Hoy quiero repescar este post del año pasado. Fue uno de los textos más celebrados y divertidos de la época pre-bloguionistas. No se pierdan los comentarios en el post original porque la historia se amplía con más testimonios en primera persona de amigos y afectados.
No sé ustedes, pero yo soy tremendamente fan de estos fakes andantes, y es que ¿a quién no le fascina un impostor? Todos esos Sommersby de la vida tienen un rinconcito reservado en nuestro corazón. De hecho, a mí me tocó hace años lidiar con un pobre diablo que me decía que había trabajado con Amenábar y que hablaba cada día con José Luis Cuerda y es acojonante la convicción absoluta con la que se creen y te venden su propio personaje.
Este revival tiene una intención clara… Calentar motores para presentarles la increíble historia de OTRO Cari Balboa que ha alcanzado grandes logros por el mismo procedimiento. Pero eso será la semana que viene… No se lo pierdan.
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Venga, vamos a cascarnos un post de cotilleo… Antes de nada les aclaro ciertas cosas. “Cari Balboa” es un seudónimo que oculta el verdadero nombre de un personaje absolutamente real, español y apasionante y del que se habló mucho durante un tiempo en determinados círculos. La historia que les voy a contar tiene ciertas lagunas e inexactitudes provocadas por las múltiples fuentes consultadas y por la lógica distorsión del boca a boca. Los comments están a la absoluta disposición de cualquiera que deseé dar más detalles de la historia o aclarar ciertas cosas (siempre y cuando se respete el juego del anonimato, por favor).
La historia de Cari Balboa representa la fusión perfecta entre el famoso sueño americano y la sobada picaresca española.
Nos remontamos a principios del Siglo XXI. Balboa trabaja como dibujante de storyboards para directores de cierto peso de aquí y allá. En esos tiempos coquetea con la dirección de cortometrajes y decide que los pinceles se le quedan cortos y quiere dar el paso a la dirección con mayúsculas. Ni corto ni perezoso se hace una bobina con una selección de sus mejores trabajos como director y se planta en EE.UU. con la intención de moverse por los estudios y cumplir sus deseos de dirigir en la meca del cine.
La historia no tendría nada de particular si nos saltáramos el hecho de que su bobina estaba compuesta por escenas de cortometrajes y películas ajenas. El trabajo de media generación de cortometrajistas de aquella época estaba en la bobina de Cari Balboa. Las escenas más espectaculares, las imágenes más poderosas, los momentos más inspirados de los cortometrajes que más premios ganaron por aquellas fechas fueron fusilados sin piedad.
Pero si el cine español tiene una repercusión mínima más allá de nuestras fronteras, imagínense los cortometrajes. El show-reel de Cari Balboa coló y bien colado. Tanto que un estudio le abrió las puertas de par en par y le encargaron la dirección de una película. Vale, quizá la película no fuera la última superproducción de Will Smith, pero le ponían tres estrellas (no en su mejor momento, pero tenían renombre) en el reparto, un espectacular set en Canadá y unas decenas de millones de dolores de presupuesto.
Con el bombo que se le suele dar siempre cuando un español da el salto a Hollywood ¿por qué nadie se enteró de que Balboa había conseguido tal proeza? ¿Por qué ningún medio se hizo eco de ello? Imagino que el mejor aliado de un impostor es la discreción y Balboa intentó pasar de puntillas para que su increíble logro no se viniera abajo. Aún así llegó a invitar a uno de nuestros directores más punteros, con el que trabajó como ilustrador en ese gran proyecto fallido que cada dos años se habla de él y nunca acaba de despegar. La producción de la película le pagó billete de avión y alojamiento. Y este director flipó, claro…
Aquí los rumores hacen que la historia tome rumbos distintos. Por un lado se dice que a pocas semanas para acabar el rodaje, el bueno de Cari Balboa fue pillado por sus jefes. “Alguien” hizo saltar la liebre de su falsa bobina, fue despedido automáticamente y su trabajo finiquitado por el director de fotografía. Otros dicen que la reacción del estudio fue más benévola y le dejaron acabar la película, pero cerrándole de por vida la posibilidad de volver a sentarse más allá del Atlántico en una silla de director.
