LOS GUIONISTAS QUE LE VENDIERON SU TFM DE LA ECAM A UN PRODUCTOR

En julio de 2021 se anunció que Viacom y Weekend Studio desarrollarían el proyecto de serie “Los descartados”, de Ricardo Jornet y Guille Arribas, dos alumnos del máster de guión de series de la ECAM.

Me he querido sentar con Ricardo y Guille a comentar cómo consiguieron entrar en la industria antes casi de terminar el máster.

Teaser poster de la serie Los descartados, de Ricardo Jornet y Guille Arribas

Tengo entendido que “Los descartados” era vuestro TFM del Máster en guión de series de la ECAM.  Contadme cómo se gestó el proyecto y cómo lo lleváis desde las aulas de la ECAM hasta firmar un contrato con un estudio internacional.

RICARDO: Dicho así, impresiona un poco. American Dream. Pero yo siempre pienso que en realidad todo esto bueno que nos ha pasado nunca habría ocurrido de no ser por haber atravesado un montón de fracasos antes.

GUILLE: Totalmente, esta es una profesión de fracasos. Casi todo lo que escribes está condenado a fracasar. En el sentido de que nunca va a producirse o ni siquiera va a suscitar el interés de alguien.

Creo que es bueno tener presente que esto ha sido y va a seguir siendo así. Lo que nos ha pasado es como aquel audio que se hizo viral donde el narrador de un partido de fútbol cantaba como un loco un gol de Perú durante veinte segundos y al final decía: Perú, uno, Alemania, OCHO. Meter un gol en ese partido es algo increíble.

Y además hay que tener suerte, claro. Y por ejemplo yo la tuve al conocer a Ricardo, que además de ser un gran amigo, es quien prendió la primera llama de todo esto.

RICARDO: En 2020, cuando empezamos el máster, yo llevaba algunos años trabajando como copy, en ese limbo de inseguridades en el que nos encontramos muchos guionistas al principio de nuestras carreras.

Y es que, cuando empiezas a escribir, tienes que aprender a enfrentarte al rechazo. Nadie te paga por ello todavía, crees que nunca lo conseguirás… y, claro, tus primeros guiones son bastante reguleros. Muchas ideas acaban descartadas, y con ellas, un montón de personajes. Algunos de ellos se convierten casi en tu familia secreta, porque conviven contigo pero nunca has llegado a presentárselos a nadie.

Ese fenómeno, esa sensación, me interesaba, y a la hora de proponer la premisa para nuestro TFM, me sirvió de inspiración: ¿cómo se sentirían todos esos personajes que había creado en mi proceso de aprendizaje, pero que nunca verían la luz? ¿Qué pasaría si de repente se hiciesen reales? ¿Cómo llevarían esa sensación de fracaso, de ser personajes descartados?

Solo era una premisa, claro, pero con Guille pronto empezamos a darle forma y a buscar la verdad emocional tras el high concept.

GUILLE: Al principio hubo un poco de miedo por parte de algunos profesores del máster, que con bastante razón sentían que nos estábamos metiendo en un berenjenal.

Escribir una comedia de aventuras, con referentes tan poco comunes en nuestra industria como Men in Black o ciertas series de animación, pillarle bien el tono… Vamos, sentían que nuestra ambición podía conducirnos al fracaso, así que tuvimos que ponernos las pilas desde el principio

RICARDO: Lo que creo que nos ha permitido ir superando distintas pantallas, y lograr primero un TFM interesante y luego conseguir venderlo, es que más allá de la premisa llamativa, ambos hemos estado muy alineados desde el principio sobre qué es lo que queremos contar con la serie. Con su corazón.

Más allá de las aventuras y la fantasía, “Los Descartados” es una historia sobre un grupo de inadaptados que han sido expulsados de sus mundos ideales, y que ahora tienen que juntarse y convertirse en una segunda familia. Es una historia sobre la importancia de la amistad a la hora de sobrevivir en un mundo muchas veces anodino, decepcionante, injusto, como es el nuestro.

