por Sergio Barrejón.
Si yo fuera lector de guiones en una productora, y el Movimiento 15-M fuese un proyecto de serie de televisión, supongo que escribiría su sinopsis más o menos así:
Un grupo heterogéneo de ciudadanos indignados por la situación política nacional decide salir a protestar a calles y plazas de toda España. El movimiento se organiza de manera espontánea en forma de acampadas. El ejemplo pronto cunde en el extranjero, donde se generalizan las protestas frente a embajadas españolas. Incluso se extiende a otros países afectados por crisis económicas más graves, como Grecia.
Y si tuviera que esquematizar su estructura, probablemente la reduciría a estos puntos:
-ANTECEDENTES. La crisis económica y la burbuja inmobiliaria española. Las sentadas por una vivienda digna de 2006, realizadas también a mitad de mayo.
-PUNTO DE PARTIDA: La manifestación del 15-M y su violenta represión policial. La respuesta ciudadana es volver a manifestarse al día siguiente en la Puerta del Sol. Desde entonces, se instala allí un campamento permanente.
-PUNTO DE GIRO: Tras las elecciones del 22-M, los indignados deciden permanecer en la Puerta del Sol al menos una semana más.
-PUNTO DE GIRO: Transcurrida esa semana, los acampados deciden permanecer indefinidamente en la Puerta del Sol.
-FIN: España cambia su ley electoral y se logra una democracia realmente representativa.
Naturalmente, ni el Movimiento 15M es un proyecto de serie de televisión (de momento), ni yo soy lector de guiones en ninguna productora (de momento). Pero muchas veces, viendo las noticias o leyendo el periódico, me ha dado por pensar algo así como “esta gente necesita un guionista”.
Por ejemplo, cuando leo que a la Ministra de Defensa le roban el coche en la puerta de su casa (!) y al día siguiente decide retirar su candidatura en las primarias de su partido, no puedo evitar pensar que los barones del PSOE necesitan un guionista. Más que nada para que una serie de acontecimientos casuales no parezcan síntomas de un sospechosísimo proceso de intimidación para quitar de en medio (otra vez) a un candidato catalán y poner a un viejo calvo proveniente de la zona cantábrica.
Pero no nos desviemos. Hoy voy a tratar de explicar por qué el Movimiento 15M también está necesitando un guionista, y rápido. Voy a intentar glosar los puntos flojos del proyecto de serie. Pero empezaré, como tengo por costumbre cuando hago un análisis de guión, por resumir los aspectos positivos:
El punto de partida es muy llamativo. La serie arranca ciertamente en el límite de la verosimilitud (¿miles de españoles protestando a la vez en multitud de sitios sin un líder que les organice?), pero eso mismo la convierte en material muy original.
El conflicto se plantea como algo potente y perdurable, lo que es fundamental en una buena serie, si quiere mantenerse en antena bastante tiempo.
La ambientación es visualmente interesante: grandes manifestaciones, asambleas multitudinarias, cargas policiales, comparecencias polémicas, elecciones… Y no sólo eso: además tiene lugar fundamentalmente en exteriores reconocibles (plazas principales de grandes ciudades), lo que aporta una indudable espectacularidad. ¡Y ni siquiera hay que gastar dinero en construir decorados ni en pedir permisos!
Se plantean escenarios novedosos, insólitos. La idea de montar una acampada permanente en el centro de Madrid es sin duda original y, a priori, es un buen elemento para que la audiencia recuerde la serie y quiera seguir viéndola.
Vayamos ahora con los problemas:
Los protagonistas no están bien definidos. “La ciudadanía” contra “el sistema político” no es un conflicto fácilmente representable. Por eso muchos espectadores proyectan imágenes distorsionadas del asunto, que responden más a sus propios miedos que a una imagen concreta. Por ejemplo: las señoras con permanente que toman café con leche en Nebraska están convencidas de que en Sol no hay más que agitadores enviados por el PSOE para contrarrestar el avance del PP. Los del PSOE piensan que sólo son hay jóvenes antisistema enviados por Izquierda Unida para arañar votos ante el retroceso del PSOE. Y los de Izquierda Unida… Bueno, esos ya hace unos cuantos años que no saben qué pensar de nada. Y así.
No me atrevo a decir quién debería ser el protagonista del 15-M. Ni siquiera diré que debería haber un protagonista. Tal vez el éxito de la serie en su arranque se base precisamente en retrasar la aparición de un protagonista. Sería un recurso original. Lo que tengo claro es que el producto no durará mucho en antena si no aparece un líder claro. Sé que es una pena, pero qué quieren: estamos en España. Seguimos teniendo un rey, por el amor de Dios: en este país, la gente quiere líderes.
Algunos personajes hablan demasiado. Es una pena que un decorado tan interesante y particular como la #acampadasol, con sus inolvidables lonas azules y su cartelería ingeniosísima, se malgaste en interminables escenas de bla-bla-bla. Ya saben, estoy hablando de Las Puñeteras Asambleas.
