Entrevista de Àlvar López y Carlos Muñoz Gadea
El guionista iraní Babak Anvari presenta estos días en el Festival de Cine de Sitges su primer largometraje, Under the Shadow, película presentada en la sección Noves Visions que cuenta una historia de terror ambientada en el Teherán de los años 80, durante la guerra con Irak. Con él pudimos hablar sobre la escritura de terror y sobre los mecanismos de guión propios de este tipo de historias, así como del trasfondo social que respira su película.
Hasta donde hemos podido saber, Under the Shadow está basada, al menos para la atmósfera que envuelve la historia, en tu propia infancia en Irán durante la guerra. ¿Qué influencia ha tenido esta etapa de tu vida en la escritura?
Nací y pasé mis primeros años en Teherán, en mitad del conflicto armado entre Irán e Irak. Irán era entonces un lugar particularmente tenso debido a la guerra y a los cambios que se habían introducido en la sociedad iraní tras la revolución de 1979. Por definición, los cambios siempre son estresantes, sobre todo los que afectan drásticamente al modo de vida de la sociedad en su totalidad. Al recordar este ambiente tan cargado de tensión, comprendí rápidamente que tenía el potencial para ser el escenario de un thriller psicológico y de terror. Dicho esto, no es una autobiografía, sino obviamente una obra pura de ficción, sobre todo por el carácter paranormal que adquiere la historia, pero como escritor he desarrollado la idea partiendo en muchos aspectos de mis vivencias personales.
¿Cómo hiciste para transformar este contexto sociopolítico y cultural en una historia de terror? ¿Podrías explicarnos el proceso que has seguido hasta lograrlo?
Bueno, desde el principio ya tenía claro que quería contar la historia en clave de terror psicológico. Como os decía antes, Teherán era un hervidero de tensión en los años 80, así que para mí tenía todo el sentido del mundo seguir este camino hasta encontrar la mejor manera de escribir esta historia. Pero al mismo tiempo, quería asegurarme de que, además del contexto, el guión contara con unos personajes bien definidos, que fueran interesantes y dotaran de profundidad a la narración. Durante el proceso de escritura buscaba también introducir esta idea de los roles de género y las consecuencias que tuvo la revolución en ellos. De ahí la dominancia, tanto en número como en peso en la historia, de los personajes femeninos.
Precisamente, es refrescante ver que los personajes femeninos de tu película no son nada pasivos. De hecho, cargan con el peso de la película. ¿Era un tema importante para ti cuando creaste la historia y los personajes?
Por supuesto. Existe una concepción errónea y generalizada según la cual las mujeres iraníes son débiles y muy pasivas con respecto a la opresión que sufren, pero no es así en la realidad. De hecho, no está en la cultura de las mujeres iraníes el sentarse en un segundo plano y aceptar sin más todo lo que les lanzan. Siempre se han defendido. Yo crecí rodeado de mujeres muy fuertes. Dicho esto, en última instancia, lo más importante para mí a la hora de crear a la protagonista era lograr hacer de ella un personaje complejo y tridimensional, una mujer lo más realista posible y que se alejara de ese estereotipo de la mujer oprimida. Si lo he conseguido o no, eso es algo que debe decidir la audiencia.
En este tipo de películas, el ritmo es esencial para mantener la tensión en la audiencia. ¿Cuántas versiones del guión tuviste que escribir hasta conseguir ordenar todos los elementos de terror en la cinta? ¿Sigues algún método para asegurarte de que esto ocurra?
Hice tantas versiones que ya ni siquiera me acuerdo del número total. Además, como quería que el film se rodará en farsi, tuve que escribir toda la historia en esta lengua e ir traduciendo las sucesivas versiones al inglés para los productores y el equipo técnico. Este proceso, aunque largo, me forzó a revisar un gran número de veces el guión, lo que acabó siendo muy útil para mí. Sobre la escritura de los elementos de terror, lo que me ayudó fue ponerme en la piel de los personajes de la película y pensar qué me daría miedo a mí si estuviese en su lugar. En realidad, muchos de los elementos paranormales que aparecen en la historia están basados en mis propios miedos.

Cartel promocional de Under the Shadow
Cuando escribes un guión, ¿tiendes a ser bastante académico en cuanto al procedimiento o prefieres dejarte llevar por la propia escritura e ir viendo cómo la historia crece progresivamente conforme avanzan las páginas?
