A VECES OLVIDO…

…que escribir un cómic y un guión de cine o de televisión son  cosas muy diferentes.

Parte 3

David Muñoz

Como prometí la semana pasada, voy a terminar (por ahora) mi serie de entradas en Bloguionistas sobre cómic con una entrevista a un dibujante que trabaja habitualmente para Marvel Comics ilustrando guiones de otros. Su nombre es David Lafuente y desde hace un tiempo se encarga de convertir en imágenes las historias del guionista estrella de Marvel, Brian Michael Bendis, para la serie Ultimate Spiderman.

David Muñoz: ¿Sueles realizar muchas modificaciones en los guiones que recibes cuando te pones a dibujarlos o los respetas escrupulosamente?

David Lafuente: Trato de respetarlos al máximo. El problema es que a veces no hay tiempo suficiente para hacer ese fondo tan complejo como está descrito, o no encuentro un gesto para que aquel personaje transmita ese detalle sutil. Si tuviera todo el tiempo del mundo me pelearía hasta encontrar una traducción a líneas que fuera apropiada, discutiría opciones alternativas con el escritor, etc.

Muñoz: Cuando las haces, ¿qué tipo de correcciones sueles hacer?

Lafuente: Tengo por norma no quitar viñetas o elementos. Cuando veo que una escena no acaba de funcionar (o yo no he sido capaz de hacerla funcionar, ver respuesta anterior) a veces añado una viñeta más. Si se han descrito varias acciones en una, la distribuyo en varias viñetas.

Muñoz: ¿Cuáles son los errores más habituales que solemos cometer los guionistas cuando escribimos cómics? Un amigo dibujante me comentó hace tiempo que el error más habitual de los guionistas suele ser darle a un personaje dos acciones al mismo tiempo en una sola viñeta. ¿Es así?

Lafuente: Lo de las acciones solo me lo he encontrado en un par de ocasiones, curiosamente. Quizá es porque Brian Bendis, el guionista con el que llevo trabajando más tiempo, tiene experiencia como dibujante. Cuando este problema se presenta, me desvío del guión, sustituyo esa viñeta por dos e incluyo en cada una las acciones descritas originalmente. Otra alternativa puede ser mantener la viñeta pero que contenga solo una de las acciones. Teóricamente el editor debería localizar este tipo de descripciones y discutirlas con el guionista antes de encargar al dibujante el proyecto, pero eso es otra historia. Un problema que me he encontrado es el exceso de diálogo. Los globos de texto “tapan” centímetros cuadrados a la imagen y encontrar un balance entre la letra y la imagen puede ser complicado. Eran viñetas con tanto diálogo que no veía forma de cumplir con la descripción de la imagen con tantos globos alrededor. Esto es especialmente puñetero en el sistema de trabajo norteamericano. Dibujo las páginas y luego se añaden los rótulos encima. El guión incluye los diálogos pero calculo a ojo el espacio que van a ocupar, no hay tiempo para hacer una rotulación provisional. Supongamos que se trata de una página con bastante texto, más o menos la misma cantidad en cada viñeta. Una de las viñetas es un plano general y he dejado algo de espacio libre para ser tapado. Cuando las páginas vuelven, el rotulista interpretó la imagen de otra manera y ahora la entrada a la comisaría (o lo que sea) está debajo de un globo, dificultando la descripción del escenario.

Muñoz: ¿Nunca has dibujado un cómic a partir de un argumento que describen las acciones que llevan a cabo los personajes pero que no incluyen los diálogos? Aunque era un sistema más popular en Marvel en la era de Stan Lee, Jack Kirby, etc. mi amigo Marcos Martín me ha comentado que uno de los guionistas de Spider-Man, Dan Slott, trabaja así. ¿No crees que eso convierte al dibujante casi  en coguionista del cómic?

Lafuente: Lo más parecido a ese sistema de trabajo fue una parte concreta de un tebeo que hice con Jean-Marc Lofficier, curiosamente, un guionista francés. Eran 24 páginas de la cuales 6, creo, no estaban divididas por viñetas ni dialogadas. El resultado final fue decepcionante. Unas páginas se leían diferentes a las otras, o por lo menos yo lo noté de esa manera. En general, no me gusta ese sistema. Diluye el estilo del guionista y añade una tarea más al dibujante sin añadir pago o crédito. El título de co-guionista tampoco me gusta demasiado, parece que implica que el dibujante es co-escritor del tercer acto o algo así. Trabajando con el antiguo sistema Marvel no se interviene en el desarrollo de personajes, anticipación y cumplimiento, diálogo, etc. Quizá sea necesario cambiar las palabras que describen el trabajo de cada uno. En lugar de “guión” podría ser “argumento y diálogo”, pasando el dibujante a hacer “planificación e ilustraciones”.