Es un síntoma típico de un problema de guión. Al igual que las personas mediocres nunca manifiestan su mediocridad mediante el silencio, sino mediante la pedantería y la verborrea, cuando en un guión no hay nada interesante que contar, el guionista suele recurrir al bla-bla-bla.
En otras palabras: si esta serie no quiere perder audiencia, hay que quitar las escenas de asamblea. Así de simple. Arrancar las páginas. Borrar. Vaciar la papelera. Adiós para siempre, mediocres de mierda.
Hay que unificar la terminología. A lo largo de esta serie, hay términos que se confunden y adjetivos de los que se abusa hasta desvirtuarlos. Por ejemplo: perroflauta. Hay que reconocer que la palabra es graciosa y es comprensible que a un mediocre le den muchas ganas de usarla cuando alguien le escucha. Pero lo cierto es que la base de su éxito es su enorme precisión. Un perroflauta es un tipo que pide dinero tocando lamentablemente la flauta y acompañado de un perro. Punto. Es cierto que todos los perroflautas van sucios (y sus perros, ni hablemos), pero no por eso tiene sentido llamar perroflauta a cualquiera que vaya sucio. Ni a cualquiera que toque la flauta, claro está. Podemos extender el nombre a cualquiera que vaya muy sucio y ejerza horrendamente una actividad pseudoartística en plena calle. Pero sólo si puede apreciarse que tanto la suciedad como el ataque a la sensibilidad artística son actividades continuadas en el tiempo. Lo cierto es que en Sol hay muy pocos perroflautas. De hecho, incluso se ha conseguido mantener callados a los gilipollas de los bongos, lo que es probablemente uno de los mayores logros de la democracia española.
Si a lo que nos referimos es a un niñato de pseudoizquierdas que acude a Sol en los ratos libres que le dejan sus prácticas infrapagadas en una multinacional petrolífera, por ejemplo, y que se disfraza de sucio por puro síndrome de Cenicienta, entonces no digamos “perroflauta“. Hablemos con propiedad: eso es un pihippie, o pjijpi, como se quiera. Esos son los que el día de mañana llegarán a políticos, y presumirán de haber estado en Sol mientras joden a la gente igual que los políticos de hoy.
Si nos referimos a neo-hippies más auténticos, de los que sí pernoctan en Sol, que colaboran activamente en las comisiones, y que caminan descalzos sobre esos cartones infectos y que indefectiblemente tienen un piercing en nariz, labio o ceja, más un tatuaje tribal en brazo o tobillo, y un corte de pelo indefinible que sólo puede haber perpetrado uno de sus semejantes… eso es un “pie-sucio”.
En cuanto al término magufo/a, convendría erradicarlo cuanto antes. Como la mayoría de los neologismos basados en dos medias palabras, suele ser completamente innecesario. Además, la propia disposición fonética hace que el que pronuncia esa palabra ponga, inevitablemente, cara de idiota. Y escrito también queda muy feo.
El clímax amenaza con llegar demasiado pronto. Todo lo que sé sobre las telenovelas (y después de mil y pico episodios de “Amar en Tiempos Revueltos” voy sabiendo algo) lo he aprendido de Rodolf Sirera, que es un genio en varios sentidos, no sólo como guionista. Y entre las cosas que me ha enseñado destaca ésta: las telenovelas consisten fundamentalmente en un laaaaaaargo, larguísimo segundo acto. El primer acto es importante, pero básicamente en función de su capacidad para plantear un conflicto que pueda mantenerse abierto, pero en desarrollo, durante muchísimo tiempo.
¿Y cómo se hace eso? Pues poniendo en juego pocos elementos, conceptos primarios, y evitando constantemente el clímax. Porque el clímax, amigos, está dentro de la jurisdicción del tercer acto. Y el tercer acto no se puede estirar (ésta es otra de Las Grandes Verdades). Después del clímax, viene el final. Y después del final, se acabó la serie y vuelves al paro.
¿Y cómo aplicamos esto a las acampadas del 15M? Muy sencillo: evitad el enfrentamiento con la policía. Dentro de la estética revolucionaria, está muy bien visto el soportar heroicamente las collejas de esos hijoputas (por usar la terminología de Ferrán Teruel, gloria de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado). Pero en la vida real, es contraproducente, porque al espectador le produce una sensación de clímax, y posteriormente, de fin de la serie. Eso no interesa. Es mucho mejor una estrategia de falso final. Cuando se reciba una orden de desalojo… se desaloja como si no pasara nada.
Y se vuelve al día siguiente o cuando sea. Sin porras. Sin mártires. Sin clímax. Eso es lo que le dará a la audiencia la idea de que a) Éste no es el típico culebrón que acaba cuando muere el bueno o el malo, y b) Que esta serie todavía tiene mucho que contar.
Y recordad: pocos elementos, y conceptos básicos. “No nos representan” y “No nos vamos” son conceptos básicos. La indignación es un concepto estupendo, con el que el 90% de la población empatiza automáticamente. En cuanto empezáis a matizarlo, empezáis a perder audiencia. Mantened la indefinición. O en otras palabras: dejaos de propuestas. La mayor parte de las propuestas que salen de las asambleas son de un infantilismo lamentable, propio de las peores series españolas. Lamento comunicaros que arreglar el mundo no es tan fácil como juntarse en Sol a comentar lo mal que está todo. Si lo fuera, ya lo habríamos arreglado hace mucho tiempo en la barra de muchos bares, ¿no os parece?
