FIRMAS INVITADAS. JOANES URKIXO – ESCRIBIR “LASA Y ZABALA”

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Por Joanes Urkixo

Los compañeros de Bloguionistas me han pedido que os hable de “Lasa y Zabala”, película cuyo guion firmo y que muy probablemente ya se haya estrenado en salas cuando esto se publique. Agradezco mucho la invitación y me apresto a debutar en la primera división de los blogs del audiovisual contando cómo fue el proceso de desarrollo del guion y esperando, cuando menos, no resultaros aburrido.

Hablar del conflicto vasco. Lo había discutido en diversas ocasiones con el productor Joxe Portela (Abra Prod) pero la idea se quedaba siempre a la espera de tiempos mejores, pues a nadie se le escapa que hablar del conflicto vasco ha sido y sigue siendo una tarea enormemente delicada y llena de riesgos, más aún si la intención no se centra en alguno de los atentados de ETA sino, como era nuestro caso, en la guerra sucia del estado.

Hubo de pasar aún bastante tiempo para que las cosas cambiaran lo suficiente, cese definitivo de la actividad de ETA mediante, hasta que una mañana de principios de 2013 desperté asaltado por la idea de que había llegado el momento y no podía perder un segundo más. Seguro que todos habéis sentido alguna vez esa clase de revelación y comprendéis la urgencia que me empujó al ordenador sin siquiera desayunar. Aquella mañana elegí el tema (el caso Lasa y Zabala tenía un valor simbólico añadido por ser el primer acto del GAL y además era el mejor documentado), a lo que siguió un periodo de documentación y visitas a la hemeroteca contra el reloj y sin contárselo a nadie por el temor de que alguien se me adelantara, hasta que pude reunir unas páginas con el relato cronológico de los hechos (impactante incluso para aquellos que los vivimos)  y una propuesta narrativa.

Y se lo enseñé al productor.

Puesta en marcha. Este reaccionó de inmediato enviándoselo a ETB pues, en aquel momento, ambos pensábamos que las mayores opciones estaban en una tvmovie o miniserie de dos capítulos aun sin descartar el cine. No habían pasado dos semanas cuando ETB nos convocó a reunión.

Lo primero que hicimos fue incorporar a Pablo Malo quien, además de no estar significado políticamente, añadía un estilo narrativo y de dirección de autores que nos gustaba. Así pues, acudimos los tres a la reunión y allí nos llevamos la primera sorpresa: ETB no iba a invertir más en tvmovies, estaba en cambio interesada en que hiciéramos una película. Por supuesto, aún teníamos que presentar un guion a su comisión de coproducciones. Y aquí vino la segunda y no tan agradable sorpresa: tenía cuatro semanas exactas de plazo.

Decisiones. La primera decisión de urgencia fue que la película fuera bilingüe. Parecía lo más sensato que los personajes hablaran en su forma natural: refugiados vascos, familiares y población local en euskera, en castellano los guardias civiles así como todo el sumario y el juicio, aunque, para optar a las ayudas a la producción en euskera (algo mayores que en el caso del castellano) al menos un 50% de los diálogos tendrían que ser en dicha lengua. Sin duda esto limitaba un tanto las opciones narrativas y me cargaba con el trabajo añadido de las traducciones, pues Pablo Malo no habla euskera.

También era el momento de elegir un punto de vista. Descartamos diversas opciones, como el policía de Alicante Jesús García (gracias a quien se identificaron los cuerpos) o incluso uno de los asesinos, el guardia civil Bayo, para centrarnos finalmente en el abogado de las familias, único protagonista que estuvo presente en todos los hechos de principio a fin. También la idea de centrarnos en los propios Lasa y Zabala se abandonó enseguida: su papel en la historia era trágicamente breve, conocíamos poco de sus actividades anteriores al secuestro, el único retrato que teníamos de ellos procedía de los familiares… No queríamos caer en una imagen empática ni, por ultracorrección, caer en el extremo opuesto.

