por Sergio Barrejón.
Más tarde o más temprano, a algún guionista de este país le encargarán escribir una tv-movie sobre el caso de Dorel Marcu, más conocido en España como el asesino de la webcam. Probablemente la tv-movie nunca se llegue a emitir, pero casi con toda seguridad llegará a haber un guión.
Y el guionista al que el toque el marrón tendrá que hacer un ejercicio básico en esta profesión: meterse en la piel de cada personaje. No hablo de documentarse. No hablo de investigar cómo se movía, cómo hablaba tal o cual personaje. Hablo de hacer un esfuerzo por pensar como él.
Adoptar el punto de vista de cada personaje es un ejercicio básico porque permite al guionista anticipar la respuesta a una pregunta muy peligrosa que a veces se forma en la cabeza del espectador: ¿Por qué hace esto este tío? Un espectador piensa eso muy pocas veces durante una buena película. De hecho, la mayor parte de las veces que piensa eso, el pensamiento siguiente es: esta peli no es muy buena.
Y es que una de las maneras más rápidas de perder la atención del espectador es forzar a los personajes a decir o hacer cosas que, en la vida real, no harían. Respetar la motivación del personaje es una norma sagrada. Eso lo sabe cualquier buen guionista (y cualquier buen actor). Pero veces se nos olvida. Por ejemplo, porque nos empeñamos en “dejar algo claro al espectador”. En una serie chunga de policías, por ejemplo, no es raro encontrar escenas en que un agente le dice a otro cosas del tipo: “no podemos entrar en esa casa sin una orden de registro. Sería allanamiento de morada”. Como si alguien pudiera llegar a policía sin saber esas cosas.
Otras veces faltamos a la norma sagrada porque no queremos hacer demasiado antipático a un personaje, o por lo contrario: porque estamos escribiendo sobre un asesino, y queremos que quede claro que es una mala persona. El problema, claro, es que la mayor parte de las malas personas no se ven a sí mismas como tales. Y por lo general, su motivación para hacer lo que hacen no es “voy a matar a este fulano porque soy malo que te cagas”. Normalmente tienen razones para hacer las cosas. Al menos, eso creen ellos. La responsabilidad del guionista, aquí, es la misma que la del psicólogo: debe esforzarse por entenderle. Es la única manera de escribir guiones decentes, en vez de panfletos baratos.
Contrariamente a lo que creen los moralistas y los demagogos y los críticos mierder, el cine no es un medio para hacer manifiestos. Las películas contienen muchos menos “mensajes” de lo que se cree. Como decía Billy Wilder: “si quieres enviar un mensaje, ve a Western Union”.
Un buen drama, una buena tragedia, no es un mensaje, ni un panfleto, ni una declaración de principios, ni un manifiesto de ningún tipo. Es la representación de un dilema, de un conflicto que no tiene una solución fácil. O mejor aún, que no tiene solución. ¿Qué solución tiene el conflicto de “Edipo Rey”? Sacarse los ojos era lo mínimo, por así decirlo. Pero ni aun así se resuelve el conflicto.
Una buena tragedia no afirma. Al contrario, pregunta. Mira al público y le pregunta “¿Qué habrías hecho tú?”. Y si es una tragedia de las buenas, el espectador no tiene respuesta fácil. Al menos, un espectador decente. ¿Propugna “Edipo Rey” que los monarcas incestuosos deben arrancarse los ojos para expiar sus culpas? Sólo un moralista, un demagogo o un crítico mierder puede pensar eso.
Un melodrama sí es un manifiesto. “Princesas”, por ejemplo, es un melodrama. “Juno” es un melodrama. La respuesta al dilema está en la misma sinopsis de la película. Una visión dignificadora de la prostitución. Una mirada esperanzada al embarazo adolescente. Mejor que abortar, darlo en adopción. Las prostitutas se merecen un respeto.
¿Cuál es el objeto de películas como ésas? Masajear al espectador. Reconfortarle en su superioridad moral. Lo mismo que la telebasura, vaya. Al final de “Princesas”, el espectador (suponiendo que haya conseguido vencer el sueño), sale reconfortado, pensando “las putas también son personas, ya lo había pensado yo alguna vez”. En Juno sales del cine pensando “han elegido bien. Mola que la vida les dé otra oportunidad a estos chicos tan majetes”.
Comparemos esas sensaciones con las que te deja una tragedia decente como “4 meses, 3 semanas y 2 días”.
Vivimos en la edad del melodrama. Vivimos bajo el yugo del moralismo, la demagogia y la crítica mierder. Y no hablo sólo del cine y la televisión, que también. Hoy en día, hasta los periódicos son melodramáticos. Y lo terrible es que, por debajo de su aspecto de corrección y progresismo, el melodrama esconde un dogmatismo extremo.
Recuerden: la tragedia presenta un conflicto terrible, y te pregunta qué harías tú en esa situación. El melodrama te dice lo que debes hacer. No hay opciones. Esto es “lo bueno”, y punto. Y por extensión, todo lo demás es “lo malo”. En la edad del melodrama, la libertad de expresión pierde cada vez más terreno. Una vez que está claro qué es lo bueno y qué es lo malo, ¿qué sentido tiene debatir sobre nada? ¿Se han fijado en que cada vez hay más talk-shows en los que todos los contertulios están de acuerdo?
Veamos tres ejemplos de lo que representa la edad del melodrama:
1. Hace unas semanas, Nacho Vigalondo fue expulsado de la sección de blogs de El País por publicar una broma en su Twitter:
“Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El Holocausto fue un montaje!
Después de una cadena de reacciones que iban desde la sonrisa de los que entendimos que era un chiste hasta el cinismo de los que, entendiéndolo también, decidieron sacar partido de ello, el director de El País canceló el blog de Vigalondo aduciendo que ese chiste ofendía “a cualquier persona decente”. Zas. Ahí está el dogmatismo. Javier Moreno traza la línea a partir de la cual dejas de ser decente, y por tanto, es mejor no hablar contigo. Se le cierra el blog. ¿Se entiende la gravedad del asunto? No se le piden explicaciones al autor. Se le impide hablar. ¡NO LE ESCUCHÉIS!
2. Hace unos meses, en Las Mañanas de Cuatro, un grupo de ignorantes sobrepagados “debatía” sobre la exhibición de “A Serbian Film” en el festival de Sitges (en realidad, pedían censura a gritos). E invitaron a defenderse al propio director del festival, Ángel Sala.
Lo más descorazonador de todo el vídeo, a mi modo de ver, es que ni siquiera Sala, director de un festival de cine fantástico, acertó a decir en su defensa que la puta película no es más que una ficción. Hace poco semanas, Sala fue imputado por un supuesto delito de exhibición de pornografía infantil por un juez de Vilanova i la Geltrú.
3. Hace pocos días, Salvador Sostres publicó una entrada en su blog del diario El Mundo diciendo que el asesino de la webcam no era un monstruo, sólo un chico normal. La columna, probablemente el texto menos provocador que Sostres ha publicado en su vida, provocó también una cadena de reacciones que condujo a Pedro J. Ramírez a censurar la entrada. Poco después, la redacción de El Mundo escribió una carta colectiva pidiendo a Pedro J. que prescindiese de Sostres. (¡No le escuchéis!)
Desde hace unos días, me parece como si yo fuera la única persona en el mundo que piensa que todas estas censuras son igual de graves. Me ha sorprendido muchísimo ver cómo compañeros guionistas, gente inteligente y ecuánime (escritores, por el amor de Dios), se mostraban de acuerdo con la censura a Sostres.
Recuerdo que, cuando era niño, en mi colegio, mi hermano y yo fuimos dos de los primeros críos que eligieron “Ética” en lugar de “Religión”. Esto generó desconcierto y rechazo en muchos compañeros. Muchos, pero muchos de ellos me preguntaron agresivamente: “¿Tú qué eres, musulmán o qué?”. 25 años después, sigo viendo la misma actitud en gente a quien presuponía mucho más inteligente, mucho más madura y mucho más liberal que mis compañeros de E.G.B.
Si criticas a Zapatero, te preguntan si defiendes a Rajoy. Si te dedicas al cine, dan por hecho que apoyas a Zapatero. En la edad del melodrama, parece que el 90% de los licenciados universitarios (y probablemente el 99% del resto de la población) necesita que la gente se posicione radicalmente en determinadas cuestiones. Hay, naturalmente, temas más delicados que otros. Algunos de los más delicados son:
– Racismo
– Homosexualidad
– Religión
– Terrorismo
– Violencia machista
Cualquier ambigüedad o mínima separación entre las posturas individuales de una persona y la versión oficial de lo moralmente correcto en estos ámbitos es percibida no ya como sospechosa, sino directamente como reprobable, e incluso posiblemente delictiva, al decir de ciertos fiscales y jueces, probablemente más ávidos de fama que de justicia.
El caso de Sostres, precisamente porque no comparto en absoluto su postura política, me parece el más interesante. Un montón de gente le acusa de justificar el crimen de Dorel Marcu. Sin embargo, Sostres escribió claramente en el post “censurado” (que, naturalmente, circula por Internet con más popularidad de la que jamás habría tenido de no haber sido censurado) que ni justificaba ni creía que se pudiera justificar el crimen. (No importa, “no le escuchéis”.)
¿Cuál es, entonces, el resorte que ha disparado esta polémica? Sería simplista pensar que todo tiene que ver con la política. Algo hay, sin duda. Los medios de izquierdas se cebaron con Sostres igual que los de derechas se cebaron con Vigalondo y Ángel Sala (que, al ser “del cine”, son sospechosos de sociatas). Pero la plantilla de El Mundo también arremetió contra Sostres. Y mucha más gente de derechas. Eso no es política. Eso es hipocresía. Eso se llama rasgarse las vestiduras. Y la mayor parte de la gente que se indignó por el artículo ni siquiera sabe qué parte del mismo le indignó realmente. (Por supuesto, la mitad de los demagogos ni siquiera ha leído el puto artículo, pero hablo de la otra mitad).
Todo el mundo repite como loros que Sostres ha justificado el crimen, cuando repetidamente dice lo contrario. Todo el mundo repite como loros que Sostres ha dicho que la violencia machista es normal, cuando eso no se dice en ningún momento en ese artículo. Todo el mundo habla sobre “el daño que hace” un post como éste, pero nadie es capaz de dar un ejemplo de ese supuesto daño.
Y todo el mundo coincide en que habría que impedir que gente como Sostres escribiese en periódicos. (No le escuchéis.)
¿Qué es lo que molesta realmente a estos hipócritas? Lo que les molesta es el uso de la palabra “violencia” en el artículo. Sostres escribe:
“Porque hay muchas formas de violencia, y es atroz la violencia que el chico recibió al saber que iban a dejarle y que el niño que creía esperar no era suyo.”
Sin ese párrafo, el artículo habría pasado desapercibido. Porque hay mil maneras de decir que el chico no era un monstruo. Pero no se puede jugar con las etiquetas de la corrección. Ésas son intocables. Repasen la lista de más arriba: la violencia machista está en el top-5 de temas que, en la edad del melodrama, exigen un posicionamiento radical, inconfundible y, lo más importante, literal.
Uno puede ir a un programa de televisión y decir “la violencia machista es una lacra para la sociedad, pero hace falta ser muy zorra para quedarse preñada de otro y tardar cinco meses en decírselo“, y tampoco pasará gran cosa. Pero que a nadie se le ocurra decir “esto no es violencia machista, esto es otra cosa”, porque lo linchan.
El pensamiento no importa. Lo que importa es lucir bien la etiqueta. Para ser “correcto”, tienes que decir clara y literalmente, sin ambages, que rechazas la violencia machista porque es una lacra para la sociedad. Cualquier agresión de un hombre hacia una mujer debe ser etiquetado como “violencia machista” y colocado en la estadística correspondiente. No te atrevas a intentar ver matices, o serás automáticamente acusado de hacer apología de la violencia machista.
Porque, en la edad del melodrama, hemos rechazado el pensamiento. Hemos rechazado el debate. Lo hemos cambiado por una burda etiqueta. Hemos convertido nuestro cerebro en una red cuadriculada en la que no caben formas distintas, no existen los matices. Hacer una mínima variación en la formulación de una idea es percibido mayoritariamente como una formulación en contra de la idea.
“O estás conmigo, o estás contra mí.”
“Dirá lo que quiera, pero lo que está pensando es…”
“No deberían dejar que esta gente fuese por ahí diciendo esas cosas.”
(No le escuchéis.)
Salvador Sostres, por si alguien no se ha dado cuenta, es un profesional de la provocación. La indignación de los “correctos” no es fruto de un error de cálculo. Al contrario, es un efecto buscado. Su despliegue retórico en el programa de Isabel San Sebastián, el ritmo de su monólogo, el tema elegido… denotan una enorme habilidad para la provocación.
Y la provocación es algo sano. Muchos no querrán darse cuenta, pero Salvador Sostres, con una sola columna, y encima censurada, ha generado más reflexión y debate sobre la violencia machista que año y medio de trabajo del extinto Ministerio de Igualdad.
Pero Sostres hace algo aparte de trastear con la etiqueta de la violencia machista. Sostres, como haría un buen guionista, se pone en la piel del asesino e intenta comprenderlo. Y tiene el valor de mencionar algo que todos hemos pensado muchas veces ante un crimen como éste:
“Espero que si algún día me sucede algo parecido disponga del temple suficiente para reaccionar quemándome por dentro sin que el incendio queme a nadie más (…) Quiero pensar que no tendría su reacción, como también lo quieres pensar tú. Pero ¿podríamos realmente asegurarlo? Cuando todo nuestro mundo se desmorona de repente, cuando se vuelve frágil y tan vertiginosa la línea entre el ser y el no ser, ¿puedes estar seguro de que conservarías tu serenidad, tu aplomo?, ¿puedes estar seguro de que serías en todo momento plenamente consciente de lo que hicieras?”
Antes de pedir que censuren a nadie por exhibir una opinión escandalosa, conviene pensar si no estaremos repitiendo por inercia una conducta aprendida. Si realmente nos han ofendido, o sólo reaccionamos porque alguien se burla de un mantra vacuo que nos aporta cierta seguridad cuando lo repetimos una y otra vez.
Pensemos un poco antes de juzgar. Juzgar es fácil. Por eso lo hace todo el mundo. Por eso Twitter, y Facebook, y demás versiones virtuales de la charla de barra de bar, están llenos de indignados efímeros, que se rasgan las vestiduras en las primeras veinticuatro horas y luego se olvidan del asunto.
En lugar de repetir mantras como si significasen algo, en lugar de pedir (vergüenza para un escritor) que se censure una película, una columna o un blog, recuperemos la buena costumbre de argumentar. Al menos, hagámoslo los que vivimos de nuestra capacidad para ponernos en la piel de otros.
