FIRMAS INVITADAS: LLÁMAME PARKER

Peris Romano es director y guionista de series de televisión como Impares, Yo soy Bea o La sopa boba; y de cortometrajes como Sigue Soñando, El Efecto Rubik, Trío o Todo lo que sube. Ha escrito y codirigido el largometraje 8 citas. Su último trabajo, Llámame Parker, está nominado a Mejor documental, Premio del Público y Premio Distribución Freak en el concurso Notodofilmfest. (Los premios se entregan esta noche en el Cine Capitol de Madrid.)

 

Me han pedido que escriba en este blog sobre mi experiencia con Llámame Parker. Me va a costar lo mío, la verdad. Nadie hasta el momento me ha pedido que pusiera en papel mi opinión o mi experiencia en nada. Me han hecho alguna entrevista, pero es distinto. Lo único que he escrito hasta ahora son guiones. Así que voy a intentarlo, pero pido perdón por anticipado por las meteduras de pata, porque alguna tendré. Me conozco.

El proyecto de Parker nace cuando, tras un Periodo Artístico Reflexivo Obligatorio (más conocido como P.A.R.O.), me doy cuenta de que, a pesar de mi experiencia y de mi curriculum, acceder a cierto tipo de oportunidades está cada vez más complicado. Y no porque no se produzcan cosas, sino porque el trabajo que he realizado hasta ahora me encasilla en un perfil determinado que parece que no es lo que el mercado busca. O algo así.

Por otro lado, cuanto más trabajas para una productora en concreto, menos te conocen en otras. De hecho, muchos piensan que sólo trabajas para una productora, y directamente ni te llaman cuando buscan gente. Y luego, para colmo, te los encuentras en una fiesta y te lo dicen: “tenía un trabajo que te habría venido a la medida, pero pensaba que trabajabas en exclusiva para…”

Me encantaría poder dirigir en series como Cuéntame o República, o que me llamaran para escribir en Hispania o en El Barco. Pero resulta muy difícil acceder a esas grandes productoras. Difícilmente confiarán en ti si no conoces a alguien dentro de ellas. Y es muy difícil conocer a alguien dentro de ellas si no has trabajado para ellos. Es una pescadilla que se muerde la cola. Supongo que a todo el mundo aquí le suena.

Si eres guionista quizás puedas acceder a una prueba de guión. Para los directores es diferente: no tenemos pruebas, como los guionistas. No tenemos castings, como los actores. Si así fuera, estaríamos presentándonos constantemente. Demostrando que cuando eres director puedes hacer una comedia, una de época o una futurista. Pero no: sólo tenemos como recurso nuestros contactos y la amistad con productores. La única alternativa a eso es hacer un trabajo independiente que llame la atención, que no deje indiferente, que haga ruido. Tanto ruido que pueda llegar a oídos de esos productores que no te conocían. Y eso es lo que en parte intento conseguir con mis cortos. A veces me sale, otras veces no. Pero es lo que intentaba con Llámame Parker.

La idea surgió una mañana en la Plaza Mayor de Madrid. Yo estaba dando un paseo, tratando de pensar en alguna historia para un nuevo corto. Llevaba días paseando en busca de inspiración, y nada.

De pronto, me fijé en un corrillo de chicos y chicas que se hacían fotos junto a uno de los animadores callejeros habituales de la plaza: el tipo vestido de Spiderman. No era la primera vez que lo veía. Ya alguna vez había elucubrado con algún amigo sobre quién sería esa persona que se escondía tras el disfraz. Y de pronto comprendí que, si estaba buscando una historia nueva, acababa de encontrarla. No sería un corto de ficción: haría un documental sobre ese tipo…

… Si él quería, claro.

Me senté en una terraza y me pedí un refresco. Dejé que me clavaran, igual que a un turista, y me quedé contemplando al que esperaba fuera mi próximo protagonista. Pronto perdí la cuenta de la cantidad de fotos y fotos que la gente se hacía con él. Me fijé en sus reacciones, en su manera de relacionarse con el resto de trabajadores de la plaza, que como él, se buscan la vida. Aquello era un microcosmos fascinante.

Fui un par de días más por allí a observarle. A cada momento, me parecía más interesante el documental. Llegué a pensar en montar un largo con varios “personajes”: más animadores, dibujantes, transeúntes… Un documental en el que el protagonista central casi sería la propia plaza.

La cosa empezaba a crecer, así que le dejé caer el asunto a Sergio Barrejón, que me había producido un corto anterior, Trío, a ver si quería meterse en esto. No lo dudó, pero me insistió en que aparcásemos la idea del largo y nos centrásemos en hacer un corto para el Notodo. Yo estaba pensando en un largo, y el productor me pidió que me quedase en tres minutos. Típico.

