Por Daniel Castro
Esta mañana me he dedicado a procrastinar. Con un cuaderno y un lápiz en la mano. Iba dibujando cosas, casi siempre copiando fotos.
He abierto una revista y he visto esta foto. (Para los curiosos, parece que es un fotograma de una película de Robert Guédiguian. Para los más curiosos, la película se titula “La ciudad está tranquila“).
Así que la he dibujado rápidamente en una esquina del bloc. El resultado ha sido este.
Bien, supongo que cada uno tendréis una opinión sobre mis cualidades como dibujante.
No pienso ganarme la vida como ilustrador, tranquilos.
Pongo la foto y el dibujo para hablar un par de cosas que se me han ocurrido comparándolos.
– El dibujo elimina detalles. Convierte las masas en líneas. Desaparecen los botones de la camisa de él, los cuadros de la de ella, arrugas, sombras, incluso partes de los cuerpos.
– Sin embargo, el dibujo conserva muchos elementos de la foto: un hombre protege/abraza/consuela a una mujer, él es bastante más alto, moreno y va de oscuro. Ella, rubia y viste algo más claro. Ambos están serios. Ella, más triste, él, más consternado.
Inconscientemente, al dibujar, he tomado decisiones sobre cuáles de los detalles de la foto podía y quería reproducir.
En mi opinión, escribir ficción es algo parecido a este proceso.
Al escribir uno decide cuáles son los detalles de la realidad (y no me refiero en este caso a la realidad exterior, sino a la relidad del relato que pretendo narrar) que uno puede eliminar y cuáles son los imprescindibles (cuales la hacen inteligible, singular o interesante).
Por ejemplo, en el dibujo, parece que decidí (digo “parece” porque, evidentemente, esta no fue una decisión consciente) que no era necesario dibujar uñas en la mano del hombre o cuadros en la camisa de ella. ¿Por qué? No lo sé.
Sin embargo, cada vez que se eliminan detalles de la realidad la “obra” resulta más evidentemente “artística”, “artificial”. Se hace más obvia la existencia de un autor que sitúa ciertos elementos bajo la luz y, en cambio, omite otros. Por ejemplo, un dibujo a lápiz, como una foto en blanco y negro, ya es una obvia estilización de la realidad que prescinde de los colores.
La contrapartida es que, al eliminar los detalles que el artista considera superfluos, tiene mayor libertad para dirigir la mirada del espectador hacia lo que considera importante. Si, siguiendo con mi dibujo como ejemplo, yo hubiera incluido los cuadros en la ropa de ella, las sombras del fondo, etc. tal vez el dibujo hubiera quedado mejor (o no) pero… hubiera quedado menos claro lo que, al parecer, me interesaba de la foto: un hombre grande, vestido de oscuro, protegiendo a una mujer más pequeña y frágil, de claro, fomando un único cuerpo, en medio de ninguna parte.
Mil dibujantes ante esa misma foto hubieran hecho mil dibujos diferentes. Algunos, con gran dominio de la técnica, se habrían ceñido a ella tan precisamente que no sabríamos distinguir apenas su obra de la fotografía original. Otros, en cambio, hubieran hecho un dibujo tan abstracto que apenas seríamos capaces de reconocer nada de la imagen que les inspiró. Algunos, cambiándolo todo, atraparían la esencia de la imagen. Otros, pese a conservar innumerables detalles, no lo lograrían. El mismo dibujante tendría un día una visión de la foto. Otro día, otra interpretación completamente diferente.
Pienso que lo importante no es si el resultado es bello o no, ni siquiera si se parece a la imagen original o no. Tampoco es especialmente relevante el tiempo que hayamos invertido en hacerlo. Lo único realmente importante es si ese dibujo es nuestro. Si muestra cómo vemos esa foto. Cómo la vemos, qué nos parece esencial de ella. Hoy. Sólo podemos ver esa foto por nuestros propios ojos. Haremos un regalo a los demás si les mostramos nuestra visión.