Según su imdb no ha vuelto a trabajar desde el 2002.
Estés donde estés, Cari Balboa… a pesar de lo reprochable de tu tropelía y de que supuestamente el fin no justifica los medios… que te quiten lo bailao, macho.
Buenísimo el post, me ha jencantao.
Sigo pensando que esto merece su propia peli.
Desde luego, es un personaje fascinante.
En efecto, daba un filme fascinate…
¿No te flipa mucho que se haya cambiado el apellido… pero sólo un poco? En plan de “Cari Balboa” a “Cari De Balboalafuente”.
Personajes como el descrito abundan en el “imaginario colectivo” y son realmente fascinantes. Joe Massot, nacido en New York y de padres cubanos, decía que había estudiado en el Actor´s Studio, que había sido editor de Kubrick, trabajo con los Beatles y bueno, muchísimo más…. una trayectoria alucinante, sino fuera por el hecho de que este auténtico farsante, llegó realmente a dirigir y a codearse con la flor crema y nata de los artistas de su tiempo!!!
Lean esta piccola biografía daba un grandísimo filme…
http://www.cubaencuentro.com/cultura/articulos/el-inefable-joe-massot-229555
La ostia, voy a tener que empezar a echarle cara a la vida!
Estas cosas me dan que pensar sobre el rigor de los productores a la hora de contratar a alguien. Y va sobretodo por Cari Balboa 2 del que hablarás la semana que viene y que se encuentra aún en activo (me permito suponer que te refieres a cierto impostor que lleva unas semanas en el ojo del huracán gracias a un grupo de facebook). Porque si llega a tu productora un chaval muy joven con una bobina que cuesta de creer: ¿no le das 10 minutos al google para comprobar que lo que dice es cierto?
Hay que echarle morro para venderse así, madre mía. De todas formas, si el farsante no tiene talento, tarde o temprano estará perdido.
Nah, con un buen director de fotografía que le resuelva los planos y los padrinos adecuados puede vivir del cuento durante años y años. Y hasta dirigir secuelas de grandes éxitos del cinde de terror británico (explicando para sus amigos gafapastas que NO esta dirigiendo una película de terror) e incluso proyectos de adaptaciones de videojuegos.
Hombre, un director de fotografía y dos padrinos no hacen que si eres mal director parezcas bueno, porque luego hay que planificar, dirigir actores, dar el ritmo y tono adecuados a la peli… Dirigir no es sólo decir “acción” aunque haya quien piense que es una tontería. Es más, esos dos padrinos, gente con mucho ojo y muy cinéfila, no se la juega produciendo la peli de un caradura sin talento. Así que no creo que la persona a la que señalas tenga nada que ver con el caso que cita Santamano (es más, ya tuvo un gran reconocimiento mucho antes de rodar su primer largo). Si fuese un paquete se la habría pegado hace mucho, mucho tiempo.
Con los padrinos y contactos adecuados hasta puedes ir por la vida presumiendo de “haber hecho temblar a Spielberg”. Y además ni siquiera los tienes que tener tú, basta con que los tenga tu productos.
Y después, total, si puedes ir tirando dirigiendo una película cada diez años…
jajaja!!! Pues hay que echarle un par y tener pocos complejos. Una batallita total, para contar a los nietos.
¡¿Qué?! ¿Nos traes un refrito de hace 6 meses? Pséee… qué vago. :P
tengo por casa un comic de la epoca de dibujante Fanzinero de Cari (White Knight, creo)y su especialidad era meter a personajes conocidos en las viñetas. De echo, hay como 4 paginas en que solo estàn haciedo zapping por la TV.
Eso ya lo hacia para congraciarse con los homenajeados. Uno escribió el prologo, otro hizo la presentación…, y mas tarde adaptó a otro mediatico a las viñetas.
Qué buen dato.
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