Y hay también un componente generacional: como nuestros personajes, tal vez nosotros también crecimos en un entorno en el que todo parecía posible, y luego nos dimos de frente con la dura realidad.

GUILLE: No lo podría decir mejor. El caso es que el trabajo con David Muñoz, nuestro tutor, aunque duro, fue muy bien, y nosotros íbamos estando cada vez más contentos, porque sentíamos que dentro de esa ambición y de nuestras limitaciones estábamos encontrando cosas muy interesantes. Habíamos conseguido sostener esa premisa alocada a nivel de desarrollo, y eso nos motivaba mucho.

Al final, David debió ver algo en nuestra manera de trabajar, y habló con Weekend Studio, que estaba buscando un proyecto del estilo del nuestro. Hicimos un pitch ante ellos que fue bien, y nada más acabar el máster firmamos un primer contrato para desarrollar una nueva versión del dossier.

RICARDO: Eso es, el dossier gustó y unos meses después entró Viacom al co-desarrollo. Junto a ellos y Weekend nos pusimos ya con un piloto, escrito desde cero pero conservando muchos elementos del que habíamos escrito para el máster.

Y contamos con la ayuda inestimable de David Serrano, del cual aprendimos muchísimo y nos dio mucha confianza. El trabajo con Weekend y Viacom ha sido maravilloso, nos han respetado muchísimo a pesar de estar prácticamente empezando, y eso lo valoraremos siempre.

GUILLE: Así contado parece fácil y sobre todo rápido, pero la verdad es que han sido dos años de muchas páginas escritas y reescritas, reuniones, notas…

Y esperas, siempre las malditas esperas. Qué nervios. Pero sí, es lo que dice Ricardo, el trabajo con Weekend y Viacom, con Jorge (Iglesias) y los dos Tomás (Cimadevilla y Silberman) ha sido genial. También con Paula Jiménez, que nos coordinó en una de las primeras fases del proyecto.

Y por supuesto la participación de David Serrano, fundamental para nosotros. La confianza que nos dio es algo impagable y que nunca olvidaremos.

Los guionistas Guille Arribas y Ricardo Jornet

Los guionistas Guille Arribas y Ricardo Jornet

Ambos os habéis graduado en Comunicación Audiovisual antes de recalar en la ECAM. ¿Qué diferencias percibís entre la enseñanza universitaria y la de la ECAM?

GUILLE: En mi caso, mi primera experiencia en la ECAM, allá por 2004, cuando fui admitido en la diplomatura de dirección, me pilló cursando segundo de carrera. Me moría por entrar en la escuela de cine y el milagro ocurrió.

Aunque en aquel momento no lo percibía así, yo era un veinteañero con las ideas mucho menos claras de lo que veo que ahora las tiene Ricardo, casi con la misma edad, de cara a ser guionista. Al entrar en la ECAM, dudaba entre la especialidad de guion y la de dirección y, como diría el anciano caballero del templo del grial: elegí mal.

RICARDO: Pues fíjate que yo cometí el mismo “error”. Estudié Comunicación Audiovisual en la Universitat Pompeu Fabra, en Barcelona, y también escogí dirección en vez de guion.

De hecho, para mí empezar el máster en la ECAM fue un intento de resarcirme, de centrarme en estudiar específicamente guion de ficción televisiva, algo que en la carrera había tocado pero que había tenido que dejar de lado para meterme más en la dirección.

GUILLE: Anda, no sabía lo de dirección. Pues también coincidimos en eso. A mí, después de terminar en la ECAM, me costó muchos años darme cuenta de que, de todos los aspectos de la creación audiovisual, la que más me gusta, la que más me hace crecer cuanto más la ejerzo y por tanto la que más opciones me da de trabajar de ello, es la escritura de guiones.

