Bajo la lluvia y entre pinchos de tortilla se produjo en Bilbao el VI Encuentro de Guionistas. Para quienes no pudieron acudir o los que aún no hemos superado el bajón post encuentro os traemos una reseña.

El evento arrancó con un coloquio entre los Moriarty: Jon Garaño, Joxe Mari Goenaga y Aitor Arregi, autores de Loreak, Handia y la reciente La Trinchera Infinita. Explicaron como a través de una metodología caótica han escrito y realizado su filmografía. Se pasan las diferentes versiones de guión y las reescriben para luego debatir sobre los cambios. Estos choques entre visiones creativas han producido varias películas premiadas con Goyas. Llama la atención que si bien los tres acostumbran a trabajar juntos, los cargos de guionista y director han ido rotando en cada proyecto. Tras la conferencia hubo un cocktail que sirvió de excusa perfecta para romper el hielo y facilitar que los asistentes fueran circulando entre distintas conversaciones.

En el programa se podía apreciar la gran diversidad de ponencias. En cápsulas de 20 minutos hemos podido escuchar a profesionales hablar sobre guion de cine documental, comedia, cómic, videojuegos, reality shows, terror, series, radio, derechos de autor y un largo etcétera. Es complicado decidir que ponencias destacar en este artículo porque el nivel fue muy alto en todas ellas. Con asistentes de renombre como Conchi Cascajosa, Javier Olivares, Verónica Fernández o Alberto Marini, hemos decidido resaltar los grandes descubrimientos. Guionistas con muchos años de experiencia y que tal vez aún no tengas en tu radar.
Mona León Siminiani transmite energía solo con escucharla. Habló sobre el proceso creativo y las claves de la ficción sonora, llevando a cabo una demostración en vivo y directo con la ayuda de varios voluntarios (incluyendo a Antonio Onetti). Les fue dando indicaciones mientras interpretaban un guion radiofónico sobre una fuga carcelaria.

Otro que transmitió su pasión por su trabajo fue Josué Monchán versando sobre guión de videojuegos. Empezó con unas diapositivas explicando las mecánicas del mítico juego Pong. En cada plana añadía o modificaba elementos gráficos o jugables. Las palas pasaban a representar a Alemania y Hungría. La pelota se convertía en un grupo de refugiados sirios. Lo que empieza siendo un inofensivo juego de ping pong pasa a ser una reflexión sobre la crisis de los refugiados. Todo a partir de unas mecánicas interactivas sin usar ningún recurso cinematográfico.

Diana Aller desgranó las herramientas del reality show y sus dilemas éticos. ¿Qué es más grave, manipular al concursante o al espectador? Siendo un género tan consumido como denostado, el reality es un producto cultural derivado de la sociedad actual. Comentó que normalmente en el mundo real solemos posicionarnos junto a la masa y viendo este tipo de programas apoyamos al oprimido.
Como va siendo habitual en estos encuentros, Conchi Cascajosa dio un sintético y completo vistazo a las tendencias de la ficción en el panorama internacional. Antonio Onetti reconoció errores pasados de SGAE y explicó que medidas están aplicado para mejorar su funcionamiento. Nacho Faerna repasó la trayectoria de DAMA con motivo del 20 aniversario de la entidad y explicó que el único propósito es recaudar y repartir. Virginia Yagüe aportó los escalofriantes datos que recopilan en CIMA. En 2018 de 152 películas solo un 20% fueron escritas por mujeres. Los datos dicen que las mujeres normalmente disponen de la mitad de presupuesto frente a largometrajes dirigidos por hombres, dejando ver que la brecha de género es una realidad que algunos se empeñan en no ver. Verónica Fernández acaparó la atención del auditorio explicando los criterios de desarrollo en Netflix y la gestación de Hache.

Para más información os recomendamos buscar en twitter el hashtag #encuentroguionistas. Tanto Bloguionistas como otros asistentes comentaron los puntos álgidos para los que no pudieron asistir.
Hay que agradecer a la organización el excelente devenir del evento. Con tantos ponentes era fácil que alguna presentación se alargara y repercutiera en las demás, cosa que no ocurrió. Muchos de los asistentes comentamos el gran acierto que fue servir la comida en la sala anexa al auditorio. Esto permitía no tener que ir lejos y perder tiempo comiendo. Además congregaba a todos los participantes en un sitio y facilitaba el contacto entre asistentes.
La clausura se produjo en la fábrica de cerveza La Salve, donde los asistentes pudimos probar una amplia gama de cervezas mientras nos despedíamos del Encuentro.

Me es imposible valorar el evento objetivamente sin tener en cuenta mi experiencia personal. Creo que hay muchas personas en una situación similar a las que puede que les sirva de algo. El Encuentro de Guionistas es mucho más que la suma de sus ponencias. La posibilidad conocer profesionales de ámbitos muy diversos es algo que no sucede cada día. La industria audiovisual parece rodeada por un muro inexpugnable para los novatos que queremos entrar. Cuando empiezas y asistes a uno de estos eventos es fácil sentirse un impostor, algo muy de guionista.
Echo la vista dos años atrás cuando fui solo (y acojonado) a la edición de Santiago y me da la sensación de que el entrar es menos complicado. Sigo sin trabajo de guionista pero la industria ha dejado de ser un concepto abstracto. Ahora conozco a muchísimos compañeros y creo que tengo las herramientas necesarias para mover proyectos personales y preguntar a las personas adecuadas si saben de algún equipo que busque guionista.
Para aquellos que están empezando y están igual de perdidos que yo les recomiendo marcarse en su calendario este tipo de eventos y no faltar ni a uno. Cada oportunidad cuenta y el Encuentro de Guionistas es una de las mejores que podemos encontrar.
Por Sergi Jiménez.
Fotografías de Egoitz Moreno.