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Otra decisión inicial fue incorporar a la historia la voz de los familiares de Lasa y Zabala. Sus portavoces, Axun Lasa y Pili Zabala siempre han difundido un mensaje alejado del deseo de venganza y centrado en la justicia, la reconciliación y el entendimiento que los tres, productor, director y guionista, compartimos punto por punto y quisimos que estuviera presente.

A reescribir. Pude acabar a tiempo la primera versión con su correspondiente traducción, aunque éramos conscientes de que aún quedaba mucho camino por recorrer: teníamos una historia con contenido impactante pero estructurada sobre una entrevista a los personajes de Axun y Pili que, fragmento a fragmento, iban dando paso a los diferentes bloques y saltos temporales, en tanto que el personaje principal, el abogado, limitaba su papel a las actuaciones del sumario y el proceso. Todo esto daba a la historia un tono muy documental en el que los acontecimientos sucedían por sí mismos en vez de producirse como consecuencia de las decisiones del protagonista. Esto último me parecía que debía ser la clave de toda nuestra construcción dramática, lo que marcaría la diferencia entre limitarse a contar los hechos tal como ocurrieron o dramatizar la narración para darle identidad propia.

La solución nos llegó al descubrir en una documentación adicional que el abogado real, Iñigo Iruin, había tenido un ayudante durante el sumario. Esto nos proporcionaba un personaje con quien el protagonista pudiera interactuar, expresar sus pensamientos y, en definitiva, desarrollar un conflicto, de modo que decidimos aprovecharlo aunque al hacerlo tuvimos que tomar otra decisión importante:  ficcionar al protagonista.

Dos versiones más tarde contábamos ya con un guion aceptable y favorablemente recibido por todos sus lectores beta, entre ellos varios directores y guionistas. Su estructura, que es básicamente la que se ha mantenido hasta el final, se asentaba  sobre dos planos narrativos: mientras el principal seguía de modo fiel los hechos relativos al sumario y al posterior juicio del caso “Lasa y Zabala”, la subtrama particular del protagonista, nos mostraba a un “Iñigo” ficcionado con un arco dramático y un conflicto que el auténtico Iñigo Iruin jamás tuvo.

A partir de ahí comenzó el trabajo de pulido y afinado. En primer lugar, los cortes de entrevista a Axun y Pili quedaron reducidos a solo uno, lo justo para transmitirnos la esencia de su mensaje. Hubo que suprimir más cosas, pues una de las características de este proyecto ha sido la gran abundancia de hechos reseñables, con la consabida tendencia a irme largo de páginas y el también consabido dolor al tener que eliminarlas después. Además, Pablo Malo empezaba ya a ver con bastante claridad la clase de narración que quería y eso acarreaba cambios pensados desde la planificación de secuencias.

Y a rodar. Solo 8 meses (debe andar cerca del récord) y 7 versiones hicieron falta para llegar al rodaje, en Enero de 2014. En ese momento yo era un tanto crítico con algunas decisiones finales de Pablo y me hice a la idea de no esperar demasiado, pero cuando meses más tarde vi la película terminada me llevé una agradable sorpresa pues gran parte de lo que no me gustaba se había quedado en la mesa de montaje. Quiero pensar que mis opiniones al respecto tuvieron algo que ver, aunque no quiero decir con esto que estoy del todo satisfecho, no sería guionista si lo estuviera. Pero, en cualquier caso, creo que Pablo ha hecho un estupendo trabajo y suscribo la película en su totalidad, quizá con la salvedad de que fuera de Euskadi vais a verla doblada al castellano y eso me intranquiliza bastante.

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Joanes Urkixo, a la derecha, con el reparto de la película, en Donosti.

Escribo esto después del estreno en el Festival de Donostia y a pocos días del estreno en salas. Tenemos ya, por tanto, una primera tanda de reacciones que han venido a decantarse en dos grupos radicalmente opuestos: el de aquellos que a priori empatizaban con la historia, y el de quienes no lo hacían y tratan de explicarlo de formas muy diversas aunque todas ellas centradas en el aspecto político. Muy poquito ha habido de crítica cinematográfica e incluso esta parece claramente dividida. Personalmente agradecería más de esto último, pero imagino que las críticas del estreno seguirán la misma senda. Quedáis vosotros, los profesionales, para aportar algo de objetividad.