Entrevista: Alberto Pérez Castaños.
Fotos: Héctor Beltrán.
El pasado mes de marzo, Fernando Colomo protagonizó uno de los Martes de DAMA del Matadero de Madrid. El director hizo un recorrido por algunos de los momentos más importantes de su filmografía, en especial por esos que le llevaron a ser uno de los máximos exponentes de la “nueva comedia madrileña” de los 80. Además de analizar escenas icónicas de sus primeros cortos y de clásicos como ‘Bajarse al moro’, Colomo nos mostró un pequeño adelanto del que sería su próximo largometraje: ‘Isla bonita’, una película muy pequeña rodada en Menorca y con una peculiaridad: los diálogos de las escenas fueron improvisados por los actores, incluido él como protagonista.
Unos cuantos meses después, ‘Isla bonita’ se ha estrenado en el Festival de San Sebastián, en Zabaltegi, concretamente. Por lo tanto, con Bloguionistas cubriendo el certamen, era la oportunidad perfecta para hablar un rato con todo un clásico de nuestro cine.

El director, guionista, actor y productor Fernando Colomo.
‘Isla bonita’ es una película rodada con diálogos improvisados a raíz de una escaleta previa escrita por ti, ¿por qué lo hiciste de esta manera?
Se hizo así porque al ser un proyecto con algunos actores que no son profesionales era lo mejor. Es decir, había una mezcla de jóvenes actores, de no actores y una actriz profesional que era Lilia Caro. Si le das un texto a alguien que no es actor y lo memoriza lo hace fatal porque no se dedica a eso. Por otro lado, los actores jóvenes que acababan de terminar su formación están mejor ahora que tal vez dentro de diez años porque entonces ya no se arriesgarán tanto. Así que lo que hice fue la escaleta, porque es necesaria para saber qué se va a rodar, en qué localización, qué vestuario se va a utilizar… En definitiva, había una historia, no es que se partiera de cero. El primer y el segundo acto los tenía bastante bien apuntados, pero el tercer acto lo tenía más dudoso. El guión era muy abierto pero la escaleta muy cerrada, de unos quince folios, aunque el final se cambió en rodaje y luego se ha vuelto a cambiar seis meses después. O sea, tengo dos películas distintas. Esto ocurrió porque pasa el tiempo, montas la película, la mezclas, la enseñas al distribuidor y de pronto empiezas a dudar. Claro, en una película normal no puedes hacer eso por presupuesto, pero en ésta, que no teníamos, pues puedes. Llamé a los cuatro actores y les pregunté qué iban a hacer en el puente de mayo y rodamos un poco más. En cinco días rodamos casi veinte minutos más de material.
Sin embargo, no es la primera vez que ruedas de esta manera. Ya lo hiciste en ‘La línea del cielo’, en 1983…
Claro. En realidad, no hubiese hecho ‘Isla bonita’ si no hubiese hecho aquella antes. Rodar la ‘La línea del cielo’ me dio la seguridad de que se podía hacer. Aunque sí es verdad que me entraron dudas, porque allí lo hice con anglosajones, que son muy desinhibidos. Allí en general son más propensos a hablar en público, pero el español es al contrario. Pero al final esas dudas quedaron en nada.