Hay aspectos de la dirección que me encantan. Pero otros me han comido demasiada energía. Especialmente en proyectos semiprofesionales, muy precarios. En esos cargas con una responsabilidad muy chunga porque la gente curra muy duro por casi nada o directamente nada. Ojalá algún día pueda volver a dirigir a un equipo pagado como merece.

Pero la verdad es que ahora estoy feliz sintiéndome guionista, y es en este oficio donde pongo todo mi esfuerzo por aprender y seguir creciendo. Todo esto, que es quizá el aprendizaje más importante que he tenido, nunca lo hubiera ni imaginado estudiando solo Comunicación Audiovisual.

Fue en la ECAM donde empecé a entender cómo funcionan las cosas de verdad y cómo funciono yo. Tardé bastante en comprenderlo lo suficiente porque soy lento, pero avanzo como la tortuga del cuento. Sin mi primer paso por la ECAM creo que nunca lo habría hecho.

RICARDO: Esa duda entre escribir o dirigir es súper común, creo, cuando empiezas a plantearte dedicarte a esto, y para mí el grado en la Pompeu fue un tiempo de experimentación. De probar si me gustaba más una cosa o la otra.

Acabé decantándome por la dirección, pero el estrés del rodaje me hizo ver que tal vez lo que me gustaba en realidad es estar encerrado tranquilamente, con mi gato, y escribir.

Así que cuando me enteré de que la ECAM iba a lanzar un nuevo Máster de Guion de Series de Ficción, aunque fuese en otra ciudad (yo vivía en Barcelona), me lancé un poco a la aventura.

GUILLE: Sí, tener a mis gatos en el cogote mientras trabajo también es un plus para mí, jajaja.     Yo ya llevaba un tiempo dedicado solo al guion cuando en 2019 se creó el máster. Tardé un día en apuntarme a las pruebas de ingreso desde que se anunció. Era perfecto para mí, y por suerte me dio todo lo que podía pedir de él.

Además de lo mucho que aprendí, me hizo sentirme 100% guionista y entre guionistas: compañeros y profesores. Muchos de ellos, como la coordinadora del máster, Ángela Armero, o Estíbaliz Burgaleta, fueron alumnas de la diplomatura de guion de la ECAM: la que yo descarté para hacer dirección. Así que en ese sentido, fue un poco como una segunda oportunidad.

Creo que desde hace unos años, la ECAM tiene un curso completo de diplomatura, común para todas las especialidades, que les permite a los alumnos elegir mejor por qué rama seguir a partir del segundo curso. Me parece una idea estupenda.

RICARDO: En mi caso, creo que la clave que diferencia a la ECAM de mis estudios previos es la especialización. No puedo hablar por la diplomatura, porque no la he cursado, pero en el caso del máster es evidente. Te obliga a trabajar de forma mucho más específica y práctica, profundizando mucho en la parcela del guion televisivo, y sobre todo dándote mucho espacio (meses de tutorías) para desarrollar tu proyecto. Eso es un lujo, y es difícil encontrarlo en un grado en Comunicación Audiovisual.

Me habéis dicho que en el máster de la ECAM fuisteis tutorizados por David Muñoz. ¿Cómo fue el proceso? ¿En qué medida ha sido su tutoría determinante para la andadura posterior del proyecto?

RICARDO: Sencillamente, sin David no estaríamos ahora aquí. Primero, a un nivel más práctico, porque fue él quien nos puso en contacto con Weekend Studio, algo que jamás podremos agradecerle lo suficiente. Haber establecido ese vínculo con un profesional como David ha sido clave a la hora de entrar en la industria.

Y a un nivel más de trabajo, durante las tutorías, David nos obligó a ser muy autoexigentes. Es indudablemente un tutor duro, que busca siempre cualquier resquicio por el que pueda colarse una duda o una incongruencia, pero es que sin toda esa exigencia nunca habríamos logrado escribir un piloto como el que escribimos.