Das en el clavo: “Antes de pedir que censuren a nadie por exhibir una opinión escandalosa, conviene pensar si (…) realmente nos han ofendido, o sólo reaccionamos porque alguien se burla de un mantra vacuo que nos aporta cierta seguridad cuando lo repetimos una y otra vez.”
En todos estos casos, lo que ha habido es una reacción casi animal contra quien se ha atrevido a cuestionar esa parte de nuestro pensamiento que, por comodidad, no nos queremos cuestionar.
Es lógico querer simplificar, pero da miedo esta unanimidad a la hora de linchar al que plantea preguntas. ¿No éramos la sociedad del conocimiento? Pues el conocimiento es lo contrario del dogma
Valiente y certero post, compañero. Estoy de acuerdo en todo. Sí añadiría que, a pesar de que las reacciones han sido injustas y exageradas, Sostres sigue siendo, en esencia, un gilipollas.
Quizá lo que sucede es que la gente tiene miedo. Es mucho más sencillo y apacible vivir creyendo que Hitler, Stalin, los maltratadores o los etarras son monstruos fruto de alguna mutación genética, que no seres humanos con los mismos sentimientos, dudas y frustraciones que nosotros… Hacer un esfuerzo por comprender el mecanismo emocional que llevó a ese malnacido a matar a su mujer no significa que apruebes el acto en sí. Al contrario, te advierte de que son cosas que pueden suceder más cerca de ti de lo que crees. Se trata de comprender el mundo, no de huir de él.
Es una cuestión social: se necesita dibujar un línea clara entre el nosotros y el ellos, entre las personas y los monstruos. Hay que pintar de rojo y poner cuernos al mal y decir que la distancia es infinita, que hay un abismo entre el monstruo y el ser humano y así sentarnos en el sillón a disfrutar de que estamos con los buenos, de que no hay ningún resquicio moral porque el que se podría colar eso que llamamos mal.
Por ejemplo, y en relación a Hitler y la segunda guerra mundial, siempre he pensado que falta la película (o la serie) que realmente te sumerja en aquella época. Que te ponga en medio de la sociedad alemana de aquel tiempo, en la piel de quien vivía allí, donde la presión social empujaba a cada persona a apoyar lo que estaba pasando, donde el tipo que se preguntaba por los campos de concentración se enfrentaba a la reprobación y al ostracismo (cuando no a la cárcel), donde lo que hoy que llamamos mal era en aquel momento lo socialmente correcto. Quizá muchos sintieran que hubieran hecho lo mismo: a fin de cuentas los alemanes no eran genéticamente monstruos. Eran personas normales que tuvieron que lidiar con una determinada situación a la que el resto de nosotros no nos hemos enfrentado nunca. Y quizá no queramos descubrir que no somos tan diferentes, que hubieramos reaccionado igual, que no nos hubieramos hecho preguntas y hubieramos seguido la corriente. Y eso no es políticamente correcto. El mal tiene que tener cuernos y un gran letrero luminoso que lo diferencie del bien.
El problema es que esa misma necesidad de no pensar en ello, de no hacerse preguntas, es la que conduce a que estas cosas ocurren. En la Alemania nazi había un gran letrero luminoso que le decía a cada persona que lo hacía era lo correcto, que los monstruos eran los otros, los judios, los gitanos. Los demás. Y nadie (o pocos) quiso hacerse preguntas. A este chico probablemente le educaron diciéndole que dar un par de tortas a la pareja para que se comporte era lo correcto, lo que estaba bien, lo que hacía que las familias funcionasen y mantenía la sociedad en orden. Y él, por supuesto, no se hizo preguntas. Hasta que un día la vida le pasa por encima y se despierta descubriendo que ese par de tortas se han convertido en en un asesinato. Y que, de repente, el monstruo es él y todos los demás, por descontado, estamos claramente al otro lado de la línea.
Pues yo creía estaba más que sabido y asimilado, a estas alturas, que cualquiera de nosotros puede convertirse en un monstruo si se dan las condiciones adecuadas.
Yo también pensé que Sostres, en este caso, no había dicho nada especialmente escandaloso, ni siquiera novedoso. Me pareció una obviedad.
De acuerdo al 100% con el primer párrafo de Hastiado. También con el segundo y con lo que comenta Juan. Y añadiría que no sólo esto te puede advertir de que son cosas que pueden suceder más cerca de ti de lo que crees (entiendo que referidas a los demás), sino que en esencia son cosas que dependiendo de las circunstancias, te pueden pasar o te han podido pasar a ti mismo. Todo lo que sea condición humana, cabe. Y si cabe, la diferencia es circunstancial. Incluso las muchas enfermedades mentales que puedan derivar en depende que actos, tienen un origen circunstancial. Por lo tanto no podemos descartar que en otras circunstancias, nosotros mismos podamos hacer cosas que desde nuestra posición actual pueden parecer aberrantes.
Muy de acuerdo con Kohonera. Me parece un poco melodramático el post en una época en que uno hasta simpatiza con Anibal Lecter. Juan, películas no habrá, pero hay un puñado de documentales muy buenos en los que se retrata a Hitler en la intimidad… hasta yo me hubiera tomado unas cañas con él.
Mezclar Vigalondo con Sostres solo es entendible desde un punto: la autocensura que ejercen los medios, que resulta, es cierto, muy cuestionable. Censurar a Sostres es una estupidez, darle cancha una falta de inteligencia. Todo el mundo puede sentir en un momento empatia por el que comete el delito, en el caso de Sostres no creo que llegara a ese grado de comprensión si el delito hubiera sido otro, por ejemplo que el mismo rumano le robara la cartera (a pesar de la ‘violencia’ por emplear el mismo término que puede suponer para cualquiera el verse privado de lo que otros disfrutan).
Está muy bien hacer este esfuerzo de cuestionarse los linchamientos, pero no habría que confundirlo con que el personal nos cuestionemos que en medios públicos tenga cabida cualquier gilipollas que suelta lo primero que se le pasa por la cabeza. Que precisamente, es el caso de Sostres.
Cris, no me refería tanto a una película o documental sobre el lado ‘intimo’ de Hitler y compañía como a la vida de una persona normal. A estar en la piel de quien vivió aquello a pié de calle.
En general, la ficción tiene el problema de que necesita personalizar el mal en un antagonista y en una cadena de acciones que generalmente tienen origen en ese protagonista. Esto es una necesidad de la ficción, la vida real no siempre funciona así. En el caso de la Alemania nazi, algo poco sabido es que el genocidio no fue un plan directamente organizado desde el gobierno alemán. Prácticamente no existen registros de ordenes relacionadas con el genocidio (y estamos hablando de Alemania, donde no se saltan un protocolo ni a punta de pistola) (que por cierto. Este, de hecho, es uno de los principales argumentos del negacionismo). Lo que esto significa es que lo que ocurrió en aquel tiempo no fue tanto un ‘hay ordenes de hacer esto’, como el resultado de la presión social y del mirar para otro lado cuando ocurría. No fue tanto algo organizado como un mecanismo de propaganda, dejar que los monstruos surgieran espontaneamente y luego, por supuesto, darles cancha.
El problema de todo esto a nivel de ficción es que la ficción necesita una número no muy grande de eventos conectados en un arco. Lo que allí ocurrió fue millones de pequeños detalles sin conexión entre ellos, pero cuya suma llevo a lo que al final pasó.
Imgina que estás en tu trabajo y esperas una promoción. Si expresas públicamente tu desaprobación con la opinión mayoritaria puedes arriesgar esa promoción. Quizá puedas tener problemas con tu familia o tu pareja, que te lo reprochen y te tilden de inconsciente. Así que pasas por el aro, añades otro pequeño grano de arena a la situación y dices ‘Que quieres que haga. Tengo mis propios problemas. Esto es lo que hay’. Y el mecanismo sigue, bien engrasado por una propaganda estudiada.
Sin llegar a los extremos de lo que allí pasó y en una escala mucho menor, hoy pasa lo mismo. Sostres es parte de uno de esos mecanismos y, paradójicamente, a la vez ha sido víctima de otro de ellos. Ser víctima y verdugo no es incompatible, aunque hay bastante reticencia a aceptar que una misma persona pueda cumplir ambos roles.
Juan, estando de acuerdo contigo sigo sin estarlo. Desde luego la complejidad de las reacciones de cualquier persona ante situaciones ‘extraordinarias’, en el sentido de que no se ajustan a nada que hasta ese momento haya vivido es, sin duda, un tema apasionante que ha dado y da material para lo que quieras. Si te interesa especialmente te recomiendo leer L’avenir dure longtemps de Althusser, en el que cuenta lo que pasaba por su cabeza y todo lo que rodeo al presunto (nunca fue juzgado) asesinato de su compañera, o leer cualquiera de los manifiestos de Gunter Grass respecto a su pasado en las juventudes hitlerianas.
Respecto a la milimétrica organización desde arriba del genocidio te recomiendo Las Benévolas de Jonathan Littell.
Hay que suponerle a Sostres que ha hecho ese esfuerzo por ponerse en la piel de… solo que teniendo en cuenta su visión sobre las mujeres resulta, cuanto menos grotesco, pretender darle ese plus.
Por supuesto estoy de acuerdo con Barrejon y contigo que la censura es inadmisible, la auotocensura, además, patética. Lo que deprime es que estos personajes no caigan por su propio peso y sigan teniendo espacio por el simple hecho de escandalizar… da igual que detrás haya algo que rascar, como en el caso de Arrabal, se trata simplemente del caca-pedo-culo llevado al extremo.
Me apunto las recomendaciones, Cris. Además andaba detrás de algún libro en francés para desoxidar el idioma y el de Althusser va a ser la excusa perfecta.
Respecto al tema de hasta que punto fue un plan organizado, es un tema espinoso. La teoría oficial (que recoge con toda seguridad la novela de Littell) es la de que fue un plan perfectamente organizado. Los negacionistas insisten mucho en el hecho de que no hay registros para afirmar que aquello nunca existió. Mi sospecha personal es que el asunto no estaba tan organizado como se pretende y que hay bastante de cierto en la ausencia de registros. Algo similar a lo que ocurre en muchos casos de tortura, donde se trata tanto de un plan organizado como de un ‘miro hacia otro lado’.
Pero a la hora de presentarlo a la opinión pública un plan ‘perfectamente organizado’ es mucho más condenable. Por mucho que quien maneja los hilos de la propaganda sea capaz de hacer que algo ocurra (como la tortura y el genocidio) sin necesidad de dar ordenes concretas, simplemente creando la situación adecuada, cuando no existe ese ‘plan diabólico’ es más difícil pintarles rabo y cuernos a los responsables. A pesar de que sigan siendo tan responsables en un caso como en otro. La realidad a veces se pinta con colores de ficción para ser más vendible.
Bueno Juan, es que la ‘gracia’ (si es posible utilizar este término) está en que los alemanes por carácter, y los nazis en particular, prácticamente redactaban un parte oficial hasta cuando se iban al baño. Su convencimiento en su propia megalomanía supuso que registraran por escrito todos y cada uno de los pasos que se dieron para gestionar ‘la cuestión judía’. Existen pocos acontecimientos históricos tan bien documentados como el holocausto.
De hecho, es impresionante ver con que eficiencia burocrática registraban sus fracasos a la hora de abordar la ‘solución final’. Las Benévolas es una novela (difícil por cierto de digerir), pero es una novela muy bien documentada. Y lo sé porque soy historiadora y es un tema que conozco un poco.
Negar el Holocausto es como negar que existen pirámides en Egipto. Un recurso político y facilón digno de Sostres.
Por cierto, que el libro de Althuser está en castellano, lo que pasa es que lo tengo por las profundidades de mi librería y buscarlo me iba a costar un rato. De todas formas si te interesa mucho, dime, que lo busco y te doy todos los datos… aunque imagino que llevará años descatalogado. Pero nada que no se pueda solucionar por internet.
Curioso. Tenía la sensación de que era ausencia de registros era relativamente cierta (de la misma manera que hoy en día se evita documentar las torturas), que el asunto había sido ‘adornado’ en la teoría oficial y que ese resquicio había sido aprovechado por los negacionistas para construir su teoría. A fin de cuentas, no hay manera más inteligente (y peligrosa) de reescribir la historia que tomar como punto de partida un hecho cierto. Y no dudaba de que los negacionistas eran manipuladores, pero les presuponía hábiles.
Con respecto al libro de Althusser, si que me interesa. Pero no te tomes la molestia, no creo que vuelva a pasar por España hasta navidades. Aunque quizá entonces pueda sacarlo de alguna biblioteca y echarle una lectura rápida. O si no, ya veré como me las arreglo para conseguirlo de otra manera.
“el cine no es un medio para hacer manifiestos.”
Eso hay que decirlo cuando se estrenan caminos, mares adentros, laberintos del fauno, treces rosas y demás bagatelas… ¿qué es el cine español (y la televisión) sino propaganda interesada?
El artículo, magnífico. De acuerdo con él al 95%, pero hay dos puntos que no se terminan de asimilar:
¿Quién ha creado a la bestia de la corrección política? los medios de comunicación. Exclusivamente. No es la sociedad ni el moralismo. Ha sido la televisión y la prensa (y el cine). La sociedad es la víctima.
La creación de la bestia no es inmediata, debe crecer y engordar. Entonces es mucho más vulnerable y se la puede atacar. Pero no se hace. No se hace porque se cree que se va a tener bajo control… porque las víctimas son los otros, etc. Antes de comerse a Sostres, la bestia se ha alimentado de muchos “te doy mis ojos” y muchos “programas de Patricia”.
Por cierto, pregunta:
¿se puede criticar al cine español (o al audiovisual en general), sin ser un troll?
Un saludo y, repito, magnífico artículo.
Yo a veces me hago la pregunta al revés ¿Se puede ser un troll distinguido sin antes no criticar como Dios manda al cine español?
Pues precisamente Camino, gracias al personaje de su madre, me parece un mal ejemplo. Te presenta una historia y un dilema (religioso) y, después, cómo los personajes luchan dentro de ese dilema. Gracias a ese personaje, Camino dista mucho de ser algo parecido a la Western Union.
Decía Miguel Ángel Martin que la ficción no debería revindicar valores porque unos valores que necesitan ser revindicados son una mierda de valores.
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Como diría Orwell:
“¡¡CRIMENTAL!!”
Sé que suena a tópico, pero todo esto que expones hace que lleve varias semanas acordándome de Orwell.