En conclusión: 15M es una buena idea, pero conviene reescribirla para que no la quiten de antena al llegar el verano.
Interesante reflexión-metáfora sobre el sentido práctico que debe o debiera tener el movimiento 15-M, una vez que ya han cumplido un primer objetivo: mostrar al mundo que la gente está (estamos) indignada. Pero dentro de tu exposición veo varios aspectos que refuerzan mi escepticismo acerca del la puesta en práctica del movimiento: la falta de líder y la negación constante a “no ser como” cuando inevitablemente tendrá que ser así en algún momento. Cada vez que veo en un informativo el bloque “¿Te acuerdas?” (o sus homólogos) me pregunto ¿De qué sirvió esto que pasó hace 10, 20, 30 ó 50 años…? También de tus comentarios me quedé con un concepto en el que vengo pensando hace un tiempo y al que, de momento, no dediqué tiempo a escribir en mi blog: “pihippie” ¿Qué pasó con toda esa gente del mayo del 68? y los que éramos estudiantes de alguna universidad y/o institución educativa en los 90 y escuchábamos a bandas como Nirvana, Radiohead, Pearl Jam (o cualquier pseudo-producto derivado de estos movimientos) Parecía que revolucionaríamos el siglo XXI ¿Dónde trabajan (trabajamos) ahora? (y de la música mejor ni hablo…)
Creo que el guión del ser humano está escrito desde hace mucho tiempo, desde que nos diferenciamos de los animales y obtuvimos ese regalo que se llama “razón”… y viendo a algunos seres humanos, creo que fue para peor que para mejor.
Así y todo, creo que hay mucho que decir aún, y que hoy tenemos la posibilidad de escribir un buen guión colectivo si ningún ego intenta destacar…
Bueno, llamar regalo a la “razón”… Razonar tiene tantos beneficios como inconvenientes, amigo mío. Y somos animales, compañero. Las diferencias con los demás animales son de grado de complejidad, no de categoría.
El artículo es divertido, pero falla la base. El 15-m no es una serie o un programa de televisión, y aunque su objetivo sea (también) conseguir audiencia, la gracia es hacerlo desde unos principios éticos.
Las asambleas son un coñazo, cierto, pero así son las cosas: la gente dice muchas tonterías cuando habla en público. Pero también se dicen muchas cosas acertadas, y creo que son las que van quedando. Y si se trata de que tengamos voz los ciudadanos de a pie, debe haber un sitio donde nos escuchen. Hay que predicar con el ejemplo.
No se trata de gustar a todo el mundo. Se trata de reivindicar objetivos claros y meridianamente justos, como los famosos “cuatro puntos”.
Y sobre todo, este tipo de propuestas hay que hacerlas en la propia asamblea, que para eso está.
El problema de dejar hablar a todo el mundo es que algunos dicen cosas que avergüenzan a quienes les dejan hablar.
Yo puedo estar de acuerdo en que tenemos una clase política abominable, que el empleo está fatal, que el sistema electoral no funciona, etc… pero cuando llego a un sitio que dice representar todo esto y luego aplaude y apadrina prácticas de pseudociencias, lo siento pero que no cuenten conmigo. O cuando la mitad de una asamblea es para organizar cosas para la siguiente asamblea y el turno de la gente se diluye en obviedades y aforismos bienintencionados de Twitter… estoy perdiendo el tiempo en escucharles. Y sé que hay mucha gente que piensa como yo.
No me atrevería yo a quitar las “escenas-acampada”, continuando la metáfora, pero en algo acierta mucho Barrejón: las acampadas son un espectáculo. No un circo. No lo estoy utilizando de forma peyorativa: desde el principio han hecho algo distinto, no sé si a conciencia. Son un relato visual, con personajes, escenario, y sobre todo una estética. Carpas, huertos, bongos que se callan ante la petición de megafonía. Pancartas.
Pero incluso más allá: los indignados han construido un contexto simbólico propio, gestual sobre todo; estético, como decía; y de discurso. Así que no es para nada desacertado compararlo con cualquier otro tipo de relato. Caemos en el tópico si creemos que esa comparación es automáticamente una chufla.
No digo yo que lo del relato no sea cierto, de hecho, cualquier cosa que suceda es un relato más o menos construido, y un movimiento político más todavía.
Pero quitar la importancia a las asambleas “porque son un rollo” y querer que haya un líder (o decir que es necesario para hacer llegar el discurso a la gente) en un movimiento cuya esencia es ser horizontal y promover una mayor horizontalidad y participación ciudadana en nuestras instituciones y sistema democrático, la verdad, es como poco una frivolidad algo temeraria.
“Hablemos con propiedad: eso es un pihippie, o pjijpi, como se quiera”.
“En cuanto al término magufo/a, convendría erradicarlo cuanto antes. Como la mayoría de los neologismos basados en dos medias palabras, suele ser completamente innecesario”.
