención siempre es celebrar la diferencia. Arderé en el puto infierno no por currar en realities, sino por contradecir a mi modelo de vida, John Waters, pero creo que hoy estamos en una fase distinta. Un escenario diferente al de la primera edición de Gran Hermano. No te digo nada si nos remontamos a “An American Family” (1971), considerado el primer ejemplo de telerrealidad.

Reírse de “los muñecos”, como se les llama en la jerga del reality, puede parecer a priori interesante, pero no es del todo consistente como único elemento. Los concursantes saben a lo que se exponen y entran en un reality por razones como relanzar su carrera, limpiar su imagen o ganar unos dineros. Razones legítimas todas. Y la audiencia ha ido aprendiendo y nos pone a prueba en cada estreno. Hemos desarrollado morro fino también para la telerrealidad.

Programas scripted y non scripted. Ficción y programas. Todos somos guionistas pero estamos divididos. Para algunos, los de ficción son los guionistas de pleno derecho. Los guardianes del torrente creativo más apreciado. Esas promesas del cine en la reserva que tienen que bregar con las fuerzas maléficas de le tele.  Además, cobran derechos de autor, y los de programas no. En la televisión italiana,  de donde hemos importado nuestro modelo televisivo comercial, algunos  programas de entretenimiento (variedades, humor…) también generan derechos de autor. Eso sí, es una facultad del director decidir el porcentaje de participación de cada uno.

Creo que hay que tener en cuenta que, en los programas de entretenimiento, las propuestas nuevas a veces tienen más cabida que en las series, donde los procesos de pre y producción son más lentos y costosos. Se prestan más al cambio y puede que incluso a la experimentación, lo cual encierra un montón de peligros… No pasa nada. Es un hecho: a los de programas “nos va la marcha”. Preproducciones exprés (sin que nos tiremos a los coches en marcha como en “Pekín exprés”, pero casi), encargos de pilotos con solo unos días de antelación, desear que una vaca se ponga de parto coincidiendo con el prime time, ni antes ni después… Trabajas con un “organismo vivo”, algo a punto de explotar, y eso es científicamente adictivo. Yo lo veo como un entrenamiento perfecto para todos los guionistas: es “la legión” de lo audiovisual, a 160 pasos por minuto, estás preparado para lo que te echen.

En contra de lo que cabría pensar, y a modo de penitencia, en la vida “real” creo que en general no somos grandes manipuladores. Es más, en mi caso pago bien cara mi vocación porque se me da fatal gestionar mi propio reality. ¡Ay!

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P.D.: El título “Eres maravilloso ser” es un gran total de Isabel Pantoja en “Supervivientes 2011″ (03’55’’).

Según parece, John Waters ha considerado la posibilidad de escribir un guión sobre la vida de la tonadillera.

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22 comentarios en «FIRMA INVITADA: ENTRETENIMIENTO, ERES MARAVILLOSO SER»

  1. Enhorabuena. Es un retrato cojonudo de la realidad del guión en programas… y una lección elegante y ajustada para los guionistas de ficción que nos/os siguen mirando por encima del hombro.

  2. Esa manía actual que hay de poner en el mismo saco a redactores (que son los que hacen entretenimiento, no me jodáis) y guionistas, o directamente calificar de guionistas a tan diferentes oficios, lo que hace es devaluar el término guionista (tal y como acabo de hacer yo repitiéndolo tres veces en la misma frase).

  3. No sólo el término, la propia profesión. Nadie os ningunea, pero sois redactores, no guionistas, que se os meta en el tarro.

  4. Y perdón por la inquina que se desprende de mis palabras… pero es que es mucho tiempo aguantando el intrusismo profesional de redactores y editores glorificados.

  5. Por otro lado, todo mi respeto a esa profesión. No debe sacarse de mis posts la impresión de que estoy poniendo un oficio por encima de otro, simplemente hago la distinción.
    Y Barrejón, a ver cuándo escribes otro artículo, que llevo tiempo sin llamarte idiota.

  6. Creo que no tienes razón del todo, Turko… Y que Inma generaliza en su trabajo todo lo que se considera guión de programas. “SLQH”, “El Informal”… tenía guionistas de primera línea… Y no es ficción.
    En otros programas, evidentemente, es más cosa de redacción. Pero no siempre, no creas. Hay que plantear situaciones, crear itinerarios, dramaturgias… Y eso es propio de guionistas.
    En cualquier caso, todo trabajo es respetable. Sin inquina.

    1. Por supuesto que los tienen. Y buenos.

      Yo he tenido la suerte de trabajar con El Terrat en “La última noche” hace ya bastante tiempo y sé del valor que tienen los guionistas en sus programas.

      Un saludo.

    2. El post de Inma destila inteligencia. No querría parecer toca pelotas, pero consiguen ser mucho más amenos que otros productos televisivos: tienen agilidad, ingenio, desparpajo, impostura… y creo que superan en mucho la ‘actualidad’ del resto de producciones.