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AMÉN
AMEN
“la mayor parte de las malas personas no se ven a sí mismas como tales. Y por lo general, su motivación para hacer lo que hacen no es “voy a matar a este fulano porque soy malo que te cagas”. Normalmente tienen razones para hacer las cosas. Al menos, eso creen ellos”
Recomiendo la lectura de la novela en la que se basa la película “Soy leyenda”. En ella se muestra más claramente que en la película a qué se refiere ese título. El protagonista es leyenda entre los otros porque es un asesino en serie. Sí, nuestro protagonista, el bueno, es una asesino en serie desde el punto de vista de los otros, de los vampiros.
Una puntualización acerca de la exageración y el afán de provocar, olvidas que en el video de Sortres no se está realizando un discurso cara al público, es un descanso del programa, es decir, es una opinión privada, no se limita a provocar a su alrededor, está hablando coloquialmente con quienes comparten la mesa como el que habla con un amigo, ni siquiera es consciente de que puede estar siendo grabado, y eso si es grave. El discurso atendiendo al desprecio que muestra por el objeto de su burla, es propio de un pederasta o un violador sinceramente.
En referencia al artículo en el que claramente se justifica el hecho de poder reaccionar ante una ruptura matando, esto es así por mucho que lo matices, hay muchas formas de decir: “eh, cuidado, quien hizo eso es un ser humano, el ser humano es capaz de eso y de más barbaridades, habría que replantearse los valores y la educación que tenemos en esta sociedad en la que alguien es capaz de reaccionar con tanta violencia sobre otro ser humano”. Claro, eso no provoca, pero una cosa es provocar utilizando metáforas, alegorías, o analogías, y otra provocar con la literalidad de los significados. Se dice, en este último caso, lo que se lee, nada más, no existe matiz, ninguna libertad debe permitir que se invite o justifique a la violencia, hay que tener cuidado, a no ser que se esté relatando una ficción en la que quien habla es un asesino.
Si lo que estoy diciendo es retrógrado, no quiero pensar qué es hablar de la forma en que ese señor habla de una chica de 12 años o 13 que podría ser hija mía.
Respecto al chiste de Vigalondo, me parece sencillamente una tontería impropia, el punto no es el chiste, sino el contexto, la extensión, dentro de una parodia, cabe referirse así a un tema tan serio, realizando un rodeo, o complementándolo con otros gags que justifiquen esa afirmación, de lo contrario se corre el riesgo, nuevamente, de ser literal, y no comunicar lo que se pretende.
A serbian film es una ficción y como tal, todo lo que se ha formado a su alrededor es indigno de los tiempos en que vivimos, no obstante no recomiendo a nadie ver esa película (la he visto), muestra barrabasadas sin justificación alguna.
Magníficamente expresado. El medio en el que se expresan las opiniones es importante a la hora de decidir los que se puede decir y cómo. Hay opiniones que deben reservarse al ámbito privado y ahí puedes decir todas las burradas que quieras, pero en público no.
A Aznar se le ocurrió decir en público que la DGT no le iba a decir a él lo que tenía que beber o no: en un expresidente hablando en público es una gilipollez como una casa, pero si se lo dice a un grupo de amigos pues se echan una risas y ya está. Sostres no puede decir que el asesinato le parece una reacción normal en un periódico público, que se lo diga a su cuadrilla de amigotes y ya está.
Lo que escribió Sostres es una barbaridad, pero estoy de acuerdo en que se permita publicar barbaridades y opinar sobre ellas. Escucho burradas mucho más gordas en cualquier tele facha todos los días y tampoco me pareció bien la multa a Intereconomía por el anuncio contra los homosexuales.
En este artículo, de todas formas, te olvidas de muchos más casos en la misma dirección: la retirada de los libros de Sánchez Dragó, la imputación a Leo Bassi, la querella contra los convocantes de la procesión atea (¡acusándoles de genocidio!) o la ilegalización de Sortu. Hecho este último más grave que los anteriores, porque no solo quita la voz a una persona, sino a decenas de miles. Y porque no es una empresa privada como el País o el Mundo quien decide quién puede opinar en sus medios sino el propio estado.
De acuerdo con lo de Sortu. Muy bueno lo que escribió el otro día Zabaleta.
Estoy de acuerdo contigo en el fondo del artículo, menos en un aspecto que personalizas en Sostres: la necesidad de provocación. Un buen provocador es aquel que hace reflexionar, que te hace preguntarte si lo que aceptas como normal lo es realmente. Incluso desde el humor. Como Vigalondo coin su post.
Sostres es un bocazas con tan poco talento como ganas de protagonismo que no sabe hacer otra cosa que echar gasolina al fugeo y quedarse mirando cmo los demás se pelean por saber quién empezó. Es el niño que se queda mirando en el patio, y cuando la pelea amaina, le recuerda a uno de los contendientes el insulto inicial, y se sonríe estúpidamente mientras disfruta de las hostias de otros. El tipo de niño que, el día que le toca a él recibir las hostias, no puede pedir ayuda porque los demás se quedan mirando.
No es porque no esté de acuerdo con sus ideas, que tampoco. es que es un mal polemista. Los hay que gritan, y los hay con sonrisilla hostiable. Sostres es de los segundos. No me da ninguna pena. No me siento superior a él porque crea que mis ideas sean mejores, sino porque desprecio profundamente precisamente ese rasgo suyo: el creerse mejor que los demás porque ve “cosas” que los demás no acertamos a entender.
Entonces, ¿no consideráis violencia machista este episodio de “la maté porque era mía”? ¿Deberíamos analizar uno por uno los otros 19 casos de mujeres asesinadas por sus parejas o ex-parejas que han sucedido en lo que llevamos de año (y sólo estamos a abril… vamos a 5 por mes) hasta darnos cuenta de que son cosas que pueden pasar a cualquiera?…
No sé, yo creo que es más complicado de lo que planteas.
Y sí, ese señor es un gilipollas, y sí, estoy de acuerdo en que cuando los “autodenominados gente-de-bien” se lanzan a por algiuen en tromba dan ganas de irse a… dios mío ¿a dónde??
Define ‘violencia machista’.
Quiero decir: la situación es conflictiva per se. Si yo me veo en la situación del chaval… no creo que hubiera respondido con violencia física, pero desde luego la tipa en cuestión tiene las maletas en la puerta a los diez minutos. El hecho de que el asunto desemboque en violencia física, ¿es una cuestión de machismo? ¿o es parte de la misma violencia que se podría haber desencadenado si, por ejemplo, le hubieran estafado en un negocio?.
Yo entiendo la violencia machista como una violencia física o psicológica destinada a ir minando poco a poco la autoestima de la otra persona e ir creando una situación de poder dentro de la pareja. Lo que ha pasado, desde mi punto de vista, roza la violencia machista pero no se podría encuadrar como tal. Aunque claro, el problema con las palabras ‘sensibles’ es que cada uno las define a su manera. Y hay quien incluso, por aquello de que no le pillen en un renuncio, evita definirlas.
yo veo muchas peliculas me parece a mi, pero este tipo de crimenes siempre los llaman: Crimen Pasional.
Y les pasa a hombres y mujeres.
No creo que el caso tenga que ver con la violencia machista la verdad.
Juan, si cada mujer que descubre que su pareja le pone los cuernos se lo tomará con tanta ‘proactividad’ ni te cuento como andarían las páginas de sucesos. Claro que es violencia machista… por el aquello de ‘tu eres mia’, y mis hijos son mi descendencia… etc, etc… vamos, seguro que cualquiera está ya al tanto del tema a estas alturas, nada que haya que ir explicando. Porque basta fijarse en las cifras, si nos ponemos en que la infidelidad está al 50% respecto a ellos y ellas, llama la atención que el 99% sean mujeres asesinadas por su pareja, y no al contrario.
Por cierto.. lo de ‘la tipa’ ya es un grado. Se supone que somos libres ¿no? tanto tu como yo… nadie pertenece a nadie.
Cris, a mí con la violencia machista me pasa lo mismo que con el terrorismo. Es común escuchar frases que incluyen ‘esto es terrorismo’ o ‘esto es violencia machista’. Pero nunca se termina de definir exactamente que son. O cada cual tiene su propia definición. Y el lenguaje no consiste en eso, consiste en encontrar una definición común con lo cual quede perfectamente establecido que ‘es’ y que ‘no es’.
Hay una cita de Descartes que me encanta: no discutiré sobre palabras, a condición de que se defina con exactitud que significan.
En cuanto a lo de que somos libres. Pues que quieres que te diga. Si yo estoy en una relación cedo un parcela de libertad, y espero que la otra persona haga lo propio. No es que sea obligatorio, pero es que si uno no renuncia a una parte de su libertad lo que hay no es una relación, es una amistad con derecho a roce (que no tiene nada de malo. De hecho, está muy bien y es muy agradable. Pero no es lo mismo).
Por otra parte, si Sostres es un idiota o un provocador es irrelevante, como era irrelevante si el chiste de portada del Jueves era soez o no. El Mundo tiene todo el derecho de tener contratado a un idiota (o más) y ser soez no puede ser un delito.
Exacto. Como leí el otro día en twitter, “defender a Sostres es igual de importante que defender a Vigalondo, aunque Sostres no sea un tío majete” (más o menos)
Tambien tiene El Mundo todo el derecho a despedirle, lo mismo que a contratarle.
Jajajajajajajajajaj, Ana. Esa forma de dejar a descubierto lo ridículo de su tesis me ha dolido hasta a mí.
No creo que Sostres sea comparable a los casos de Salas Y Vigalondo. Es cierto que Sostres a escrito cosas mucho más “provocadoras” que esa, pero decir que simplemente es un provocador o alguien que se aleja de lo políticamente correcto me parece un disparate.
Y ese artículo en concreto muestra comprensión hacia un crimen atroz. ¿Quién estaría seguro de no reaccionar como el muchachito?, pregunta este tipejo. Yo lo estoy, y no creo ser el único.
Este fulano es un auténtico nazi (recuerda alguien por aquí su repugnante artículo “El mundo menstrua” sobre Haití? Eso sí que era un auténtico manifiesto nazi).
Y yo no quiero que lo censuren, cuidadín. Que siga, que siga en artículos, tertulias, etc..pero ¿a qué tertulias va, en qué medios lo contratan? Pues eso.
A mí me daría asco tenerlo como compañero de trabajo.
Alucino un poco con el éxito de esta entrada. Pasamos de la insoportable corrección política a presumir de oponernos a ella diciendo disparates. Como los Píos Moa, César vidal, García Serrano etc. que igualmente se definen como políticamente incorrectos. Qué bien.
Nada me admira más que el pensamiento que independiente desafía las convenciones, verdades o criterios establecidos.
Lo que habrá que analizar es si en estas actitudes supuestamente disidentes hay algo de sustancia, cuando no si son directamente deleznables.
Este post de Barrejón va a ser un estupendo detector de idiotas.
¿Te pides “prime”, Jimmy?
Mar, te me has adelantado :-)
Me maravillo con la gente como tu, Igor. Has leido este artículo de principio a fin y ¡no has entendido nada! “ESE fulano es…” “YO estoy seguro de que…” “En que tertulias y periódicos?” preguntas. Quizá porque TU sabes que solo trabaja en los medios que son MALOS. Porque TU sabes lo que es bueno y lo que es malo.
Pues de eso iba el artículo, de dialogar, de matizar, de pensar.
TU no sabes o no quieres saber porque necesitas la certeza de que ERES BUENO. No pasa nada, el miedo a lo incierto es normal. Le pasa a la mayoría… Tranquilo, todo irá bien… No te preocupes…
Tarde o temprano la vida te obligará a tomar una decisión que te hará BUENA o MALA persona. Y si tomas la decisión que te hace MALA persona, encontrarás la forma de justificarte, ante los demás o ante tu mismo. Y podrás seguir viviendo tranquilo.
O quizá algo en tu interior, si eres minimamente sensible, te recordará siempre que lo que hiciste estaba MAL.
“¿Quién estaría seguro de no reaccionar como el muchachito?, pregunta este tipejo. Yo lo estoy, y no creo ser el único.”
Una pequeño link para no dormir:
http://victorhh.wordpress.com/2008/12/06/el-experimento-en-la-prision-de-stanfordthe-stanford-prison-experimet/
Madre mía Cristóbal, tú si que no has entendido nada de lo que yo quería decir y te permites ser así de condescendiente.
El artículo de Barrejón es de una simpleza tan tremenda que hasta alguien tan limitado como yo lo entiende.
Ya me temía que tarde o temprano saldría alguien con tu sarta de lugares comunes. Todo es tan relatiiiiivo, ¿verdad? Incluso tu ortografía.
¿Te soprende que esté seguro de que no asesinaría a mi pareja? Vaya.
Sí, tengo muy claro que Sostres es un tipejo y los medios en los que aparece, detestables. Y tengo muy claro que no quiero que le impidan expresarse. Como no quiero que se lo impidan a los ultras de Intereconomía.
De verdad que no creo que merezca la pena responderte más extensamente.
Otro que está deacuerdo con este post, quizás solo apostillar un par de matices:
– No hay que olvidar que existe el derecho a la crítica (a poder ser argumentada e inteligente). Lo digo porque a veces el acogimiento a la libertad de expresión acaba siendo el corolario del rasgamiento de vestiduras, una excusa para no entrar al fondo del asunto.
-Yo no tengo problema con que las películas se posicionen, tengan mensaje o incluso sean panfletos siempre que no acaben siendo simples, maniqueas, hipócritas (lo que acaban siendo la mayoría, es cierto).
Amén. Reconforta leer reflexiones como las que expone el autor del post.
Vigalondo hoy en LdN hablando también de esto, entre otras cosas: http://librodenotas.com/cronicasdelhype/20238/hype-sin-moraleja-entrevistamos-a-nacho-vigalondo
Perdona el SPAM, Sergio.
Más de lo mismo.
http://librodenotas.com/cronicasdelhype/20238/hype-sin-moraleja-entrevistamos-a-nacho-vigalondo
La única frase del artículo de Sostres que creo que sobra (mayúsculas mías): “Porque un chico normal de 21 años que está enamorado de su novia embarazada, ES NORMAL que pierda el corazón y la cabeza, el sentido y el mundo de vista, si un día llega a casa y su chica le dice que le va a dejar y que además el bebé que espera no es suyo.”
Normal no es. Cierto que PedroJ hablaba de que lo censuró por mencionar la violencia emocional, pero a mi juicio lo único mejorable es esa frase.
En todo caso, es cierto todo lo que mencionas en la entrada. 100% de acuerdo. Yo mismo me he visto acusado de machista por intentar tan sólo dialogar y conseguir que se leyeran el artículo antes de juzgar.
