LA CITA CON CUSE: LOS SECRETOS DE LOST (I)

Por Chico Santamano.

ADVERTENCIA: Evidentemente hay spoilers sobre “Perdidos” en esta entrada. Avisados quedan.


Carlton Cuse
llegó con cierto retraso a su encuentro con el puñado de guionistas que nos dimos cita
, previo pago de su importe, en la Sala Berlanga. Sala que, como una buena base secreta de Dharma, creo que casi todos descubrimos aquel jueves y que posiblemente no volveremos a pisar nunca…

El motivo del retraso del co-creador de Lost es que había estado dando una mini rueda de prensa ante los medios unos minutos antes. Me cuentan que no fue prácticamente nadie. Lo que demuestra que la serie que marcó un hito en el audiovisual internacional ha caído en el olvido bastante más rápido de lo que esperábamos.

Entre la media docena de periodistas congregados, un colega tuvo la suerte de hacerle una buena batería de preguntas para un proyecto tan ambicioso como interesante y del que ya nos haremos eco  más de una y más de dos veces en Bloguionistas. Acuérdense de lo que les digo.

Bien, el caso es que el retraso no fue lo único negativo de la jornada. Sin contar los botines incalificables que lucía el bueno de Carlton, hubo una nueva decepción. José Luis Borau no presentó al protagonista. Es más, en contra de lo anunciado ni siquiera fue.  Ya saben que mataba por ver al presidente de la Sgae introduciendo al invitado en la master class, como si de Ángel Llacer con David Civera en la Academia de OT se tratara, pero bueno… hubo que aguantarse y el protagonista se presentó él solito.

ACTUALIZACIÓN: Me comentan que Borau sí presentó a Carlton, pero sólo ante la prensa y que se  fue a las dos preguntas. Según me cuentan también, hubo tan pocos medios (entre ellos la gente de lostzilla y un par de chicas twitteando para cuatro) porque ni Dios, ni Jacob, ni su señora madrastra se enteraron de la convocatoria de prensa. Es más, me dicen que es posible que ni siquiera existiese dicha convocatoria. (?)

Tras una introducción de una hora sobre su aprendizaje en una granja escuela verde, su paso por Harvard, su carrera profesional con Don Johnson como muso fundamental, sus referentes (C.S. Lewis, John Steinbeck, Hunter S. Thompson…) y los gurús guionísticos (David Milch) con los que se fue encontrando por el camino… Carlton se rompió la camisa y a pecho descubierto se enfrentó a dos días de preguntas lanzadas por los profesionales allí congregados.

Para que no se quejen, como una taquígrafa aplicada del Congreso de los Diputados, fui tomando notas con el fin de que no se me olvidara NADA. Y hay mucha tela que cortar. Así que, señores y señoras lectoras, paso a transcribir lo apuntado entre el jueves y el viernes de la semana pasada. Allá voy.

–          Damon Lindelof, ya saben… el otro alma mater de Lost, empezó con Carlton Cuse. Vamos, que antes de ser compañeros, Damon fue algo así como su “becario”. Carlton contó cómo Damon se vio con el marrón de desarrollar una serie a partir de un piloto extraordinario y que nadie sabía cómo continuar. JJ Abrams había estado a tope con el primer episodio hasta que le dejó tirado para embarcarse en la preparación de “Misión Imposible III”. Así que, el pobre Lindelof, que no tenía mucha experiencia, llamaba desesperado cada noche a su mentor Carlton para pedirle consejo. El cual en ese momento estaba preparando un remake televisivo que nunca llegó a ver la luz: “Los Ángeles de Charlie”. Poco a poco, llamada desesperada tras llamada desesperada, se fue enamorando más y más del proyecto de los supervivientes y menos y menos del trío de chicas detectives. Y así hasta que Carlton presentó su dimisión y se plantó en los estudios de la ABC dispuesto a ayudar a su amigo Damon y, sin presuponerlo, comenzar a hacer historia de la tele.