Sublime post!
Al respecto de este tema hay un libro muy interesante. El arte secuencial, de Will Eisner.
http://www.intercambiosvirtuales.org/libros-manuales/el-cmic-y-el-arte-secuencial-will
Una de las cosas que se plantean en ese libro es como la estilización en el comic (hacer el dibujo más esquemático, menos realista) consigue una mayor identificación del lector. Para entendernos: un dibujo más genérico, con menos detalles, no personaliza tanto, por lo cual más lectores pueden sentirse identificados con el personaje. Cuantos más detalles añadas, más caracterizarás el personaje, pero será más dificil la identificación con él.
Saliendo del comic, esta es la razón, por ejemplo, de que las protagonistas de la típica novela romántica (la Bella de Crepúsculo, por poner un caso a mano) carezcan completamente de personalidad. Está hecho a propósito: cualquier quinceañera puede sentirse identificada con ella. Y ese es el objeto del libro.
Lo más interesante de dibujar es que sintetizas lo que más te afecta de lo que ves, por eso es un recurso tan utilizado en recursos humanos.
Muy interesante el post y muy salado el dibujo, pero una cosa Daniel, en el fotograma ella está tristísima y en tu dibujo parece feliz, reconfortada… creo que te ha traicionado la psique.
Hombre, Koho, sublime es mucho decir. Celebro volver a no coincidir contigo.
“Ella, más triste, él, más consternado.” es demasiado para mí.
Permíteme insistir en lo de sublime y así profundizar en la no coincidencia… Lo que sea por hacerte feliz
no entiendo (y lo digo de veras) ¿qué tiene de malo lo de “Ella, más triste, él, más consternado.”?
J, te respondo con un chiste de Eugenio:
Se acerca un hombre a un pastor cuidando a sus animales en el monte y le dice:
-Qué bonitas las ovejas… ¿Comen mucho?
-¿Las blancas o las negras?
-Humm… las blancas.
-Pues unos 5 kilos de hierba al día.
-¿Y las negras?
-También.
-¿Y dan mucha lana?
-¿Las blancas o las negras?
-Las blancas.
-Pues unos 20 kilos de lana por temporada
-¿Y las negras?
-También.
-¿Y andan mucho, las ovejas?
-¿Las blancas o las negras?
-Las blancas.
-Pues unos 5 km las día
-¿Y las negras?
-También.
El tío, ya un poco mosca:
-Pero vamos a ver , ¿por qué cada vez que le pregunto algo sobre las ovejas me pregunta que si las blancas o las negras?
-Porque las blancas son mías…
-¿Y las negras?
-También.
Sólo era una bromita de listillo no porque, como dice Juan, crea que triste y consternado son sinónimos, sino porque se puede decir preocupado, abatido, destrozado, hecho polvo, etc. y la gente lo entiende igual.
Es como si dijera que ha estado jugando al balompié hasta el ocaso. Hombre, si dice que estuvo jugando al fútbol hasta que se fue el sol se entiende igual. Eso quería expresar, nada más.
Pero, insisto, sólo pretendía tocar los huevitos amistosamente y sin ánimo de ofender.
Quique, la cuestión es que no son sinónimos. Estar ‘triste’ y ‘preocupado’ son cosas diferentes. ‘Consternado’ no es sinónimo de ninguno de los dos, sino que viene a ser un estado intermedio entre ambos. ‘Abatido’, más que pesadumbre, implica falta de fuerzas para enfrentarse a algo. ‘Destrozado’ implica tanto pesadumbre como falta de fuerzas. Vamos, que viene a ser el pack completo. Son palabras diferentes, con significados diferentes.
No se trata de hacer poesía. Se trata de intentar utilizar las palabras con precisión, que para eso están. A veces parece que hoy en día estemos llegando a un punto donde utilizar palabras que no estén entre la 5000 básicas del idioma es pecar de pretencioso.