Caballero, pero es que ahí está el temita. En que usa la palabra normal. No podemos decir: si no fuese por esa palabra..Creo que está claro que una frase, un sustantivo, un único adjetivo pueden cambiar todo el sentido de un texto.
Sigo sorprendido con los que defienden a Sostres. Si ahora vamos a descubrir que este hombre no es un machista, es para ponerse a llorar. Es eso y muchas más cosas.
Yo sí creo que es NORMAL que pierda la cabeza. Lo que no es normal es CÓMO la perdió.
Poco más que decir a lo que ya has dicho. Bravo.
Sergio, sobre el tema Sostres quizá se te olvida una cosa. Que Sostres da por hecho que es verdad que la víctima le había los puestos los cuernos al presunto asesino y que esperaba un hijo de otro. Sostres no sólo trata de meterse en la mente del asesino (que es algo que puede ser interesante) sino que en el ejercicio se permite dejar de “puta” a la víctima, recientísima víctima.
Sostres da por veraces las excusas del presunto asesino, no espera al juicio, él condena el acto violento, sí, pero se compadece del hombre casado con la fulana. Porque ella era una fulana, seguro, lo ha dicho su asesino confeso.
Pues eso, que para mí lo más grave que ha hecho Sostres es mearse en la memoria de la víctima sabiendo poquísimo sobre ella, ¡no llevaba ni un día muerta! Causando un daño irreparable a su familia, y de paso, dando argumentos a muchos machistas peligrosos que sólo necesitan para ser más peligrosos que además haya voces en el cuarto poder que justifiquen su forma de pensar.
Volviendo al caso en cuestión. Es cierto que a Sostres se le ha lichado sin juicio previo. Todo el mundo tiene derecho a expresarse mal, quizá Sostres, por ejemplo, no quería lanzar ese mensaje del que hablo yo. Pero claro, hablamos de un personaje que no es la primera vez que mea fuera del tiesto, y ahora que su meada ha ido a parar sobre el cuerpo sin vida de una joven, parece que la gente ya se ha hartado.
Nada que ver con el humor negro de Vigalondo o con el derecho a proyectar fictícias barbaridades.
Estoy de acuerdo Daniel. Y no, Sostres no se ha expresado mal ni ha meado fuera del tiesto. Tiene artículos más chungos sobre la mujer y muchos más temas a patadas.
¡Exacto!
A Sostres no se le ha “linchado sin juicio previo”. Lo único que se ha hecho es criticarle, insultarle o comprenderle… las mismas cosas que hace eĺ.
Lo que me maravilla es que el derecho a decir cosas desagradables, que debería ser sagrado, pero para todo el mundo, se aplique mediante la ley del embudo: Sostres tiene derecho a decir lo que quiera y hace bien en hacerlo, … y al parecer los demás no, porque están “linchando” a Sostres si lo hacen.
¿Entonces Sostres ha linchado a una chica de 19 años casada a los 15 con un joputa? ¿Y yo estoy linchando al joputa por llamarle así? ¿Y a Sostres por decir que es un troll de la clase más baja?
Caramba con los amigos de la incorrección. Vaya dos raseros que gastan.
(Y esto no va particularmente por ti, pero lo del “linchamiento” tiene tela)
Tienes razón Aloe en matizar lo que he dicho de “linchar sin juicio previo”. Estoy de acuerdo.
Si he utilizado esta expresión es porque a Sergio y a muchos otros el caso de Sostres les recuerda a los de Vigalondo o Sala, en los que hubo mucha gente que acabó opininando sobre el tema (o incluso “denunciando”) sin haber visto la película en cuestión o sin saber si el autor había pedido disculpas, si había ironía en sus palabras o si se habían sacado de contexto…
Y es que esto mismo podría haber sucedido en el caso del artículo de Sostres, pero ya lo he dicho: El tipo tiene un currículum que le retrata.
“Si uno de los contendientes tiene razon y el otro no, es un melodrama. Si los dos tienen razón, es un drama, que puede desembocar en tragedia”. Decía no se quien.
Por otra parte, me consta que de la plantilla de El Mundo hay mucha gente que no es de derechas, hacen su trabajo para un medio de derechas pero tienen sus límites tambien.
“Si uno de los contendientes tiene razon y el otro no, es un melodrama.”
Es un melodrama, o una de guerra, o una de aventuras, o una de superhéroes, o un thriller, o una comedia, o una de fantasía heroica, o una de espionaje…
Vaya bobás que se dicen.
Cuando Clint Eastwood quiso hacer una película bélica y epica dando los dos puntos de vistas, hizo dos películas, alternando los buenos y lso puntos de vista. Hay géneros que son de “los buenos son los nuestros”, necesariamente, y no son precisamente melodramas.
También hay muchos melodramas clásicos, me da igual si de la época de Bette Davis o de Balzac, que no tienen un bueno y un malo claros, o donde “la mala” tiene sus razones y “el bueno” sus claroscuros. De verdad, que vaya simplezas… parece que hay gente que va sentando catedrá y no ha leído nada.
“Si uno de los contendientes tiene razón y el otro no, es un melodrama”.
Si este pequeño trocito te ha servido para deducir que..”parece que hay gente que va sentando cátedra y no ha leído nada”, qué no te va a parecer el post entero y el artículo de Sostres. Como tú misma dices, “las opiniones son sustentadas por personas y sabemos algo de esas personas por las opiniones que sustentan”.
También es cierto que a los comentaristas… “No se les puede exigir que tengan las mismas opiniones que tú, en todo” Lo digo porque a ti nadie te ha reprobado tu opinión sobre el asunto, ni sobre Sostres. Opina e indígnate lo que quieras, que nadie te ha dicho que no lo hagas, pero, deja de utilizar esa falsa autoridad moral, para tratar de imponer tu criterio y decirle a los demás lo que tiene que indignarles. Qué del guindo, ya nos hemos caído todos.
Sí, Regla. Lo que tú me mandes. Tú sí que tienes derecho a decirme a mi lo que puedo decir. Sostres también puede decir lo que quiera. Yo no.
Aclarado queda, y perdona si no he obedecido más rápido.
Curioso su caso, amiga Áloe. Dice cosas muy acertadas, otras quizá no me lo parezcan tanto, pero todas absolutamente defendibles, con bases sólidas. Ninguna me ha parecido una barbaridad. Y además argumenta bien. Al César lo que es del César. Es usted buena polemista
Pero por otra parte me choca la rapidez con la que se le irrita la piel cuando alguien le hace una critica. Me choca sobretodo despues de haber visto, a lo largo de estos dias, la irresistible tendencia que sufre usted a digirse a todos nosotros con un tono de superioridad que resulta francamente irritante. Aqui, aparte de usted, hay mas gente que ha leido, que ha estudiado, que ha vivido, que ha viajado… y que dicen lo que tienen que decir sin esa pretensión de ser siempre el primero de la clase. Aqui hay mucha gente a la que usted está tratando sistemáticamente como idiotas sin conocerlos (y alguna sorpresa se podria llevar).
Ya le digo: le doy la razón en muchas cosas. Pero el tonillo sabihondo con que las dice, el desprecio a los otros contertulios que ha manifestado no le hacen ningún bien. Y me parece que no soy el único que se ha dado cuenta. Hágaselo mirar…
Ante todo muy buen artículo. Lo mejor, la defensa de argumentar y matizar, por eso mismo, jejee, me gustaría matizar un par de cosas:
1º Yo creo que todas las películas tienen mensaje. La diferencia está en que algunos mensajes son un panfleto, plano y sin utilidad; y otros son “enseñanzas” más que mensajes. La historia de Edipo Rey es una enseñanza vital, no un panfleto, pero dice algo y lo dice con voz muy alta: “Por mucho que te vaya bien ¡TEN MUCHO CUIDADÍN!”
2º La censura previa es ilegal y reprobable, de acuerdo. Sin embargo tampoco creo que haya que caer en el absoluto de promover un “libertinaje de expresión”, digamos. El Estado, como tal, debe rechazar ciertos mensajes y apologías de delitos etc porque hay palabras que pueden hacer mucho daño. Dicho esto, tienes razón en que parece que está creciendo cierto puritanismo que va más mucho más allá del marco estatal que he apuntado. Mi teoría es que en España, país que en su Constitución se declara un “Estado social y democrático” y de tradición Católica, está ocurriendo el mismo proceso de asentamiento del capitalismo que ya ocurrió en países como EEUU, por ejemplo, que creció también el puritanismo protestante. En definitiva el capitalismo, al asentarse, lo que hace es aumentar el liberalismo en lo económico hasta el máximo, de ahí las privatizaciones, mientras que, parece ser que por compensar, crece el férreo control en lo ideológico. Consecuencia: puritanismo pánfilo. Mi opinión es que ni tanto “libertinaje” económico ni tanto puritanismo de pensamiento único y políticamente correcto.
Estando de acuerdo con casi todo el post, hay un par de cosas que, de primeras, no acabo de ver del todo claras: primero, que toda provocación sea sana. Imagino que las hay sanas y las hay menos sanas. Las hay inteligentes y las hay gratuitas.
Segunda: el párrafo de Sostres utiliza la palabra “violencia” de una manera que me recuerda mucho a los comunicados de los terroristas vascos y sus brazos políticos: “Hay muchos tipos de violencia…” suelen empezar escribiendo, para, a continuación, comparar la detención de un asesino con el asesinato que el tipo cometió. Tal vez sea una reacción poco reflexiva, pero, habiendo estado expuesto, en Navarra, a muchas justificaciones políticas que utilizaban ese tipo de retórica, en cuanto alguien intenta englobar dos hechos muy diferentes bajo una misma palabra (forzando muchas veces su sentido) suelo sospechar que está intentando poner ambas a la misma altura, compararlas. Esto, respecto al País Vasco, ETA, etc, se llamó hace unos años “equidistancia”.
El post es sensacional, pero en cualquier caso, y en lo relativo a la carta de los trabajadores de El Mundo contra Sostres, no es la primera vez que las personas que allí trabajan solicitan a su director que prescinda de Sostres, igual que en su momento hicieron (y consiguieron) los trabajadores de Telemadrid. No es una provocación puntual ni este hecho concreto (aun que haya disparado las cosas) sino toda una trayectoria de provocación en busca de fama que a muchos profesionales del medio les resulta degradante para el gremio en el que trabajan.
Son los mass media los que dan forma a esta sociedad dotándola con una mirada cada vez más infantilizada, de patio de escuela. Una sociedad que, quizás por la velocidad a la que le llega la información, no quiere (o no puede) dedicar demasiado tiempo a digerirla o analizarla, por lo que tiende a ver las cosas en blanco y negro, sin matices, con una absoluta incapacidad para la ironía (caso Vigalondo como mejor ejemplo de ello) y que disfruta escandalizándose a la mínima oportunidad (lo necesita; escandalizarse funciona como una experiencia comunal que ayuda al individuo sentirse parte del grupo). Lo dicho, como niños en el patio.
La pena es que muy a menudo sean las cosas cutres y de trazo grueso (Sostres, Dragó o A Serbian Film) las que generen debate, y no cosas con más chicha. Pero tiene su lógica, ya que esta sociedad (y los media que la alimentan) parece estar solo capacitada para escuchar la palabra a grito pelado (tal es su sordera), el trazo grueso, la anécdota elevada a titular, y no tiene tiempo (ni interés) para pararse a digerir un Haneke, por ejemplo, o para sentarse a ver un programa de debate como La Clave (oops, olvidaba que no existe, en su lugar ahora tenemos La Noria y Sálvame Deluxe).
Completamente de acuerdo. Las sociedades occidentales cada vez son más infantiles, adolescentes. Y uno de los rasgos característicos de la infancia y la adolescencia es la nula capacidad para la ironía.
No te olvides de la madre de la “edad del melodrama”: la “edad de la apología de la ignoracia”.
Para argumentar hay que tener con qué. Si cinco millones de personas ven esto y les parece graciosísimo, mal vamos:
http://www.youtube.com/watch?v=fpgDqZBlszo
Sin cultura, es imposible debatir, argumentar o crear un pensamiento propio. Y eso, sin duda, es muy conveniente para esta clase política que tenemos.
Racismo, Homosexualidad, Religión, Terrorismo, Violencia Machista…
¿Le suenan a alguien las aventuras de cierto policía español racista, homófobo, que se falta contra Dios y el Islam, que denigra a las mujeres y que en la tercera entrega de su saga volaba por los aires las Torres Kio?
Pues no sé si hizo más o menos 8 kilos de euros de recaudación en el primer fin de semana del estreno de su última entrega en 3-D.
¡Somos un país de hipócritas embrutecidos!
Chapó.Viva la república!
Yo sigo pensando que Sostres se manifiesta habitualmente como un provocador gratuito puro y duro hasta límites dificilmente soportables (me he ahorrado los insultos sobre su estatura moral e intelectual que le pensaba dedicar). Eso sí, tiene todo el derecho del mundo a escribir lo que le de la gana y Pedro J a publicarlo en el mundo. Si luego la gente no es capaz de darse cuenta qué tipo de diario y de Director es capaz de publicar según que cosas, y sigue comprándolo sin mas, entonces pura y simplemente nos merecemos de sobras tanto a Pdro José como a Sostres.
Cito textualmente a Juan Varela que lo ha expresado mejor que nadie:”
Yo defiendo a Sostres y lo acuso.
Yo quiero que Sostres siga escribiendo para gritarle a la cara que es un cobarde.
Yo quiero que Telemadrid y Pedro J. continúen albergando sus opiniones para denunciar su vileza moral y la de quienes lo jalean.
Yo quiero que Sostres escriba y hable para que nos empuje a todos a perseguir con justicia, implacables, a quienes creen tener el poder de acabar con la vida de quienes creen suyos.
Yo quiero que Sostres escriba para poder seguir escribiendo en contra.
Yo quiero poder gritarle a quienes lo aplauden que son cómplices de esos asesinatos. Peor. Irresponsables, refugiados en la inocencia de quienes no dan la cara.
“
Bravo! Pensé que estaba solo en el mundo. Es reconfortante sentir la compañía de quién comprende la incomprensión ajena.
Gracias por compartir esta reflexión.
Saludos.
No es hipocresía denunciar algo que te parece mal. Igual que haces tu en este post criticando esa hipocresía y rasgado de vestiduras (no he entendido que es lo hipócrita criticando el artículo de Sostres, que equipara unos cuernos con un asesinato).