Imagino que ustedes se preguntarán llegados a este punto… pero entonces… ¿sabían desde el principio lo que pasaría al final? Se lo cuento más adelante, ¿eh? Sigo repasando mis notas.

–          Ambos tenían en común un concepto muy claro. Querían que el show se recordara de la misma manera que la gente recuerda a “Twin Peaks” o “El prisionero”. Dos series de culto absoluto. Los más descreídos piensan, incluso pensamos (ya saben que yo voy y vengo con esta serie) que en realidad, y en contra de sus ambiciones, LOST se ha convertido en un referente generacional más cercano a “Dinastía, “El coche fantástico” o “El equipo A” que a la serie de David Lynch, pero bueno.

–          Nos contó que el equipo de guionistas de Lost lo componían entre 9 y 10 personas. Aunque proyectó una foto de todos ellos y yo conté 14… Por cierto, no saben lo emocionante que es ver las fotos de esa sala de guionistas. Aquí mi parte de fan aflora y se emociona observando con detenimiento las cuatro paredes de esa habitación.

–          Antes de comenzar cada guión se tomaban dos “días de cielo azul”. No escribían, sólo charlaban y se cuestionaban de qué iría ese capítulo y quién sería el personaje más idóneo sobre el que hacerlo girar. Y ahí entraban mil puntos a tener en cuenta… si llevaban demasiados capítulos con mucho drama había que tirar de algún personaje de perfil más relajado como Hurley, si se acumulaban capítulos de acción tiraban por el melodrama de Claire o Rose y Bernard…

–          Cada capítulo se escribía teniendo en cuenta una narrativa de 6 actos. Que son los marcados por los cortes de publicidad y que, a pesar de lo que pueda parecer, a ellos les parecía gloria bendita porque les articulaba a la perfección el desarrollo de la historia. ¡Afortunados ellos! En España no sólo no sabemos cuántos cortes tendremos sino que ni siquiera conocemos en mitad de qué sílaba del diálogo meterán el hacha para dar paso a la publi.

–          A partir de esos “días de cielo azul”, los guionistas tienen dos semanas hasta dar con el documento de edición (una especie de escaleta acompañada de mil notas al margen con ideas y sugerencias que han ido aflorando a lo largo de esos días y que podrían ser interesantes para el escritor encargado de ese capítulo). Ese documento de edición se manda al guionista  “oficial” de ese capítulo, el cual tiene entre 4 y 5 días para acabar un primer borrador. Este era devuelto a Cuse y Lindelof los cuales tenían un par de días para reescribir y dar con el capítulo definitivo. Si les digo la verdad, tienen bastante menos tiempo del que yo creía. ¿No les parece?

–          Curiosamente el capítulo que más tardaron en levantar fue el de “The Constant” (proyectado el viernes). Un auténtico clásico de la serie y que les llevó 5 semanas escribir.

–          A las 13:20 del primer día salta la liebre y nuestro gozo se hunde en un pozo (igualito al que tiran a Desmond). Tras la pregunta de un guionista, Cuse advierte de que no contestará a interpretaciones sobre el final. No va a entrar en por qué la estatua tenía cuatro dedos y cuestiones similares. ¿Cobardía? No lo sé, pero nos corta todo el rollo. Se defiende con un argumento contundente; no quisieron dar todas las respuestas porque no hay ninguna mejor que la que el espectador tiene en la cabeza. Uff… a mí esto me parece perfectamente legítimo, pero tras prometer en entrevistas y comic cons varias que al final habría respuestas, suena a cara MUY DURA. Menos mal que aún había curiosidades por rascar…

–          Por cierto, en contra de lo que se había publicado, desmiente rotundamente que se vaya a publicar un libro en el que se expliquen todos y cada uno de los misterios.