Muñoz: ¿También pasa aquello que decía Carlos Giménez en su álbum Los profesionales de un guionista que le pide al dibujante que se dibuje la batalla de Pearl Harbor en una sola viñeta?

Lafuente: Ocurre, ocurre (risas). Si la historia necesita esa batalla en una viñeta, adelante con ella, yo me apunto a la fiesta. El problema aparece cuando no hay tiempo extra para dibujar esa maravilla. Volviendo a los ejemplos. En la serie que estoy dibujando ahora, Ultimate Spider-Man, el guionista hace un balance que me encanta entre acción y comedia romántica. El número 5 tuvo 16 páginas (de 22, el total) de superhéroes peleando. Eso requiere documentación del puente de Queensboro en Nueva York donde transcurre la acción, coches que explotan, personajes nuevos, etc. El número 12 tiene 21 páginas de personajes hablando en el instituto (risas). Me parece muy interesante desde un punto de vista creativo. Desde un punto de vista ¿técnico?, son encargos totalmente opuestos con la misma fecha de entrega. Si dependiera de mí, leería el guión, haría el story-board y después discutiría la fecha de entrega. En cambio, las editoriales tienden a asignar unos periodos de tiempo estándar en base al número de páginas del cómic, lleven lo que se lleven “dentro”. Es la forma de hacer que la maquinaria se mueva, supongo. Y cuando aparece un “Pearl Harbor” el dibujante tiene que decidir entre quitar tiempo destinado a otra página o solucionar la viñeta con trucos. Ambas soluciones pueden llevar a resultados… poco satisfactorios.

La escena de “Los profesionales” de la que hablamos David y yo. Se trata de una historia autobiográfica protagonizada por un grupo de dibujantes que trabajan en una agencia durante los años 60 en Barcelona. Perdonad por lo cutre que me ha salido el escaneo (la esquina derecha de la imagen está algo borrosa), pero si aprieto más el tebeo contra el scanner, lo descuajeringo… ¡y eso sí que no!

Muñoz: ¿A qué te refieres con “trucos”? Yo conocí a un dibujante –cuyo nombre voy a obviar…- que trabajaba para DC que era especialista en ahorrarse curro. Por ejemplo, si se trataba de una viñeta con un plano general de un gran salón con una chimenea, colocaba “la cámara” dentro de la chimenea para dibujar lo menos posible.

Lafuente: Ahí cada uno tiene que tomar una decisión. Si va a hacer lo mínimo posible para cubrir expediente y que se entienda la historia, o si va a hacer lo máximo posible para que salga un buen tebeo. Creo que la filosofía de trabajo de tu colega es terrible pero entiendo las razones. Y probablemente él tenga más fines de semana libres que yo. Quizá sea porque llevo relativamente poco tiempo haciendo tebeos full-time que tengo otra consideración hacia ellos. Para escapar del trabajo ya tenía las ilustraciones, me daba mucha menos pasta, pero no pegaba un palo agua comparado con lo que trabajo ahora. Gracias a la posición en la que estoy me puedo olvidar un poco (poco) del dinero y concentrarme en hacer el mejor trabajo que puedo y disfrutar. Paso de tomar atajos a menos que me pongan la pistola en la cabeza. No obstante, sobre trucos… vamos a poner un ejemplo ficticio, siguiendo con lo de Pearl Harbor. Me llega el guión, en la página 2 hay 6 viñetas. Una es la de la batalla y en las otras 5 hay gente explotando, caras asustadas y bla, bla. Tengo un día para dibujar esta página pero creo que para hacer justicia a esa primera viñeta tengo que emplear un día y medio. Solo en esa viñeta, aparte van las otras 5 de caras. Y hay 20 páginas más esperándome. Solución, coger esas horas extra de mi tiempo libre, o si ya lo estoy empleando, de las horas destinadas a las otras páginas, haciendo que luego la calidad se resienta. O puedo resolver esa viñeta en medio día, de una forma más sencilla, sin tantas líneas y documentación. En lugar de los veinte portaaviones, un par de siluetas; en lugar del cazabombardero que sea, un avión con hélice que se parezca un poco; varias columnas de humo colocadas estratégicamente…

Personalmente prefiero hacer lo que haya que hacer. Me cuesta mucho detenerme y forzar la simplificación, pero cuando parece que el guionista tira de un lado y el editor de otro… y el editor es el jefe, no el guionista.