Sostres es un baboso repugnante que lo demuestra cada vez que abre la boca, y quien le da voz en su periódico para decir tonterías es libre de tenerle ahí o no, y como es responsable de lo que publica su periódico, pues hará lo que quiera, y eso también es criticable. Yo desde luego si tuviera un periódico no tendría a babosos escribiendo artículos de opinión. Llámame censor si quieres. Qué le vamos a hacer…
¿Censura? ¿Salvador Sostres no puede tener opiniones en otros medios? ¿Por qué le quitamos a Pedro J su derecho a tener ideas o a que le parezca mal lo que ha escrito el columnista si encima le paga? ¿No es paradójico tanta queja sobre “nos obligan como pensar” pero no podemos admitimir que otra gente se indigne a que Sostres quite hierro a un asesinato cruel?
La libertad de expresión de personas también incluye el derecho a no estar de acuerdo, a no escuchar y a no financiar a quién no quieres.
Y yo os pregunto: ¿cúal es el limite para vosotros entre censura y “dejo de apoyar a esta persona que dice barbaridades en mi periódico de las cuales no estoy de acuerdo ni estoy obligado a financiar”?
Jajajajajajajaja…
El osito Teddy me cae muy bien..
Sí, sí, mucha guasa. Pero dudo que alguien me responda a la pregunta.
Es una pena que se esté perdiendo la palabra “guasa”
¿Y qué me dices del verbo “dudar”?
Yo te respondo Teddy: la estupidez. No la diversidad de criterio, ni la deriva ideológica, ni nada que tenga que ver con la libertad de pensamiento. Desde luego cualquier medio puede tener en nómina a la cantidad de estúpidos que quiera, pero que luego no se rasguen las vestiduras. Sostres es simplemente estúpido, no por lo que piensa, si no por la falta de razonamiento que subyace en todas las tonterías que dice.
Kohonera, dudar está bien (de eso va el post ¿no?). La construcción con dudar, “Pero dudo que”, es lo que realmente cautiva. Podríamos denominarlo desenvoltura osada.
Pues claro que es osadía, aguililla. Desafío a que alguien me responda.
Es decir, si el jefe de Sostres fuera una mujer totalmente indignada por su artículo jamás podría decir: ” me ofende seriamente como mujer por eso no quiero que salga en mi periódico y de mi dinero. No coarto su libertad de expresión porque puede exponer su opinión en otro lado” . Pues no, para Sergio Barrejón y la mayoría tendría que publicarlo por cojones.
Qué mente más retrógrada la vuestra.
“Sostres es un baboso repugnante que lo demuestra cada vez que abre la boca”
Otro pa la saca.
Me gusta llamar a las cosas por su nombre. Sin ser pedante. Directo. La verdad. Ya está bien de la gente que bajo la bandera de la libertad de expresión amparen a sinvergüenzas de este tipo, que lo mismo les da llamar puta a una mujer asesinada, que hacerse una paja (mental) en telemadrid. Y encima cobrando por ello con dinero público.
La verdad es que ya está bien, hombre.
Jimmy, Jimmy, que se te ve la patica…
Los integrantes de ETA ..
Esos grandes incomprendidos..
Un par de cositas, si me permiten:
La descalificación de la noción de “melodrama” me parece desatinada. Melodrama es un concepto mucho más amplio que el de “buenos y malos”, más que un género es un estilo, en el que caben puntos de vista muy variados sobre los personajes (ved las pelis de Douglas Sirk, por ejemplo; de paso os recomiendo el libro del gran Antonio Drove sobre él).
Por otro lado, al hilo de las referencias sobre el nazismo, y demás, y a la dificultad de aislar la maldad como una especie de “enfermedad”, podríamos ponerlo en relación con la polémica de la llamada memoria histórica. Muchos se consideran herederos de las víctimas, pero aquello fue una guerra civil, no una invasión alienígena, ¿alguien ha reivindicado ser descendiente de los verdugos? ¿Alguien ha reconocido que en una guerra civil uan gran parte de los que fueron víctimas tendrían que haber sido antes verdugos? Hay que reconocer que si en una guerra civil sale a relucir la parte más hijadeputa del ser humano, nuestros abuelos y bisabuelos seguro que fueron víctimas, pero también serían muchos de ellos unos grandes hijos de puta, o se comportaron como tales en momentos aislados. Entonces, bien está que nos reclamemos herederos de las víctimas, pero no olvidemos que somos tan descendientes de ellas como de sus verdugos… Aunque, claro, como explica el post, es mucho más fácil ponerse del lado del bueno y ocultar lo que nos liga al malo.
Yo soy Nieto de un alcalde franquista y bisnieto de una activista política represalida de la época a la que llamaban “la pasionaria Andaluza”…
Atavismo, se llama eso.
exacto!! la figura 1 corresponde al culo de Sostres y su más que pronunciado apéndice atávico..
http://web.jbjs.org.uk/cgi/reprint/62-B/4/508.pdf
Sergio,
He de reconocer que el tema de Sostres me resultaba molesto (es verdad que el vídeo de TeleMadrid dice mucho), pero prefiero argumentar que censurar, sea de la índole que sea. Me parece muy interesante la referencia a la tragedia y al melodrama, al dar al espectador la capacidad para reflexionar sobre el suceso o directamente darle la solución.
Gracias por establecer, de nuevo, los cauces del diálogo
El director de un periódico (o su dueño, o su comité de dirección) ELIGEN a quien quieren contratar para sus columnas de opinión, sus “blogs de la casa” o su lo que sea.
Ni tú ni yo les podemos acusar de “censura” porque no nos han contratado a nosotros. Por lo tanto, si por razones buenas o malas (“huy, hemos quedado como el culo”, o “esto no va con la línea de la publicación”, o “esto no vende”) decide quitar una firma, un artículo o un lo que sea, está en su perfecto derecho. De hecho, no me parece diferente que no haberlo contratado nunca, lo cual nos pasa al 99.9 de la población, y lo cual desde luego le pasa a Jimenez Losantos con El País y a Almudena Grandes con El Mundo, sin que a nadie le extrañe.
Cosa diferente es que tú tengas un blog y el servicio que lo aloja (al tuyo como a otros cien mil, y en las mismas condiciones contratadas) te lo fulmine por cuestión de opiniones. Eso SÍ es censura.
O que quieras contratar propaganda en autobuses, pagando como los demás, y te la rechacen porque no les gusta a los católicos. Eso también es censura.
Porque las empresas son empresas y venden lo que les da la gana; y el mercado es (debería ser) el mercado, que se supone que solo debe discriminar por precio. Que no se nos olviden estas cosillas…
Con un blog es exactamente lo mismo, Aloe. ¿O me estás diciendo que no tienes derecho a hacer uno privado sólo accesible mediante invitación?
Si yo me dedico a montarla aquí los administradores tienen todo el derecho a eliminar mis comentarios, pues no están obligados a soportarme y ancha es Castilla. Ningún individuo o organización privada puede acallar a un hombre al menos que inicie la fuerza contra él.
Pero bueno, no se le puede pedir mucho a alguien que le parece bien “obligar a pagar para financiar su iglesia” en vez de que cada uno pague o sustente sus creencias en libertad sin obligar a los demás a hacerlo, que sería lo más normal.
Exactamente, Teddy. Yo me refería a que el prestador del servicio SÍ está censurando si elimina un blog porque no le gustan las opiniones de las entradas. Se supone que el mercado no puede discriminar por más razones que el precio, porque le dinero de todos vale igual. Con un servicio gratuito quizá se podría discutir, pero incluso ahí hay unas condiciones de contrato iguales para todos, y si se ofrece un servicio hay que cumplir lo que se ofrece.
Por supuesto que eso no impide ni tiene nada que ver con que el bloguero dé maś o menos difusión a su blog, o que, como está en su casa, ponga las condiciones que le parezcan para aceptar comentarios. ¿Donde has entendido que diga yo lo contrario?
Te equivocas. No es censura tanto si lo hace prestador de servicios, Pedro J. o un blog. Censura es únicamente una palabra aplicable a una acción de gobierno, no a una acción privada.
Estar vigilante a que un determinado tema no salga a luz pública (y para eso se necesitan recursos sólo disponibles en un estado), es muy distinto a que una persona deje de apoyarte porque no está de acuerdo contigo o tus palabras le han indignado profundamente, algo totalmente legítimo. Tú no tienes derecho a decirle a él, en contra de su voluntad, lo que tiene que poner simplemene porque disponga de materiales para la mayor proyección de ideas.
Alguien que se dedicase a marginar y no a admitir personas en sus servicios simplemente por su condición de negros u homosexuales como Nacho Vigalondo, por ejemplo, tendría todo el derecho a hacerlo. Pero los demás también lo tendríamos para boicotearlo,ignorarlo y aislarlo de la sociedad dejando de utilizar sus recursos.
“Alguien que se dedicase a marginar y no a admitir personas en sus servicios simplemente por su condición de negros u homosexuales como Nacho Vigalondo, por ejemplo, tendría todo el derecho a hacerlo.”
Pero osito, ¿qué dices?? ¿No se te ha ido un poco la olla? Eso sería incluso inconstitucional.
No, no me equivoco, Teddy. El que vende un servicio en el mercado está sujeto a reglas, porque si no el mercado no funciona. La primera de las reglas es “la soberanía del consumidor”, es decir, del comprador. El que vende algo vende lo que le da la gana, pero NO a quien le da la gana. Sino a quien quiera comprarlo.
Ciertamente hay restricciones a eso, particularmente cuando un bien es de consumo conjunto (si compartimos el vestuario del gimnasio o la barra del bar por necesidad, el dueño no tiene por qué admitir a quien roba las taquillas o escupe en el suelo) pero la restricción que dices tú no es admisible, salvo por la responsabilidad que pueda tener el alojador de contenidos por contenidos ilegales.
“El que vende un servicio en el mercado está sujeto a reglas, porque si no el mercado no funciona. La primera de las reglas es “la soberanía del consumidor”, es decir, del comprador”.
Pues por eso mismo. El mundo es quien compra los artículos de Sostres.
Eso mismo es
lo que yo decía a usté
Es que precisamente de lo que se habla no es de la censura, sino de la autocensura, que lleva siendo un debate ya desde hace tiempo en los medios de comunicación.
Jajajajajajaj….
¿Qué autocensura, por el amor de dios? Es tan ridículo como si le pides a un propietario de un local que te deje poner un anuncio en el escaparate y si se niega, es que está “anulando tu libertad de expresión”. Pareceís tan gilis jajajajajaj…
De buenas os mandaba yo via Delorean cuando había censura de verdad, de esa que te metían en la cárcel o una bala en la nuca.
Uf, Teddy. Contigo siempre es difícil. Por una parte parece que te enteras, pero por la otra siempre lo mezclas todo con lo que da la sensación final de que verdaderamente no acabas de manejar los conceptos, ni te preocupa hacerlo. Das un par de brochazos demagógicos y te quedas tan ancho… seguro que con la satisfacción de pensar ‘si los altero es que voy por el buen camino’.
Que a mi me parece estupendo que disientas, al igual que Aloe, pero hombre, echarle un poco más de neuronas al tema.
Cris, yo creo sinceramente que he argumentado mi posición.
Aquí yo veo dos temas distintos: Uno, que haya habido mucha repercusión y mucha desaprobación al artículo de Sostres.
Otro, que los medios traten determinados temas con la plantillita ortodoxa, es decir, con poca disidencia y poca reflexión (lo del melodrama como prototipo del maniqueísmo es una digresión no imprescindible al argumento, aunque poco afortunada también)
El primer tema se trata como una ilustración del segundo, y creo que he argumentado por qué es una mala ilustración (porque Sostres tiene indiscutible derecho a expresarse… igual que los demás tenemos el mismo derecho a desaprobar sus opiniones, y El Mundo tiene derecho a publicar lo que le convenga… y nadie está por eso linchando a nadie).
El segundo tema -el de la autocensura de los medios- tiene más enjundia, pero está enfocado de manera muy tópica. Los medios son lo que son, y en su mayor parte se orientan por clichés superficiales, tanto por motivos comerciales como ideológicos: Hay que vender mucho y producir barato (para estar a flote), hay que ser conformista y contentar tanto al público objetivo como a los dueños. Esperar de los medios masivos -con mucho dinero detrás- otra cosa es ilusorio, aunque nos desalienten sus insuficiencias y sus trapacerías.
Quizá el error está en seguir pretendiendo que “lideren” y “creen” opinión, cuando lo que deberíamos hacer es desentendernos de ellos. Quizá lo que deberíamos preguntarnos es por qué no hay más medios, que reflejen más pluralismo de opinión, intereses e información. Pero un medio es lo que es, no es una cátedra universitaria.
Por último, quizá debería añadir que la libertad de expresión implica aceptar que se expresen los que nos molestan, porque no se necesita nada especial para permitir expresarse a los que nos gustan.
Por eso la libertad de expresión debería ser como una brida que sujeta los peores instintos de censura de todos (que todos los tenemos) pero no puede pretenderse que la libertad de expresión elimine el conflicto cuando lo hay (todo lo contrario), ni ordene a un medio que publique tal cosa, o imponga un educado silencio al provocador: quien sostiene opiniones impopulares (como hago yo misma aquí y ahora) debe saber que va a recibir poca aprobación y probablemente muchas descalificaciones. Y eso no hay que deplorarlo, porque es la consecuencia lógica de que todo el mundo pueda expresarse.
Quería decir:
…o imponga un educado silencio como única contestación al provocador
Disculpas.
¿El tema de la autocensura de los medios está enfocado de forma muy tópica?
“Quizás el error está en seguir pretendiendo que líderen y creen opinión, cuando lo que deberíamos hacer es desentendernos de ellos”. ¿Quien lo pretende? ¿Ese es el error?
¿Conoces alguna forma de evitar que los medios creen opinión?
“Debemos preguntarnos por qué no hay más medios que reflejen más pluralismo, intereses e información”.
En qué quedamos Aloe, ¿Nos desentendemos de los medios cuando se salen del “guion establecido” y difunden opiniones como la de Sostres que generan “indignación” o debate (según se mire) o por el contrario, debemos reivindicarlos?
Por otro lado, ¿Quien ha dicho o pretende que la libertad de expresión elimine el conflicto? ¿Es otra de las cuestiones que has interpretado o imaginado a tu libre albedrío? En todo caso, generará debate que es precisamente lo que ha ocurrido.
¿De verdad crees que eres tú quien sostiene la opinion impopular “aquí y ahora”, cuando se han dado tantas opiniones a favor como en contra del post?
Yo ya me desentendí de los medios generalistas (o en un noventa por ciento de mi atención, al menos) hace mucho. No me refería a desentenderse de ellos solo cuando publican específicamente a Sostres, sino en dejar de tenerlos de referencia como creadores privilegiados de opinión. En tomarlos menos en serio, vamos.
Si fueran más variados, podrían cubrir (quizá) mejor intereses más diversos, tocar más a fondo temas que a cada uno le interesen, o al menos, ser ideológicamente menos sectarios (también quizá).
