Netflix estrenó el pasado 2 de septiembre Tú no eres especial, una comedia adolescente creada por Estíbaliz Burgaleta, quien controla muy bien el género después de haber coordinado la versión española de Skam.
La semana pasada, Ángela Armero se reunió con Burgaleta en la sede de DAMA en Madrid para hablar de Tú no eres especial y preguntarle muchos detalles sobre el origen de la serie y el proceso de escritura de sus guiones.
Burgaleta contó un montón de cosas interesantes. Las podéis descubrir en la entrevista completa, que ya está disponible en nuestro canal de YouTube. Aquí os dejamos tres titulares, tres lecciones de guión que podemos extraer de la nueva serie juvenil de Netflix:
EL SALTO GENERACIONAL SÓLO ES UN PEQUEÑO PASO
Burgaleta ha tratado mucho con adolescentes desde que coordinó Skam. Y ha podido comprobar que, si bien hay un salto generacional, no es tan tremendo como algunos boomers (o algunos gen-z) creen.
Y es que hay montones de cosas comunes a todo adolescente, independientemente de la generación en que crezca: es la época de tu vida en que afrontas tu primer amor y tu primera ruptura; en que defines tu orientación sexual; en que tienes que averiguar quién eres y qué quieres en la vida…
Por otro lado, como dice Burgaleta, “por mucho que digan, ni se drogan tanto ni follan tanto. La gente tímida existe y la gente torpe existe”.
Así que si tienes que escribir sobre una generación lejana a la tuya, no te agobies y busca los elementos universales. Y sobre todo, recuerda Burgaleta, “no juzgues”.
PARA ESCRIBIR BUENOS DIÁLOGOS, HAZ QUE LAS COSAS CUESTEN
“Copiar el vocabulario juvenil es lo más fácil”, asegura Burgaleta. “Tú te vas a tomar un café con adolescentes y en diez minutos está todo el mundo diciendo LOL, me puto flipa, ha pasado mi crush y cosas de estas. En Skam veías a sonidistas de cuarenta y tantos años, así de cuadrados, diciendo holi. Porque eso se pega.”
Pero espolvorear los guiones con jerga actual no es la clave para escribir diálogos naturales, recuerda Burgaleta. Lo importante es “escribir desde el personaje. No obligar a a los personajes a que digan lo que al guionista le conviene”.
En las series, hay muchas veces en que los personajes dicen “te quiero”, “te odio” o “te he puesto los cuernos” con mucha facilidad, porque es lo que el guión necesita para avanzar hacia el siguiente evento dramático. Pero Burgaleta recuerda que “en la vida real, cuesta mucho hacer grandes revelaciones”. Y ése es su truco para que los diálogos suenen naturales: que cueste decir las cosas.
MEZCLA EXPERIENCIA CON SANGRE NUEVA
Para esta serie, Burgaleta ha contado con Alberto Grondona y Sergio Granda, con quienes ya había trabajado en Skam y Las chicas del cable.
La elección estaba muy pensada: dado que empezaron a escribir durante el confinamiento, las reuniones tendrían que ser por vídeo llamada. En esas circunstancias, es arriesgado contratar a gente desconocida. La comunicación necesita ser muy fluida.
Además, Burgaleta tenía claro que “no íbamos a hacer esta serie un montón de cuarentones”. La presencia de Granda, mucho más joven y dotado de un gran sentido del humor, garantizaba aire fresco y una mirada generacional distinta.
Por contra, la amplia experiencia de Grondona le aportaba la estabilidad necesaria en los (inevitables) momentos en que una trama o un capítulo se viene abajo por imponderables y hay que reescribir y reestructurar a contrarreloj para que todo cuadre.
La receta para una buena sala de guión está clara: mezcla experiencia con sangre nueva.
Sólo son tres perlas en una conversación llena de información interesante para guionistas. No te pierdas el resto de la entrevista en nuestro canal de YouTube.
Y no olvides suscribirte al canal: muy pronto habrá más entrevistas con guionistas. La próxima, con Natxo López para hablar del estreno de Objetos, su nuevo largometraje, que la semana que viene llega a los cines de toda España.
Sergio Barrejón.