No lo entiendes, Juan. Si dices que una persona es más triste que otra luego no puedes comunicar que la otra está más apesadumbrada. Cuando usas “más” tiene que haber diferencias de valor: “ella es más baja”(él es más alto). “Ella es más triste” (él lo es menos). “Él es más guapo (ella más del montón).
Es como si digo “Luis es muchísimo más malo que Manuel. Manuel es más agresivo y dañino que Luis sin lugar a dudas “. Te dejo que lo pienses así estás entretenido toda la tarde.
¿En serio hay que pasarse 200 posts con esta gilipollez?. A ver, te lo repito, a ver si te enteras de un vez: ‘triste’ y ‘apesadumbrado’ SON SINÓNIMOS. ‘Consternado’ y ‘triste’ NO SON SINÓNIMOS. Deja de darle vueltas de una jodida vez, que ya está bien.
Tío, no sé si tu problema es que eres un troll aburrido o que eres directamente tonto. Y no te lo digo como insulto. Te lo estoy diciendo muy en serio.
Existe la misma diferencia entre “triste” y “apesadumbrado” que entre “triste” y “consternado” aunque no te guste. Pero da igual, para ti la perra gorda.
Miras-piensas-dibujas, o lo que es lo mismo, ojo-cerebro-mano: y la mano, que es el final de la correa de transmisión, es el elemento que va a determinar lo cerca o lejos que vas a quedar de tu mirada…usease: intención versus capacidad.
En el caso de tu dibujo, si no hubieses mostrado la foto de referencia estaríamos ante una imagen que se explica por sí misma, y ahí cada uno puede sacar sus propias conclusiones, pero al enseñar la imagen en la que te has basado y explicar tu intención es cuando se ve claramente que no has conseguido el resultado que buscabas porque como han dicho más arriba, la señora que has dibujado no muestra tristeza, que es el sentimiento que querías reflejar.
Ojo, no es una crítica, sino un ejemplo de cómo la “mano” va a lastrar a la “mirada”, y de la importancia de cierta “gimnasia manual” para acortar la distancia entre intención y resultado (que suele ser abismal incluso para muchos que “dominan”).
Otra cosa que has hecho inconscientemente : como el dibujo es una puta mierda incapaz de expresar nada has tenido la necesidad de acompañarlo con la fotografía para que parezca que tiene vida.
Como tu vida es una puta mierda has tenido la necesidad de entrar aquí a hacerlo patente.
No; eso lo ha hecho conscientemente; lee con atención el artículo.
De verdad, Osito ¿qué necesidad tienes de entrar a buscar bronca? porque leyendo la mayoría de tus comentarios es lo único que haces. Creo que es una buena comparación y una buena reflexión la que hace Castro. Sí, el dibujo es malo (incluso en Bellas Artes hay mejores dibujantes); en ningún momento ha dicho lo contrario. Como tú mismo dijiste una vez, hay gente que le señalas la luna y se quedan mirando el dedo. Aplícate el cuento.
Es que va de listo. Básicamente dice que la frase es una tontería porque ‘triste’ y ‘consternado’ son sinónimos.
Y no lo son. El hecho de estar consternado, además de tristeza, tiene un sentido de inquietud y preocupación. La tristeza, por otra parte, no tiene que tener una causa clara, mientras que alguien que está consternado lo está porque algo le ‘consterna’. Es decir, es causa conocida. No es exactamente lo mismo ‘triste’ que ‘consternado’, igual que no es lo mismo ‘angustiado’ que ‘con miedo’.
De hecho, la cara de él muestra signos de preocupación e inquietud. ‘Consternado’ le cuadra mucho mejor que ‘triste’.
Por favor, Juan. Es como si digo “Ella, más gorda; él, más obeso”. Jajajajajaj
De todas formas la analogía no funciona porque en la naturaleza la línea no existe. Es un signo como lo puede ser la letra L.