Para que hay menos autocensura, quizá ese sería también un buen camino. Las opiniones impopulares o difíciles de defender son especialmente evitadas cuando un medio quiere cultivar el mayor público posible.
(Las opiniones de Sostres, sin embargo, no parecen estar en ese caso. Escribe en un medio masivo, sale en la tele y le jalea mucha gente. Claro que le critica mucha otra, pero eso es de esperar, y no veo que sea malo)
Este asunto me ha traido a la memoria una noticia que leí en la prensa hace algunos años: una pareja de octogenarios, ella con un Alzheimer bastante avanzado. Sin familia, sin ninguna ayuda (no tenian hijos ni parientes), sólo al cuidado de él. Un buen dia, a él le diagnostican un cancer y le dan meses de vida. Al dia siguiente mata a la mujer y se suicida. La prensa tituló la noticia: “Nuevo caso de violencia machista”. Y yo pensé: “Nuevo caso de estupidez periodística”. Com imbéciles así poniendo los titulares se hace muy dificil entender el mundo en que vivimos. Enhorabuena, Sergio. Más allá de mi acuerdo o desacuerdo, les has echado dos cojones al plantear el tema.
Con imbéciles así poniendo los titulares se hace muy dificil entender el mundo en que vivimos.
La gente que espera que los titulares de la prensa le expliquen el mundo en que vive tendría los mismos problemas para entender el mundo si los titulares los pusiera Santo Tomás de Aquino en persona, ayudado por Einstein.
Aloe, no he entendido tu argumentación, cariño. Dudo que la mezcla de Santo Tomás y Einstein sea ejemplo de claridad, concisión o verdad.
Kohonera, si un individuo de la especie humana espera entender el mundo en que vive con el alimento intelectual de los titulares de los periódicos, entonces lo mínimo que deberían ofrecerle los periódicos es altísima sabiduría en ellos. También podía haber puesto de ejemplos a Lao-Tse y Nietzsche, que eran mas dados a los textos cortos.
O sea, son ejemplos sin sentido… porque el texto que comento no lo tiene. Los titulares se escriben para llamar la atención, como sabe cualquier redactor de Hoja Parroquial, no para dar una visión del mundo medio solvente. No deberíamos dar la impresión de que hemos nacido ayer, salvo que en efecto hayamos nacido ayer.
Amigo Aloe, ¿donde he dicho yo que espero que la prensa me explique el mundo? Ya llevo suficientes años es este mundo para no esperar tal cosa. Lo único que intento decir es que la prensa, nos guste o no, contribuye a formar opinion y cabe exigirle más rigor. Yo almenos se lo exijo. Si, ya se que es una ingenuidad y espero de su benevolencia no me arroje por ello al submundo de los imbéciles, al que por lo visto pertenecemos la inmensa mayoria de los que hemos comentado aqui. A todos, nos ha puesto usted los puntos sobre las íes a lo largo del dia. ¡Cuanto tiempo libre debe tener! Le envidio.
Otra cosa: como viejo aspirante a filosofo que fui en algun momento, si me permitiria sugerirle que no caiga en un viejo abuso retórico del que ha dado sobradas muestras hoy: no esta bien, en lugar de responder a lo que el otro dice, responder a la estupidez que usted pone en boca del otro, para que asi el otro parezca más imbécil y usted más listo. Es muy socorrido y efectista pero no esta bien, créame. Saludos cordiales
Gracias por sus lecciones morales, amigo Paco. Estoy muy necesitada de ellas, porque yo no “exijo” nada a los periódicos. Simplemente dejo de comprarlos.
Ellos publican con los criterios que quieren (en uso de su libertad de expresión), intentan llevar el agua a su molino creando opinión (lo mismo que usted, que el autor de la entrada, que Sostres o que yo misma, solo que con medios mucho más modestos) y, sobre todo, intentan ganar dinero. Yo creo que hay que tener presente eso.
Se les pueden exigir algunas cosas (como no calumniar, ni mentir demostrablemente… vamos, cumplir las mismas leyes que todo el mundo) pero no se les puede exigir que tengan las mismas opiniones que usted en todo, ni que no se equivoquen nunca valorando los sucesos.
(No se crea que tengo mucho tiempo libre, es que escribo deprisa, lo que probablemente es un error)
Los miembros de sortu y bildu..
Como guionistas tenemos la obligación de entenderles..
Como ciudadanos no..
O sí?..
El párrafo que ha escocido particularmente del artículo de Sostres lo ha hecho con todo motivo y razon. Considerar la infidelidad y el abandono como “violencia” es exactamente ponerlo a la misma altura que el estrangulamiento o las cuchilladas. Que es de lo que se trata en el artículo.
Que luego se hagan protestas de “pero yo no lo justifico, eh” es exactamente eso: una justificación postiza y contradictoria, verdadero monumento a la hipocresía. Te lo imaginas guiñando un ojo a la concurrencia… Porque si no lo dijera, podría ser acusado de incitación a al violencia o apología del asesinato.
Por algún motivo, cuando Sortu hace lo mismo (condenar “por imperativo legal”, como repetía el mantra de batasuna hace tiempo) no cuela, y eso no levanta encendidas defensas de las libertades. Pues no sé por qué no, porque es lo mismo.
De todas maneras, a mi una cosa que me parece desenfocada totalmente es otro aspecto del artículo, que es la desigualdad de trato que se administra a los opinantes, según los opinantes se llamen Sostres o no.
La cuestión es que el resto del mundo tenemos -al menos- los mismos derechos que Sostres a decir lo que nos parezca, incluido que el artículo de Sostres es una mierda que apesta y una justificación de la violencia contra las mujeres. No va a tener él el derecho de hacerla y los demás la obligación de callarnos.
Por otro lado, ninguno tenemos el derecho de que nuestra opinión nos la publique El Mundo. …Lo mismo que Sostres.
Otro desenfoque total es la tipificación del melodrama y su relación con la empatía y la asunción del punto de vista de cada personaje. En concreto, la presentación del punto de vista del criminal, el diferente o el excluido es uno de los grandes temas de la literatura, incluido el melodrama, o particularmente el melodrama (por ejemplo, un montón de novelas de Dickens, por ejemplo, las novelas abolicionistas del XIX, pero habría muchas más).
Yo creo que lo que tú querías criticar es el maniqueísmo, y te has hecho un lío.
Pero en realidad el maniqueísmo también ha hecho grandes películas, con tal de que esté bien hecho.
El genero épico es puro maniqueísmo, y todo toque épico en cualquier serie o peli necesita absolutamente de un maniqueísmo creíble para funcionar (que yo creo que es la razón por la que en España el toque épico queda lamentable y carton-piedra, que el maniqueísmo nos lo creemos menos).
El genero buenrollista tiene más difícil hacer buenas pelis maniqueas, pero aun así, ahí están “Qué bello es vivir” y muchas otras para demostrar que es posible.
Total, que tu entrada me parece un colección de tópicos puestos uno al lado de otro, donde la relación lógica o argumental entre ellos se da por sobreentendida porque para eso existen los tópicos: comida barata para llevar, ya hecha.
Muy de acuerdo con lo que dices Aloe.
El artículo pretendía combatir tópics con otros tópicos. A eso me refería antes con lo de que es de una simpleza tremenda. Y ya de paso alaba la “retórica” de un facha absolutamente mediocre en todos los niveles como Sostres.
“Considerar la infidelidad y el abandono como violencia es exactamente ponerlo a la misma altura que el estrangulamiento o las cuchilladas”.
Esa es la interpretación subjetiva que se ha hecho del tema y la que haces tú también.
La violencia psicológica no es un concepto inventado. Existe. Y en el contexto de otra crónica periodística o situación no te llamaría la atención, ni te indignaría.
“Porque si no lo dijera (que no lo justifica) podría ser acusado de incitación a la violencia o apología del asesinato”.
¿Y no es precisamente lo que ha ocurrido? ¿El hecho de decirlo reiteradamente, ha impedido acaso que se le atribuya esa intencionalidad que apuntas o que se le acuse igualmente?
En mi opinión, el error en el qué incurre el artículo es no poner en boca de padre del chico (fuente de esa versión), que la novia iba a dejarle y que el hijo que esperaba no era suyo.
El mismo texto planteado de forma hipotética (lamentando literalmente la muerte horrible que había sufrido la joven) sin dar por sentado que la versión que le dio el padre era cierta; quizás se hubiera entendido mejor, sobre todo, al argumentar que el chico no era un monstruo. A los 21 años, cuando el cerebro ni siquiera está maduro, no puede serlo. Para la ciencia, la diferencia con un chico normal podría ser una lesión en el lóbulo frontal, una area del cerebro que se relaciona con el control de la ira y los impulsos. Una lesión que incapacitaría al individuo para frenar su conducta agresiva.
Buscar la explicación a un crimen tan atroz no significa que uno lo apruebe, ni lo justifique.
La violencia psicológica existe, pero el abandonar a una pareja no lo es. La infidelidad, por sí misma, tampoco lo es.
Si lo fueran, las cifras de violencia serían estratosféricas y la vida, peor que en Ciudad Juarez, porque ¿quien no ha abandonado o ha sido abandonado? ¿y cuantas infidelidades se cometen en cada viaje de trabajo y cada viernes de “tengo partido de tenis”? Puedes intentar ir a denunciar adulterio a un juzgado, pero te van a decir que nones.
Poner en hipótesis (“lo ha dicho el padre”) el abandono y la infidelidad, hubieran eliminado el argumento principal y único de Sostres. No hablaríamos del mismo artículo con un pequeño cambio, porque no hubiera podido escribirlo como lo hizo.
Lo del lóbulo frontal esta bien traído. Supongo que Sostres no lo alega porque la chica también tiene lóbulo frontal, y 19 años, y su argumento de lo violenta que fue la muy sinvergüenza perdería mucho. Pero si te atraca uno de 21 años, espero que te acuerdes y no lo denuncies.
la alegación de “yo no lo justifico” sí es útil. Esta entrada lo recuerda y lo usa para defender a Sostres, y muchos han hecho lo mismo. Y como la fiscalía y los tribunales son bastante impredecibles, le asegura también contra eso.
Sí, la violencia psicológica es mucho más sutil y difícil de detectar…sobre todo, para que el maltratto psicologico sea objeto de denuncia.
En cualquier caso, Sostres escribió en su artículo: “No pienso que haya causas morales que puedan justificar matar a alguien, ni que puedan servir siquiera de atenuante en el juicio…Que la justicia dicte su sentencia y que sea tan severa como tenga que ser. Ante un asesinato no hay causas morales”. Vaya, que el comportamiento amoral de la víctima no es una excusa para matarla.
Poniendo en hipótesis el abandono y la infidelidad si que hubiera podido escribir lo mismo que escribió.
“Las primeras investigaciones apuntan a que….según el padre del agresor…Y en caso de ser cierto..” Aunque, también es verdad que para muchos esa pequeña variación no eliminaría el nucleo de la indignación. De la misma forma, que plantear de forma hipotética en el post que alguien pudiera escribir sobre la víctima en los términos de ” Hay que ser muy zorra..”, tú lo has omitido, interpretándolo un poco más abajo como un auténtico juicio de valor.
“La alegación del yo no lo justifico si que es útil. Esta entrada lo recuerda y lo usa para defender a Sostres”. Si le resulta “útil” a Sostres para salir aíroso del asunto, todavía esta por ver. Y que se utilice para defender a Sostres, supongo que en la misma medida que el “Hay muchas formas de violencia…o es un chico normal” se utiliza para condenarle al infierno eterno. Lo que preocupa no es que se le critique, se esté en desacuerdo con sus palabras o se le desprecie. Lo que preocupa es que se pida su cabeza y no se le otorgue el beneficio de la duda.
Me pregunto si los mismos que condenan el artículo, juzgarían en la misma medida, al que trata de explicar las razones que llevan a una mujer a asesinar a su pareja. Me pregunto si hubieran interpretado tan claramente la justificación del crimen. Me pregunto si a la fiscalía, el Instituto de la mujer, CCOO….les hubiera parecido así de entrada incitación a la violencia o apología del asesinato.
Quizás a sus compañeros de profesión, entre otros, lo que les indignó realmente fue esto: “La mayoría de los que escriben y leen sobre sucesos ignora como a veces el amor se convierte en escoria y en desgracia y se abraza desesperadamente a la tragedia”.
Vamos reventar todos en una gran explosión provocada por la dictadura de lo políticamente correcto. Estoy harto y asqueado, pero además creo que sólo puede generar reprimidos y violentos. Tanto aguantar no es bueno y la mala baba sale por algún lado… por la boca o de facto.
Bush pobre George..
El día que saquen de la parrilla a los Jorge Javieres y toda esa terna podrè gritar: ” viva la censura!!”
Gervais en una entrevista después de los Globos de Oro dijo: “tienes derecho a indignarte, pero eso no significa que tengas razón”.
Me encanta lo bien argumentado del razonamiento, y estando de acuerdo con él, no me puedo ir sin hacer una matización: la banalidad del mal.
Mi propio argumento es el siguiente: sí que es violencia machista.
Y cuando leo entelequias como alguno de los argumentos del tipo “pues ella le puso los cuernos la muy zorra” me complace enormemente y me alegro por él/ella que quien las escribe no haya sufrido la violencia machista en sus carnes, y la ignorancia que supone me ablanda la mala leche.
Lástima, me he aburrido a mitad del razonamiento que estaba haciendo porque da mucha pereza explicar obviedades, y todo esto estando 100% de acuerdo acerca de la manipulación y la falta de empatía del que habla el artículo, pero es que esa empatía sólo se utiliza, para lo obvio y para defender el propio pensamiento mezquino.
Que guay watson, ahora entendemos al asesino, así que para qué perseguirlo.
Un post muy lúcido, que ni le sobra, ni le falta nada.
No me sorprende la avalancha de comentarios. Si el post “El género y los géneros” derivó en el debate que derivó, era previsible que éste iba a traer cola.
Cuando ocurre una tragedia de este tipo y el reportero interroga al vecino de turno, lo habitual es escuchar: “Pues era un chico muy NORMAL.., en alguna ocasión me ayudó a sacar la basura, yo nunca hubiera pensado que fuera capaz de hacer algo así”. O a lo mejor sí que lo pensó, igual le daba yuyu encontrarlo en el ascensor e incluso escuchó con frecuencia las disputas de la pareja. Pero, que gana diciendo lo que piensa del asunto ¿Mostrarse ante la sociedad cómplice silencioso de la tragedia?