–          Como por ejemplo la confirmación de algo que todos sospechábamos. ¿Por qué mandaron a tomar por culo a Walt, un personaje que en principio parecía eje fundamental de la trama? Básicamente porque al actor le dio por crecer de una temporada a otra. No es lo mismo tener 14 que 18 y era inviable justificar un cambio así en una acción que en las primeras temporadas transcurría en torno a los cien días.

–          ¿Y Mr. Eko? ¿Por qué se lo cargaron si también parecía ser clave? Él estaba llamado a convertirse en el auténtico man of faith de la serie. El tipo que debía conectarse con la isla y ¿jugar el rol que más tarde jugó Locke como el humo negro? Este no tuvo una complicación con el crecimiento (bastante grande era ya). Su problema era que se le fue la olla en la isla. Tal cual. Se agobió. No quería vivir allí, ni estar allí, ni arrimarse a más de dos metros a cualquier insecto, vegetación o paisaje que le recordara a Hawaii. Su comportamiento fue tremendamente problemático en el set y se lo tuvieron que cargar. Cuse reconoció que la desaparición de Mr. Eko no fue una muerte de la que se sintiera especialmente orgulloso. Quizá se lo podían haber currado más, pero les quedó un cosa bastante cutre.

–          Habla un pelín de las influencias (y cito textualmente) “de Indiana Jones tomamos ese tono naturalista” y de “The Stand” de Stephen King les apasionaba el universo de todos esos personajes atrapados por una mitología. Al parecer, obviando los mil rumores de esos mil libros que se citaban en los mil foros como EL LIBRO DEL QUE BEBEN LOS DE LOST, este era el reflejo más cercano en el que ellos se miraban.

–          La palabra mitología la repitió 198 veces durante la charla. Bueno…. Quizá alguna menos, pero por ahí anduvo la cosa.

–          ¿Cuál era el papel de la ABC durante las seis temporadas? Pues curiosamente, tras gastarse un dineral en el piloto no poseían NINGUNA esperanza de que la serie fuera a ser un éxito. No tenían nada claro y les entregaron carta blanca para hacer lo que les diera la gana con la continuación de las desventuras de esos personajes. Es curioso cómo estos guionistas empezaron a escribir la serie con presión cero y tuvieron que terminarla con los ojos de todo el planeta puestos en sus cogotes. Cada vez que arrancaban una temporada y se dirigían hacia los estudios de la ABC para explicar en qué consistiría esa nueva entrega de capítulos, Cuse y Lindelof les bombardeaban hablando de viajes en el tiempo, flashforwards, flashsideways, flashbacks locos… Los ejecutivos no entendían nada, pero les decían “vale, si hemos llegado hasta aquí y a la gente le gusta es que sea lo que sea lo que estáis haciendo lo hacéis bien. Confiamos en vosotros. Adelante”. Y ellos tenían libertad con mínimas interferencias… ¿se imaginan esto aquí?

–          Y ahora lo que estaban esperando. ¿SABÍAN LOS GUIONISTAS EL FINAL DESDE EL PRINCIPIO O FUERON COMO POLLO SIN CABEZA SOLTANDO MISTERIOS A DIESTRO Y SINIESTRO HASTA ESE FINAL TREMENDAMENTE ABIERTO? Pues bien, según Cuse la cronología de esta respuesta es la siguiente:

Cuando se hizo el piloto no tenían ni idea de cómo continuaría el asunto. Es algo evidente por mucho que después lo quisiesen negar. En esa isla del primer episodio había un MONSTRUO GIGANTE en toda regla. Un monstruo que movía (muchas) palmeras a su paso y no una lengua de humo que sólo hace ruido cuando a él le interesa. Una vez que la cadena dio luz verde al piloto (¿cómo no iban a hacerlo después del dineral que se gastaron?), y con la incorporación de Cuse, crearon toda la mitología. SUPUESTAMENTE (yo no me lo acabo de creer) en esa mitología ya estaban Jacob, el antijacob, el manantial con el kebab ese gigante que sirve como tapón y todo lo descubierto en la última temporada.