No. No es como si dices eso. ‘Obeso’ tiene un sentido superlativo con respecto a ‘gordo’, mientras que ‘consternado’ tiene un significado diferente (aunque parecido) a ‘triste’. Por otro lado, decir ‘más obeso’ es como decir ‘más enorme’. Es incorrecto: lo suyo es decir ‘más gordo’ o ‘más grande’.
Que tontito y pesado que eres, hijo.
Dile a una chica “qué flaca estás” en vez de “qué delgada estás” y verás si es lo mismo o no.
Veo que no conoces el superlativo relativo, amigo Juan.
Y joer, pues dices: “Ella, triste,él, consternado” y punto. ¿Para qué añadirle el más si las dos palabras son casi idénticas?
Daniel, creo que ha plasmado a la perfección el aspecto que le interesaba de la foto: un hombre grande vestido de oscuro protegiendo a una mujer más pequeña y más fragil, formando un único cuerpo, en medio de ninguna parte. A diferencia de la foto, en la que el abrazo y las miradas perdidas de los dos me trasmiten frialdad y distancia entre ellos, en el dibujo, el fundido abrazo me trasmite complicidad y cercanía. ¿Cómo lo consigue? Desviando la mirada de él a la cabeza de ella y mostrando el rostro de ella un tanto compungido, con los ojos cerrados y esa expresión indefinida en los labios, como si le hubiera quedado un nudo en la garganta, después de decirle: abrázame fuerte.
Como dice el post hay mil miradas distintas y lo importante, no es si se parece a la imagen original, lo importante es como vemos esa foto con nuestros ojos o qué nos gustaría ver en ella.
Pero que tendrá que ver el dibujo de Daniel, que a mi por cierto me gusta, si es bueno o malo? Y que más da si él está consternado (no hay nada como dar con el adjetivo adecuado cuando se disponen de tantos parecidos pero no iguales) y ella triste? La gracia de lo que dice en el post es que cuando uno dibuja o hace un esbozo tiende a sintetizar y a resaltar aquello que más le afecta o quiere expresar de lo que ve, de la misma manera que él comenta, sucede cuando uno se sienta a escribir, y podría haber puesto un dibujo del acueducto de Segovia a la luz de la luna de la misma manera que ha puesto éste.
Cris: esa es otra cuestión: un dibujo peor ejecutado puede transmitir más que otro técnicamente brillante pero sin vida. Desde luego , si dominas la técnica , mejor que mejor, pero si no tienes nada que decir con ella, solo conseguirás hacer estampitas; lo mismo con un texto.
Independientemente de mi nivel de estulticia (gilipollez), considero (creo) que se puede sostener (decir) lo mismo en más discreta cantidad de (menos) vocablos (palabras).
Dejad que os ilumine (que el autor me corrija si me equivoco): Hastiado fuma porros habitualmente. Y se había fumado uno poco antes de ponerse a escribir este post. Y por eso se ha puesto lo profundo que se ha puesto con el asunto del dibujito. Y por eso le ha salido “consternado” en lugar de “preocupado” o “abatido”. Y por eso ha necesitado cuatro veces más palabras de las que realmente se necesitan para decir lo mismo.
Y si no es un porro, le acaba de dejar la novia.
Que lleves ya no sé cuantos términos con más o menos fortuna para aseverar que el término consternado te parece superfluo para describir un estado de consternación es, a pesar de tu estulticia (que pareces empeñado en poner de relieve) un verdadero coñazo (sin sinónimo que iguale el significado).
Qué mal me explico. Lo importante no es cuántos sinónimos hay para consternado sino que se necesita hilar fino para ver consternación en esa cara, cuando lo fácil es ver cualquier otra emoción de las de todos los días. Y ofenderse por esto que digo (que no sé si el autor lo hace) no tiene ningún sentido. Por ti lo digo, Cris. Era más una coña que una crítica. Coño.
Del diccionario de la RAE:
Consternar: Conturbar (inquietar, intraquilizar) mucho y abatir el ánimo.
Es decir: que toda esta sarta interminable de posts, ¿viene de que (a ti) te cuesta ver signos de inquietud en la cara del pavo? ¿ese era todo el problema?.