Noto cierta incongruencia en estas dos frases extraídas del texto.
Por lo demás, interesante reflexión
Solo una matización sobre los perro-flautas: sus perros están mil veces más limpios que ellos. No me digas cómo ni por qué, pero es así.
Has hecho un post prepotente, tratando de apoyar el 15m pero sin mojarte, quedándote fuera por si te salpica, y juzgando a los de dentro (perroflautas, pijipis, pies sucios…) ¿quién eres tú para juzgar? has aprovechado la excusa del “guión” para expresar tus frustraciones…
Me da pena que tengas una vida tan triste.
Pingback: En #acampadasol se necesitan guionistas
A mí el neologismo “plasco” formado por la unión de placer y asco, me encanta. Es la palabra que mejor expresa lo que siento viendo a Leticia Sabater, a los adivinos de la TDT o a Sánchez Dragó.
Necesitamos un líder porque las asambleas son aburridas.
olé, algunos no han entendido nada de la importancia de este movimiento.
No es que las asambleas sean aburridas: es que no están sirviendo para nada más que actos masturbatorios.
Barrejón hablando de política. ¿Es un poco pronto para echarse la siesta, no?
Lo que no sé muy bien es por qué, siguiendo la metáfora, esta narración habría de ser del género telenovela. Hay series estupendas como las británicas, que tienen pocos capítulos. Pero muchas temporadas.
De hecho, un posible problema de esos Segundos Actos tan laaaargos es que tal vez el espectador de telenovela ya no espere, de veras, un clímax, sino que se ha habituado a unos escenarios, unas situaciones y unos personajes…
Parecería que el 15M ha causado tantas expectativas en tanta gente, que tal vez “el espectador” no soporte que se escamotee la resolución. Claro que, por el “tema”, y siendo, digamos, una historia “realista”, puede que admitamos que el Segundo Punto de Giro no puede ser repentino, o rápido. Pero no sé si pudiera ir más allá de las elecciones de 2012.
Y he ahí el problema: sin personajes (concretos) ¿cómo se mantiene un Segundo Acto? Digamos, entonces, que las asambleas sirven como conflicto y lucha porque unos y otros acaben convenciendo a otros de que ellos son los que tienen las soluciones (propuestas). Es decir, sería ésta una narración peculiar, puesto que el espectador no sabría, desde el principio, quién o quiénes son los protagonistas. Que aún se está dirimiendo esta cuestión. Y que ahí está el conflicto; la trama episódica, incluída en la trama general de la serie.
Visto así, con la alta probabilidad de que sean muchos personajes (secundarios, anecdóticos) y hasta más de un protagonista, me da que esto se pliega mejor a una novela, a un buen novelón.
Pero no de esos más fieles al XVIII, a la novela clásica, sino uno moderno, casi mejor posmoderno, donde en verdad no tiene tanta importancia que entendamos del todo qué quieren y por qué son como son los personajes.
Quía, todavía mejor: una novela posmoderna que incluya (a pantallazos de twitter y blogs, etc) INCLUSO en sus páginas todas las posturas que rodean a la situación principal, incluyendo a los cínicos, a los de vuelta de todo, a los descreídos, a los periodistas que no comprenden, a los que creen comprender, a los políticos que entienden, a los que creen entender. A todos, vamos.
Análisis de niño de 16 años. (Aunque una adolescente no sería tan frio como para comparar la lucha contra la injusticia con un guion made in hollywood).
¿Qué tal si se plantean “temporadas” de pocos “episodios”? ¿Por qué no finalizar la temporada “en la que acampamos en Sol” con un buen giro que la deje en alto (por ejemplo, abandonando la plaza clandestinamente durante la noche y dejando un gran caballo de cartón en medio) e inaugurar, también por sorpresa y dentro de unos días, una nueva temporada “en la que acampamos a los pies de Torre Picasso”?
Que conste que no entiendo porqué hacen un remake de algo que ya hace años fracasó ante la audiencia…
(Inteligente texto, estimado Sergio).
No me ha quedado claro el objetivo que se persigue.
“modificar la ley electoral para
conseguir una democracia realmente representativa”
¿como se come eso?
Entendería que hubiese propuestas concretas.
Por ejemplo: eliminar la ley de Hont.
O mas participacion ciudadana en la toma de decisiones:
– ¿Un alcalde quiere hacer una obra que va dejar
la ciudad endeudada durante décadas?
Referendum.
– ¿Se quiere dar un pastón del erario público
para salvar a los bancos?
Referendum.
– ¿Se quiere privatizar una empresa pública?
Referendum.
– ¿Se quiere realizar una intervención militar
en otro pais?
referendum.
Por otra parte el sistema democrático tiene mierdas
que no se pueden cambiar.
Pides un plato y está asqueroso. Pides otro y
dan ganas de vomitar. Al final lo que quieres no es
otro plato. Lo que quieres es cambiar de restaurante.