¿Por qué no se veía nada de esto en las dos primeras temporadas? Pues porque los guionistas trabajaban sin saber cuándo acabarían y no querían enseñar sus cartas demasiado pronto. Al principio de la tercera temporada, Cuse reconoce que escribieron los peores capítulos de la historia de Lost. Hace especial mención al capítulo del tatuaje de Jack… y yo le doy mucho la razón porque es básicamente PÉSIMO. También puso el capítulo de Desmond en el monasterio como ejemplo de “capítulo de atasco” (así lo denominó él). Esos episodios fueron el detonante para que cundiera el pánico. En ese momento de crisis en el que ya no podían seguir lanzando misterios y los flashbacks habían agotado su capacidad de sorprendernos saltaron las alarmas.

Carlton y Cuse se reunieron de urgencia con la cúpula de la ABC y les obligaron a cerrar la fecha del final. Necesitaban saber cuándo iba a acabar el show para poder administrar la información a lo largo de las temporadas que quedasen.

Una vez decidido que serían seis temporadas en total, los guionistas respiraron tranquilos y siguieron el modelo de J.K. Rowling cuando comunicó que la historia de Harry Potter se desarrollaría durante siete libros. Ni uno más ni uno menos. Es decir, les dijeron a la audiencia “TENEMOS 3 TEMPORADAS POR DELANTE. Nos os marearemos más de lo estrictamente necesario”. Así empezaron a dejar de estirar el chicle de mala manera para hacerlo de la mejor que fueron capaces a esas alturas de la película.

 

Ufff… me quedan muchísimas notas. La semana que viene más… ¿Cotilleos de los actores? ¿Por qué esa cabecera? ¿Qué software  usaban los guionistas para escribir los guiones de Lost? ¿Cómo vivieron ellos la famosa huelga de guionistas que paralizó la industria? ¿La opinión de Cuse sobre que los guionistas produzcan sus propias series y las distribuyan en internet? ¿Más datos sobre sus intenciones para con el final? ¿Quieren saber cuánto cobra un guionista de “Perdidos”…?

 

PUM!
LOST

30 comentarios en «LA CITA CON CUSE: LOS SECRETOS DE LOST (I)»

  1. Cara no dura, DURÍSIMA. De marmol, vamos.

    A mi lo que diga este tipo me la trae más bien floja, pero bueno, respeto tu admiración (aunque la considere totalmente injustificada).

  2. O sea, que la serie ha sido, básicamente, un relleno entre un piloto potente y un pésimo final determinado desde el principio por una mitología de chichinabo. Bueno, tambiñen tiene su mérito vender humo.

  3. El que es un vendemotos es el tal J.J. Abrams… Jamás entenderé como el público le alaba por ser el creador de series como Lost o Fringe cuándo se limita a co-escribir y rodar unos pilotos mega-misteriosos y luego deja que pluriempleados como Lindelof & Cuse o Akiva Goldsman le resuelvan la papeleta. Que Lindelof & Cuse NO TENÍAN NI PUTA IDEA de cómo seguir a partir de la interesante premisa inicial, y que fueron inventándose las respuestas sobre la marcha a lo largo de toda la serie, es evidente para cualquiera que haya seguido las seis temporadas; (ahora apostamos por el tono aventurero pero realista, ahora por la ciencia ficción hard con viajes en el tiempo, ahora por la fantasía con guardianes mágicos y fuentes de la vida)…

    Y luego pasa lo que pasa, que se quedan un montón de preguntas sin contestar. ¡Ah, pero que no es por pereza o porque los guionistas no sepan salir del lodazal en el que se han metido ellos solos! No, es porque quieren que sea el espectador el que llene las lagunas argumentales de la serie… ¡Qué majos! En fin, como dijo Lucy Lawless en Los Simpson: en caso de duda la respuesta es “¡Lo hizo un mago!”

