Tras escribir en series como Sky Rojo, Estoy Vivo o Mentiras, no es de extrañar que Marina Velázquez se encuentre entre las seleccionadas de este año en los Pitch Clips del Conecta Fiction. Ha desarrollado la serie QING$_Z junto con Matías García (El Púgil, Umbra Dei) y Alejandro Lizaur (Cybersalles y Pasajeros). Marina nos abre las puertas para explicarnos cómo es escribir una serie sobre trap y cómo ha evolucionado el proyecto.
Cuando abrimos el dossier de QING$_Z, ¿qué podemos leer bajo el apartado de sinopsis?
QING$_Z es una serie que gira en torno a dos ejes: la Generación Z y la música trap. Los protagonistas son CHINA, GORDO y SAMIR, chavales de un barrio humilde de Madrid que forman el grupo de trap QING$_Z. Como muchos artistas jóvenes, la banda encuentra en la cultura trap una vía de escape a un futuro incierto. Con ella sueñan poder llevar la vida de sus ídolos: vestir de Gucci, desayunar Moët & Chandon con un canuto en la mano y revolucionar la escena cultural.
Por el camino se encuentran con Laura, una conocida y autodestructiva mánager de grupos de los 90 que ha tocado fondo y que, aunque no sepa nada de esta nueva corriente musical, tiene mucha calle, demasiada. Gracias a ella, QING$_Z consigue llegar a lo más alto de las listas, empalmando entrevistas, giras, fiestas exclusivas… Hasta posicionarse como uno de los grupos de música trap más importantes del panorama nacional.
Pero el ansiado éxito no acaba de solucionar los problemas de siempre, además de despertar muchos otros: tensiones entre los tres amigos, egos, rivalidad sobre el liderazgo del grupo… Hasta poner en riesgo lo más preciado que tienen, su amistad.
Las historias de músicos luchando por el estrellato se encuentran fuertemente codificadas. Los espectadores partimos con unas expectativas debido al bagaje cultural que tenemos. Podríamos hablar de problemas internos en el grupo, duelos con otros músicos, etc. ¿Cómo enfocaste el conflicto en la serie? Y más teniendo en cuenta que en el trap es habitual tener beefs con otros artistas.
A nivel narrativo y emocional, vimos necesario partir de una base como la amistad entre los protagonistas. Aunque la serie trate sobre la Generación Z y cultura trap, nos parecía imprescindible crear una encrucijada: su profesión como artistas y la amistad entre ellos, además de los conflictos personales de cada uno. Esto nos proporcionaba tramas más interesantes en las que los personajes tuviesen que elegir finalmente entre una cosa u otra, el éxito o la amistad, porque sobrellevar las dos terminaba por ser una tarea ardua. Luego están los duelos con otros músicos.
Como bien dices, en el trap, que bebe del rap, son habituales los beefs entre artistas (enfrentamientos verbales entre raperos para demostrar quién es mejor). Los egos y rivalidades, que en las profesiones artísticas suelen ser más frecuentes, ayudan de alguna forma a que los personajes luchen con más ahínco por sus objetivos, dan carácter y fuerza a sus motivaciones. Pensamos en artistas reales que hicieran este papel de antagonistas, que despertaran rivalidad. Pimp Flaco, por ejemplo. Nos funciona pensar en alguien real para que el espectador se sienta lo más cercano posible a la historia, que se vea reflejado. T
ambién, el conflicto entre el artista y la industria musical es fundamental en una serie como esta. Existen muchos cantantes que critican estos contratos con multinacionales por engordar el sistema capitalista en el que vivimos (defienden el espíritu DIY “hazlo tú mismo”, que creció lejos de los grandes sellos discográficos y los medios periodísticos). Otros los defienden: es imposible luchar contra alguien más grande que tú, sobre todo si pretendes llegar lejos en la música. Vimos que había un debate interesante, así que lo incorporamos también en las tramas.
La industria se convierte en cierta forma en antagonista para nuestros protas: os llevamos al éxito, pero bajo unas condiciones. Y estas condiciones repercuten inevitablemente en la amistad entre los personajes, en sus valores morales. De nuevo, les sometemos a una encrucijada.
Por último, reflejamos además conflictos de la vida real que nos parecen muy importantes ya no sólo a nivel dramático, sino por su carácter social, actual y urgente: la identidad de género, el machismo, el feminismo, las relaciones amorosas, el capitalismo, las nuevas tecnologías…
Son temas que están hoy día entre nosotros y que gracias a la ficción, los autores tenemos la oportunidad de mostrarlos de forma más cercana, que la gente sepa lo que preocupa ahora, lo importante que es darle la bienvenida a lo nuevo. Creemos que todavía existe mucho tabú en la ficción española en relación con estos temas más conflictivos, por llamarlos de alguna manera.
¿Cuáles crees que son los puntos fuertes del proyecto?
