Llàtzer es un ninini: ni estudia, ni trabaja, ni folla. Su familia está harta de él, hasta el punto en que su padre un día lo asfixia con nata. Lo que no se esperan es que resucite al día siguiente.
Con esta premisa arranca El Mort Viu (El Muerto Vivo), serie creada por Adrià Espí, Lluís Ferrer, Joan Losada, Martí Pavia y Jordi Porcel. Tras rodar el episodio piloto (con dinero de crowdfunding) como parte de su trabajo de fin de carrera, ganar un premio Ondas en 2015 y entrar en el programa de financiación Tube d’assaig de la cadena Betevé todo parecía hecho. Hasta que se detuvo su producción. A lo largo de cuatro largos años han estado batallando para resucitar la serie hasta finalmente realizarla. Entrevistamos a Adrià Espí, showrunner de El Mort Viu.
Una cosa que llama mucho del piloto, el detonante del piloto, la resurrección está al final.
Creo que fue algo que salió con naturalidad cuando empezamos a plantear la serie. Luego lo discutimos mucho pero siempre acabó quedándose esa opción. Planteamos acabar el episodio matándole pero aún se alargaba más el arranque de la serie. Nos parecía más interesante acabar el episodio con el tipo que acaba de resucitar, vuelve a casa y parece que no recuerda muy bien lo que le ha sucedido. Generar misterio desde la comedia. Esta fue la opción del piloto rodado del Verkami y nos gustó para mantenerla en la serie en sí.
Me recordó a la serie de The Mandalorian en la que no se descubre el quid de la cuestión hasta el final. Quédate hasta el segundo episodio que es de lo que va. Cosa que por ejemplo en Perdidos es algo que se encuentra desde el segundo uno.
Claro, porque en Perdidos lo enfocan más desde la acción y el suspense. Nuestra serie apuesta más por un universo y un tono peculiar. Nuestra apuesta era conocer esta familia disfuncional y al final del episodio dar el giro sobre lo que va la serie. También como teníamos el gancho de que lo matamos a mitad del episodio, con lo cual no es que lo dejemos todo para el final.
En el piloto del Verkami a la final hay un par de añadidos, la escena de la discoteca. No he visto muchísimos cambios. No es otra serie o otro piloto. En el paso de estos años hasta que os han dado luz verde, ¿ha cambiado la estructura que teníais pensada para la serie en sí?
Los cambios en el piloto son pequeños, sí. En la versión Verkami hay una trama sobre drogas llevada por el hermano del protagonista. A la hora de hacer la serie veíamos que no conseguíamos levantarla hasta el punto que nos gustara, ya que no pegaba mucho con el personaje. La trama pasó a ser del protagonista y a su hermano le dimos la trama de que encuentra trabajo en un cementerio, lo cual era irónico y nos gustaba. Cuando empezamos teníamos muy claro un universo de la época de la crisis, de las obras a medias y la corrupción. Poco a poco fue mutando a temas más cercanos a la religión y la fe, desde lo carnavalesco. Digamos que tiró más hacia lo fantástico.
Dentro del inconveniente que es hacer el piloto, ganar el Ondas, preparar la serie y que se quede en un cajón durante todo este tiempo, ¿en que creéis que os puede haber beneficiado?
Que pase tanto tiempo te hace madurar la serie, pensar las cosas mucho. Lo malo es que desgasta muchísimo. Hay momentos en los que te quedas sin energías y crees que jamás se hará tu serie. Si hubiera sido más rápido tal vez hubiéramos tenido otra cosa hecha ahora pero no hubiera quedado tan bien para mi gusto. Los años le han dado maduración.
¿Si tuvierais que empezar una serie de nuevo que aplicaríais de lo aprendido?
Esto es una pregunta muy difícil (risas). Realmente cada serie es un mundo. Intentaría aplicar todo lo que he aprendido en el piloto, ya que es muy complicado presentar los personajes y las tramas de manera interesante. Intentaría no caer en algunas convenciones que hemos tenido desde el primer capítulo, que ya estaban hace tiempo y las hemos repetido. Esto que es: escena de presentación y luego escena de presentación y una persona hablando con otra y otra persona hablando con otra. Pondría más conflicto para explicar los personajes. Que no sean tan dialogadas y descriptivas.
Tú has dirigido todos los episodios. Ha habido algún momento en set en el que has pensado: ¿por qué hemos escrito esto, no había una manera más sencilla?
Sí pero por falta de medios. El Mort Viu es una serie muy low cost. Una cosa que pasó es que el proyecto se paró un tiempo cuando teníamos los guiones muy avanzados. Cuando volvimos había muchas cosas que me gustaban y esto es algo que rara vez pasa. El releer algo y pensar que está bien. Sí que fue complicado en el rodaje pero más bien por la falta de medios. Sobre todo muchas escenas con extras.
Dos de las marcas de identidad de El Mort Viu son lo costumbrista y lo fantástico. ¿Cómo lo equilibrasteis para que quedara natural?
Creo que la clave es trabajar el costumbrismo y lo fantástico desde el naturalismo y la comedia. Hay fantástico, sí, muchas locuras que en otras series serían tratadas más exageradas, más dramáticas… Pero preferimos tratarlo con naturalismo y con risas. Además lo fantástico y lo costumbrista está revisitado desde la comedia. Creo que la balanza ha venido al pasarle el doble filtro, lo naturalista y lo cómico.
En la serie varios personajes secundarios tienen sus propias tramas, algunas más influidas por la presencia del protagonista y otras más independientes. ¿Qué criterio o proceso tuvisteis de cara a ver hacia dónde desarrollabais estas tramas secundarias?
Un puzle total. Ir viendo donde encaja mejor esta trama, ir viendo cuál se agranda, cuál se empequeñece… Lo que estaba claro es que nos gustaban los secundarios del Mosén y de Núria, tenían más capas, y queríamos darles bastante protagonismo. Pero no hay ningún criterio, es todo un proceso de hacer y deshacer.
Y sí que nos gustaba la idea de que aunque la trama de X personaje no estuviera del todo relacionada con Llàtzer, lo que hace el Llàtzer siempre terminara afectando a todos los personajes. Para bien o para mal.
¿Qué recomendarías a la gente que está empezando a escribir o desarrollar un proyecto?
Voy a responder un típico y clásico: perseverar. No desesperar e insistir sin volverte loco por el camino. No darte por vencido y si sale mal a la próxima saldrá bien. Nosotros hemos hecho El Mort Viu y no creo que seamos ejemplo de nada, la verdad. Ha sido un proceso larguísimo y caótico. Lo hemos tirado adelante porque creíamos en el proyecto y hemos sido muy pesados.
Es cuestión de morir y resucitar en el intento.
Totalmente. A la serie le ha pasado lo mismo que al protagonista, que ha muerto y resucitado no se cuántas veces pero por fin se ha hecho y se puede ver.
El Mort Viu, escrita por Adrià Espí, Hector Mas, Jordi Porcel y Marc Tinent, está disponible en la web de Betevé y en Filmin.
Entrevista de Sergi Jiménez.