Luego está el tema del bipartidismo. Una democracia con
dos partidos es una democracia bajo mínimos. Por debajo
de eso sólo está una democracia con un solo partido,
lo que ya no es democracia
Y lo de los nacionalismos. Que un partido como el PNV
se presente a las elecciones para gobernar España tiene
su gracia. ¿Que haría si ganase?
Y tampoco me ha quedado claro quien es el villano en esta
historia. ¿El gobierno?
¿De verdad las cosas van a cambiar si cambiamos de gobierno?
Cambiar la ley de Hont no va a cambiar sustancialmente los resultados en la distribución parlamentaria. Hay otras cosas que influyen más como la obligatoriedad de que cada provincia deba tener dos diputados como mínimo, independientemente de su población. Además, se parte del supuesto de que el bipartidismo no “real” sino provocado por la ley electoral. ¿No será que, en realidad, sí que somos bipartidistas? No somos un pueblo de matices y nos gusta pensar que estamos “nosotros” y los “otros”. Así nos manejamos mejor.
Lo de tomar decisiones por referendum es lo más cercano a la decisión directa por la ciudadanía pero nos convertiría en suizos, por el amor de dios! Además, que daría que pensar: ¿para qué tenemos entonces un parlamento?
Ese es el tema, “Que daría que pensar..”.
A los ciudadanos de Islandia el ejercicio de pensar no le ha ido tan mal.
El villano es un tipo (o tipa) al que no le importa que los políticos trinquen, siempre que sean de los suyos o que se lleve algunas migajas, que considera que respetar las normas es de gilipollas, que se empadrona donde haga falta para que sus hijos vayan al colegio que el quiere, que se colará donde pueda o se irá sin pagar, que no le importa que se arrase un bosque para construir una urbanización de lujo si alguno de los terrenos recalificados es suyo, que le da igual que se deshielen los polos siempre que por su grifo salga agua todos los días.
La comparación es ofensiva para las personas que hemos estado ahí desde el primer momento y currado como mulos para sacarlo adelante. Sin embargo, admito que muchas de las cosas que dices, más allá de lo inapropiado de la metáfora, son ciertas. Sobre todo lo que se refiere a la Asamblea General y el intantilismo de las propuestas. Por eso, este movimiento ha de ser llevado con éxito a os barrios (ya ha sido un éxito) y desde ahí articular acciones concretas a corto plazo. En eso estamos. Seguimos.
Muy bueno y muy divertido, de lo mejor que he leído en este blog. Pero vete preparando, has osado hacer una crítica al sacrosanto movimiento 15M y tendrás que sufrir los furibundo ataques de los adalides del “pensamiento único progresista” (que también existe).
Para refrescar ideas, échale un vistazo a esto: http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110531/54162868172/incomodas-reflexiones.html
http://www.kaosenlared.net/noticia/169881/pilar-rahola-policia-pensamiento
Uffff, la última vez que a alguien se le ocurrió una idea como la tuya fue cuando se pensó que el Ministerio de Cultura necesita un guionista. Y ahí está Ángeles González-Sinde(http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngeles_Gonz%C3%A1lez-Sinde)Creo que los guionistas deberían seguir preocupándose por hacer una mejor ficción (televisión/cine) y dejar las pistolas en el cajón de papá.
Si precisamente uno de los motivos que llevó al éxito inicial a la acampada fue precisamente su desnarrativización, con todo lo que lleva: desaparición del protagonista y su personalismo (los políticos), el conflicto individual pasado en shakesperianas pasiones humanas (Rajoy vs. Zapatero, Aguirre vs. Gallardón, la subtrama Gürtel), la presentación en ciclos / temporadas (con sus grandes finales en forma de elecciones, ¡síganos la próxima temporada con la segunda legislatura del PSOE!), etc. De hecho, la población tiene bastante claro ese carácter narrativo del bipartidismo (recordemos a Cánovas) cuando afirman que es “todo teatro” o “vaya circo que tenemos”. Está el héroe (Zapatero, Rajoy), su contrincante (Rajoy, Zapatero), su desarrollo (lo antes comentado), sus intriguillas… La población que se manifestaba eran los figurantes. O esos secundarios que sirven para cargárselos de vez en cuando. Los otros cincuenta estrellados de “Perdidos”, hartos de que todo se lo coman Jack, Sawyer y el calvo flipado. Esta es, en todo caso, ¡la rebelión de Paolo y Nikki!
“Al igual que las personas mediocres nunca manifiestan su mediocridad mediante el silencio, sino mediante la pedantería y la verborrea”.
Ya decía yo que te gusta mucho escribir.
Se me ocurre que la serie también podría tener un punto de partida con cierta violencia (contenida) a través de escaramuzas diarias, carreras, porrazos y manguerazos a diestro y siniestro convertidos en el pan nuestro de cada día y que el climax, por elevación, fuera la recreación de un gran golpe de violencia anti sistema con sus bombazos, sus cristales rotos y los cuerpos sin vida de banqueros, gestores públicos inútiles y políticos corruptos ardiendo bajo un fuego que arrase el país. Eso sí que sería un buen capítulo. Igual hasta me animaba a comprarme por fin una tele, para verlo. Y dejaría mucho margen de libertad para que la segunda temporada fuera en la dirección que nos diera la gana.
