En España se ha llevado al cine el terrorismo de ETA en unas cuantas ocasiones, pero ninguna como se ha hecho en ‘Santuario’, una coproducción española (Mod Producciones, Kowalski Films y Canal +), francesa y belga que se estrenó ayer en la sección “Estrenos especiales” del 18º Festival de Málaga. La película, dirigida por el belga Olivier Masset-Depasse, se sitúa entre Francia y España en el año 1984. En este contexto se cuenta el enfrentamiento de Txomin, el líder terrorista de la época, con Grégoire Fortin, el asesor del presidente del Consejo Constitucional de la República Francesa. Sin embargo, esta historia tensa, violenta y desgraciadamente real se cuenta desde una óptica muy humana, como bien nos contó Quitterie Duhurt-Guasserès, una de las responsables del guión. Pese a que Quitterie hablaba un más que correcto castellano, para realizar la entrevista contamos con la ayuda en la traducción de Miguel Salvat, presidente de Canal +.
‘Santuario’ está inspirada en hechos reales pero también hay partes ficcionadas, ¿cuándo habéis necesitado alejaros de la realidad y recurrir a la ficción para contar la historia?
Toda la parte basada en hechos reales empieza con una investigación muy profunda y de muchísimos meses con entrevistas a políticos, jueces, policías y algunas personas del entorno de la ETA. Esta fue la parte de investigación previa, después fuimos a hablar con Canal + para decidir qué personajes de ficción eran necesarios para contar la historia. Fue un proceso mixto durante toda la escritura del guión.
Tú eres la responsable de la idea original, ¿por qué pensaste que esta parte de la historia tanto de España como de Francia tenía que contarse?
El periodo que transcurre durante la película fue muy interesante. Era el principio de la izquierda en Francia y de la democracia en España: Mitterrand llegó al poder en Francia en el 81 y Felipe González un año más tarde a España. Nos parecía un contexto muy atractivo.
La cierto es que en España se han hecho películas sobre ETA y sobre el GAL, pero nunca desde el punto de vista y en el contexto en el que lo habéis hecho en ‘Santuario’…
Sí, es que en este periodo también estaba el GAL. Hay una película que se llama ‘GAL’ en la que se cuenta la historia de los periodistas de Diario 16, pero a nosotros nos interesaba el contrapunto francés del GAL porque también hay ciertas responsabilidades por parte del gobierno francés en el origen de este grupo y esta parte no se conocía en Francia. Así que nos parece interesante hablar de la lucha antiterrorista, que fue una chapuza porque no había colaboraciones policiales entre Francia y España.
Uno de los muchos momentos reales que suceden en ‘Santuario’ es el asesinato del político Enrique Casas, con el que, además, abrís la película…
Al principio teníamos dudas sobre cómo empezar la historia, quizá con el origen y el nacimiento del GAL en el 1983. Pero después nos pareció muy interesante hacerlo con el asesinato de Enrique Casas porque fue un político demócrata y fue muy diferente a las ejecuciones anteriores de la ETA. Fue un hecho muy simbólico y nos pareció importante por lo que significó. La muerte de Enrique Casas se convirtió en un símbolo del ataque a la democracia y a España.

Miguel Salvat, presidente de Canal +, nos echó una mano con la traducción.
¿Qué herramientas utilizasteis para plasmar las relaciones tanto políticas como humanas y sentimentales de los terroristas reales?
Hay libros con los que nos hemos documentado, pero sabemos que hay cosas que se escriben aunque no son verdad del todo. También nos documentamos con testimonios de los que no podemos citar a las fuentes, gente que tuvo relación y conocieron a militantes de la ETA y que nos relataron cómo eran esas personas y sus relaciones. Después de todo, los terroristas de ETA son humanos, son hombres y mujeres a los que también les ocurren cosas del tipo sentimental, de narcisismo, luchas de poder y de ideologías entre ellos, pero lo que nos interesaba son los hombres, las personas humanas. También hay cosas entre los políticos españoles y franceses que se juegan desde el punto de vista de los hombres y de la humanidad, y eso es la ficción. Porque el documental narra los hechos, pero la ficción puede proyectar algo más humano, cierta verdad.
Es un riesgo escribir personajes así. Son humanos, estamos escribiendo personajes que son terroristas pero detrás hay hombres y mujeres. No es una manera de decir que estamos de acuerdo ni justificando nada, sino de contar las cosas con un poco más de complejidad. Sabemos, por ejemplo, que Txomin fue un terrorista con muchos comandos y ejecuciones detrás, pero la película comienza en un momento de su vida en el que el jefe va a caer y hay una lucha de poder entre diferentes generaciones y eso nos parece muy interesante porque habla de algo más universal, habla de todos, de cierta manera.

Foto: @hbeltrangimeno.
En el guión habéis trabajado tanto tú como Xabi Molia, Pierre Erwan Guillaume y el director de la película, Olivier Masser-Depasse, ¿cómo ha sido el proceso de escritura?
Yo escribí la investigación, con los testimonios y el resto de información. Después, Xabi Molia le dio forma de guión, haciendo muchas versiones. Más tarde, Xabi se fue para realizar su película y llegó Olivier Masset-Depasse, que trabajó otro guión. Después, Xabi regresó al proyecto para dialogar.
¿Ha sido complicado sacar la historia adelante teniendo dos países implicados en ella o ha sido una ventaja?
Hemos sido conscientes de que es la historia de España. Esperamos respetar la historia de España, porque sabemos que el tema de ETA ha sido un tema muy sensible aquí. También sabemos que no podemos hablar del dolor de la misma manera que los españoles, por eso ha sido importante trabajar con españoles en esta historia.
Entrevista de Alberto Pérez Castaños. Fotos de Héctor Beltrán.
Entrevista realizada gracias al apoyo del sindicato de guionistas ALMA.