Me llamo David Muñoz, soy guionista de cine, televisión y cómics, y a veces olvido…
…que nunca debes ceder opciones gratuitas de tus guiones…
…que con la historia que te “cabe” en un largometraje puedes escribir tres álbumes de cómics al estilo francés…
…que en cuanto escribes la primera versión del guión y se la entregas al director y a los productores, dejas de escribir para ti y empiezas a hacerlo para otros que muchas veces no tienen en la cabeza la misma película que tú…
…que si tu personaje no quiere nada o no intenta conseguir lo que quiere, nadie va a querer terminar de leer tu guión…
…que a veces escribiendo menos acabas diciendo más…
…que Quentin Tarantino es el único guionista del mundo que puede permitirse escribir escenas de 20 páginas…
…que si a un productor le pides 12.000 euros por el guión de un capítulo de televisión al final te va a pagar 9.000 (o menos)…
…que, como Meritxell y Alazne, “la madre y la hija” de la última edición del concurso Pekín Express, los “malos” de la vida real creen ser los héroes de su película, y lo mismo deben creer los malos de la tuya…
…que no se puede juzgar un guión viendo la película o el episodio de televisión en el que ha sido transformado…
…que para sobrevivir como guionista hay que aprender a encajar…
…y muchas otras cosas que conviene tener presentes cuando te quieres dedicar a escribir guiones o ya te estás dedicando a ello.
De todo lo anterior y de mucho más, del qué, del cómo y del porqué, es de lo que espero hablar en esta columna a partir de la próxima semana.
Por supuesto, me reservo el derecho a cambiar de idea y a terminar escribiendo sobre lo que me de la gana. Eso sí, os prometo que intentaré ceñirme al mundo del guión y aledaños. Al fin y al cabo, esta es una página para gentes interesadas en el guión, escrita por guionistas. ¡Perdón, “bloguionistas”!
Aunque a lo mejor no debería prometer algo que no sé si voy a cumplir.
Por lo menos espero no aburriros.
¡Bienvenido sea este blog!
Estaremos atentos a vuestras andanzas. Os enlazo ya mismo.
¡Saludos!
Sin querer, acabo de escribir un post que funciona en la misma línea. Me quedo con “para sobrevivir como guionista hay que aprender a encajar”. Grande Muñoz, sentando cátedra. Gracias :)
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