    :)

  4. Sinceramente no entiendo la admiración que se tiene hacia Cuse y Lindelof.

    Simplemente tuvieron suerte. Fueron estirando algo que no sabían ni por dónde coger y les salió bien. Reconozco el mérito que tiene eso pero al final, tuvieron que enseñar la cartas y la gente se dió cuenta del farol.

    Vale, en la tercera temporada ya sabían que la serie acabaría en la sexta ¿y? ¿de qué les sirvio eso? Porque no hay duda de que el final fue algo improvisado y por eso no contestan a determinadas preguntas, porque ni ellos tienen las respuestas. Más cara que espalda vamos…

  5. Es insospechado lo que puede engendrar un proyecto de estas características, en cuantoa carambolas, condicionantes y demás. En cualquier caso habrá que esperar a más para ver que tal.

  6. Señor Santamano, se le ha olvidado comentar que el documento de edición del que parte cada episodio (al parecer un tocho importante) es elaborado por dos asistentes que están tomando notas como locos mientras los guionistas divagan sobre lo que podría pasar o no en el episodio. A mí eso de los asistentes es lo que más me impactó.

    1. Writer Assistent. En EEUU, existe desde que el mundo es mundo. Y por lo general, acaban siendo guionistas: es una especia de meritoriaje.

      Vamos, lo que los juniors de aquí, pero cobrando más y saliendo en créditos.

  7. A mí me parece muy interesante todo lo que has comentado. Me quedo, de todas formas, con la idea de que “Lost” será recordado más como un producto generacional al estilo “Dinastia” que un producto de televisión de calidad a lo “Twin Peaks”. El hecho de que haya sido olvidada más rápidamente de lo que uno hubiera pensado es muy revelador.

    De todas formas, en mi opinión como seguidor de la isla, tampoco quedaron tantos misterios sin resolver en la trama. Otra cosa es que la explicación sea “la isla tiene un estanque mágico con poderes custodiado por un ser semidivino” sea satisfactoria o no.

  8. Bueno Carlton y Damon tomaron como modelo “Twin peaks” y “El prisionero” porque pensaban que iban a hacer 12 episodios y luego irían a la calle. Así que pensaron que por lo menos harían algo que pudiera considerarse una serie de culto. Tuvieron la desgracia o la suerte de convertirse en una serie de éxito y durar seis temporadas. Siendo justos, habría que decir que David Lynch tampoco tenía ni idea de hacia dónde iba “Twin Peaks”, pero a él le cancelaron antes.

    Aunque a mí también me horroriza el final de “Lost” la charla de Carlton me sirvió para calibrar que de cualquier manera tuvieron un mérito enorme partiendo de donde partían, y que consiguieron varios capitulazos. También me dio la impresión de que parte del poco nivel de la serie al final se debía a que estaban mentalmente agotados. No me refiero tanto a que lo que contaban era delirante, sino que además estaba mal escrito y pedía varias rescrituras.
    Mi reflexion es que el modelo de serie de continuidad a lo largo de varias temporadas resulta una trampa mortal para los guionistas. Es muy, muy difícil guardar una coherencia. Es preferible volver a empezar historia cada temporada. Al modo de “24” por ejemplo, que tiene sus temporadas malas pero no te da la sensación de que eso invalida toda la serie. Bueno, eso o realmente tienes un número limitado de episodios para contar una historia cerrada, como hacen los ingleses.

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  10. Es lo que tiene estar sometido a la industria, que la creación pasa por un tamiz antinatural donde lo que manda no es la necesidad de comunicar y de compartir algo, si no de sacar un provecho monetario, y supongo es algo bien sabido de primerísima mano por los anfitriones de este blog.