Un instante de la entrevista con Bloguionistas.
Al improvisar siempre salen ideas nuevas. Además de ese cambio de final que comentas, ¿has ido cambiando la escaleta durante el rodaje?
Sí, la escaleta la íbamos variando. No con grandes cambios, pero sí. Más que nada por cosas que no se presentaban como yo me imaginaba y que se iban definiendo al estar allí. Digamos que era una escaleta que todas las semanas iba rehaciendo. Bueno, en realidad la rehacía el director de fotografía porque era más rápido con el ordenador y así daba tiempo a los pocos departamentos que había. Y siempre es mejor que los actores lo sepan cuanto antes. Luego, los diálogos sobre la marcha. Lo que planteábamos eran como los ejercicios de las escuelas de interpretación, tener claro el objetivo de la conversación, como lo que hacía William Layton: un personaje quería una cosa y el otro se la niega.
Viendo la película da la sensación de que has utilizado la isla como un personaje más…
Sí, realmente la idea se me ocurre con la isla. Fue el primer elegido del casting, el primer actor. Una historia de personajes perdidos, de relaciones afectivas personales que parece ser que se ven afectadas por el lugar. Esto ocurre cuando hay un protagonista físico muy potente. Lo mismo ocurre en ‘La línea del cielo’ con Manhattan, es un escenario muy potente y también es una isla como Menorca.
El personaje que interpretas es una especie de álter ego tuyo: se llama Fer, es director –aunque de publicidad– y en varios momentos juegas con esa comedia incómoda a raíz de situaciones cotidianas que hacen algunos cómicos americanos, ¿te interesa este tipo de comedia?
Por supuesto, me interesan Woody Allen, Seinfeld y toda la tradición del stand up comedy de allí. Woody Allen fue el primero, en ‘Annie Hall’, en empezar con ese juego. Se interpreta a sí mismo. Incluso su novia, Diane Keaton, se interpretaba siguiendo ese juego, dándote la sensación de que ahí hay algo más. Yo creo que la clave del éxito de la película venía de ahí y del enorme talento de Woody Allen. Por mi parte, para mi interpretación en ‘Isla bonita’ yo tenía a toda esta gente en mente, pero de forma inconsciente. El que más tengo en mente de forma consciente ahora mismo es Louis C.K. Me encanta ‘Louie’, es una obra de arte y un ejemplo de cómo la independencia te puede dar más calidad. Él tiene libertad para hacer lo que quiera y eso es lo que le diferencia del resto.

Fernando Colomo con la actriz Olivia Delcán en San Sebastián.
En la película tienes momentos con el personaje interpretado por Olivia Delcán en los que habláis, desde vuestros diferentes puntos de vista, sobre la vida, las relaciones sentimentales. ¿Se podría decir que son reflexiones tuyas en boca de tu personaje?
Esas reflexiones siempre son del personaje, lo que pasa que es verdad que el personaje a veces es mi anti-yo y a veces no. Piensa que si ese personaje no lo hubiera interpretado yo nadie hubiera pensado que la película es autobiográfica. Lo he hecho por dos motivos. Primero porque me apetecía un montón. Contra este motivo tenía el hándicap del miedo, de pensar que la iba a cagar y que iban a pensar que soy un ególatra. Y segundo, porque me di cuenta de que si yo entraba era mucho más fácil convencer al resto de actores y es mucho más fácil dirigirles estando dentro. Si hubiera estado fuera hubiese sido más complicado y no hubiera funcionado.
Por lo que cuentas, has tenido una libertad absoluta a la hora de actuar y dirigir, pero también a la hora de producir.
Sí, dentro de unos límites he tenido mucha libertad. Rodamos cuatro semanas, pero seis días a la semana. Con lo cual, la primera tanda fueron unos veintiséis días, que son como si ruedas cinco semanas y pico, como una película española normal. Pero al no tener luces ni vestuario no había nadie que te robara el tiempo y se aprovecha más. Para las tomas de noche simplemente teníamos dos pantallas de leds con un par de trípodes y con eso nos apañábamos. Hubo una escena más complicada cerca del final, en una terraza, que tuvimos que pedir focos del garaje de unos amigos. Ese día tardamos una hora en iluminar, pero sólo fue esa vez. Piensa que si todos los días hay que hacer estas cosas son muchas horas dedicadas a la parte técnica. En ‘Isla bonita’ fue todo lo contrario, dedicamos muchas horas a hablar entre nosotros y a rodar.
Has tardado 30 años en volver a escribir y rodar una historia de esta manera, ¿tienes pensado volver a hacerlo a corto plazo?
No, de momento no. Ha sido una experiencia que no se puede utilizar como sistema de rodaje. Lo que ha pasado es que se han dado una serie de coincidencias para que salga una cosa así. El problema que tiene rodar de esta manera es que no tienes financiación. Es decir, no tienes nada. La tentación de hacer una película normal es que sí que consigues dinero, mientras que hacer una película pobre sale más caro. Es una paradoja.
¿Hubiese sido posible rodar una historia como ‘Isla bonita’ con un guión convencional?
Sí, pero hubiera sido muy diferente. Y, en mi opinión. peor. No tendría ese grado de riesgo y de frescura. Sería una película en la que los actores estarían más o menos sueltos, pero no con este grado de verdad. Yo he intentado controlar los tiempos y la estructura de la película pero hay cosas que no las puedo controlar.
Entrevista realizada gracias al apoyo de DAMA.
Pingback: NUESTROS NOMINADOS AL GOYA | Bloguionistas
Los comentarios están cerrados.