En cambio, de la opinión de un portavoz social se espera que diga lo contrario que una persona de la calle: una condena absoluta y sin matices, en la que todos puedan sentirse representados e identificados. Porque ante la violencia de género ya no hay posibilidad de un debate maduro y reflexivo. Sólo importa cuantificar las víctimas, para reafirmar el odio a los agresores. Y parece que a nadie le importa descubrir qué posibles causas contribuyen a aumentar esas cifras cada año. Son asesinos y punto. Con condenarlos abiertamente, todos estamos cumplidos.
Hay muchas cosas sensatas en tu comentario. Lo que más me chirría, sin embargo, es considerar a Sostres “portavoz social” sin reflexionar sobre lo que supone que esa voz represente realmente a la sociedad y, sobre todo, dar por sentado que esa voz contribuye a “un debate maduro y reflexivo” sobre algo, aunque fuera el precio de las gambas frescas.
Tampoco hay relación lógica entre el vecino que dice “pues parecía un chico muy normal” (lógico, si yo fuera de ETA y viviera de tapadillo llevaría el ABC bajo el brazo a diario y ayudaría con las bolsas de la compra) y que Sostres diga que el aludido “es normal”, y que es normal que lo que sintió le llevara a hacer lo que hizo, no que parecía normal la semana anterior.
Por otra parte, yo dudo que todos los vecinos entrevistados en la tele digan solo lugares comunes. Es lo que les gusta a los productores de los programas de la tele, eso sí (como a ti). Están los escritores profesionales, que son importantes y “portavoces sociales” y luego está la purrela de a pie, cuya obligación es no dar que hablar ni levantar polémica.
Hola Regla,
¿tu nick es un nombre de mujer?, ¿un proceso de la fertilización femenina?,
o ¿un símil de Ley?..
¿qué ocurre en este blog?..
¿no existen mujeres guionistas que participen del debate? o ¿acaso eres tú “REGLA” la excepción?..
Realmente me gustaría escuchar la opinión de una mujer al respecto de la crónica de Sostres.
En mi opinión de macho cabrio sumiso de lo rebelde de lo contrarebelde..
en mi afán por distinguirme de la praxis “lógica” de la plebe que se lamenta sin ahondar en las miserias que rodean a los motivos de un crimen, te diría que los motivos dentro de la categoría de los crímenes pasionales.. no me importan un carajo.. sean los que sean no son eximentes..
basicamente son los cuernos, motivos económicos y la salud mental..
entonces qué.. qué habrá sido esta vez..
Desde hace ya un tiempo que ando por este blog me alucina el desconocimiento y el cierto cachondeo al respecto de Regla. No sé quien es Regla ni si será un nik inventado, pero Regla es un nombre de mujer muy típico del sur de España, existe la virgen de Regla, creo que por Cadiz. Es decir, que es un nombre vulgar, no una referencia a ningún periodo femenino ni un intento de parecer mas papista que Descartes. Es solo un nombre!
Ese es el problema Aloe, que estás cuestionando al personaje de Sostres y no lo que dijo. ¿De verdad crees que sus palabras en boca de otro escritor profesional menos polémico se hubieran interpretado tan claramente como algo sucio? ¿O tú tampoco quieres escucharle cuando dice que no justifica el delito? ¿Cuestionarias las palabras de una mujer que confiesa haber sido violada, por el hecho de ejercer de prostituta? ¿Por qué lo haces con Sostres? ¿Ha sido por ver ese video donde se muestra repelente, baboso y repulsivo?
Los prejuicios son siempre un obstáculo para el debate maduro y reflexivo. Lo importante es qué se pone a debate, no quien lo pone.
Podrías decirme a quien favorecen las leyes en un proceso de separación ¿Al hombre o a la mujer? ¿No conoces a nadie de tu entorno que se haya ido a vivir con su madre, poque se ha quedado en la calle?
¿Conoces algún viudo que cobre pensión de la mujer?
Lo malo del discurso feminista es que solo subraya la parte que le interesa.
PD-Siento decepcionarte melodramático: soy mujer.
Ah, gracias por la aclaración Cris, que me lo he dejado. Muy bien apuntado. Regla es un nombre común y corriente. Es el nombre de una Virgen.
Hombre ReGla, hablar de pre-juicios en un caso como el de Sostres que lleva años Y años retratándose en prsan, radio y tv…Seguro que algunos textos de Hitler, si nos olvidamos de prejuicios hacia quien lo ha escrito pues tienen un pase.
Y POR FAVOR, PARA ALGÚN ADMINISTRADOR, ¿NO SE PODRÍA PERMITIR ALGÚN NIVEL MÁS DE ANIDACIÓN EN LAS RESPUESTAS?
Regla, yo me enteré hace poco de que existe el tal Sostres, y no le sigo en absoluto. Lo que dice en ese artículo es impresentable porque lo es, no porque él sea un baboso. Vale, es un baboso, pero si dijera que la sal común es cloruro de sodio le daría la razón, porque la tendría.
¿Creo yo que Sostres tiene derecho a decir lo que quiera? Evidentemente.
¿Creo que los demás debemos callarnos lo que opinamos sobre lo que dice y la posición ideológica que defiende? Evidentemente no, tenemos el mismo derecho que tiene él, pues no faltaba más.
¿Creo yo que tengo derecho a opinar que Sostres es un baboso mierda? (que es una pregunta distinta de la pregunta anterior) Pues sí, tengo el mismo derecho a opinar cosas desagradables que tiene él. Mi opinión sobre él se basa en poca cosa, porque solo le conozco un par de intervenciones, pero me parecen suficientes para ver el percal. Si alguna vez le leo una cosa normal, variaré mi opinión en consonancia, pero es poco probable que eso suceda.
Y, pequeña Regla ¿de verdad crees que hay alguna diferencia legal entre el derecho a cobrar viudedad de los viudos y las viudas? ¿Pero tú en qué mundo vives, criatura? ¿En el de los titulares de los periodicos, como el de arriba? No hay ninguna en absoluto. Los viudos tienen los mismos derechos que las viudas a cobrar la pensión de su difunta.
Como el resto de tus opiniones estén igual de fundametadas…
Y no, no creo que las separaciones favorezcan más a las mujeres. Ese es un tema complicado, porque tiene varios aspectos, pero no lo creo.
Conozco hombres y también mujeres que se han vuelto a vivir con mamuchi cuando se han separado o quedado en paro, porque hay mucho parásito del trabajo doméstico ajeno, y también porque hay mucha gente con problemas económicos. Son dos motivos distintos, aunque a veces se mezclan.
A quien no conozco es a ningùn hombre que viva de la buena voluntad de su ex (si la tiene) o de la caridad pública (si no la tiene), junto con sus hijos, porque no gana dinero, ya que se quedó haciendo de amo de casa y criando los hijos mientras su señora traía el dinero a casa. De eso no conozco.
Pero vamos, que ese es otro tema.
De todas maneras, me produce curiosidad qué situación considerarías tú justa: ¿que sean siempre las mujeres las que se vuelvan con su madre? ¿que se vuelvan con su madre y llevando a sus hijos con ellas? ¿que el padre elija siempre lo que él quiere (niños sí o niños no, la casa se vende o no) y ya está? A mi me parece que separarse implica necesariamente vivir peor que antes, ambas partes, salvo que se tenga bastante dinero. Y que la gente se separa porque está en conflicto y sus intereses son encontrados, si no seguiría casada.
Si realmente eres una mujer, tienes la típica actitud de quien no tiene hijos y sale con un ex-casado rencoroso y viejuno que le llora todo el día lo malísima que es su ex. Qué cansino, oyes.
Si no conocias a Sostres, peor me lo pones. Has entrado al trapo del debate más que Isabel San Sebastián en el video. Sobre los viudos… sí, pero, ¿Tú conoces a alguno que cobre la pensión de su difunta?
Y ya que estás tan versada en leyes y derechos, no tendría que sorprenderte que efectivamente, hoy por hoy, las leyes favorecen más a la mujer. Y no hace falta vivirlo en carne propia. Basta con interesarte por la gente cercana, basta con empatizar y ponerte en la piel del otro, aunque sea hombre y no te toque nada. Igual te sorprendo de nuevo, pero sí, ademas de mujer, soy madre y ninguna de las dos cosas me supone una carga. Leyéndote, cualquiera diría que a ti no te ocurre lo mismo, pequeña Aloe.
Regla, piensa un poco, anda. Las leyes dan los mismos derechos al viudo que a la viuda, pero esos derechos derivan de que el muertecito cotizó equis años para la jubilación. ¿Será que hay pocas mujeres que cotizaron equis años para la jubilación? ¿Y por qué pasará una cosa tan rara, con los privilegios que según tú disfrutan las mujeres?
Tengo dos hijos (varones) y soy mucho más capaz de empatizar que tú con los unos, con las otras y con las de más allá. Queda claro cuando tú traes a colación un tema que, oficialmente no tiene que ver con el de la entrada, porque la única relación posible de lo “privilegiadas que son las mujeres” y el hecho de que a una (19 años y madre a los 16) la hayan matado y su asesino merezca o no nuestra comprensión, es el subtexto no explícito siguiente: qué malas son las mujeres, tan privilegiadas y claro, haciéndose matar por golfas.
Porque si no es así, ya me dirás cual es la relación que te ha hecho poner ese comentario en esta entrada.
Veo que te falta absoluta empatía con la víctima principal, que no es el asesino ni menos Sostres, sino esa chica.
Curioso olvido el tuyo. Curiosos privilegios los suyos.
A mi me parece suficiente lo que he oído y leído a Sostres para tener muy mala opinión de él. La vida es corta, y hay que elegir a qué prestamos atención. Si quieres defenderlo y demostrar que me equivoco, solo tienes que poner algún enlace donde demuestre inteligencia, juicio, respeto o creencia en la igualdad de los seres humanos. Suponiendo que tú estas cosas las valores positivamente, claro.
Pero en cualquier caso ¿que más da? Lo que ha escrito sería deleznable aunque el resto de las cosas que escribe no lo fueran. Y si él puede sentenciar a la chica de 19 años, como convicta de “violencia”, y a partir de unas declaraciones de su asesino, yo puedo sentenciarle a él, mucho más benévolamente, porque no le estoy llamando puto violento, solo le he llamado baboso.
Enhorabuena, Aloe, tus intervenciones confirman todos los puntos del post, con claridad meridiana y sin matices: “Veo que te falta absoluta empatía con la víctima principal” ¿La misma que le falta a Sostres? ¿Lo has deducido también con la absolutez de tu criterio? No hay duda, debes estar libre de pecado, porque has tirado muchas piedras.
Ya sabía yo que no conocias a ningún viudo que cobrara la pensión de su difunta. Sabes, conozco a una viuda jóven, que afortunadamente consiguió rehacer su vida sentimental. Vive feliz con su nueva pareja, con la que decidió no formalizar legalmente su situación, para no perder la pensión del primer marido.
Hay mujeres con mucho sentido práctico, que saben perfectamente que la ley y la sociedad les ampara. Al igual que ocurre con los hombres, las hay de mejor o peor pasta y con la ley en la mano, si se lo proponen, pueden llegar a arruinar economica y moralmente la vida de un hombre. Esto también ocurre, aunque tú prefieras mirar para otro lado. ¿Justifica este hecho “la violencia de género”?
¿Merecen morir por ello, a manos de sus parejas? Claro que no. Éste no es el debate. Aunque a tí te cueste asimilarlo o no te convenga creerlo, para justificar tus intervenciones; en este punto, ya estábamos todos de acuerdo, me atrevería a decir que incluso Sostres.
A partir de este punto, debate, si sabes y si quieres. En otro caso, no me esperes.
Querida Regla, sí conozco a dos viudos que cobran la pensión de su difunta, uno jubilado y el otro no. No entiendo qué pretendes decir: ¿Que la Seguridad Social no cumple la leyes vigentes? ¿Que las estadísticas son mentira, y la única fuente de realidad social es la lista de tus conocidos?
Yo parto de la misma base que Mark Twain: no vale la pena defender o denigrar por la raza, el sexo o cosas parecidas, porque no se puede decir nada peor de alguien que que es un ser humano.
Hay mujeres malas, negros malos, rebeldes libios malos, víctimas de ETA malas, ancianos de residencia malos, receptores de trasplante malos… me pregunto qué tiene que ver la constatación de semejantes obviedades con nada de lo que se venía planteando en la entrada.
Y teniendo en cuenta que la cosa iba de criticar el maniqueísmo, tus comentarios resultan deliciosamente irónicos.
Vivimos en una cultura de extremos y simplificación, de ideologías basadas en mantras. De hecho, aunque intentes matizar sobre cualquier tema, aun así los demás te colocarán en un grupo extremo u otro. El periodismo además pasa por un momento muy delicado. La prensa y tele que se dedican a alimentar esos extremos, a no argumentar. Sostres lleva ya cierta etiqueta (que él mismo se ha buscado) y debido a eso, diga lo que diga mucha gente jamás le apoyará. Y así funciona todo, con etiquetas y extremos y mantras.
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De acuerdo en todo. Solo falta el nacionalismo en la lista de temas sensibles sobre los que no cabe discusión. Saludos.
Siempre escribo cosas en esta cajita y luego no le doy nunca a publicar.
En fin, que interesantísimo todo, el post, los comentarios, el debate… Muy interesante y alentador.
Es algo que ha arraigado en nuestra sociedad, vivimos en una de las épocas más puritanas y censuradas de los últimos 150 años, gracias a la pacatería de los gobiernos. Le hemos, poco a poco, ido dando la razón a los gilipollas, a los chivatos, a los cascarrabias, a los irascibles, a los susceptibles, a los que se ahogan en un vaso de agua. Y no sólo la razón, muchas veces, se han hecho leyes a su favor. Ahora cualquiera se ve con derecho no sólo a enfadarse, sino a reclamar que se haga algo al respecto. Pensamos que el otro es maleducado, molesto, incapaz de ponerse en nuestro lugar, y que hace falta una ley porque si no, no hay manera. Vivir en sociedad es aguantar al prójimo, las pequeñas molestias que nos causa y las tonterías que pueda decir, porque todos molestamos a todos. El que no fuma, tose sin poner la mano en la boca, no recoge las cacas del perro o pone la música alta, aparca en doble fila o permite que el niño dé por culo en un bar. Y los perfectos que no hacen nada y van por la vida sin tacha, son unos pesados que nos dejan en evidencia a los demás. Y así, hasta el infinito.
saben, esto me resulta especialmente curioso pórque hace poco fui a provocar a un sitio literario de poca capacidad, enr esumidas cuentas los rete a escribir una entrada en blog una vez por semana ininterrumpidamente por seis meses, por supuesto me dediq
Disculpen, creo que pise algo en el teclado y el mensaje se envio incompleto, decia que me dedique a provocar el lugar atacando el orgullo para armar revuelo pues anteriormente habia hecho intentos pacificos para fomentar la escritura pero no daban resultados ¿y ahora? me llamaron mediocre y me insultaron, acusandome de llamarlos mediocres e insultarlos y creyendose mejores en el proceso ¿curioso no?