Por suerte, las redes sociales origen de esta espontáneo movimiento han resultado ser más útiles de lo que se suponía en un principio. Los mismos incautos que se dejan atrapar por la red para ser vigilados y controlados en todos sus movimientos, al menos han contribuído a que la red sirva a un propósito mayor, un movimiento ambicioso o incluso utópico, pero más allá de los particularismos y vanidades de cada uno. Por algo se empieza.
Buen post para generar debate, el mismo que ha generado el movimiento 15M. Las asambleas,aunque tengan un carater provisional y rudimentario, son necesarias para la misma supervivencia del movimiento. Supongo que al desarrollar una trama el guionista también apunta, discrimina, elige y elimina aquellas propuestas que mejor sirven o no sirven al desarrollo de su história. No va a ser todo llegar y besar el santo. Se exigirá también un esfuerzo, un trabajo y una dedicación, a la que al principio cuesta habituarse. Todos los inicios tienen algo de caótico hasta que se encauzan debidamente.
Nadie dice que sea fácil, ni rápido, pero habiendo material para desarrollar una buena história, si que es necesario organizarse, reescribir el guion las veces que hagan falta y no dejarlo a su suerte.
Los que pretenden continuar con el culebrón inacabable que vivimos ahora, incluso, pueden regodearse legítimamente ante todos de su ineptitud para arreglar los problemas del mundo y desde luego, no quieren, ni necesitan reescribir nada. Si queremos que las cosas cambien no podemos seguir haciendo las cosas del mismo modo. Habrá que pensar en algo distinto.
Juradme que los autores de las 28 respuestas anteriores a este os habéis leído el post entero. Jurádmelo.
telojuropormiabuelaquedioslatengaensugloriaquemeloheleídoPor?
Hombre, ¿qué tal en Formentera?
Jaja… yo me acabo de leer de un tirón el post y los comentarios y estaba pensando lo mismo. A mi me ha hecho gracia la metáfora de Barrejon a pesar de sus dardos envenenados. No deja de ser lo de siempre, la orquesta sin director desafina, que por cierto, creo que había una película rusa genial al respecto que buscaré en cuanto tenga un rato, porque a veces ya no sé si me acuerdo de las cosas o me las invento.
Por Formentera bien, gracias. Me encanta esa isla. Ha sido poner un pie en la península y acordarme de por qué me fui. Qué coñazo de existencia la mía, por el amor de Dios. De ahí, supongo, mi tocacojonismo.
No desesperes, Quique, que lo bueno de la existencia es que llega un momento en que se acaba y se puede descansar. A ver si tienes suerte…
Entre este post y el de los controladores me estoy enterando mas de lo que pasa en España que aqui en Mexico y es que lo plantean de una forma muy interesante, siguiendo con el tema de hacer la serie y empujado un poco por el post de “Lonesome Jim” podrian experimentar con el metodo de la Isla Cerrada para convertir la historia en un triller o algo asi donde la acampada es en realidad un sitio involuntario provocado por las Malvadas Y Terribles Fuerzas Del Ordel Publico que nunca son nombradas péro se dejan entrever en la actitud de los acampados (creo que hay una pelicula con esta tematica pero no recuerdo el nombre) estos temen el poder exterior y debaten largamente entre ellos sobre el metodo mas adecuado para salir pero sin llegar a nada (y ahi entran los trucos politicos, o eso me imagino) y van desapareciendo poco a poco, eventualmente algunos reaparecen en el Malvado Bando Exterior
La desaparicion y el caballo de carton son excelentes ideas
¿Algun voluntario para buscar enfoques nuevos? ¿Como se convierte este drama en un romance? ¿En una comedia? En una historia desgarradora pero tierna sobre el encuentro del verdadero Yo en medio de una sociedad consumista y desenfrenada que nos recuerde que la felicidad esta en las pequeñas cosas (una pequeña mansion, un pequeño yate, una pequeña fortuna)
Esta es una de esas cosas que de verdad hacen volar la imaginacion aunque se vaya en tonterias, me pregunto si de verdad alguien va a escribir un guion sobre esto, ya ven como salen las cosas en “Cuentame” si le sacan jugo igual y funciona
PD: me he leido el post y los comentarios pero como no vivo ahi me interesa mas el potencial o el desafio que implica convertir esto en una historia atractiva asi que disculpen si la situacion no me va ni me viene
Estoy muy de acuerdo con el artículo. Cuando empiezas a concretar empiezas a perder apoyos. Es exactamente lo que me pasó a mí cuando en una de las famosas asambleas se hablaba de los derechos de las prostitutas, y en la siguiente de la necesidad de bancos en la Latina… el primer día fui a Sol bastante contento, pensé que la mecha había prendido… desde que empezaron las comisiones me cuesta escuchar mas de 5 minutos sin pensar para mis adentros “que cojones importa eso ahora?!”. Con la palabra horizontalidad llenan la frase entera. Cual es el problema de tener un lider? alguien que canalice los esfuerzos de la gente hacia un objetivo comun? El carisma y el liderazgo son facultades positivas que necesitamos tener, no hay por que cortarse las manos.