Muñoz: ¿Cuándo tomas la decisión de cambiar algo, lo consultas con alguien? Y si es así, ¿con quién sueles hacerlo? ¿Con el guionista o con el editor?

Lafuente: Al empezar a trabajar con esta editorial lo hacía con ambos y nunca había ningún problema. Cuando ya llevaba un tiempo creo que me gané la confianza y me dijeron que podía hacer los cambios que creyera necesarios. Ahora ya no los suelo consultar, aunque como decía, trato de no complicarle la vida a nadie y seguir el guión siempre.

Muñoz: Tú trabajas ahora para Marvel. ¿Tienes libertad para rediseñar los personajes con los que trabajas? Por Ej. me da la impresión de que tu Spider-Man es muy tuyo.

Lafuente: Hay ciertos autores que pueden acercarse a otros estilos, lo cual es muy útil para disimular transiciones entre un dibujante y otro en series tan largas como las de superhéroes. La verdad es que yo no puedo, soy un dibujante bastante específico. Mi visión de Spider-Man es la única que tengo y no creo que pudiera dibujarlo como otro aunque me lo pidieran. Es cierto que antes de empezar los proyectos me piden unos diseños, mi versión de los personajes, pero siempre soy honesto y hago algo con lo que esté cómodo. Por una razón práctica, si me dan el trabajo voy a tener que seguir esos diseños en la producción del tebeo. Durante unos cuantos años trabajé como ilustrador freelance y humorista gráfico. Lo hacía por dinero, para financiarme el tiempo dedicado a mis cómics, y aceptaba cualquier encargo. En un par de ocasiones (de hecho, dos) me pidieron un cambio de estilo y hubo problemas. “Oye, dibuja como Idigoras”. El cliente no se quedó contento porque lo que recibió no era lo que quería y yo había hecho un trabajo extra de copia/asimila/traduce que no se veía reflejado, realmente, en el trabajo final. Con Marvel, es precisamente este estilo marcado lo que estaban buscando cuando me contrataron. Dibujantes realistas influídos por autores norteamericanos los tienen a patadas, pero no tanto a gente más “rara” como yo. Y también tienen la pasta. Si quieren otro estilo, o un dibujante más “vainilla”, tienen el presupuesto disponible para conseguirlo.

Otra muestra del trabajo de David Lafuente: la portada de "Scarlet", la nueva serie de Brian Bendis.

Muñoz: ¿Cómo es tu método de trabajo? ¿Cuáles son los pasos que sueles dar antes de ponerte a dibujar una página?

Lafuente: Imprimo el guión en papel y mientras voy leyéndolo hago el story-board. La idea es tratar de capturar las primeras imágenes que se me ocurren. Suelen ser las mejores. A veces hago pequeños apuntes de páginas en el propio guión, otras veces hago el boceto o story-board final. Después vienen revisiones constantes. Esta es la fase que más me gusta y en la que más borro y me cabreo. Le dedico medio día al story, nunca un día entero para no perder la cabeza. El otro medio día lo dedico a hacer otra cosa, por ejemplo a buscar algo de documentación, normalmente en Internet o en revistas, libros, etc. El story de un tebeo de 22 páginas suele llevarme una semana más o menos.

Muñoz: ¿Cuánto tiempo suele llevarte dibujar una página? ¿Eres capaz de dibujar un cómic-book todos los meses? ¿Qué horarios sigues? ¿Te da como para tener un poco de tiempo libre?

Lafuente: Depende de la página. Si es compleja como la que te he enviado, puede ser un día y medio o dos, si es algo más sencillo, con un día o menos va bien. Como media, tardo en dibujar un comic-book unas 6 semanas. Trabajamos con bastante adelanto respecto a la salida del tebeo y hay tiempo de reacción si en algún momento alguien en la cadena se retrasa. En cuanto a horarios, a principio del mes me levanto por la mañana como las personas normales pero no rindo demasiado, la mayor parte del trabajo la hago después de comer y hasta la cena. Cuando se acerca la fecha de entrega paso al turno de noche y la jornada se alarga hasta las 4 o las 5 de la mañana, levantándome al mediodía.