Nos han preguntado esto varias veces, qué es lo que diferencia QING$_Z del resto de series juveniles. Siempre respondemos que la música. Sabemos que se están cocinando proyectos parecidos sobre chavales y trap en equipos internos de desarrollo, que todo el mundo ha visto el pase de gol y quiere hacer su propia serie sobre trap.
Pues bien, QING$_Z es diferente porque la música es protagonista, porque contamos además con el apoyo de artistas reconocidos. Si hablamos de la Generación Z es inevitable hacerle un hueco a la cultura trap (la forma de vestir, de relacionarse, de labrarse un futuro, ganar dinero…). Y si hablamos de la cultura trap, no podemos no poner el foco en la música que la define. Queremos que en QING$_Z se hable sobre música (de la de ahora y de la de antes), y que el espectador se sienta reflejado en esa conversación. Yung Beef, La Zowi, Cecilio G, Bad Gyal, Somadamantina, Mueveloreina.
En QING$_Z son importantísimos los cameos de artistas. Nuestros propios personajes tienen que reaccionar al ver a sus ídolos, incluso que éstos tengan un peso dentro de las tramas. Creemos que esto acerca la serie a la realidad, además de potenciar el vínculo entre espectador y personajes. Además, el hecho de poder contar con Sara Socas como protagonista (en el papel de “China”), hace que la serie adquiera mayor peso. Es genial que le haya gustado el proyecto. Es una jefa.
Otro punto importante es el estilo sucio y naturalista. Para nosotros era muy importante que la serie tuviera verdad, que reflejara la vida real de estos jóvenes. Queremos tratar ciertos temas sin tapujos, como se puede ver por ejemplo en la serie de “Euphoria”. Y queremos que este aspecto transcienda también a lo visual, con un estilo directo de cámara en mano.
Nuestra motivación es atraer a la gente joven a la pantalla, que se vean reflejados, que sepan que nos interesa lo que dicen, que estamos con ellos, que nos parece necesaria la ruptura cultual que su generación abandera. Si no, estaríamos haciendo una serie juvenil más. Y no queremos eso.
¿Cuál ha sido el mayor desafío a la hora de plantear la serie?
Claramente el ritmo. Hablamos del éxito, hubo mucho debate sobre cuándo se hacían famosos los protagonistas, en qué capítulo. QING$_Z es una serie pensada para 8 capítulos de 40 minutos cada uno (aunque estamos abiertos a cualquier cambio, siempre a favor del producto final). Nos preguntábamos: ¿Cuándo firman con una multinacional? ¿Cuándo dan ese concierto que les lance al estrellato? ¿Y la fiesta vip en limusina? ¿Cuándo se dan cuenta de que no están donde realmente querían estar?
Como guionistas de televisión, a la hora de desarrollar el mapa de tramas es muy importante no sólo pensar en la propia narración y los personajes, sino en el espectador. Qué quiere, cuándo lo quiere y cómo lo quiere ver. Nuestro público es joven y los jóvenes viven a 200 por hora. Pues nuestra serie tiene que ir a 300.
La serie la escribís Matías García, Alejandro Lizaur y tú. ¿Cómo habéis distribuido el proceso de escritura? ¿Alguno se ha especializado más en un área en concreto o las aportaciones han sido similares?
La serie nace a principios de 2018. Como guionista me gusta más crear desde el personaje que desde la trama, por eso las historias de gente joven me resultan más atractivas. Tienen conflictos psicológicos que me interesan mucho. Además, desde que empecé a profundizar en el fenómeno del trap, siento como una necesidad de plasmar esta ruptura cultural en mis obras.
Como he dicho antes, la música trap engloba una forma de sentir, de vivir, no sólo es un estilo musical que ha vuelto locos a los chavales (que también). A mí me interesa saber por qué les ha vuelto locos. Antes se decía del punk que eran cuatro acordes mal tocados (The Stooges, sin ir más lejos), lo mismo pasa ahora con el trap. Temas como el éxito, el fracaso, el abismo generacional y el feminismo impregnan esta nueva ola que debería ser de estudio para todo el mundo.
Esbocé una primera sinopsis sobre lo que podía ser QING$_Z y se lo presenté a Alex y a Matías. Les gustó y decidimos empezar a construir a fondo los personajes, las tramas y el mundo que habitaban. Todos íbamos a una: yo escribía una primera versión del personaje de China, Matías y Alex la mejoraban, y viceversa. Lo mismo con una trama determinada, la memoria de intenciones, el tratamiento…
Nos hemos reunido mucho, hemos hablado mucho sobre trap (seguimos haciéndolo), nos hemos enseñado videoclips y escuchado canciones. Así durante casi dos años, por amor al arte. Respecto al guión piloto, como ya habíamos definido el tono y ritmo que queríamos, nos dividimos por partes la escritura. Luego lo leímos juntos varias veces y reescribimos para darle más unidad. La verdad es que somos un equipazo, además de buenos amigos.