Como dijo alguien canoso, con barba, túnica y que seguramente era griego…. y del que soy incapaz de recordar quien fue, la virtud está en el punto medio. La horizontalidad llevada al extremo es deseable pero inviable, por una simple cuestión logística. la verticalidad llevada al extremo tiene el problema de que la cima de la pirámide se suele olvidar de lo que la sustenta, por aquello de que le queda muy lejos.
¡Descartes!¡Era Descartes!
“La virtud está en el punto medio”.
¿Cuánto mal habrá hecho esta chorrada tan popular de la cual la sostienen los mismos que dicen “no hay verdades absolutas” ignorando que esa ya es una?
Pues aunque os parezca que os salís de ingeniosos Quique y Teddy (que reconozco que estar de vuelta ya de todo debe ser agotador), esa es la única verdad absoluta que reconozco, tan simple como la vida misma y tan extrapolable a cualquier situación que lo alucinante es que no forme ya parte de nuestra condición como, se supone que somos, seres inteligentes. El problema, supongo, es que la presunción de inteligencia ha sido algo optimista.
Me refiero por supuesto a que la presunción de inteligencia ‘del ser humano’ ha sido demasiado optimista. Lo aclaro para que no os deis por aludidos just in case porque no se me ocurriría dar una opinión semejante de gente que ni conozco.
Dudar de cualquier cosa por defecto, que el conocimiento es imposible, si que me parece una actitud prepotente y estúpida. Cuando digan “Sólo se que no sé nada” recordando que en el fondo están alegando saber,
En ese caso Teddy seguiríamos en la Edad Media. Me tienes fascinada con tus razonamientos. Son como tortuosos.
¿O era Hegel? Ahora me haces dudar.
¿Y cual es el tuyo, tu razonamiento, Cris? ¿Que las verdades no existen?
Al contrario, pero las certezas propician por si mismas más incógnitas, y de esa manera la búsqueda se ramifica, generando más conocimiento, en un proceso que es apasionante. Solo tienes que ver lo bien que se lo están pasando los investigadores del e-coli. Resumiendo, que sabes, pero ese solo es el punto de partida. Pero vamos, que no estoy descubriendo la rueda.
Ah, ¿Que dudas de certezas como que la tierra es redonda y la teoría de la evolución? Eso si que es tortuoso…
Cris, amor, ni me parece que me salgo de ingenioso (en este caso, al menos) ni creo estar de vuelta de nada. Y aunque así fuera, no veo a qué viene que me lo digas ahora a raíz de haber dicho que fue Descartes ni por qué me tienes que meter en el mismo saco que al osito, con todos los respetos.
Además, estoy bastante de acuerdo con eso del punto medio. Total, que has patinado. Me imaginaré que eres joven y hermosa y, en consecuencia, te perdonaré.
No se deje enredar, Cris. Juraría que uno de ellos se la quiere llevar al huerto.
Teddy, cuando existe la certeza de que la tierra es redonda, la pregunta es ¿y porqué es redonda? y así sucesivamente, esa es precisamente la gracia.
O sea, buscar verdades absolutas como por ejemplo E=mc2 ¿no?
Habría que sumar a la terminología al pseudo intelectual que se pasea por la acampada cámara en mano y que acto seguido nos regala, cubierta bajo el manto protector del cinismo tan de moda en estos días, su sapiente, original y mordaz opinión.
Porque claro, prefiere reinar en los vastos campos del ciberespacio cazando comentarios a golpe de polémica y actualidad que usar la fuerza de la frustración para matar a gente en plan Carrie porque no le han hecho casito en una asamblea.
Salvando el detallín de que no se trata de un producto audiovisual que busque una salida comercial, muy bueno el post!!
Sí, es verdad que faltan guionistas, con las cosas tan interesantes y tan bien argumentadas que se cuentan por aquí, es una pena no poder escucharlas en alguna asamblea…
Por cierto, buen giro ese de manifestarse hasta el Congreso para celebrar una asamblea y plantarse allí en medio…
No es más que la opinión de un subvencionado.
Mmm… Comparto casi toda la metáfora, pero hay un punto que quisiera discutir un poco.
Uno de los objetivos del movimiento, junto con la denuncia de las injusticias sociales y las servidumbres económicas, es la reivindicación de una democracia más auténtica. Esto significa, es cierto, una democracia representativa no tan viciada como la actual: una representación en el Parlamento proporcional a los votos, auténtica democracia interna dentro de los partidos, control de su financiación (vamos, evitar que los políticos piensen más en los bancos y las empresas que pagan sus campañas, que en los ciudadanos que los votaron), y rechazo de la corrupción. Pero también una democracia más participativa, que no se limite a depositar un voto en una urna cada cuatro años, y que luego te acusen de “totalitario” por no aceptar que esos parlamentarios traicionen punto por punto sus programas electorales. Si nos desatendemos de nuestros derechos, que luego no nos extrañemos si nos los desvirtúan.