    Lejos de interpretar si LOST será recordado como unproducto generacional o lo otro que se ha mencionado, creo que efectivamente tiene altibajos, varias tomaduras de pelo feas (como ese supuesto final genérico que de final no tiene nada), pero que tiene momentazos inigualables.

  11. De todo lo que dice el artículo saco una conclusión clara: una de las bazas del éxito de la serie es que el peso de la misma recaía enteramente en los guionistas. Ellos llevaban el control total y carta blanca para hacer lo que quisieran. Aquí en España, deberían tomar nota de eso.

    1. Tuvieron carta blanca porque la serie generó interés, es decir, dinero para la cadena. No estoy seguro de que la relación causa-efecto fuese “como controlan los guionistas, la serie tiene éxito” y no la contraria “como la serie tiene éxito, dejémosla en manos de los guionistas”.

    2. De hecho lo de “Perdidos” parece una excepción. Cuse contó el caso de un amigo Showrunner que llevaba varias semanas cambiando una y otra vez un episodio de una serie siguiendo las correcciones de la cadena. Correcciones que sólo estaban arruinando el episodio. En fin, como sucede aquí a menudo.

  12. Me alegra que su cita haya sido satisfactoria, Santamano. Se le ve más contento que un niño con zapatos nuevos. Es un magnífico cronista.
    Sobre el final de lost, quizás el mayor secreto sea precisamente que no hay secreto. Y por ello, la mejor opción que tienen, es dar vía libre a los espectadores para que interpreten lo que quieran y se queden con la duda. Bien mirado, enganchar a la audiencia durante seis temporadas tiene su mérito y a los seguidores siempre les quedara la satisfacción de haber disfrutado del viaje.

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  15. Yo entendí que la mitología la hicieron después de la primera temporada, porque antes no tuvieron tiempo, y al pensar que sólo escribirían 12 capítulos, creían que ni siquiera iba a hacer falta, pero después tuvieron que escribir 23 del tirón sin tiempo de parar, que la luz verde se dio no porque en el piloto hubieran gastado mucho sino porque un ejecutivo resentido porque le iban a despedir dio luz verde como último (literal) fuckup a la cadena, y que por supuesto tuvieron interferencias de la cadena, pero que éstas fueron disminuyendo conforme avanzaban las temporadas y se veía el éxito. También que no es que supieran lo de Jacob, sabían más bien que la serie acabaría con el ojo cerrado de Jack y a grandes rasgos que la explicación iba a ser más mística que científica.

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  17. Yo siempre tengo la misma pregunta, a ver si aquí me la sabéis responder alguno:

    Se habla mucho de que Cuse-Lindeloff optaron por por el final que optaron porque “no sabían como escapar de todos los misterios sinsentido que se habían inventado para atraer la atención de la gente”.

    Pero a ver, si en cualquier foro de Lost hay 50.000 teorías que encajan las piezas de una u otra manera, ¿no van ellos que son profesionales poder cerrar la serie dando respuesta a todo si hubieran querido hacerlo?

    1. Habría que examinar esas 50.000 teorías que dices para ver si realmente hay alguna que merezca la pena, pero contestando directamente a tu pregunta, diré que es mucho más sencillo tirar piedras y esconder la mano que busca la manera de hilarlo todo. Lanzar espectativas es muy fácil, cualquiera puede hacerlo. Satisfacerlas ya es otro tema.

  18. Lo que yo pensaba y creo que la gran mayoría era que lo que se veía en los flashsideways era la vida futura de los losties tras conseguir salir de la isla, probablemente por la explosión de la bomba tal y como predijo Faraday.

    Ese hubiera sido el final sencillo, lo que la mayoría esperaba y a lo que apuntaba la serie, y se habrían dejado de tapones mágicos, agua del arrollo mágica, etc, etc. Hubiera sido más fácil y menos arriesgado pero prefirieron hacer el final que finalmente se vio, siendo este más complejo y arriesgado, por lo que sigo pensando que no lo eligieron porque no supieron enlazar los misterios.

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