LA COMEDIA ES EL TRUCO

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Por Guillermo Zapata

Afronto desde hace semanas la escritura de una comedia. La afronto, porque de alguna manera tengo que llamar a eso que hago de abrir el Celtx, releer lo escrito y huir a escribir algo dramático y llorón. A raíz de mi cobarde y patética actitud he empezado a darle vueltas a ese tópico (cierto) de que escribir comedia es lo más difícil del mundo.

Vamos a dejar de lado las consideraciones socio-históricas y los contextos culturales (que por otro lado, tanta importancia tienen para escribir una comedia) y vayamos a la mera técnica. A enfrentarse al trabajo concreto. ¿Por qué es más difícil escribir comedia que escribir drama?

Lo primero que se me ocurre es que la comedia, como casi todo lo que tiene que ver con el goce, no está tan estudiado como el drama. Digamos que el drama se considera “lo normal”, así que los manuales de guión hablan de como hacer eso que es normal y luego, una subsección de ellos, habla de las comedias. O sea, que hay menos escrito, menos talleres (aunque ahora va habiendo más) De entre lo escrito, mi favorito es y será siempre el maestro Vorhaus y su nunca-suficientemente-bien-valorada-teoría de “Dolor+ Verdad”.

El segundo motivo es que, al estar menos teorizada que el drama, se ha entendido que es algo natural, que no necesita preparación y que, si tienes suerte y talento, “sale sola”.

Creo que ésto se debe a que confundimos “ser ingenioso” con “hacer reír”. Me explico, el ingenio es una cualidad que tienen algunas personas y que se desarrolla en contextos sociales. Los grandes bromistas, insultadores y bocazas lo son en relación al resto. Esto muy poco (o nada) tiene que ver con sentarte a solas delante de un teclado o un cuaderno y escribir algo que, a posteriori, tendrá gracia.

De hecho, mucha gente es capaz de ser ingeniosa “en diferido” (O sea, escribir personajes ingeniosos) y eso no quiere decir que sean grandes comediantes. Aaron Sorkin escribe diálogos llenos de ingenio y no por eso es capaz de hacerte reír (Si hay alguien que se haya reído viendo El Ala Oeste de la Casa Blanca o Studio 60- especialmente Studio 60, que debería hacer reír- que levante la mano)

La clave es, creo, que el ingenio suele aplicarse a los diálogos. Y los diálogos no son la comedia. Puede que haya grandes comedias que apoyan parte de su humor en los diálogos, pero no es lo fundamental.

Lo que sí es necesario es la violencia. Sin violencia (Sin dolor, que diría Vorhaus) No hay comedia. La violencia viene de la situación, de la estructura. Escribir comedia es construir situaciones de comedia. Personajes de comedia también, si. Pero sobre todo, situaciones de comedia. ¿Y que es una situación de comedia?

Se me ocurre que una buena definición podría ser: “Una situación de comedia es una situación dramática intervenida, variada”. Esas situaciones se dan en la vida real (pocas veces) o se pueden inventar (la mayoría)

Mi “situación de comedia real” favorita me sucedió hace años. Fuí a casa de mi ex-novia al poco de terminar nuestra relación para coger algo de ropa. Llegué y ella estaba en el salón. La conversación que tuvimos fue fría y dolorosa. Yo quería salir de allí cuanto antes así que fui a por una bolsa de plástico a la cocina (En mis nervios generalizados no había cogido nada para llevarme la ropa) y agarré la primera bolsa que encontré. Empecé a meter ropa en ella y descubrí que era una bolsa de CDs de la Fnac. Una bolsa enana, en la que apenas cabían un par de calzoncillos y unos calcetines. Avergonzado, preferí escabullirme que afrontar la petición de una segunda bolsa.  Dije adiós y me fuí a la calle. Sentado en un banco, con mis calzoncillos rebosando la bolsa y echo polvo por lo sucedido tuve tiempo de pensar “Yo aquí sentado con los calcetines en esta puta bolsa es algo que tiene bastante gracia”.

Si cogemos esta situación y le quitamos los elementos cómicos (o hipotéticamente cómicos) se vuelve una situación dramática. Lo que define su comicidad son los elementos que la “varían” de una situación dramática normal.

Si esta historia no fuera completamente real yo habría tenido que inventarla (o algo diferente que tuviera gracia) colocándole a la situación dramática los elementos necesarios para que tuviera gracia.

Es decir, que el drama es contar las cosas tal y como las vemos y la comedia es intervenir en esas cosas hasta conseguir un efecto.