GUILLE: Es verdad, David aprieta. Como dice ––con mucha gracia–– David López en su cómic “El método Muñoz”, incluido en el manual de guion de cómic “Escribir con viñetas, pensar en bocadillos”, a veces da la sensación de que David se inventa conceptos y problemas solo para que te esfuerces más.

Creo que en el cómic, el personaje de Muñoz le dice a su tutorizado, López, algo así como que no funcionan los sofoldros de su historia. Me parece genial. Creo que Ricardo y yo tuvimos que mejorar nuestros sofoldros unas cuantas veces, jajaja. ¡Pero funcionó!

Sofoldros aparte, David es un estudioso casi obsesivo de los mecanismos de las historias y eso se nota mucho en su forma de tutorizar un proyecto. Su exigencia creo que ha sido determinante para que las notas que hemos recibido durante el desarrollo de “Los descartados” y otros proyectos profesionales, a veces nos parecieran pan comido, jajaja.

Fuera de broma, aprendimos mucho con él. A mí me encantaría volver a tenerle de tutor en un proyecto.

El guionista David Muñoz en la Feria del libro de Madrid

David Muñoz

Además del grado de Comunicación Audiovisual y el Máster de guion de series, tenéis experiencia participando en laboratorios de guión. Habéis estado en MadridCreaLab, VLC Pitch Forum, DAMA Ayuda y CineQuaNonLab. ¿En qué medida os han resultado útiles? Tanto en vuestra formación personal como de cara a vender proyectos.

GUILLE: Yo creo que este tipo de iniciativas son una maravilla para un guionista por muchos motivos. Primero, te obligan a escribir con deadline, algo que creo que es esencial. Me refiero a cuando te presentas a una convocatoria, no solo a cuando te seleccionan.

En ese sentido, las convocatorias de guion también te entrenan para el rechazo, que es lo que ocurre la inmensa mayoría de las veces que te presentas.

Cuando te seleccionan ya es la bomba. Es como un cohete de ilusión y confianza que viene de maravilla para llevar un proyecto a un estado de desarrollo avanzado.

Pero además, en el caso de los laboratorios intensivos, es una oportunidad de compartir junto a otros compañeros guionistas unos días de aprendizaje únicos. Compartes miedos, frustraciones, y los afrontas mucho mejor gracias al grupo.

Los organizadores suelen ser guionistas, como en el caso de Gabi Ochoa en el VLC Pitch Forum, o Jesús Pimentel en el CineQuaNonLab. Eso se nota mucho en el trato y en la selección de contenidos y objetivos para los días de laboratorio.

Si el programa cuenta además con una tutoría personalizada, y esa tutora es la maravillosa Helena Medina, el éxito está garantizado.

Ese éxito no tiene por qué ser la venta del proyecto, claro. De hecho, otra vez, esto ocurre solo en unas pocas ocasiones. El éxito es sacarle todo el jugo posible a tu idea, a tu guion, y a saber cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles y cómo explotarlos ya sea en un pitch o en el mismo guion.

En el caso de los pitch, además entrenas el miedo escénico o a hablar en público. Pero, al menos en mi caso, aunque al final siempre lo saco adelante, ese miedo creo que es algo incurable.

RICARDO: A pesar de que, en el pitch de final de máster, el que se olvidó varias veces de la presentación que habíamos preparado fui yo…

GUILLE: Jajaja, qué va. Nos quedó muy bien.

RICARDO: Pero ahora fuera de bromas, lo cierto es que, en mi caso, que he sido seleccionado este año junto a mi compañera Sofía Robledo en DAMA Ayuda Series con nuestro proyecto “Caza Mayor”, la experiencia no podría ser mejor. Nos ha tutorizado Sonia Pastor, otra verdadera obsesa de los detalles y una de las mejores profesoras que he tenido en toda mi vida.

No solo por su conocimiento del funcionamiento interno de una historia, que es apabullante, sino sobre todo por el trato. Programas como DAMA Ayuda permiten un trabajo reposado, de larga duración, entre tutor y tutorizados, y creo que eso ayuda a que todo fluya, a que no haya que ir con prisas.