  7. Iba a contestar, pero cada vez que pienso en ese tipo de programas tengo que salir corriendo al baño a vomitar.

    Un saludo.

  8. Si son guionistas o no, qué porcentaje es ficción o realidad, me parecen debates estériles cuando estamos hablando de programas que en su inmensa mayoría son basura.
    Qué más dará.

  9. Yo no entiendo por qué se desprecia tanto a los realities. En muchas ocasiones asistimos a situaciones y conflictos más interesantes y tensos en los realities que en las ficciones; y escuchamos diálogos brillantes que ningún guionista sabría escribir.

    1. Brillantes porque son auténticos, espontáneos y verosímiles.

      No hay nada que moleste más en la ficción que un diálogo que suena artificial porque está mal escrito y/o mal interpretado.

  10. Estoy con huérfano.
    Podéis dejar colgado el parka verde un rato, anteriormente conocido como gafapastismo, que no pasa nada por disfrutar con un buen reality, como GBE, o Pekin Express (en realidad cualquiera que no sea Sálvame). Y el hecho de que sea tan disfrutable pasa por la labor de un guionista de contenidos.

    Venga chicos, que no os hace menos interesantes si os gustan, todo lo contrario. Y si resulta que no, al menos al césar lo que es del césar, que el trabajo ajeno es tan respetable como el propio. Y muchos sí lo vemos y reconocemos. Arriba contenidos!!

  11. Entiendo que lo que tienen en común los de ficción y no ficción es que ambos hacen escaletas. Surge la pregunta: ¿se es guionista sólo por hacer escaletas?

  12. Hombre, como tú has dicho antes, hay programas en los que hacen escaletas, sketchs, guión de plató, prepararn salidas y reacciones de redactores en calle, estructuran entrevistas…

  13. Y conozco a guionistas que hacen escaletas tan bien que sólo por eso me encanta tenerlos cerca.

    Siempre me ha parecido que una buena escaleta (y ahora hablo de ficción) es muy a menudo bastante más dificil de hacer que dialogar… si la escaleta está cerrada, marca acciones, etc.

  14. Es una pena que una de las entradas más brillantes, inteligentes y mejor escritas se dedique a hablar de programas que me parecen basura infumable.
    Me parece un desperdicio del talento que alguien que escribe esto se dedique a eso, pero en fin.
    Supongo que es como hacerle una sofisticada, precisa y complicada operación de cirugía plástica a Berlusconi: un desperdicio, pero profesionalmente una belleza lo mismo.

    No hay que dar por sentado que considerar basura esos programas es por afectación gafapastista: yo simplemente no puedo soportar dos minutos aunque lo intente, y aunque tenga otros gustos parecidamente populacheros: por ejemplo, me encantaba ver el programa de MTV en el que tuneaban fantasiosamente el coche de algún veinteañero yanqui. Eso también es alguna clase de entretenimiento en plan reality, pero sin burla a los participantes y con un ritmo televisivo impresionante. Aunque el interesado consienta y participe de su humillación, a mi me lo hace intragable. Y además, son programas cansinos y planos si les quitas el disfrute de la humillación ajena.

  15. Turko, ¿un guión de continuidad es cosa de redactores?… ¿Y una escaleta de programa?…¿O un monólogo al principio de un late night?…¿Y un sketch?… Es que me parece que no tienes ni la más remota idea de lo que significa ser guionista.
    Yo he tenido la suerte (o el accidente) de trabajar como guionista en los dos terrenos, ficción y entretenimiento. Y te aseguro que el complejo de superioridad de los guionistas de ficción es completamente fundado. En programas ESCRIBE gente absolutamente brillante, con una capacidad creativa y narrativa que difícilmente encuentres en ninguna serie española.
    Ser guionista en televisión es contar una historia con las herramientas que tengas a tu alcance. Significa trabajar con los contenidos, narrar… En ficción o en programas todos son “writers”. Es el modelo americano y me temo que ellos saben lo que se dicen.

  16. Ahí le has dado Inma. Muy buen artículo.
    Y Javier Olivares es verdad que en este tipo de programas se curten grandes escaletistas, ya que lo importante en programas es saber dar la información, crear expectación, anticipar información, separar la paja de lo que realmente importa. Es una escuela inaudita. Conozco mucho guionistas de ficción que han pasado mucho rato en las “galeras” de no ficción.
    Me sabe mal que en todo esto solo se tenga en cuenta en “guionistas de programas”, gentes que solo hace realities, talent shows, etc, cuando los culturales también juegan (o más) en ese ámbito. Es decir, programas lo es todo, hasta “Página 2” o “Pienso, luego existo”, y créeme en muchos de esos programas hay ideas muy interesantes.
    Por último, el eterno tema que hay en programas, de si redactores y/o guionistas siempre aparece. Dependerá del programa, pero creo que, más allá de los AR, EL diario de Patricia y derivados prensarosistas, el resto son gentes que redactan información y la jerarquizan. Para mi son guionistas.

Los comentarios están cerrados.

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