El drama aparece (y probablemente sea) algo mucho más sencillo de escribir porque se trata de contar algo tal cúal es. En la comedia no funciona así (Como probablemente no suceda así en el terror y, en general, en cualquier género que implique una intervención en una situación para conseguir un efecto concreto. En la comedia eres consciente de que estás haciendo una especie de trampas buscando que suceda algo. Creo que ese efecto de artificialidad es lo que le da su complicación. Porque cuando la comedia aparece en la pantalla no puede aparecer como artificial, tiene que ser tan normal como todo lo demás, pero encima hacer gracia.

Evidentemente, se puede hacer drama artificial, pero simplemente es un drama malo. Y se puede hacer comedia artificial, eso es una mala comedia. Pero yo no hablo de los resultados. Hablo del proceso.

Y en el proceso, sentado uno solo pensando en “hacer gracia”, esos trucos para hacer reír suenan más sucios, más falsos y más grotescos, que cualquier situación autocomplaciente, sobada y llorica de cualquier drama.

27 comentarios en «LA COMEDIA ES EL TRUCO»

  1. Yo creo que no se trata de hacer trucos; se trata de la mirada. Tú en el banco, pensando en la bolsa llena de calcetines, lo conviertes en comedia con tu mirada sobre lo que acaba de ocurrir. Lo ves desde otro punto de vista y lo que parecía drama se convierte en comedia.
    Creo que los grandes de la comedia sabían mirar sus historias y la vida misma con inteligencia.
    Y es que sin inteligencia no hay comedia. Creo.

  2. Un post muy acertado. Creo que tus opiniones son certeras, y lo son porque me he reído al imaginarte metiendo la ropa en la bolsita del FNAC, haciendo fuerza para meter toda la que quepa en tan poco espacio. La imagen, cierto, es cómica pero el marco es dramático.

  3. Tienes razón en que el dolor es indispensable para la comedia, pero lo que convierte algo en gracioso es la relación que se establece entre lo que muestras y lo que el espectador sabe. La comedia se basa en dosificar la información y conseguir que el espectador siempre esté un paso por delante de los personajes, o de alguno de los personajes. En tu anécdota, el momento gracioso es cuando el espectador ve que, sin darte cuenta, coges una minibolsa para guardar tus cosas y, probablemente, tienes unas réplicas con tu chica con esa bolsa en la mano, diciendo que vas a meter todo lo que tienes en esa bolsa y largarte, y entonces te vas a la habitación y cuando vas a meter la ropa te das cuenta de lo pequeña que es y… gag. El espectador ya lo sabía, le hemos mostrado claramente la bolsa, y estaba esperando ver tu reacción cuando te dieras cuenta también para reírse. Luego, la escena de ti sentado en el banco, no la veo graciosa. Es triste, casi patética. Todo lo que te llevas de esa relación está en esa minibolsa… Yo no reiría, ahí. La comedia siempre juega con la inteligencia del espectador y busca situaciones en que el espectador sepa siempre algo más que los personajes. En Cataluña, el día de los santos inocentes, colgamos monigotes en la espalda de la gente sin que se dé cuenta. Van por ahí todo el día con un monigote de papel colgado a la espalda. ¿Por qué es gracioso eso? Porque el que lleva el monigote no lo sabe y tú, el espectador listo, sí.

  4. Lo de la comedia, a veces, parece una maldición histórica. Y desde el principio ya empezó con mal pie. El tratado que escribió Aristóteles sobre comedia, se perdió, y la gran comedia de Homero, el “Margites”, tampoco sobrevivió a su tiempo…

    Aunque la teoría es poca (pero la hay, Naxto López, nuestro Guionista Hastiado, escribió un estupendo manual de comedia y el “Now, that’s Funny”, una colección de entravistas con guionistas de comedia, tampoco está mal), afortunadamente el cine, la televisión y el teatro están llenos de grandes ejemplos de comedias.

  5. Desde mi modesta opinión, escribir comedia es mucho más complicado y te puede llegar a provocar, en determinadas situaciones, sudores fríos, pero para mí es mucho más gratificante lograr una buena escena de comedia que escribir una buena escena dramática.
    Lo malo es que, por lo general, la comedia está mucho peor vista, y, como tú dices, mucha gente cree que simplemente con ser gracioso en tu vida cotidiana ya puedes ser un gran cómico, cosa que no tiene nada que ver!