Ahora mismo trabajo como dibujante titular en una serie aunque no dibuje todos y cada uno de los números. Esto funciona si yo trabajo mientras otro está haciendo unos números de “descanso”. O sea, no hay descanso. Hay días en los que produzco menos o no produzco nada, y otros en los que funciono genial. Tiempo libre, fuera del estudio, poco. Siempre encuentro un “Pearl Harbor” que intento no trucar. Esto habrá que corregirlo pronto, vaya.

Muñoz: ¿Por qué dibujas en rojo?

Lafuente: Creo que casi todo el mundo sabe lo tradicional: lápiz de carbón, tinta por encima en el mismo papel, se seca y luego se borra, librándose del lápiz de debajo. Pero mi técnica de entintado está basada en rotuladores, que funcionan con una tinta que blanquea al pasar la goma. Esto da mucho trabajo de restauración al escanear las páginas así que hace unos años decidí saltarme ese paso y ya no borro. Empecé utilizando lápiz azul, que se puede eliminar en el ordenador como si fuera la pantalla verde de los efectos especiales del cine, pero me daba otros problemas por tener un tono demasiado oscuro, casi negro. Con el rojo todo va bien aunque voy revisando continuamente la técnica, probando otras cosas.

Muñoz: ¿Normalmente prefieres entintarte a ti mismo?

Lafuente: No lo entiendo de otra manera. Mi dibujo a lápiz es una guía para mis tintas, no para dárselo a otro tipo que no sabe en qué estaba pensando cuando dejé tal o cual detalle sin hacer. La división de tareas del sistema se montó para sacar más provecho del tiempo de los dibujantes y publicar más tebeos, pero ha ido evolucionando de una forma extraña. Los dibujantes han ido haciendo un dibujo lápiz más ajustado y los entintadores acostumbrándose a eso. Yo no se hacer estas cosas (risas). Si tuviera más tiempo también haría el color y la rotulación, la verdad.

Muñoz: ¿Entintas con pluma o pincel o en el ordenador? ¿Las tramas sí que las pones con el ordenador, no?

Lafuente: Utilizo un poco de todo. Mayormente rotuladores de diverso grosor, un Pilot V5, un pincel recargable y también lápiz. Al dibujar a lápiz en rojo puedo “entintar” con lápiz tradicional negro. Sobre tramas, si te refieres a las texturas, son mitad lápiz, mitad pincel de Photoshop. Es un poco confuso de explicar porque dibujo con un arsenal de materiales, pero solo se debe a que funciono desde “la república independiente” de mi estudio. Me interesa el tebeo impreso y trabajar cómodo, no tener originales para hacer una exposición o seguir sistemas de trabajo de hace 60 años. Al editor le llega un archivo .tif con líneas negras. Cómo lo he conseguido y qué he utilizado no les importa mientras esté bien y a tiempo.

Muñoz: Y oye, el número 1 de la nueva etapa de Ultimate Spiderman que ha salido hace poco en España está editado oscurísimo, ¿no?

Lafuente: Ni idea. Vivo en Londres y no he visto nada de esto. La editorial que publica Marvel en España es una empresa que tiene una licencia de distribución, yo no trabajo con ellos y tampoco se han puesto en contacto conmigo. Por si lo dudabas, no me tocan royalties, pero de la edición norteamericana sí. A través de Previews se puede comprar…

EL PROCESO PASO A PASO:

El guión

El boceto

El lápiz

La tinta

La página tal y como apareció publicada en el "Annual" nº 3 de Ultimate Spider-Man, coloreada por John Rauch y rotulada por VC's Cory Petit.

8 comentarios en «A VECES OLVIDO…»

  1. Tiene mérito que le dedique tanto tiempo a un guion de Bendis, en el que normalmente se puede despachar un tercio del tebeo con fotocopias…

  2. Me ha resultado una entrevista muy interesante sobre todo para conocer el método de trabajo de un dibujante. Te felicito David por acercarnos a ese mundo del cómic tan desconocido y denostado por mucha gente “seria”.

  3. Ahhh, bendito David, que conoce el gozo de trabajar con BENDIS! (y, quizá, algún día, el de conocer a ROB!).

    ¡Y también está a favor del Book Depository!

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