Pero quienes lo hicieron se olvidaron de callarme con hechos o argumentos, mostrando mis errores o su capacidad como cabria esperar, el tema esta repleto de respuestas indignadas de gente que ni siquiera suele pasarse por ahi, simplemente vieron algo agresivo y respondieron olvidandose del tema al dia siguiente y quienes estan respondiendo a mi reto y escribiendo son principalmente gente con la que me llevo bien y a quienes les gustó mi actitud agresiva, de ahi en fuera los indignadons no hicieron nada, como pueden ver es practicamente lo mismo, alguien dice algo que no se ajusta y ¡Voila! una turba furiosa en la entrada del castillo mientras los provocadores ven su criatura y gritan ¡Esta vivo! alimentado por tantos comentarios desinformados
Sin embargo hay algo que me preocupa y que a la vez me interesa y es que con el tiempo la postura “correcta” va cambiando de acuerdo a las tendencias y argumentaciones, el machismo estaba bien hace un tiempo, ahora es imperdonable, mas tarde el apoyar sin distincion y de forma reaccionaria va a ser lo incorrecto, entonces cabria esperar que las personas se pongan a pensar aunque sea un poco y analicen los temas que comentan, pero siendo praticos eso seria esperar demasiado y creo que estamos en la puerta de una… no se como llamarlo ¿Epoca de las pseudo opiniones argumentadas? un nombre muy largo, me refiero a que tal vez en un aventurado pronostico estemos por llegar a la epoca en que cada persona consulte una fuente de opinion fuera del mainstream y se posicione en esta sin comprenderla pero ahora si, luciendo como alguien con percepcion propia, generando varias corrientes alrededor de cada evento, imaginen por ejemplo que los seguidores de cada personaje tienden a pensar como el personaje expone argumentos y muchos van a cambiar de postura tras leer esto pero volveran a la anterior al leer algo mas enardecido y vehemente que vaya en contra
Para que se entienda mejor en un comic de ciencia ficcion se hablaba sobre la postsuperficielidad: se preferia a que los feos son preferidos sobre los bellos para no parecer superficiales cayendo en un nivel nuevo de superficialidad, es algo asi pero son opiniones, es un tema que me gustari tratar con las personas de aqui ¿puedo saber que opinan?
Esto de la postsuperficialidad me ha gustado mucho.
Resume perfectamente lo que le pasa a este post de Barrejón, tópicos contra tópicos, que cuanto más lo pienso más equivocado me parece.
A mi me parece que la gente que opina todo el rato eso tan de nuestros padres de “adonde vamos a parar” “la sociedad occidental se está descomponiendo a base de superficialidad e infantilismo” “la prensa nos adoctrina en la tontería” y el resto del paquete, una de dos:
1. O no han leído casi nada de Historia, ni occidental ni otra, ni se fijan mucho en el mundo no occidental de ahora, y tampoco han leído autores periodísticos del XIX, ni polemistas del XVIII, ni moralistas del XVII, ni ná, en definitiva… para poder hacer esas comparaciones con un mínimo de conocimiento.
2. O sí, pero por algún motivo dan por sentado que ellos ahora tendrían que estar viviendo en los mundos de Yupi, donde, a diferencia de cualquier otra sociedad y cualquier otro tiempo, no existen ni los conflictos morales, ni las diferencias de valores, ni los babosos, ni los intereses, ni la propaganda, ni la porfía por quién ejerce control social e influencia ideológica.
Debe ser gente que no ve maniqueísmo ni propaganda de valores en las pelis de John Ford, pongamos por caso. Bienaventurados los que se caen del guindo, porque ellos se pegarán una buena costalada.
En cualquier momento van a descubrir que en este local se juega. …Qué escándalo. Esto no había pasado nunca.
Hombre, yo pienso que considerar a John Ford maniqueo también es simplismo. Eso de que era maniqueo, simplista, reaccionario etc ya está muy visto.
John Ford no era para nada maniqueista.
Vale, entonces no vamos a discutir por el significado de la palabra “maniqueísmo”. Las peliculas de John Ford ensalzan valores muy concretos, y a veces me parecen pura propaganda de ellos, bastante tramposa. “El hombre tranquilo” me parece el ejemplo perfecto.
Pero esta discusión sobre Ford ya la he tenido antes con algún incondicional suyo, y sé que no tengo nada que hacer. Será que me equivoco.
Bueno Aloe, que Ford tenía sus valores, que en su mayporñia no comparto, y eso está en casi todas sus películas es cierto. Yo no soy un incondicional de Ford aunque me entusiasman un buen puñado de sus pelis. En concreto la que citas me parece una obra difícilmente superable. Vamos de las cuatro o cinco mejores de la historia en mi canon particular.
El asunto me apasiona pero está fuera del tema de este hilo.
Aloe, ¿por qué en vez limitarte a cuestionar las opiniones eres tan aficionada a cuestionar a las personas que exponen esas opiniones? Como no te gustan lo que opinan, te permites el lujo de dar pon sentado los motivos que les llevan a pensar así. Ese es un vicio muy extendido en nuestra sociedad: si no piensa como yo, es que algo le falla porque lo que yo pienso es de cajón. Deja de juzgar a la gente, por favor.
Querida Kohonera, las opiniones son sustentadas por personas, y sabemos algo de esas personas por las opiniones que sustentan. Claro que no lo sabemos todo, ni tenemos por qué juzgarlas de forma global, ni menos descalificarlas.
Si alguien sostiene que el teorema de Pitágoras no es cierto, tengo motivos de sobra para suponer que esa persona no sabe nada de matemáticas, y no veo por qué habría de callármelo: ¿por no ser políticamente incorrecta, tal vez? Pues yo creía que eso era lo que se criticaba aquí.
(Si alguien dice que nunca ha habido una época con más censura o autocensura, o más puritanismo moral, demuestra igualmente que de historia no sabe nada, por si hay que explicar la analogía)
Con eso no descalifico a nadie, ni juzgo su competencia en otra cosa, por ejemplo en ser un excelente padre de familia, tener un instinto infalible como escritor de best-sellers o ser un productor televisivo cojonudo.
Tu crítica me resulta más paradójica en una entrada (cuyas opiniones apruebas) donde se hacen juicios sobre personas, se critican comportamientos sociales y particularmente se critica un presunto afán de ortodoxia moral que no nos dejaría supuestamente libertad de juicio ni de expresión suficientes.
Uno de los problemas de defender la incorrección política es que hay que estar dispuesto a admitirla también cuando se ejerce contra nuestras opiniones o contra nuestros propios criterios de corrección.
Deja de juzgar a la gente, por favor.
Hace falta ser muy zorra para…
¿Te estabas refiriendo quizá a eso?
En ese caso sí que está mal por varias cosas: porque no se basa en declaraciones directas de la “zorra”, sino en lo que dice su asesino (una fuente imparcial, vamos). Porque la “zorra” está muerta, y la empatía que se encomia debería ser más inclusiva. Y porque decir de alguien que no sabe de algo no es un juicio descalificador ni injurioso, llamarla “zorra” sí lo es.
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A quién escribió a este artículo mi más sincera enhorabuena por dos cosas;
Primero, porque una realidad es una realidad joda a quién joda.
Y segundo, porque el tema haya sido tan polémico como para que los comments del post sean reflejo de la situación social que atravesamos.
Un saludo desde tierras gallegas.
Pocas veces una tontería tan supuestamente provocadora (hábito de quien la escribe) ha merecido tanta atención. Se confunde creación con opinión y libertad de expresión con mercado libre de ofensas.
Sólo con los más mínimos conceptos de teoría de la comunicación, se caen tantos argumentos mezquinos que son capaces (con dos cojones) de rebatir el talibanismo (supuesto) de unas situaciones a cambio de que todos soltemos al talibán que llevamos dentro.
Ética. Sensibilidad. Emisor. Receptor. Buscadlos en el diccionario.
Mensaje fuera de campo. Público equivocado para tu mensaje. Si la cagas, la pagas (esto lo podemos entender todos, ¿no?).
Me llama la atención tanta teoría de lo que es libre expresión cuando soportamos una censura no explícita en el trabajo del guión que hace que fuera del folletín historico, del buenismo de nuestros héroes televisivos, de biopics morbosos… no se pueda contar nada o casi nada. Ninguno de nosotros. Ni el autor de este post ni un servidor. Yo lo reconozco, pero no tengo los cojones de dictar lecciones morales al mundo. Ni trazar una raya entre lo que es bueno o es malo. Eso es tan subjetivo como las opiniones que defiende.
Y el problema no es el infumable provocador de Sostres. Ni el mal contador de chistes que ha resultado ser Vigalondo. Defender unas ideas con ejemplos tan baratos define a quien las hace y al coro que le aplaude.
Yo prefiero denunciar otras censuras. Por qué nuestra televisión hace “Aida” en vez (o también) “Shameless”. Por qué aquí jamás dejarían producir “State of play”. Por qué se permite la telebasura en horario infantil (¿también te mola?) Por qué la prensa rosa inunda informativos políticos, sociales y deportivos. Tal vez todo eso sea más muestra de lo que tenemos que justificar que alguien defienda con tan poco arte a un asesino que anuncia su crimen por internet (¿ya se le había pasado la locura y el dolor de sentirse rechazado?)
A veces, algunos que escriben ficción tienden a confundirla con la realidad. Y la realidad con la ficción. Y, entre medias, escriben en un blog.
Por cierto, en otro post de este blog, un tipo (sin duda con cariño) me respondió poniendo un link de badoo. Supuestamente porque pensaría que no tengo nada que hacer y por eso escribo aquí de vez en cuando.
Yo le respondí (con mo menos cariño) con otro link de youporn, en el que si pinchaba podía disfrutar de una sucesión de handjobs (pajas, vaya: voy de cool, pero en el fondo soy un hortera) pensando qe él también se sentiría solo.
Mi respuesta no está por ninguna parte. Desaparecida. ¿Debo apuntarme al catálogo de mártires censurados? ¿Es peor una sucesión de imágenes sexuales (a las que solo accede quien quiera pinchar el link) que hacer un chiste sobre el holocausto o justificar tiernamente a un asesino o promocionarlos aquí?
Debe serlo.
Dice el articulista: “hace falta ser muy zorra para quedarse preñada de otro y tardar cinco meses en decírselo“.
Y yo le respondo: o tener mucho miedo.
Y, en todo caso, el engaño debe de ser castigado, pero no con la muerte. Y tampoco se puede castigar a un inocente, el feto. Por tanto, no se puede bromear con esas cosas. Ni dárselas de intelectual que está de vuelta de todo. Ya sabemos que todo es relativo, pero también este saber es relativo. Ese criminal no es un “chico normal”, y si en realidad lo fuera, es que los “chicos normales” son todos unos criminales, valga la contradicción, que también es muy intelectual.
Déjalo, nunca lo entenderán. La cabeza no les dá para más.
Nunca entenderán la indignación que provoca decir que es normal y comprensible asesinar a tu novia.
Hablamos directamente de los límites de la libertad de expresión. Que se pueda decir todo, o no decir. Que se pueda objetar todo, condenar o no condenar. El problema de callar la boca a personajes como el tal Sostres nos puede conducir peligrosamente hasta el camino de la “decencia”, ese que ha hecho que Gallardón, por ejemplo, pretenda eliminar de la vista a las personas que los ciudadanos “decentes” prefieren no ver.
Una cosa es criticar hasta caerse muerto las provocaciones de un señor que vive precisamente de eso; otra, intentar que ese tipo de opiniones no tengan cabida jamás.
Por la misma razón estoy en contra de penalizar legalmente la negación del Holocausto nazi, o ilegalizar a un partido por no condenar determinado tipo de violencia. La libertad de expresión hoy en día está amenazada, pero muy gravemente, y con ella la democracia real. Con la excusa de un delito tan sui generis como la apología del terrorismo se ha detenido y encarcelado injustamente a más de uno. Incluso poner en duda los motivos del Estado para etiquetar tal cosa u otra de terrorismo o no, es peligroso hoy.
A este Sostres sólo le han quitado la posibilidad de trabajar en El Mundo. A otros, por escribir críticas en Facebook sobre su empresa o quejarse de su trabajo, les han despedido. Peor es, repito, que te encarcelen. Esa es la verdadera censura. Las otras son censuritas. Si, por ejemplo, al administrador de este blog no le gusta mi opinión, la puede quitar. Está en su derecho de hacerlo. Pero yo tengo otros blogs donde expresarme, lo mismo que Sostres puede publicar sus lindezas en otro sitio, otra cosa es que se las paguen.
No sé si las personas que han criticado las opiniones de Sostres en este espacio, críticas que comparto absolutamente, desearían además que el señor ese no pudiera volver a publicar en ningún sitio jamás. Con esto último no podría nunca estar de acuerdo.
Hola. En mi opinión, que te censuren te da la razón en lo que a eso respecta, a la censura, pero no en lo que dices o defiendes. Y menos si lo que sueltas es una santa chorrada, ya seas Sostres o Vigalondo (aunque uno lo escribiese para provocar, que es de lo que vive y el otro por hacer un chiste). Que se vayan los dos a tomar por culo y arreglao.
No se puede decir mejor y con tan pocas palabras.
Bueno, es que es triste no ver nada malo en el artículo.
“Que te censuren te da la razón en lo que a eso respecta, a la censura, pero no en lo que dices o defiendes”.
¡Q… QUÉ? ¿Alguien puede explicarme esto?
Mi vacua aportación es esta:
BRAVO.
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Este artículo debería generar una corriente para que los que pensamos como tú empecemos enérgicamente a alzar la voz y lograr que la gente entienda tu punto de vista. Gracias por poner en palabras lo que algunos pensamos.
de lo más coherente y argumentado que he escuchado en mucho tiempo sobre el tema. Gracias por hacerme pensar.
muy interesante lectura… no encuentro el artículo de sostres por desgracia. De todas formas, por muy provocador que sea agitador de conciencias es un término que se le queda grande, dentro de los estatutos del trolleo esta el hacerlo porque sí, por la cara,de manera gratuita en los dos sentidos de la palabra. Cuando se pierde eso y lo haces por una razón, y más si esa razón es un sueldo te conviertes en un miserable infraser que el único debate que genera es si pisar mierda merece la pena dado que mancha. El ataque a Sostres es un premio a toda una carrera, eso está claro también.
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