  6. Pues no sé… a mí me pasa todo lo contrario. No me sale un drama ni a la de tres…
    (dicho sea de paso que yo no soy guionista profesional)

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  8. Estoy de acuerdo con Manolo, se trata de la mirada, y luego de saber contarlo. Una misma situación que a muchos puede no hacerles gracia, otros saben sacarle la “punta”. y con suerte, tienen el ingenio, sarcasmo, mordacidad, ironía, gamberrismo, cachondeo, causticidad, y un largo etc de formas de humor como para saber comunicarlo.

    Yo no creo que el drama envuelva la comedia, al menos, no siempre.

    Por otra parte Jaques Tatí, Chaplin, Azcona con Berlanga por decir algunos no se parecen en nada, pero tienen en común la inteligencia y, supongo, que el talento para rascar el absurdo y lo cómico donde otros solo ven el drma o la rutina.

    Pero fácil, en el sentido de “me voy a sentar a hacer una comedia”, desde luego no debe ser, y si no se tiene ese innato sentido de lo cómico, ni lo intentaría… porque pocas cosas hay más pesadas que una mala comedia.

  9. Buena entrada,

    En mi caso sólo he escrito comedia, soy incapaz mentalmente de afrontar un drama.
    Cosas mias…

    Saludos

  10. Jardiel Poncela, en el prólogo de su libro “Amor se escribe sin hache”, hace una curiosa reflexión sobre la comedia: “(…) el humorismo es el padre de todo, puesto que es la esencia concentrada de todo y porque el que hace humorismo piensa, sabe, observa y siente”.

    Recomiendo desde aquí el manual “Cómo orquestar una comedia”, cuya lectura es muy agradable. Propone un montón de ejercicios para desarrollar lo que el autor llama “la perspectiva cómica”.

    Por cierto, creo que también decía W. Allen (quizás no fue él), que la comedia es dolor + tiempo.

    Sin duda escribir comedia es muy complejo (a mi parecer) ya que no sólo lo cómico debe residir en la situación (algo indispensable a no ser que lo que se quiera escribir sea una retahíla de chistes), sino que la comedia también tenemos que buscarla en la forma de expresarnos, en el orden que le pongamos a las palabras, en el ritmo de los chistes y diálogos y en el tono que empleemos. El miedo al escribir comedia, y creo que nos pasará a todos los que alguna vez lo hemos intentado, es quedarnos en la simpleza o la sonrisa esporádica (aunque yo soy partidaria de las comedias de la media-sonrisa, como “Para todos los gustos” de Agnès Jaoui, por ejemplo) o pasarnos cuatro pueblos y caer en lo obvio, en el cliché y, por Dios eso nunca, en lo escatológico. Aunque supongo que sucede lo mismo con el drama y la fina barrera que separa lo conmovedor de lo sensiblero.

    Saludos.

  11. Guillermo, es innato. Ser inteligente, o empático, o borde o tener sentido del humor es algo que no se aprende, se tiene o no se tiene. No dudo que si uno se lo propone puede escribir una comedia valiéndose de unos cuantos clichés… pero el resultado puede ser tan patético como el que intenta ser gracioso en una cena a base de contar chistes.

    Creo que nadie que no tenga asegurado y, publicamente reconocido (y es algo que se nota desde temprana edad) que tiene gracia, debería arriesgarse a escribir comedia, quizás por eso sea un género tan díficil, porque simplemente está reservado a quienes tienen ese plus.

  12. Todo muy interesante. Pero siendo un blog de guión… ¡¡¡ ¿¿¿De verdad nadie va a comentar nada de “EL BARCO”???!!!

  13. Otra cosa que tiene el humor es que lo hay de muchos tipos diferentes. Un drama al fin y al cabo es un drama, y por lo tanto es más fácil que el público empatice con los personajes y su sufrimiento aunque éste llegue a ser irreal.
    En una comedia en cambio si no tienes ese tipo de humor que se utiliza te aburres. El hecho de que el guionista tenga sentido del humor innato es fácil, la gente en mayor o menor medida es capaz de reírse de las situaciones, la cosa es que el resto también nos riamos de lo mismo y que pueda hacer una historia de la que no sólo se ría él.
    Para mí el humor en general es un tema muy complejo y por desgracia muy infravalorado.