A decir verdad, soy bastante académico y me gusta serlo. Prefiero planificar bien lo que voy a intentar contar antes de sentarme a escribir el guión, investigando hasta averiguar la estructura y los pulsos que mejor se puedan adaptar a la idea que tengo en la cabeza. Siempre lo he hecho así, y creo que me sería imposible sentarme a escribir sin más, sin esa planificación, e ir viendo cómo se desarrollan las cosas. A pesar de esto, no me considero una persona demasiado rígida. A veces, también es necesario dejarse llevar para lograr algunos cambios espontáneos que den frescura a la historia.
En esta película, pero es algo que también hemos observado por ejemplo en tu cortometraje Two and Two, intentas reflejar temas sociales de vital importancia, como la educación o el autoritarismo. ¿Siempre intentas hablar de la sociedad cuando te sientas a escribir una nueva historia?
Creo que para mí lo más importante es tener una historia y unos personajes interesantes. Esa es mi prioridad. Los cortometrajes pueden tener, por su formato, una mayor abstracción o basarse sobre todo en un concepto, mientras que un largometraje está mucho más anclado al argumento y a los personajes para mantener la cohesión y el interés en el espectador durante un mayor periodo de tiempo. Sólo después de tener clara la historia es cuando hago ese trabajo de reflexión para encontrar los temas que me han llevado hasta esa historia en concreto, o lo que puedo explotar a partir de ella, aunque normalmente es un proceso que me viene de manera muy natural. En mi opinión, si tienes una historia y unos personajes interesantes, y también una atmósfera adecuada y atractiva para contar lo que les sucede, los temas comienzan a brotar de una manera muy orgánica entre las decisiones de los personajes, las localizaciones e incluso los puntos de giro.
Cuando ves la película, incluso a pesar de ser una historia de terror, la sensación de realismo se mantiene en todo momento como una constante, más allá de los fenómenos sobrenaturales propios del género. Sobre todo por las reacciones de los personajes. ¿Cómo has construido a los personajes en este sentido?
Para diseñar a los personajes de mis historias, me resulta muy útil reflexionar sobre sus pasados y sus contextos. ¿Dónde estaban antes del inicio de nuestra historia? ¿Quiénes son en realidad? ¿En qué punto de sus vidas se hallan? Estas preguntas siempre me ayudan. Entender a los personajes también me ayuda a estructurar mejor la historia. Es muy importante hacer este proceso de cara al primer acto, para poder así construir de la mejor manera posible tanto a esos personajes como al mundo que los rodea. Sin hacer esto, es imposible que den comienzo los elementos de terror y tensión de una manera interesante y creíble al mismo tiempo. Ahí radica el interés del primer acto en este tipo de películas, y es algo que echo de menos en muchas de las cintas de terror que se estrenan en la actualidad. Considero que la mayoría de estas no dedican el tiempo suficiente a este primer acto, no dejando así que la audiencia se comprometa con el universo y los personajes de la historia.

Fotograma promocional de la película
Cuando escribes una historia de terror como Under the Shadow, en la que como nos has contado coexiste lo sobrenatural y lo sociocultural, ¿cómo decides qué procedimientos de escritura de terror y de tensión son los más adecuados para mantener la historia entre esos dos terrenos?
Es algo que voy averiguando con el sucesivo avance de las versiones de guión. Tenía claros los miedos que quería reflejar en la historia desde el principio, aunque luego los haya ido puliendo. Mis películas de terror favoritas son aquellas que dejan que sea el espectador quien tenga que imaginar e interpretar las imágenes, que no son demasiado explícitas en ese sentido. Para ello, la atmósfera era la clave en gran parte. Me gustan las historias de miedo que poseen una marcada atmósfera, lo más tensa posible. Es, en mi opinión, mucho más efectivo que las películas gore o de susto fácil y barato. Son elementos que trato de dejar lo más claros posible desde la fase de escritura, pero en esto, gran parte del éxito la tienen mi director de fotografía y diseñador de producción durante el rodaje, así como mis editores de postproducción de imagen y sonido y los supervisores de VFX en la fase de postproducción. Les estoy muy agradecido por haber sabido respetar y plasmar la ideas que yo escribí en mi guión.