Cada historia tiene su forma concreta, sus necesidades específicas, y eso solo se descubre tras horas y horas de trabajo. Con Sonia nos hemos tropezado muchas veces, hemos llegado a callejones sin salida, ¡si hasta hemos reescrito el piloto desde cero a mitad del proceso!, pero ella, como tutora, nunca ha olvidado las palabras de ánimo y la voluntad de motivarnos.

Eso para mí es esencial: el mundo del guion es duro, está claro, sobre todo cuando estás empezando, pero nunca he creído en el método MasterChef, en la agresividad por parte del profesor. Que sea honesto y crítico es imprescindible para aprender, pero sin olvidar nunca la empatía.

GUILLE: Totalmente de acuerdo.

Algunos ex alumnos de la ECAM nos han hablado de los lazos que allí se crean. ¿Habéis percibido, como alumnos del máster, esa sensación de “comunidad”? ¿Seguís en contacto con compañeros y/o profesores?

GUILLE: Como mi relación con la ECAM se remonta a mucho antes de cursar el máster, me es difícil separar mi percepción de todos estos años de la específica como alumno del máster. Para mí, la sensación de comunidad es clara.

Más allá de la amistad que puedas hacer con algunos compañeros, profesores, o trabajadores de la ECAM, el ser alumno de la escuela siempre está ahí cuando coincides en otros proyectos o incluso cuando tienes que buscar o te preguntan si conoces gente para algún proyecto.

Me refiero no solo a antiguos compañeros, sino a compañeros de compañeros que se ponen en contacto unos con otros. De entrada te encuentras con una especie de llave maestra, con una confianza que de otra manera es más complicada tener de primeras.

A mí, además, la ECAM siempre me ha ayudado con mis proyectos. Por ejemplo con la distribución de cortos. O con la ayuda a la producción y postproducción de proyectos con participación de alumnos y alumni de la escuela. Me refiero al programa OPEN ECAM, que también solicité, en este caso para el largometraje “Los Secundarios”, del que soy coproductor.

Y por supuesto, tener la oportunidad de mantener el contacto con profesoras guionistas de la talla de Ángela Armero, que además es más maja que nada, pues es un lujo, la verdad.

RICARDO: Ángela no solo es una excelente coordinadora y profesora, sino que también se implica activamente en echar un cable a los alumnos una vez ha finalizado el máster.

Eso es algo que creo que forma parte del ADN ECAM, esa conexión con la industria; yo, de hecho, no estaría ahora trabajando en Bambú de no ser por el máster. ¡Y no olvidemos que Jorge Iglesias, nuestro productor en Weekend Studio, también vino a darnos clase mucho antes de que ni siquiera supiese que nuestro proyecto existía!

Si lo piensas, la cantidad de contactos de por vida que te permite hacer la ECAM, si aprovechas bien tu paso por la escuela, es extraordinaria.

Además, hacer piña con otras compañeras y compañeros, más allá de por un tema de contactos, ayuda a encontrar otros referentes, de gente que está en una situación similar a la tuya, con la que sabes que vas a encajar (o vas a tener discusiones infinitas pero apasionantes) porque os interesan cosas parecidas.

Nuestra promoción fue la primera, pasamos además una pandemia juntos. Y creo que eso, aunque luego nos veamos en mayor o menor medida, ya nos unió para siempre.

Es cierto, vuestra promoción del máster de guión coincidió de lleno con el confinamiento. ¿Cómo vivisteis el proceso de cursar el máster encerrados en casa?

RICARDO: En cuanto a las clases, obviamente hubo un poco de caos al principio, porque nos enfrentábamos a una situación absolutamente inesperada. Pero pronto volvieron a reanudarse normalmente, aunque fuese a través de Zoom, y pudimos cursar el resto del máster sin problemas (¡y además en pijama!).