  14. La comedia, lo cómico y el humor en general tiene, como el drama, unas reglas básicas. De Aristófanes a esta parte han cambiado las formas, pero se siguen repitiendo estructuras. Un caso claro es “La confusión de los gemelos”, una estructura repetida por mas de 2 milenios y que aún funciona (Con mayor o menor calidad según quien lo escriba)
    El humor es mucho más parecido a las matemáticas que al drama. Es clasista y moralista, aunque no lo parezca.
    Analizando el episodio de la bolsita y los calcetines, es cómico porque un hombre, al no hacer lo correcto (buscar una bolsa acorde) y mostrar sus intimidades (ropa interior)es menos que nosotros. Nuestro castigo es la risa. (cerebral).
    Si fuera drama (corazón) nos entristeceríamos de su cruel destino. Es un caso similar a por qué nos provoca risa que alguien se caiga en la calle.
    Así con los demás paradigmas. Desacralización: Un cardenal tiene flatulencias mientras celebra una gran misa.
    Mecanización interrumpida, animalización, etc.
    Ahora bien, por qué es tan difícil hacer comedia de calidad? Eso es un misterio del humor!

  15. Ya lo reza el dicho: Más vale caer en gracia que ser gracioso. Y nadie puede aprender a tener gracia. Si los manuales enseñaran a tener gracia seguro que el género de la comedia no sería tan díficil y nos parecerían divertidas todas las comedia, sin excepcción. Es cierto que algunas técnicas, herramientas y un entrenamiento adecuado contribuyen a desarrollar y potenciar ese don, pero cuando éste se tiene, claro, porque sino, no sirven de mucho. Igual que no sirve de mucho machacar en hierro frío.

    Cuando contamos a un tercero alguna anécdota personal que nos resulta graciosa, solemos tropezar con lo mismo, tú te está partiendo el culo al contarla, pero tu interlocutor con cara de pocker no acaba de pillarla. Y entonces, sin poder dejar de reir le dices, claro, es que tenías que haber estado allí, es que el tono y la cara que puso no te la puedo explicar (o no sé)..Y aquí es donde entra lo que decía el comentarista Jordi, tú conoces todos los elementos cómicos que se han dado, el manejo de los recursos narrativos, el sentido del ritmo, de la oportunidad, de la sorpresa…pero a tu interlocutor nunca le podrá hace la misma gracia que a tí, a no ser que sepas invertir el proceso al contarla. Y la mirada es muy importante. Si mi interlocutor hubiera visto la situación con mis ojos, seguro que se partía el culo tanto como yo.

    Sobre su anécdota, Guillermo, pienso como Jordi, que el único elemento aprovechable para la comedia podría ser su reacción ante el tamaño de la bolsa, pero, de no perder sin darse cuenta algún calzoncillo por el camino.. no creo que el simple hecho de estar sentado en el parque pudiera ser identificado por el público, como una situación con gracia.

    También es cierto que hay muchos tipos de humor. Como todo, depende de la situación, de tu estado de ánimo y de tu predisposición para apreciarlo. Admito que me caían en gracia Benny Hill y Mister Been. Y no tenían que currárselo demasiado para que yo pudiera echarme unas risas. Y es que el humor inglés, ya sea en clave de scketc, comedia o novela, para mí es el rey. No recuerdo haberme reído y disfrutado tanto leyendo una novela como lo hice con Wilt de Thom Sharpe.
    Comparto la máxima de que “la inteligencia de una persona se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar”.

  16. Pues a mí me parece que la anécdota de la bolsa y los calzoncillos podría ser una excelente escena de comedia. Y creo que es porque es algo que a todos nos podría haber pasado, y todos podemos sentirnos identificados con el patetismo del personaje. La comedia (la buena comedia) tiene un punto de universalidad mayor, en principio, que el drama. Recuerdo una página de Facebook llamada “Como en el capítulo de Friends cuando…!!!”. Pues eso: de alguna manera todos somos como personajes de Friends, sobre todo cuando hacen el ridículo.

  17. Yo me reí con ‘Studio 60’ (me habría reído más si hubiese durado más de una temporada) y me reí muchísimo con ‘El ala oeste’ (y también sentí otras muchas cosas con esas serie, claro).

    Me ha gustado el artículo, pero pedía que levantásemos la mano, y eso hago.

    Saludos.

  18. Estoy convencido que para escribir humor, y especialmente comedia de situacion hay que tener ‘el toque’ el don ese especial que viene de no se sabe donde. Estoy buscando personas que hagan humor, juntarme, aglutinarme, conchabarme, caramelizarme, con gente que haga humor de corazon, de ese en serio que te saca la sonrisa del alma, hay alguno por ahi? Mi sitio de humorizacion es:
    http://nostalgiaporlacomedia.wordpress.com
    Dejenme su datos o diganme cualquier mosca que este pasando por su mente.

    Alex Leyva

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