En ese sentido, me parece fundamental la estructura de las asambleas: es una forma de acostumbrar a la gente a una democracia más participativa y directa. Hacerles sentir que tienen voz, que pueden aportar ideas, y que la comunidad las puede aceptar si son buenas. Los micrófonos y las urnas de cartón están abiertos a todos; a los estudiantes, a los profesores, a los jubilados, a las amas de casa, a los obreros, ¡hasta a los niños! Es lógico que haya de todo; si os parece que en esas aportaciones falta organización, ideas más maduras y desarrolladas, ¿por qué no aportáis las vuestras? Nadie os lo prohíbe; y si hay algo que piden los jóvenes de las asambleas, es que participen expertos que les den mayor credibilidad. ¿Que se emiten algunas ideas infantiloides? También se escuchan discursos interesantes, y dudo que el Debate paralelo sobre el Estado de la Nación, que se celebra estos días en Sol, tenga nada que envidiar, en rigor,frescura, inteligencia y respeto al Debate “oficial” (más bien, creo que es al revés).
Vamos, puede que estéticamente las asambleas se carguen el ritmo del guión; pero en un movimiento que reivindica una democracia auténtica, es fundamental e irrenunciable que sus formas sean democráticas también. Uno de los rasgos del 15M es su llamamiento a los españoles a que ejerzan la ciudadanía, a que asuman la responsabilidad de velar por sus propios derechos y los asuntos de todos. ¿Cómo se le puede reprochar que invite a los españoles a expresar sus críticas, sus quejas, sus preocupaciones, sus ideas sobre una sociedad mejor? Cuando damos nuestros primeros pasos en una dedicación, junto al entusiasmo y la frescura, también se cuelan ideas que más tarde nos pueden parecer pueriles; y la inmensa mayoría de los españoles está algo verde en eso de movilizarse (por eso se identifica automáticamente con perroflautas, folloneros o radicales a cualquiera que participe en una manifestación o muestre un mínimo de inquietud social).
Y también de habla d #SpanishRevolution precisamente porque esa estructura en red de asambleas, sin jerarquías ni líderes visibles, es algo novedoso, en paralelo a las formas de organizarse y de comunicarse que ofrece Internet. Un profesor mío nos comentó una vez que Internet hacía posibles fenómenos de organización espontánea que recuerdan incluso a algunos ideales anarquistas de autogestión, y que hasta ahora se veían imposibles. Es uno de los rasgos del movimiento. Por otra parte, tengo la sensación de que la gente está algo recelosa de la figura del líder que represente la unidad y la ortodoxia. Supongo que lo relacionaran con el culto a la personalidad de los totalitarismos del siglo XX, con la manera en la que personalismos similares terminaron convirtiendo al comunismo en pura dictadura. Al fin y al cabo, una de las razones por las que los partidos políticos han degenerado de la manera en la que lo han hecho, fue la de que la necesidad de garantizar la unidad, la jerarquía, un liderazgo claro, terminó alejando la cúpula de las bases de afiliados…
Pues parece que no sólo sobrevivió al verano, sino que la “serie” ha tenido un éxito rotundo vendiendo franquicias; ya que ayer se protagonizó en nada menos que 85 países.
Un poco frívolos me parecen estos paralelismos, y desacertador. Dudo mucho que necesitemos guionistas; y mucho menos estas frivolidades.
Y más que nada cuando carecen tanto de respeto, ¿no?
Pues es verdad que la serie ha tenido un éxito rotundo vendiendo franquicias. Supongo que en estos tiempos convulsos, a uno le cuesta dejarse llevar por el idealismo de un movimiento como éste que a priori, puede parecer más bien una causa perdida. Fíjese que leí un comentario en este blog, que llegaba a identificar, sin ninguna gracia, el espíritu “ñoño” del 15 M con la película de Bambi. Y ante valoraciones de este tipo, casi es preferible un poco de frivolidad y de humor, la verdad.
Yo siempre aposté por el movimiento, pero teniendo claro que la “serie” necesitaba de “guionistas” capaces de reescribir la história las veces que hicieran falta y sobre todo, de conducirla por los cauces adecuados para llegar a buen puerto: Asambleas, cabezas pensantes, en fin, ese tipo de cosas. Lo que ocurre es que esos “guionistas” a veces, como todo hijo de vecino, también se equivocan en sus previsiones.
Regla; su comentario muestra, de lejos, mucho más respeto y deferencia por el Movimiento que el articulista de este post.
Así mismo, no va en acertar o fallar una predicción, pues Barrejón no es estadista ni sociólogo (que también erran), sino en la falta de respeto a cada una de las personas y el ideario que integra el movimiento.
Gracias, 15 M. Quizás lleve razón en lo que dice, aunque para realizar predicciones sobre el Movimiento 15 M le aseguro que no hace falta ser sociólogo, ni estadista. Y sobre la falta de respeto, a mí no me preocuparía demasiado. Lo más importante y lo mejor para combatir esa “falta de respeto” es que el 15 M sigue adelante.
Cuando uno escupe mirando hacia arriba, lo normal es que el escupitajo acabe cayendole en la cara.
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