En cuanto al proyecto, la verdad es que, aunque suene un poco frío, el confinamiento supuso una bendición para nosotros. Básicamente, creó las condiciones perfectas para la escritura: no podíamos salir de casa, no teníamos obligaciones sociales… Nos ayudó a escribir a tope, y además creó la forma en la que luego hemos seguido trabajando.

GUILLE: Así fue. Ricardo es más de quedar que yo, y al principio le preocupaba mucho que no pudiéramos pasar horas encerrados juntos en una habitación o en un VIPS. Evidentemente, en cuanto fue posible, nos juntamos todo lo que fue necesario. Pero el confinamiento nos ayudó a encontrar la forma exacta en la que mejor nos entendemos. Esto es: escribiendo mucho y reescribiendo sin ningún remilgo a partir de lo que escribe el otro.

Sabemos que esta fórmula no siempre sale bien, pero en nuestro caso hemos tenido la suerte de que nos funciona de maravilla. Tenemos una forma de escribir bastante parecida y además no nos ponemos al lío hasta que no sentimos que vemos el proyecto o la escena o lo que sea, de la misma forma, cosa que ocurre siempre bastante rápido.

Rara vez hemos llegado al típico nudo que parece que no hay forma de deshacer sin asesinar al otro ––haciendo que parezca un accidente, claro––. En esos casos o siempre que nos encontrábamos en algún callejón sin salida, una quedada o, durante el confinamiento, una video llamada relajada, enseguida nos volvía a poner en la buena senda. Somos unos suertudos en eso la verdad, y el confinamiento nos ayudó a descubrirlo.

La escuela de cine de Madrid ECAM

Sede de la ECAM en la Ciudad de la Imagen (Madrid)

¿Qué proyectos tenéis en el futuro inmediato? ¿Veremos “Los descartados” pronto?

RICARDO: Por mi parte, recientemente hemos acabado el proceso de tutorías de DAMA Ayuda y vamos a seguir trabajando en pulir “Caza Mayor” y salir ahí afuera a buscar alguna productora a la que le interese.

Aparte, por supuesto, de seguir currando en el departamento de desarrollo de Bambú, en el que cada día es una aventura y que merecería una entrevista aparte…

GUILLE: Yo ahora mismo estoy en Noruega, llenando un poco la hucha con el trabajo que tengo aquí durante la temporada turística en una tienda de regalos. Es la cara B del guionista, tan importante como la A hasta que se consigue enlazar trabajos dentro del sector. Eso también merece otra entrevista, jajaja.

En cualquier caso, aquí y siempre sigo escribiendo todo lo que puedo. Ahí estoy con mi guión de largo El Club del Fraude, una comedia con el ajedrez de trasfondo, y mi serie Béter, otra comedia, esta vez sobre un humorista en horas muy bajas.

Y por supuesto creando y desarrollando nuevas ideas para presentarme a todas las convocatorias que puedo. Como decía antes, son el acicate perfecto para seguir en la pelea y encontrar nuevos contactos y oportunidades de seguir aprendiendo.

Y eso, que estoy disponible para lo que necesitéis, amigos productores y cualquiera que necesite un guionista apañao :)

RICARDO: Sobre “Los descartados”, seguimos trabajando junto a Weekend Studio y Viacom para que la serie salga adelante. Existe esa frase manida: “esto es una carrera de fondo”. Lo es, totalmente. Nosotros llevamos dos años corriendo. Y nunca sabes si realmente llegarás a la meta, o siquiera si esa meta existe. Pero lo importante es que las vistas, de momento, han sido maravillosas.

GUILLE: Sí, pero la serie va a salir, ya veréis. Me lo ha dicho la bruja Lola y además el proyecto lo merece. Yo creo que a la gente le encantaría, o al menos a mucha gente, a la buena, jajaja. La verdad es que los productores nos siguen transmitiendo mucha confianza en el proyecto. Ojalá pronto podamos dar buenas noticias


Entrevista de Sergio Barrejón