No, no era eso. No has entendido nada, pero no me doy por vencido. Te lo explico con un ejemplo que me sucedió hace muchos años, jugando al Dicciopinta. La ficha cayó en “lucha”. Alguien tenía que sacar una tarjeta con una palabra para que un miembro de cada equipo lo dibujara, a ver qué equipo lo adivinaba antes. Perdimos.
En la tarjeta decía “alacrán” y todo el mundo dibujó el mismo bicho con cola larga y pincho en la punta. Y todo el mundo dijo escorpión, que es lo primero que hay que decir si nadie ha abusado de nosotros en la guardería.
Luego, si te dicen que escorpión no es, pues dices alacrán, que viene a ser lo mismo. Al menos para los que no somos Gerald Durrell. Pues hubo uno que dijo alacrán al primer intento. Y ganó.
Pues con la consternación pasa un poco lo mismo. Hay que tener muchas ganas de vérsela en la cara al hombre ese, con lo fácil que es ver emociones de las de todos los días.
Esta es la explicación larga para un chiste corto. Pierde gracia, sí. Bastante.
Ya. Vale. Pero dime una cosa: si para ti la ‘consternación’ es un estado de ánimo demasiado rebuscado, ¿que puñetas haces leyendo y posteando en blog escrito por guionistas? ¿tanto te aburres?. Porque esto va sobre historias, personajes, y conflictos.
Es como si vas a un blog de naturalistas (vamos, lo que era Gerald Durrell) y les dices que se dejen de mariconadas con lo de ‘alacrán’, que todo el mundo les llama escorpiones y tan felices. O a un blog de diseño a decir que ‘bermellón’ es muy rebuscado, que con decir ‘rojo’ es suficiente.
Yo realmente lo flipo con alguna gente…
Dios mío…
Juan, cariño, no flipes tanto. Todo empezó como un comentario en plan graciosete entorno al, en mi opinión, excesivo rebuscamiento de una palabra determinada, en este caso “consternado”. Y ya está. Flojo, que eres un flojo.
Ja, lo del alacrán ha tenido gracia. De todas formas, aunque se entiende lo que quieres decir, no convences, porque está claro que el tio del fotograma no se abraza o la abraza a ella porque sufre de indigestión, ni porque se le ha muerto el gato. Realmente parece consternado por algo (precisa la apreciación de Daniel), pero sin la cara agotada de ella, que parece (voy un grado más allá de triste), abatida. Está claro que cada uno puede definir como quiera lo que ve, pero fíjate que el que dijo ‘alacrán’ ganó la partida.
No, Cris, ganó la “lucha”. la partida la gané yo. Porque después del alacrán saldría, pongamos, un camión y a él le pareció que era una hormigonera. O un tambor, que no un bombo. O un alce, que no un caribú.
Pero, insisto, sólo era una broma. De acuerdo que no pasará a la historia. Pero discutir un chiste me parece absurdo. En serio. Lo que pasa es que me tienes manía.
Mi querido y napoleónico Quique, una vez demostrado que lo tuyo es ganar guerras y no batallas decirte que para nada te tengo manía… en realidad sueles tener gracia (siempre, por eso, en la segunda fase de ‘resaca’ de tus comentarios). Lo que pasa es que tú eres un provocador y yo estoy aburrida (fíjate que no he utilizado el verbo ‘ser’, porque que sepas que, después de decirle a Bubby que yo era poco inspirable para un guión, entré en una profunda crisis existencial)… de hecho creo que cualquier día de estos los gestores del blog (que mantienen un intercambio algo más centrado que el nuestro) me van a enviar una suscripción a algún gimnasio para que deje de dar la vara por aquí.
Mira por dónde, ahora me han venido ganas de hacerte cosquillitas. Y sí, soy un provocadorcillo. Y como tal me gusta que la gente salte ante mis provocaciones y no ante cualquier comentario más o menos ácido.
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