Pero me lo tomé como un reto. La verdad es que llevo años intentando presentarme al Notodo y siempre me paso de los reglamentarios 3 minutos y 30 segundos. El primer intento fue “El efecto Rubik”, que acabó convirtiéndose en un falso documental de media hora, con otra media hora que se quedó fuera. Eso fue en 2005. Desde entonces, cada año he ido rebajando mis tiempos corto a corto, como un velocista. Hace dos años conseguí dejar Trío en 10 minutos, y el año pasado con Todo lo que sube, conseguí bajar a 7. Este año he entrenado duro y al final han llegado los ansiados 3:30. Y me he dado cuenta de que, si puedes contar una historia en ese tiempo, no hay razón para alargarla más.

Ahora, el corto tiene tres nominaciones en el Notodo y ha estado durante 15 semanas en la lista de los más vistos. El amigo Parker está encantado. El otro día, camino del rodaje de mi siguiente proyecto, pasé por la Plaza Mayor para darle la enhorabuena. Estaba rodeado de una docena de chicos y chicas que acababan de hacerse unas fotos con él. Cuando me vio, me dijo que ya sabía la noticia, alguien se lo había dicho. Nos dimos la enhorabuena y un abrazo. Luego, Parker les dijo a los chicos que le rodeaban que yo era el director del corto. ¡Todos lo habían visto! Y de manera totalmente espontánea, se pusieron a aplaudirme.

Nunca en mi puñetera vida me habían aplaudido por mi trabajo (exceptuando algún festival o presentación). Casi me muero de vergüenza. Pero me fui a rodaje (ya os contaré de qué) con una sonrisa de oreja a oreja.

Con Parker, en la Plaza Mayor

Ahora, a pocas horas de la gala, estoy nervioso. Bueno no. Vale, es a ratos. Yo creía que esto del Notodo era algo que no trascendía mucho más allá de Internet, pero según se acerca el momento de la gala, noto a mi alrededor cierto revuelo que hasta ahora no había sentido. Yo no estoy acostumbrado a llegar a muchas finales, ni a ser favorito en nada. He hecho una película, he dirigido varios cortometrajes y un par de cientos de capítulos de televisión, pero proporcionalmente, “Llámame Parker” es el trabajo que más repercusión ha tenido.

No sueño con ganar los tres premios. Ni dos. Ni siquiera… Bueno, alguno sí. Yo qué sé.  Pero que no pasa nada si no. La verdad es que me conformo con que no pase como en el estreno de 8 Citas en Madrid: yo venía de presentar la película en el festival de Málaga delante de 1.000 personas, y todo había salido muy bien. Cuando llegamos a Madrid, me subí al escenario del cine Callao muy crecidito. Iba el primero del grupo…

… y me tropecé con un foco del escenario. De la patada que le di, lo hice pedazos. Delante de un cine lleno de gente que rompió en carcajadas. Después de aquello, apenas me atreví a abrir la boca. De hecho no lo hice. Como pude llegué a mi asiento y aguanté el tirón.

Esta noche vuelvo a presentar un trabajo mío en un cine abarrotado, a escasos cien metros del cine Callao. Y tengo tres cosas que decirme para calmar la angustia hasta saber si he ganado o no:

  • Al menos no ha palmado dinero propio (muy importante)
  • He conseguido hacer algo distinto y meter bastante ruido (más importante aún)
  • Al propio Parker le ha encantado el corto (lo más importante)

Deseadme suerte… O no, que lo mismo competimos esta noche. Eso sí: prometo no romper nada si me llaman al escenario. Mientras tanto haré como todos y dejaré que mi trabajo hable por mí, a ver si alguien se fija.

8 comentarios en «FIRMAS INVITADAS: LLÁMAME PARKER»

  1. ¡Enhorabuena!… otra vez. ¡Muy acertado el blog! Y bueno, pase lo que pase efectivamente ya has hecho toda una machada así que, ¡a disfrutar!

  2. Felicidades por el corto, es estupendo, así que mucha suerte, te la mereces.

    En cuanto al artículo, me ha parecido también muy interesante, como todo lo que se escribe en este fantástico blog, cada día se aprende algo si estás atento. Mucha mierda para esta noche.

  3. Gracias por compartir su experiencia, Peris. Parker es un auténtico superhéroe urbano, un tipo con clase que inspira mucha ternura. El mérito para conseguir este efecto en un corto de tres minutos, ya es todo suyo. En ocasiones, planteamientos similares no consiguen el mismo resultado.
    Enhorabuena y suerte para esta noche.

  4. A lo mejor el foco se suicidó para acabar con la agonía tras haber visto la película. Como los muñecos de Meg Griffin.

  5. Fernando dice: He visto varias veces tu corto y cada vez he descubierto algún matiz nuevo. Me ha encantado. Muchos de mis compañeros también lo han visto y somos muchos de la misma opinión.
    Ganes o no un premio esta noche, ya has ganado.

  6. Enhorabuena por el trabajo y por el premio.
    Fíjate que a mí me pareció un falso documental… y eso lo consigue el guión.

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