¿Has tomado alguna decisión complicada que a día de hoy no tengas del todo claro si fue lo correcto? ¿Por qué?
La primera decisión más complicada fue pensar en quiénes eran los protagonistas, los que conformaban la banda de QING$_Z: chicos o chicas. En un primer momento (mal por nuestra parte), pensamos que si eran tres tíos la serie se acercaba más a la realidad, vendería más (ejemplos de grupos masculinos como PXXR GVNG, $UICIDEBOY$, Migos, Los Santos, etc…). Hay muchos.
En cambio, bandas de trap formadas exclusivamente por tías hay poquísimas. Suelen ser más artistas en solitario. Presentamos la serie con el nombre de KING$_Z, tres amigos de barrio. Pero poco a poco nos dimos cuenta de que echábamos de menos una figura femenina en la banda, que precisamente porque hay pocos grupos de música encabezadas por mujeres, era un punto a favor para tirar por esta vía.
Tenemos el personaje de Laura, la mánager de grupos de los 90 que amamos profundamente (pensamos en Nathalie Poza), pero sentíamos que la banda necesitaba algo rompedor. Así que cambiamos a Chino por China y reestructuramos la serie en base a este cambio, cómo sería la historia protagonizada ahora por una mujer. También, la rivalidad entre los integrantes nos aportaba más matices, conflictos más interesantes (no es lo mismo la rivalidad entre dos chicos, que entre una chica y un chico).
Otro cambio importante respecto a esta reestructuración narrativa fue convertir al tercer integrante de la banda en un chico que da los primeros pasos en su transición a chica transgénero. Creemos que es un conflicto que no se ha tratado como se merece y que es igual de importante o más que otros. La segunda decisión fue el tono. ¿Comedia, drama…? Queríamos un The Entourage pero también un Euphoria. Diálogos frescos y divertidos, pero también con mensaje, críticos, con un peso dramático. Realmente fue lo más difícil, estuvimos muchos meses hablando sobre qué era mejor, cómo veía cada uno la serie, el tono.
Llegamos a un punto intermedio: en Bojack Horseman, por ejemplo, tratan temas como las adicciones, crisis existenciales y el (no) éxito desde la comedia, pero siempre con un poso dramático que te deja por los suelos (personalmente la última temporada me pareció tremendamente trágica). Pues en QING$_Z queríamos algo así: maquillar de alguna forma el drama de estos tres amigos de barrio, con un estilo fresco, descarado y divertido.
¿Cómo has estructurado el dossier de QING$_Z? Por si fuera posible que nos hicieras un índice de contenidos.
Portada, logline, ficha técnica, sinopsis corta, sinopsis larga, personajes, localizaciones, estilo, intenciones y una pequeña bio de cada uno de nosotros tres. Y muchas fotos. El dossier es súper visual, hay fotos en cada una de las páginas. Tenía que ser así. 18 páginas con fotos llenas de color y rollazo.
Contáis con el interés de Sara Socas para protagonizar la serie. ¿Cómo ha afectado al desarrollo de la serie? Tanto en la escritura del personaje, el enfoque musical de la serie y si ha cambiado algo a la hora de mover el proyecto en productoras.
Cuando nos dimos cuenta de que la prota, la cabeza de la banda, tenía que ser chica, pensamos desde el primer momento en Sara Socas. El personaje de China (prácticamente igual que el original, Chino), lo construimos desde alguien con motivaciones, capaz de adaptarse a diferentes situaciones y registros, alguien inteligente. Sara no sólo es una artistaza a nivel mundial, sino que la implicación en sus letras contra el machismo y el racismo, por ejemplo, nos pareció fundamental para darle esa fuerza que queríamos a la protagonista de QING$_Z. También su mirada, su forma de hablar, su capacidad para tratar cualquier tema… Somos conscientes del enorme privilegio que es tener a Sara como prota, por eso la versión final del proyecto prácticamente gira en torno a ella.
Si mañana empezaras una nueva serie, ¿plantearías algo de otra manera?
Mi carrera como guionista todavía es corta. He trabajado en varias series, pero apenas llevo cinco años en la industria. Tengo muchas ideas, proyectos personales… El año que viene ruedo mi ópera prima como directora, el cortometraje “Jerusalén”, producido por Tourmalet Films. Estoy desarrollando también el guión de la peli, de la cual el corto es como un prólogo.
Si pudiese crear otra serie para televisión, lo que tengo claro es que no escribiría un piloto gratis como hemos hecho con QING$_Z. Todas las productoras a las que les presentas el dossier de venta te preguntan si tienes un guión piloto. Claro que puedo tener el guión piloto, y la serie entera, pero si te interesa, págame. Es un curro de muchas horas, así que no vamos a hacerlo gratis. Esto es lo que plantearé y defenderé el día de mañana.
¡Muchas gracias por la entrevista y mucha suerte en el Conecta Fiction!
Entrevista de Sergi Jiménez.