Este jueves se estrena en el Teatro Marquina de Madrid “Éxito”, la nueva función de teatro del guionista y director Tirso Calero, creador de series diarias como “Servir y proteger” o “Bandolera”. Hemos hablado con él para conocer todos los detalles de este nuevo proyecto.
Estrenas Éxito el 1 de junio en el Teatro Marquina de Madrid. Si no he contado mal, es la sexta obra de teatro que estrenas. ¿Cómo nace este proyecto?
Es la séptima obra que puedo estrenar en Madrid en un plazo de 10 años. Me siento un privilegiado en ese aspecto. El teatro no es mi principal ocupación, pero cuando te pica el veneno del teatro, no puedes quitártelo de encima…
Respecto a la génesis de “Éxito”, fue sencillo. Una productora teatral catalana me llamó porque había visto mi anterior montaje, “Tarántula” y le había gustado. Me preguntaron si tenía algún texto disponible. Casualmente, en esos momentos yo estaba terminando de escribir una comedia, más por amor al arte que otra cosa pues nadie me la había encargado. Les mostré el texto, les gustó y nos pusimos manos a la obra. Con esto quiero decir que los guionistas y autores siempre debemos tener cosas listas para ser producidas.
¿Qué van a encontrar los espectadores en ÉXITO? Háblanos un poco de la historia.
Una comedia que destripa con mala uva los entresijos del mundo del espectáculo. Los protagonistas son una actriz desesperada, un director con mucho ego y un productor sin escrúpulos.
El caso es que tú tienes en estos momentos uno de esos contratos con los que sueñan muchos guionistas: fijo en The Mediapro Studio desarrollando proyectos propios. Intuyo que si te metes en proyectos de teatro independiente no es por el dinero.
Salvo contadísimas excepciones, el teatro no da dinero. En mi caso, además, siempre hago teatro que no es subvencionado. Es teatro comercial, pensado para el gran público, con lo que los ingresos dependen exclusivamente de la taquilla. Es una de las razones por las que siempre me decanto por el género de la comedia. Es el género que más aceptación tiene para el público.
Respecto a lo de mi actual trabajo, es algo nuevo para mí, eso de estar fijo en una productora desarrollando y vendiendo proyectos. Casi siempre he estado vinculado a series y producciones concretas. Eso me ha permitido trabajar con casi todas las principales productoras audiovisuales que hay en nuestro país. La parte negativa de eso es el nivel de ansiedad que puedes llegar a desarrollar. Cada mañana, a las 9, cuando te llegaba la audiencia, sabías si estabas despedido o no… porque, no nos engañemos, cuando una serie va mal de audiencia, el primero siempre en caer es el coordinador de guión.
Creo que un guionista debería poder probar ambas modalidades para comprender mejor cómo es la realidad del sector.
¿Qué puede aprender un guionista de trabajar en el teatro?
En mi caso, yo también soy director de las obras, y eso te permite trabajar con actores, conocerlos mejor, aprender de ellos… Es muy útil a la hora de construir personajes para las series. Un guionista que debute en teatro se dará cuenta del gran respeto que existe en el teatro a la figura del autor. Difícilmente se cambian cosas del texto. O, si se hace, siempre se pide permiso al autor… Eso en el mundo audiovisual es una quimera.
¿Cuál es el camino a seguir para llegar a estrenar teatro en el circuito comercial? ¿Qué consejo le darías a un escritor que quiera ver estrenada una obra suya?
No hay un camino único, pero yo creo que hay tres tipos de teatro: el público subvencionado, con obras clásicas o contemporáneas que hayan sido premiadas en concursos… el comercial privado (que es donde yo me muevo), que depende de encontrar inversores privados y teatros que apuesten por obras comerciales, y el teatro muy independiente, que se mueve en circuitos pequeños, donde la rentabilidad económica es nula.
En mi caso, yo siempre he tenido claro que quería llegar al gran público, como hicieron en su día Neil Simon o Francis Veber, que son mis autores de referencia. Igual yo me decanté por ahí en teatro, porque venía condicionado por la dictadura de las audiencias en mi trabajo en series de tv. Es decir, cuando empiezo a pensar en una obra nueva de teatro, sólo pienso en que guste a la gente. No pienso en “hacer arte” ni nada parecido.
Tu carrera como guionista incluye títulos míticos como Cuéntame, Ana y los 7 o Amar es para siempre. ¿Qué trucos o consejos podrías darle a un principiante para sobrevivir como guionista?
Que se haga fuerte mentalmente. La profesión de guionista es tan apasionante como ingrata. Sólo sobreviven los más fuertes. Es una carrera de fondo. Muchos abandonan por hastío, hartazgo, desengaños… Hay que aguantar. Hay que creer. Si un guionista lo es por vocación, esa llama que tiene en su interior nunca se apagará.
Desde un punto de vista práctico, yo animaría a los guionistas a que prueben todos los géneros, y a que elimine los prejuicios. El buen guionista debe ser capaz de escribir lo que sea.
Tú no fuiste a la ECAM, no estudiaste en EEUU ni hiciste ningún máster de guión. ¿Cómo te formaste? ¿Qué experiencias, qué lecturas fueron determinantes en tu formación?
Yo me licencié en Derecho. Mi primera formación fue un videoclub. No tengo hermanos. Mis padres trabajaban y yo, a los ocho o nueve años, me quedaba en casa solo, viendo una película detrás de otra. Por eso soy fan del “cine de barrio”, las películas de serie B y las coproducciones europeas que copaban los videoclubs de los años 80. Esas tres películas diarias sirvieron para hacer brotar en mí la llama del futuro guionista.
Cuando llegué a Madrid, con un par de cortos debajo del brazo, tuve la suerte de entrar como becario en la productora Europroducciones y lo primero que hicieron fue mandarme al plató de “Gran Prix” para escribir entradillas para Ramón García. Ahí empecé a aprender a escribir. El oficio del guionista es empírico. Se aprende escribiendo.
“Éxito” se representa en el Teatro Marquina de Madrid de jueves a domingo durante todo el mes de junio. Estamos sorteando dos invitaciones dobles en nuestro Twitter y otras dos en Instagram. Puedes participar en el sorteo hasta el lunes 29 incluido. Las invitaciones son para el día del estreno, jueves 1 de junio.
Entrevista de Sergio Barrejón.